Capitulo 1: Secretos

"Ahora te contare las tragedias que trajo esa pluma y el por qué debes cuidarla…"- Tsuna dejo la lectura para salir de ese cuarto, se acerco al libro y lo coloco en su posición original, miro como la pared se movía nuevamente y ocultaba aquella secreta habitación. Camino hasta la mesa en la que había estado antes y tomo asiento para retomar su lectura.

"Estoy seguro que sabes que Vongola inicio como un grupo de protectores ¿verdad? Pues bien, esta historia comienza mucho antes, siempre me habían molestado las injusticias que había en el pueblo de mi época, por eso desde muy pequeño luchaba por lo que yo creía justo… un día mientras paseaba por el bosque que rodea la mansión, aquella pluma cayó del cielo, tal como tu hace unos momentos, quede maravillado por su gran belleza y esa fuerza de atracción que te influye. Tome a la pluma entre mis manos y al hacerlo unas series de imágenes llegaron a mi mente… Como recuerdos que no fueran míos.

En estas imágenes me mostraban a una pequeña niña de cabellos castaños y ojos de color esmeralda, la pequeña paseaba por las calles, a lo lejos podía ver un extraño edificio, el más grande en todo el lugar. La niña parecía muy feliz, sin embargo lo que llamo mucho mi atención fue la silueta negra con la que hablaba, por más que intente observar de quien se trataba no pude, no supe la razón de ello hasta mucho después…"

Tsuna aparto su vista de aquel diario, miro a un lado para ver aquel otro extraño libro "La tienda de los deseos", no pudo evitar preguntarse en que se relacionaban ambos. Dio un largo suspiro. Se levanto de la mesa para continuar caminando entre los libreros. Miraba los títulos de varios de ellos, y fue cuando se dio cuenta de algo, todos aquellos libros tenían algo en común, hablaban de magia.

-Esto ya no me parece una broma, se está saliendo del límite de mi paciencia, es tan extraño- se dijo a sí mismo para volver a continuar con su lectura.-¿Pero qué?- se pregunto con algo de miedo al ver el libro de "La tienda de los deseos" encima del diario escrito por Giotto. Con temor tomo el libro y leyó lo que había en la hoja, una hoja que él no había pasado.

"Existen muchas cosas extrañas en este mundo. Pero no importa lo inusuales que nos parezcan, siempre hay alguien, al menos una persona que las observa. Si no ocurriera, no pensaríamos que estas ilusiones son algo fuera de lo común. Lo que estas pasando es inusual, te comprendo, estas confundido, pero así como tu antepasado lo hizo, ahora te toca a ti, proteger ese poder, aquella pluma, por eso, aunque no encuentres una explicación, estoy segura que lo sientes."-Fue lo que leyó Tsuna en aquella página.

Los guardianes habían dejado su pelea sin sentido al darse cuenta de la ausencia de su jefe, fue ahí donde se vio su trabajo en equipo. Gokudera tomo el mando y nadie reprocho nada.

-Yamamoto, tu busca en cada rincón del ala este- ordeno al pelinegro quien asintió y se fue corriendo- Cabeza de césped tu ve al ala sur- le dijo al boxeador quien asintió y también salió corriendo- Hibari-

-Yo iré al ala Norte- Dijo el peinegro quien salió sin decir palabra alguna

-Kufufufufu Chrome y yo iremos al jardín- dijo Mukuro mientras salía en compañía de la chica

-Nosotras buscaremos en las habitaciones-Dijo Haru

-Hai también buscaremos en otras partes- Completo Kyoko y así ambas chicas salieron

-Mientras yo como mano derecha buscare en el ala oeste- se dijo el peli plata y salió de la sala.

Tsuna volvió a tomar el diario del Primer Vongola.

"Si, muchos años después, Yuuko hizo el favor de decirme la tragedia de esa pluma, pero… esa historia no me corresponde a mi contarla. Pasemos a lo que nos corresponde, después de haber visto aquellos recuerdos unas ganas de llorar me invadieron.

Regrese a mi casa y subí a mi cuarto, me recosté en la cama y me quede dormida con la pluma en mano, al día siguiente, cuando G vino a jugar un poco, le mostré la pluma. El también al tocarla vio la misma escena que yo el día anterior. Sin hacerte la historia tan larga, nunca hablamos de esa pluma a nadie, y la guardamos, la manteníamos oculta de todos. Sin embargo, lo peor vino años después, cuando estaba en la búsqueda de los guardianes, unos meses después de conocer a Asari Ugetsu…"

-Tsuna!- se escucho un grito cerca- ¿Dónde estás Tsuna?

El castaño se levanto de la mesa y dejo ambos libros ahí, se dirigió a la puerta y salió apagando la luz.

-Por aquí Yamamoto- dijo Tsuna sin remordimiento alguno de haber preocupado a sus guardianes.

El moreno se acerco hasta el castaño, pero sin ver que había salido de una habitación.

-¿Dónde estabas? Nos tenias muy preocupados a todos- le dijo al tenerlo frente

-Jejeje, gomen nee Yamamoto, pero Sali a dar un paseo y termine perdiéndome sin saber como volver- explico el pequeño

Yamamoto rio.

-Es verdad, este lugar es enorme- dijo mientras sacaba un aparato, aplastaba un botón y hablaba –Encontré a Tsuna chicos, nos vemos en la sala principal.

-¿Pero qué?- pregunto Tsuna desconcertado

Poco después se escucharon por aquel aparato varios comentarios, tales como "Herviboro, Hahi, Decimo, Kufufufu! Y Extremos"

-Jajaja Vamos Tsuna, volvamos con los demás- dijo Yamamoto

Tsuna asintió y comenzó a seguir al mayor, mientras dirigía por unos segundos su vista a la puerta de la que había salido y daba un suspiro. Aun no creía en lo mucho que se había enterado durante su paseo, pero aun así, se sentía con la obligación de volver a ese cuarto y terminar lo que había comenzado, pero primero, quería arreglar sus propios pensamientos.

Sin embargo, dentro de aquella habitación, el libro " La tienda de los deseos", brillo y cambio de hoja para dejar a la vista una peculiar frase.

"La única cosa que se necesita para cambiar a una persona es la oportunidad de que se encuentre con otra, por eso ahora es necesario que se encuentren, tú con ellos y ellos contigo, Sawada Tsunayoshi" – y como si una fuerte brisa de aire hubiera entrado, ambos libros se cerraron