• CUARENTA •
Vacío. ¿Cómo son las citas realmente?
"Dos Iris Azules"
¿Cómo son las citas realmente? Esa pregunta rondaba por mi cabeza desde que nos subimos al auto de Keydan. Dana cantaba una canción de Ed Sheeran — su único cantante favorito — y yo esperaba con energía mi turno para poner una de Big Time Rush y poder cantar a todo pulmón, aunque eso no fue posible porque Keydan estaciono y apago el auto sin importarle que me tocaba poner la canción.
— ¡Ey! — nos quejamos Dana y yo al unísono
— Adentro podrán cantar — dijo dejándonos dentro del auto
Me baje corriendo cuando Dana también se bajo, ambas nos posicionamos a los costados de Keydan, prácticamente aferrándonos a sus brazos con temor. ¿Por qué? Yo no sabía que idea de citas tenía Keydan, pero ahora comprendía que no compartíamos la misma idea de algo romántico y simple. ¡Estábamos en un feo callejón sin salida! O bueno, las puertas de acero al final, tampoco eran buena señal. El letrero estaba apagado y mis ojos no podían distinguir en la oscuridad que era lo que decía.
— Tengo miedo — susurro Dana.
- Nada te pasará - le respondió Keydan.
Y justo en ese momento me pareció escuchar a un hombre vomitar. Que asco. Nos acercamos sólo para que tocará la jodida puerta, se abrió, un hombre enorme le pidió una tarjeta y solo Dios sabía a donde nos estábamos metiendo. ¡Hasta ya me podía imaginar charlando con la mismísima mafia italiana! Al carajo todo, yo me iría de aquí con o sin él, pero cuando estaba por dar un paso en reversa, el condenado de Keydan me tomo de la mano para arrastrarme por un entorno pasillo de iluminación roja. ¿Esto era un prostíbulo? Las cortinas de terciopelo rojo tampoco me ayudaban mucho.
— ¡Bienvenidas señoritas! — grito una chica a nuestro lado cuando pasamos las cortinas
— ¡Por favor! ¡No quiero prostituirme! ¡Soy demasiado joven para ese mundo de pervertidos! — rogó Dana con sus manos juntas
— ¿Dana?
— ¿Prima? — soltaron incrédulas y se abrazaron con mucha ternura
— ¿Qué haces aquí? ¿No me digas que vienes con el bastardo de tu hermano?
— Pero que feo hablan a las espaldas de las personas — se quejo Keydan con dramatismo —. Sólo está chica tan bonita habla lindo a mis espaldas — dijo Keydan pasando un brazo en mis hombros
— Ya quisieras — replique entre dientes.
— ¡Hola! — me saludo con alegría la chica y se lanzó a abrazarme
— ¡Hola!
— ¿Un café para los tres?
— Y comida — le dijo Dana.
— Y comida — repitió la chica antes de meterse en la cocina
— Vamos señoritas — ordenó Keydan caminando por un estrecho pasillo repleto de mesas a su derecha, en su izquierda se encontraba una pequeña pizarra con firmas titulada "La pizarra del amor" tal parecía que todos los que escribieron su nombre se juraron eterno amor y la luz también era roja. Al avanzar la iluminación se volvió normal, las mesas eran hermosas y sus sillas también, algunas parejas charlaban en pijamas, otros subían las escaleras a la segunda planta, habían plantas colgando del techo y en la otra esquina había una especie de zona de karaoke.
— ¿Puedo ir a cantar? — pregunto con rapidez Dana
— Sí, pero ya te llego a patear tu trasero — sentenció Keydan.
La chica que resultaba llamarse Marie era dueña de una cafetería y hotel. La primera planta era cafetería y la segunda estaba repleta de habitaciones, resultaba que todo el suspenso al entrar fue montado por ella para joder a los nuevos, para entrar se necesitaba una tarjeta, pero sólo aquellos que recibieran una especie de señal podían obtener una y para variar, ella misma entregaba la tarjeta, pero con aire de mafia para asustar a esa persona y que llegará sí o sí.
— ¿Dónde conseguiste estas mesas? — admire el mapa de todo el mundo tallado en la mesa
— Yo misma lo hice — aseguró —, tome un taller.
Dana cantaba karaoke con el enorme guardia de seguridad. Ambos cantaban alguna canción de Ed Sheeran y yo solo podía reír al escuchar sus desafinadas voces o los movimientos exagerados que hacían con su cuerpo.
— Te apuesto un beso a que yo canto mejor que tú — dijo Key sacándome de mis pensamientos
— ¿Por qué querrías apostar un beso?
— Me parece una buena excusa para poder besarte — alzó sus hombros levantándose, tomando dos micrófonos y tendiéndome uno
Con las mejillas rojas me asegure de que podría hacerlo mejor que él y patear su excéntrico trasero — aunque no estaba mal su trasero, debía de admitir —.
— Te apuesto a que yo ganare — dije.
Busque Beautiful Thing. Ciertamente me puse a cantar algo sencillo para no pasar ninguna vergüenza o terminar equivocándome con alguna palabra. Señale a Keydan y le mostré mi lengua con burla, él solo creía que podría contra mí, aunque tampoco era que yo cantará como los ángeles, pero ¿quién se ponía a pensar en esas cosas? Yo no, mas cuando realmente disfrutaba del momento.
— Cuando termine de cantar me tendrás que besar bonita — sentenció.
Me senté con el corazón corriendo a mil, él escribió algo en la computadora y fue tan solo cuando las primeras notas se escucharon mi lado fangilr grito como loco. ¿Este chico quería matarme en la primera cita? Porque si todas iban a ser así, yo misma me casaría con él. Cantó con tanto esmero Invisible de Big Time Rush, que por poco y me lanzó a besar sus pies.
— Gané yo Olsson, ya veremos con que me pagarás — dije riendo de su mala suerte
— El público elige al ganador — intervino Marie.
Estaba perdida. Sólo esto me faltaba. ¡Keydan ganaría! ¿Ahora que haría? Yo no sabía besar, nunca había besado otros labios. Los nervios me inundaron cuando Key me guiño el ojo y Marie comenzó a presentarnos. Estaba perdida. ¡Dios, llévame contigo! ¿Qué onda se hacía cuando se besaba? Sabía que se movían los labios, pero tenía un presentimiento de que no era solo moverlos y ya. ¡Debí de leerme alguna guía al respecto! ¿Tendría tiempo para llamar a alguien y preguntarle?
Mi corazón corría desenfrenado, la respiración se me volvió pesada y mis piernas temblaban. ¡Tras de todo en público! Quedaría como la vergüenza de no saber besar en frente de tres personas. ¡Ayuda!
— ¡El ganador es Keydan por un voto! — anunció Marie con alegría
— Vamos — dijo Keydan tomando mi mano y dirigiéndome a la segunda planta, justo a un balcón propio de ese piso
— ¿Por qué me trajiste aquí?
— Se que es tu primer beso bonita y no quería presionarte con algo en público, es mejor en privado — dijo mirando las calles repletas de autos —. No te besare, si así lo...
Que mantuviera la boca cerrada, ya bastante me había costado reunir fuerzas para hacer esto. Lo calle presionando mis labios sobre los suyos y con los ojos cerrados con fuerza.
— No es tan malo después de todo — comente cuando me aleje
Fueron fragmentos de segundos en los que nuestros labios se mantuvieron en contacto y me parecían suficientes o eso me hacía creer, porque sentía la necesidad de besarlo de nuevo.
— No sabes cuánto espere para hacer esto — musito Keydan tomando mi rostro entre sus manos y atrayéndome
Corto la escasa distancia entre ambos. Suspire cuando movió sus labios lentamente sobre los míos, yo no sabía como hacía para mover los labios con tanta lentitud, pero se lo agradecía. Esta era una sensación que no deseaba acabar, pero el tonto se alejó cuando mi cuerpo se estaba acostumbrando a la electricidad que lo recorría.
— Espera que me pareció un poco pequeño, deberíamos de disfrutar un poco más el momento — rezongue inconscientemente
— Eres tan hermosa Kate — se lanzó a mis labios y esta vez si que le respondí el beso, con la misma lentitud que él
¡Wenoooos díaaaaas mi gente!
El momento tan deseado ha llegado. ¡Por fin! Después de... 39 capítulos se besaron estos dos!!
*aplausos, aplausos*
¿Les gustó el capítulo? ¿La canción? ¿El beso?
Buano. Ya saben como funciona la cosa. :')
¡BIIIIIEEEEE!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top