Mientras ella platicaba con Morgans quien le hacia varias preguntas sobre su matrimonio, King quien era el que la estaba asechando logro acercarse a ella debido a todas las personas a su alrededor, estaba a solo unos pasos y podía escuchar la conversación de ambos, pero mantuvo la distancia para que ella terminara de hablar

-Morgans: Las ultima preguntas madam, usted es feliz con este matrimonio y fue forzada a casarse-pregunte yendo directo al grano-

-Mira para decirte si soy feliz necesitas volver en unos meses y te contestare con toda la sinceridad, no espera...en la próxima boda que se llevará a cabo te tendré la respuesta definitiva -respondí tranquila-Y de si fui forzada o no, solo mira mi rostro, acaso esta sonrisa es de alguien que fue forzada a casarse a la fuerza?-pregunte de vuelta y el negó-Así es es porque estoy feliz de casarme con un gran hombre-Sonreí y mire a Katakuri, en ese momento un flash iluminó mi rostro, Morgans había tomado una foto un ese preciso momento lo que me hizo sonrojar

-King- Puedo tomar unos minutos del tiempo de la novia para saludar?-pregunte serio, mirando amenazante al tipo, el cual se alejo rápidamente-

-Al parecer si puedes-suspire por su actitud-Que quieres-pregunte neutra-

-King: Quero hablar en privado contigo-la tome del brazo y la jale aun legar mas apartado de las personas

-Que haces...suéltame-quise zafarme de su agarre per era demasiado fuerte y aunque podía soltarme no quería causar ningún escandalo-

-King: Realmente me olvidaste tan rápido, que dijiste esos votos como si realmente fuera a ser su compañera y amante!-reclame molesto-Contéstame!

-Cierra la maldita boca y no hagas ningún escandalo-me solté de su agarre-Por supuesto que te olvide-dije tranquila sobando mi brazo-Que esperabas, que me la pasara llorando por tu decisión o que tendría las esperanzas de que vinieras a rescatarme-respondí con ironía-

-King: No digas estupideces, se que aun me amas, además no puedes amar a aun monstruo como él-la tome del mentón-

-No me toques-de un manotazo quite su mano-No tienes derecho a llamarlo monstruo, tu no estas libre de pecado, yo tampoco, así que estamos en las mismas condiciones-dije molesta-Y de amarlo o no es algo que ambos ya sabíamos que pasaría, pero lo que no sabemos aun es lo que pasara mas adelante, lo que no es de tu incumbencia, así que no me vuelvas a buscar nunca mas, ahora soy la esposa de Katakuri, uno de los tres comandantes dulce y le seré fiel de ahora en adelante-le dije con firmeza y seguridad, sosteniendo su mirada--YA NO TE AMO

-King: Estas mintiendo, solo estas enojada porque no quise seguir con lo nuestro-tome su rostro con algo de fuerza y lo acerque a mi-

-K: No te atrevas a tocarla nuevamente-dije mientras golpeaba su mano y ponía a Vania detrás de mi-Ella ya no te ama, así que se un hombre y supéralo, porque todo aquel que la toque sin su consentimiento estará muerto-lo mire amenazante-

-katakuri...-murmure, no me había dado cuenta en que momento se había acercado-Tranquilo todo esta bien-no quería armar un alboroto, así que lo tome de la mano-Podrás matarlo, pero este no es el momento...no aquí por favor

-K: Esta bien, pero la próxima lo matare sin dudarlo, no me contendré-mire al sujeto-Así que aléjate de mi esposa, porque ahora es mía-sujete su mano y me la lleve a otro lado, lejos de él-

-King: Tsk!, esto no se quedara así-los mire alejarse, debía encontrar una manera de llevarla conmigo de nuevo-

Él peli magenta la llevo a donde estaban sus demás hermanos, así él no se atrevería a cercarse a ella nuevamente, pero toda la situación lo había enfurecido demasiado y claramente se notaba en su rostro, a lo que la albina se acerco a él para tratar de explicar las cosas

-Realmente lo lamento Katakuri...no quería causarte problemas-murmure-Pero quiero que sepas que no siento nada por el, te lo dije una vez y te lo diré las veces que sea necesario, yo realmente quise este matrimonio y nada me hará cambiar de opinión, además jamás te traicionaría-dije mientras lo apartaba un poco para que pudiéramos hablar sin que se entrometieran, pero me sentía desesperada por que no me creyera-

-K: Vania escúchame-parecía muy alterada-Vania mírame!-la tome del rostro para que reaccionara-No pienso nada de eso en absoluto, se que no harás nada de eso-estaba muy seguro de sus palabras ya que había escuchado su conversación con el sujeto, así que no había que indagar mas de lo necesario-Ya eres mi esposa y confió en ti, así que no tienes que preocuparte-acaricie su mejilla con suavidad-

-D-de verdad?-el asintió y me hizo sentir mas segura, pero su caricia provoco que me sonrojara-Gracias Katakuri, trabajare para ser una buena esposa-dije mas tranquila-

-K: Ya lo eres, incluso lo demostraste al darte tu lugar como mi esposa, ahora relájate y disfruta de la boda, hoy es tu día y debes disfrutarlo como es debido-la lleve nuevamente con los demás -iré a cambiarme, no tardare de acuerdo?-ella asintió y se quedo con mis hermanos, sin duda la cuidarían mientras yo volvía, lo que fueron un par de minutos ya que no quería dejarla mucho tiempo sola-

-Volviste!!-sonreí-Aunque te veías muy guapo con tu traje, así te vez aun mejor-me acerque a ell, aunque me sentía mareada-

-K: Gracias-murmure y la revise-Cuantas copas de alcohol a tomado?-mire serio a mis hermanos-

-Oven: Lleva cinco, dijo que le gustaba el sabor y empezó a beber sin parar-reí-

-K: No es gracioso-lo mire amenazante-Ven te llevare a tomar algo de aire fresco-la tome en brazos, no quería que cayera en el camino-

-E-espera que haces?, las personas nos ven...puedo caminar-me tape el rostro de lo avergonzada-

Pero a Katakuri le importo poco lo que las personas dijeran o pensaran, camino atreves de todas las miradas para llevarla aun sitio seguro donde solo los dos podían estar y sin interrupción alguna. La sentó en un sofá y ella se sujeto de su brazo para que no se alejara de ella

-Espera!!, si te vas puede aparecer ese feo pajaro negro!-lo sujete con fuerza-

-K: Nadie vendrá Vania-suspire-Sin duda no te dejare beber de nuevo, lo tienes prohibido me entendiste-me senté a su lado-Ahora descansa si, aquí estaré

Ella sonrió y sin pensarlo dos veces puso su cabeza en su regazo, quedándose dormida casi al instante, lo que a Katakuri lo sorprendió, pero la dejo estar ya que solo él podía ver dicha escena y seria un momento que solo el atesoraría, así que aprovecho y a acaricio su cabello blanco, tratando de no despertarla y no lastimarla.

-K: No dejare que ese estúpido pajaro se acerque o te toque Vania-murmure-