Capítulo 2: Amigos
Capitulo 2: Amigos
En algún mundo, universo o dimensión un grupo de viajeros se despedían de un grupo de nuevos amigos. La joven empresaria que los había ayudado a recuperar la pluma de la princesa se despedía de ellos con una alegre sonrisa.
-Espero y encuentren más plumas en su camino- decía mientras se acercaba a la única chica del grupo- Sakura-chan, esfuérzate
-Si- respondió la jovencita de hermosos ojos esmeralda y cabello castaño
-No cabe duda que las sonrisas de las mujeres son lo que le dan vida al mundo- comento un apuesto joven de cabellos rubios de nombre Nokoru.
Por esta única ocasión sus dos mejores amigos Akira, un joven de cabellos negros y Souh un joven de cabellera azulada le dieron la razón.
-Perrito ¿en verdad tienes que irte?- pregunto un joven de cabellos castaños y alborotados
-Si- dijo el otro castaño mientas asentía y camina acercándose al otro- pero estoy seguro que nos volveremos a encontrar- extendió su brazo con su mano en forma de puño para chocarla con el puño del contrario
-Jeje, es verdad- sonría el otro joven de nombre Ryu mientras correspondía el gesto
En eso la pequeña motita que estaba encima del hombro de un hombre de vestimenta oscura con rojo salto a los cielo y comenzó a brillar.
-Mokona Modoki no puede esperar más...- y un fuerte brillo aun mayor, provoco que se formaran unas alas en aquel ser y comenzara a envolver a las cuatro personas que se encontraban debajo paradas sobre un extraño símbolo.
-Muchas gracias por todo- decía Syaoran, el chico menor del grupo de viajeros
-Nos la pasamos muy bien- opinaba un alegre joven rubio de ojos azules como el cielo cuyo nombre era Fye
-Tomoyo-chan espero nos volvamos a encontrar- decía alegre la única chica y princesa del grupo, Sakura
-Sí, aunque aun no tengamos un dispositivo para viajar entre las dimensiones hare que mi compañía cree uno, para poder volver a reencontrarnos- decía la joven empresaria con una sonrisa en su rostro
El hombre de vestimenta oscura miro a la joven empresaria.
-Si vuelves a ver a la princesa Tomoyo en tus sueños dile esto de mi parte, "Que volveré sea como sea"
-De acuerdo- respondió la afable joven
En eso los diferentes destellos de luz creados por las alas de la motita terminaron por envolverlos y comenzar a transportarlos a un nuevo mundo.
-o-o-o-o-o-o-
Al día siguiente, justo después del espartano entrenamiento dado por Reborn, Tsuna regreso a aquel extraño cuarto, sin darse cuenta de que estaban siguiéndolo, y es que el castaño había estado actuando extraño según sus allegados y su propio tutor. Al entrar, el chico encendió la luz para ver que todo seguía exactamente igual a como lo había dejado el día anterior, o eso fue lo que creyó, un muy ligero cambio, en la mesa donde había dejado ambos libros, estos estaban cerrados cuando él los había dejado abiertos.
-Qué extraño- se dijo a sí mismo, tomo asiento en el mismo lugar del día anterior y trato de levantar el diario del primer Vongola, sin embargo, este estaba sumamente pesado. -¿Pero qué rayos?- se pregunto. Ante esas palabras el otro libro brillo y fue a dar a sus manos. -¡Hiiii!-Tsuna miro el libro un tanto asustado pero decidió abrirlo, busco la pagina en la que se había quedado.
"La única cosa que se necesita para cambiar a una persona es la oportunidad de que se encuentre con otra, por eso ahora es necesario que se encuentren, tú con ellos y ellos contigo, Sawada Tsunayoshi"- ¿ellos?- se pregunto al terminar de leer aquel primer párrafo -"Antes de que continúes con la historia de Giotto, hay algo que me gustaría anunciarte. Tu debías ser el primero, también se que aun estas confundido con lo mucho o lo poco que se te ah revelado, pero... no debes ser el único en saberlo. Debes decírselo a los que más quieres y que te puedan ayudar".- Fue lo que leyó Tsuna antes de dar un suspiro, por alguna razón sospechaba que tarde o temprano tenía que decírselo a sus amigos. Regreso su vista al libro- "Estoy segura de que ellos han comenzado a notar los ligeros cambios en tu persona."- Fue lo último que leyó, de hecho esas palabras no le sorprendieron para nada, todos sus amigos se daban cuanta del mas mínimo cambio en su persona. Suspiro. De pronto comenzó a escuchar unos extraños murmullos provenientes detrás de la puerta.
-o-o-o-o-o-o-
Observaron marcharse a su jefe sin decir ni una sola palabra a nadie, inclusive el Reborn se mostraba sorprendido, seguían aun en el patio donde había llevado su entrenamiento, a los pocos segundos de que el castaño se había marchado llegaron Kyoko y Haru con unas bebidas y bocadillos.
-¿Terminaron su entrenamiento?- pregunto de forma amable Kyoko mientras dejaba la bandeja en una pequeña mesa de jardín
-¿Dónde está Tsuna-san?- pregunto Haru al no ver al castaño
Nadie de los presentes les prestó mucha atención, las dos chicas se miraron entre ellas con un poco de preocupación, se acercaron a la otra joven que era guardiana de su amigo, la cual, al igual que los demás, parecía ver a la nada.
-¿Chrome-chan? ¿Está todo bien?- preguntaron ambas a la guardiana de la niebla
-Boss... el está actuando extraño- contesto en voz baja.
Después de esas palabras los demás voltearon a ver a las femeninas.
-Tsk, ese Dame- Tsuna algo se trae- dijo Reborn
-Sera que el Decimo, esta dudando- opino Gokudera
Todos se quedaron viendo al albino.
-Si es así le daré el peor de los castigos- dijo Reborn salía en busca de su alumno, seguido de todos los demás.
Para cuando alcanzaron al joven decimo de vongola este entro en una habitación. Todos los jóvenes corrieron ah tratar de escuchar lo que pasaba dentro del cuarto, mientras Reborn, miraba con cautela la puerta, como si en cualquier momento fuese a cobrar vida y atacarlos.
-¿Reborn-san? ¿Está usted bien?- pregunto Haru al darse cuenta de la actitud del ex arcobaleno
-Esta puerta- comenzó a decir de forma seria- jamás la había visto, y conozco la mansión como la palma de mi mano
Esto sorprendió a todos, quienes miraron llenos de temor al arcobaleno y dispuestos a entrar a esa habitación cuando la puerta fue abierta, dejando ver a un Tsuna con un rostro lleno de asombro.
-¿Qué es lo que están haciendo?- pregunto al verlos a todos
-Decimo ¿está usted bien?- pregunto preocupado Hayato
El castaño asintió a lo que todos dieron un suspiro de alivio.
-¿Por qué no debería de estarlo?- volvió a preguntar
-Tsuna- hablo esta vez Reborn- ¿esta puerta?
-Ah, la encontré ayer cuando me perdí- dijo algo avergonzado para después cambiar su semblante a uno más serio- deberían entrar y verlo por ustedes, tal vez si somos más, comprendamos mejor la tarea que Giotto nos ah encomendado.- Todos lo miraron asombrado
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