— Nunca te había visto con tanta emoción hija — le hablo la madre a la apresurada chica de cabello negro

— Yo tampoco se lo que me sucede, pero cuando estoy con él me siento diferente... — admitió la chica calzándose los tacones negros

— Estas enamorada — le dijo su madre con los ojos brillosos

¿En realidad se trataba de eso?

"Dos Iris Azules".

— ¡Te extrañe horrores princesa! — exclamo papá abriendo sus brazos y sin dudarlo corrí a abrazarlo e inhalar su fragancia

— Yo también te extrañe horrores papá — le susurre

— ¿Ya no hay abrazo para el hijo y hermano más sensual? — pregunto Lan arrastrando su maleta y la mía

— No

— Nop — respondimos papá y yo al mismo tiempo

Reímos al ver la cara repleta de indignación de Lan y nos acercamos con los brazos abiertos a mi dramático, ofendido y feo hermano. Nos estrechamos como la pequeña familia que éramos y a pesar de no tener a mamá a nuestro lado - por el tema del divorcio -, sabía que estábamos felices de pasar una semana completa con nuestro padre y tomando en cuenta que llegaríamos súper atrasados con la materia, pero valía la pena sacar tiempo para la familia.

— Vamos que he hecho lasaña y puede que papá se coma — soltó papá deshaciendo el abrazo y tomando las maletas de sus dos hijos —. Quiero saber todo lo que haya pasado en sus vidas. No creo que la vida de dos jóvenes sea tan emocionante — sabía que eso era sarcasmo con la forma en que se expresaba

— No uses el sarcasmo conmigo papá, entre los tres, sabemos que Lan es el que se mete en problemas — le digo defendiendo mi vida y ayudándole a abrir la puerta trasera de su Chevrolet Camaro

— ¡Hey! La Kate tuvo una tarde loca — insinuó Lan a mis espaldas y por la forma en que papá lanzó las maletas parecía que no le prestó atención a su tono

— ¿A qué te refieres con tarde loca? — indaga el hombre de la familia con la ira notándose en su tono de voz

— Vamos papá, tu mejor que nadie conoce lo que es una tarde loca con una mujer en tu cama — y hay mi vida se acabó

Recuérdenme como una buena persona, que trataba de dejar su huella literaria en la vida, que deseaba conocer a los chicos de Big Time Rush y que debía de ser llamada Zorra literaria por tantos novios encerrados en libros. Acá me despido y si ven a Keydan vagando por las calles denle una patada en la entre pierna y a Lan otra, pero con un ladrillo. Me despido gente que me lee. Pd: Mi papá se llama Ethan, para que lo maten si lo ven por las calles.

— ¿Es cierto Katherine Rose de los Ángeles del Rosario Winslet? — rodé los ojos al ser consciente de su manía de agregar nombres cuando estaba enojado

— Haber familia, yo a diferencia de ustedes no tengo la mente perturbada y sucia como para entender una sola palabra de lo que hablan — me crucé de brazos y los miré con el ceño fruncido

— ¿Qué entiendes por "noche loca"? — pregunto Lan haciendo comillas con sus dedos

— Ver series hasta tarde — respondí encogiendo mis hombros

— ¡Amo su inocencia! — canturreo Lan

— ¡Dieciocho años! — le siguió mi papá

— ¡Amo sus errores!

— ¡Dieciocho años! — continuaron y llamaron la atención de algunas personas que caminaban

— ¡Amo su existencia!

— ¡Eso no sigue! — le reclamó papá deteniendo

— ¡Me vale una mierda! — continuó Lan con el ritmo de la canción

— A mí no me hablas así jovencito — lo señaló papá con su dedo índice

— ¡Ya lo hice!

Lan iba a morir. RIP: Lan del señor Jesucristo y del Carmen Winslet. Desde los años 1600 a 2018. "Nadie lo quería".

— Deja de divagar Kate y sube al auto — me aviso papá encendiendo el auto

¿En qué momento subieron al auto?

— Voy — subí al auto y le tendí a mi padre el primer disco de Big Time Rush, titulado BTR —. ¿Podemos?

— Siempre hija, siempre — respondió con una sonrisa e introduciendo el disco en la radio del auto

— ¡Oh, no! Ya empezaron — se quejó Lan al escuchar Til I Forget About You

— Veo que has arreglado un poco la casa — admire el sitio de nuevo —. ¿Dónde está el señor de mi vida? — consulte bajando la maleta del auto

— ¡Papá, los chicos ya llegaron! — grito papá golpeando la puerta

— ¿Dónde están? — pregunto mi abuelo abriendo la puerta y mi corazón por poco le da un ataque al ver sus dedos manchados de salsa

— ¡Te comiste la lasaña! — le gritamos Lan, papá y yo al unísono a mi pobre abuelo

— ¿Algún problema? Yo no vi el nombre de ninguno de ustedes en la pasta. Lo que no tiene nombre, no es de nadie. — entrecerré mis ojos en su dirección molesta y Lan bufo a mi lado —. ¿Se van a quedar mirando así a su abuelo y no lo van a saludar? — ninguno de nosotros parecíamos dispuestos a movernos de donde estábamos —. Bueno tendré que cancelar la pizza que pedí para ustedes tres que son unos muertos de hambres — nos señaló a los presentes con su bastón y sin pensarlo nos lanzamos sobre el pobre anciano

— ¡Eres el mejor papá! — le gritó mi padre

— ¡El sólo arrugas es un genio! — le gritó Lan apretujando sus brazos sobre el esqueleto de mi abuelo

— ¡Gracias, gracias, gracias! — canturreo

— Ya dejen de estar dando afecto, necesitados

— Tan sutil el hombre... — gruñí alejándome del anciano

— Igualado — le dijo Lan golpeando su brazo

— Igualado será otro, porque yo ya he vivido mi vida mejor que todos ustedes — dio media vuelta y golpeó a Lan con el bastón en su cabeza

— Auch — se quejó mi hermano

— Vayan por sus maletas y suban a la segunda planta en busca de su habitación — ordenó papá ingresando a la casa

Lan me tendió la maleta y ambos ingresamos. La casa continuaba exactamente igual que la última vez, a diferencia de que ahora había una escalera descansando a un costado de la casa, la sala de estar estaba modernizada y sólo Dios sabría que nos encontraríamos en la segunda planta. Aspire el aire repleto del aroma de lasaña y mi estómago gruño en respuesta, corrí escaleras arriba y abrí la puerta que tenía el nombre de Lan y mío en madera.

— Veo que lo único que cambio fueron las camas — comento Lan al abrir la puerta

— Algo debía de cambiar en nuestra habitación

Ingrese a la habitación, deje la maleta a los pies de la cama y salí al balcón. Todo continuaba igual, pero lo único que no estaba bien en el ambiente era el aire de divorcio que se aspiraba. Mi padre se había empeñado en dejar el aura de sus hijos impregnada en la nueva habitación.

— Cambia esa mirada hermana — dijo Lan divertido y abrazándome por la espalda

— Es la única que tengo, no la puedo cambiar — reí tomando sus manos y entrelazándola con las mías

— ¿Sabes que me tienes? Nada ni nadie podrá cambiar eso — asentí, porque sabía que mi hermano era sincero en ese aspecto

— Tú también me tienes hermano — sonreí al sentir sus labios presionarse sobre mi cabeza —. Te amo Lan — le dije aprovechando el momento

— También te amo Kate — susurró sobre mi cabellera