• VEINTINUEVE •

Pasaron la noche mirando las estrellas, las luces de la ciudad y como de a poco, todo se iba consumiendo en oscuridad y silencio.

Ambos recostados sobre una manta en el césped, acurrucados uno contra el otro, siendo ellos mismos, sin problema de ser juzgados por otros.

"Dos Iris Azules"

— Iré por un helado — me excuse poniéndome de pie y alejándome

Nos encontrábamos en medio de un pequeño parque que contenía el centro comercial. Todos estaban charlando sobre el evento que se avecinaba en el instituto, las grandes tareas que nos otorgaron y la leve presión que estas ejercían en nosotros, pero un buen rato de helado con tus amigos lo valía todo para disminuir esa tensión en nuestros cuerpos.

Avance con cuidado de no chocar contra las familias que caminaban a la zona de comidas rápidas, batidos, helados, ropa y entre tanta variedad que ofrecía el primer piso de tres. Resople al mirar la infinita cola en la tienda de helado y me apresure a tomar mi lugar antes de que llegasen más personas y fuese más grande.

— Luces como si necesitaras algo de compañía — me sobresalte al escuchar la voz de Keydan justo a mi lado

— ¿Qué no te habías quedado con los chicos? — pregunte indignada por el susto de muerte que me causó

— Iban a ir a una tienda de ropa y me pareció más divertido venir a acompañarte — alzó ambos hombros restándole importancia

— Bien — respondí dirigiendo mi mirada al frente

— ¿Cómo vas con tu historia? — soltó de repente después de varios minutos en silencio

— ¿Qué?

— Tú historia. — respondió mirándome fijamente

— Razonablemente bien — murmure

— ¿Cuándo puedo leerla?

Cuando me muera.

— Eh, no lo sé... — susurre

— ¿Qué te parece mañana?

— ¿Qué estas insinuando?

— Hola, bienvenidos a nuestra heladería. ¿Qué sabor desean ordenar?

¿En qué momento habíamos llegado? Mire con cuidado a Keydan y luego al amable chico delante de nosotros en espera de que ordenará un sabroso helado y ahora que lo razonaba, mi apetito había desaparecido.

— Vainilla con caramelo — respondí.

— ¿Y usted joven? — le pregunto a Keydan cuando me entregó mi helado

— Crema con galletas oreo — respondió mirando con ansias el chico alistar su helado —. Gracias y pague ambos helados — dijo al tomar su helado y tender el dinero

— Espera... yo pago el...

— Yo invito — me corto

— Pero...

— Insisto bonita — repitió y pago ambos helados

Nos alejamos saboreando nuestros helados y tratando de encontrar entre el gentío a nuestros amigos, pero parecía que habían desaparecido de la faz de la tierra o eso creía hasta que divise los movimientos efusivos en brazos de Arya, la manera que la miraba Chris y la decepción de Suzuna. Todo un show. Reí y avanzamos hasta ellos o eso pensaba cuando una chica se interpuso en nuestro camino y se lanzó a los brazos de Keydan.

— ¡Hermano! — grito zarandeando a Keydan

— Tranquila Michi, bájale un poco a la emoción. Nos vimos esta mañana — le dijo Keydan entre risas

— Wou, parece que no te he visto en años — dijo Michi soltando a Keydan y luego lanzándose sobre mí

— Cuidado con el helado... — murmure tratando de mantener el helado lejos de su ropa y cabello

— No sabes cuánto he deseado conocerte y mira, ¡Ya lo logré! — dijo apretando mi cuerpo contra el suyo

— ¿Sabes quién soy? — pregunté incrédula y devolviéndole el abrazo con mi brazo desocupado

— No exactamente, sólo por palabras, pero es igual de impresionante — replicó soltándome y mirándome de la cabeza hasta los pies —. ¡Es tan hermosa como la describiste hermanito! — canturreo Michi y aplaudió emocionada

— ¿Le has hablado de mí? — pregunté con una sonrisa divertida y con un leve sonrojo en las mejillas, pero nada que me detuviera para burlarme un rato de Keydan

— Tal vez... un poco... bueno no lo sé... — llevó su mano a la nuca nervioso y miró hacia otro lado

— Me ha hablado de ti cada que tiene una oportunidad... — murmuró Michi inclinándose, reí y ella me acompañó —, ¿cierto Key?

— ¿Qué cosa?

— ¿Qué me amas con todo tu corazón?

— Claro — Keydan continuó mirando en otra dirección y comiendo su helado

— ¿Qué le has hecho? Nunca lo había visto tan feliz por una chica

— Yo no creo que... — le trate de cortar

— Mira, el tontito pasa por una librería y comenta sobre tu amor a la lectura y escritura, pasamos por una heladería y rezonga al no conocer tu helado favorito, esas y muchas más ocasiones en las que aprovecha para hablar de ti — comento inclinada sobre mí

— Yo... no sé qué decir... — susurre comiendo de mi helado

— No hace falta. Cuida del herido corazón que posee mi hermano — fruncí levemente el ceño al escucharla decir eso, pero toda palabra fue callada al momento en que beso mi mejilla y luego la de Keydan —. Espero verte el día de la pasarela — lanzó un beso en nuestra dirección y se alejó con bolsas en mano

— Usualmente es más cuidadosa con lo que dice — dijo Keydan tratando de disculparse

— No dijo nada malo. No te disculpes por algo innecesario — replique poniéndome de puntillas y besando su mejilla —. Vamos que Suzuna debe de desear asesinarnos y darnos sus últimas órdenes para dejarnos libres — dije comenzando a caminar sin esperarlo

¿De dónde había salido ese repentino deseo de darle un tonto beso en la mejilla? No tenía idea, pero no se tornaba desagradable, en realidad, esperaba que se mantuviera en su sitio.

— ¡Ya era hora que llegarán! — rezongo Suzuna

— ¡No sabes la hermosa foto que he conseguido! — chillo Arya mostrándome la dichosa foto

Mis ojos se abrieron de par en par, sentí mi garganta seca y el tragar no ayudo mucho. La foto era en el preciso momento en el que besaba la mejilla de Keydan y a simple vista se veía hermosa, como esas típicas fotos Tumblr. Sentí la respiración de Keydan en mi cuello y al girar un poco la cabeza me topé con una hermosa sonrisa de su parte.

— Me encanta. ¿Me la pasas? — pregunto —. Será un hermoso fondo de pantalla

— ¡No, no! — me negué tratando de recuperar mi espacio personal

— Déjame pasarla a mi móvil y te la mando por bluetooth — respondió Arya efusiva y Chris le quitó la cámara de las manos

— ¡Genial! Alguien que me apoya — sonreí en dirección a Chris

— Te ayudo — y la sonrisa desapareció.

— Bien, mi amado pueblo. Nos veremos el próximo fin de semana y un día antes de todo ese espectáculo que armara el instituto. No lleguen tarde y nos encontramos aquí mismo. Chao — todos nos despedimos y la linda Suzuna se alejó con sus bolsas en mano

— ¡Espera! ¿Ahora quién me llevará a casa? — le grité al recordar ese pequeño detalle

— ¡Keydan se ofreció! — grito

— ¿Nos vamos bonita? — pregunto agitando las llaves

— Vamos — me gire tan solo para encontrarlo solo —. ¿Dónde están los demás? — indague mirando al alrededor

— Arya iba a comprar algo para su cámara y Chris se ofreció a hacerle compañía — alzó sus hombros —. ¿Vamos? — asentí.

Caminamos en silencio hasta el parqueo del centro comercial, subimos, nos abrochamos el cinturón de seguridad y Keydan encendió el motor de su auto.

— ¿En serio le hablaste de mí a tu hermana? — me atreví a preguntarle

— Sí, ¿Por qué no lo haría? — se puso unos lentes de sol y se concentró en la carretera

Volví, con un corazón lastimado, pero regresé. ^^

Espero que disfrutarán del capítulo, tanto como me ayudó a recoger trozo por trozo mi corazón. ~Pd: No estoy sufriendo por amor. ¡Soltera hasta la muerte!~

¿El vídeo de arriba? Me ayudó a sobrellevar este dolor, porque al igual que Kate, he sufrido la muerte de un ser amado, una mascota, mi gata.

Chao bonitos. ♡

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