11.¡No lo acepto! (Reborgetta Parte 2-2)


Tengo dos anuncios que darles y no quería hacerlo como la mayoría de personas que dan un anuncio engañando a sus lectores que es un capitulo nuevo así que espere hasta tener la segunda parte, eso no es de dios, engañar a la inocencia de tus lectores.

Primer anuncio, debido a la celebración de mis 100 seguidores hare algo especial, publicare en una nueva obra los fic que tengo en borrador y claro en mi memora, al menos sólo la sinopsis y información del fandum y los personajes y la pareja, el más votado lo publicare una vez tenga mis 100 seguidores :D ya estamos cerca, no es mucho pero de una o de otra manera queria agradecerles el aoyo que me han dado, no imagine llegar a tanto.

El segundo anuncio es acerca de esta obra, ya paso el año en la que la primera parte de esa serie de oneshot empezó, para celebración sorteare una historia que se publicara en este mismo fic de la pareja que ustedes quieran, de lo que ustedes quieran con los fetiches que quieran :D una buen celebración por un año publicando esta historia y vamos por más. dejen su mensajito, con una vez que comenten que quieren entrar al sorteo o tan sólo que comenten esta historia, exactamente esta pagina ya estarán participando, una ves quien gane me comunicare con él o ella en privado :D

Seria todo de mi parte disfruten la parte final de esta mini historia. 


Una vez salió de la habitación, las ojeras se le notaban más, el cansancio, esa noche le había pegado aún más que las anteriores ¿Quizás sea el hecho por lo que hicieron el otro día? El volver a entregarse y teniendo aun encendida esas pequeñas llamas de esperanza de volver a estar juntos.

Una vez bajó, cuando considero que era temprano, su inquilino estaba despierto ¿Cómo le hacía para estar despierto antes que él?

—Te ves horrible—habló Reborn una vez vio a su anfitrión.

—Gracias —torció los ojos—un poco parecido a ti— ataco, no aceptaría no verse presentable. asumía que su inquilino tampoco había dormido.

— Intenta dormir con noticias cada vez más mierdas.

—¿Cómo puede ser que no te sacará ya a patadas de aquí? — el mal lenguaje no lo soportaba y ese Omega sí que estaba rallando el límite, a lo que Reborn contesto con un simple movimiento de hombros, no sabía la respuesta y no parecía importarle.

A medida que las horas pasaron y ambos habían terminado temprano sus deberes se escuchó la puerta tocar, y un gritó que ya ahora ambos conocían.

—Vegetta, abre — era Rubius. Por un momento el dueño de la mansión se sorprendió a medida que iba cambiando a una de fastidio ¿Que tanto más le va a quitar? Había adelantado su "pago" una semana y ¿aún así venía por más?

Aunque sabía que si lo dejaba afuera no se iría hasta que le abriera. Cuando llego a la puerta, abrió la misma, sus ojos directamente miraron sus manos encontrándose una caja de regalo envuelta con papel morado y blanco, por un momento su corazón se emociono al pensar que Rubius le había traído un regalo.

—¿Qué es eso?

—Un regalo—esa condenada sonrisa de niño pequeño lo hacía derretirse de amor —para ti y tu invitado—declaro, casi al mismo tiempo que Reborn se aproximaba a ambos, quedándose a espaldas del pelinegro.

Esa declaración hizo que de nuevo golpeara fuertemente contra el suelo, a la cruda realidad, Rubius fue muy claro con él esa tarde en su boda, para el Alfa sólo era un omgea con muchos recursos que aprovecharía.

—Espero que lo disfruten —sonrió de manera picara, eso extraño a Vegetta que sin esperar más lo destapo, dentro de la caja estaba un dildo doble rosado con pequeñas bolitas en todo lo largo del falo. Eso lo hizo sonrojar pero Reborn no lo tomó nada bien.

Molesto empujo a Vegetta para poder ir a por Rubius.

—Métetelo por el culo, golipollas.

—-Pues es para eso - contesto antes de tomar su chocobo hullendo del lugar dejando a un Reborn molesto.

Regresando a con Vegetta mientras maldecía en voz alta mirando a este mismo antes de seguir su camino. Nunca en su vida se acostaría con ese gilipollas con nadie de ese lugar por muy raza fina que fueran, no aceptaba su nuevo estilo de vida y sabia que eso lo sobrellevaría, esperaba que lo hiciera.

En toda la tarde, el omega invitado se la paso haciendo trabajos fuera de la mansión mientras Vegetta no dejaba de ver ese aparato que Ribius le había dado. Sabía que muchas de las fantasías de un Alfa era tener dos o más Omegas a su disposición jugueteando entre ellos mientras el Alfa los ve ¿Qué abra pensado Rubius al comprarlo? ¿Que se habrá imaginado al tenerlo en sus manos?

—-¿No piensas tirarlo? —- habló de repente Reborn entrando a la habitación, Vegetta días atrás le había ofrecido ropa para después de las tareas y claro pudiera lavar la que estaba sucia. No lo había notado antes pero ahora que lo veía más a detalle y sin prejuicios de por medio por la forma de ser del nuevo integrante de Karmalan, el hombre no estaba nada mal, tenía un cuerpo similar al de él, al igual que su estatura, un perfecto Alfa para las expectativas pero era un omega, dejando aun más arriba las expectativas ¿Seria dominante en el sexo? ¿Aun con ese cuerpo se dejaría someter por un Alfa?

—-¡Eh! —- chasqueo los dedos enfrente de los ojos morados de Vegetta, con esa mirada de pocos amigos —-Reacciona o te sacare a patadas de aquí.

—-Es mi casa.

—-Me importa una mierda.

—-¿Puedes ser un poco más educado? es incomodo escucharte decir tantas majaderías.

—-Pues si tanto te molesta puedo irme —- habló si dejar tiempo a reaccionar a Vegetta, este negó con la cabeza pero Reborn ya se había ido. Había salido de la habitación y acto seguido de la mansión, quizás no fueron sus palabras que hicieron que se marchará sino la manera en que lo estaba viendo.

¿No estaba haciendo comprensivo? Después de todo ese sujeto venía de otra dimensión en donde Alfa y omega no existe. Desvaría buscarlo.

Reborn había decidido irse por dos claras razones, una, no soportaba a ese gilipollas y la otra, la manera en que comenzaba a verlo ¿Que se creía?

Duro mucho pero por fin pudo divisar entre los árboles algunas luces provenientes de la casa de Auron, podría quedarse en ese lugar, con personas que ya lo conocían ignorando por completo esa tontería de Alfa y Omega, a demás de no recibir reclamo por su vocabulario.
Una vez salió de la maleza pudo ver cómo Prexitaa estaba montado en uno de esos pajaros, dando vueltas en toda la casa mientras gritaba emocionado.

—-Mita esto viejo —- gritó desde su posición. Esa acción hizo sonreír al Omega, no lo admitiría, no en voz alta pero Prexitaa le recordaba un poco a su hijo y claro que aceptaría a un hijo que fuera así como él, alegre y en unas ocasiones tierno. Suspiró al sentirse de nuevo en casa, legos de ese lugar, en su ciudad, siendo otra vez el superintendente y no un simple granjero y esclavo de un gilipollas que se deja coger con otro hombre.

—¿Viniste a visitarnos? — gritó Auron desde la azotea.

—No, me voy a quedar aquí hasta que logremos regresar —afirmó, sabía por qué los habían separado pero era ridículo y claro no lo aceptaría.

En ese momento Pexitaa había aterrizado, bajando del chocobo y dirigiéndose hacia Auron.

—¿Está bien eso? — le había quedado claro que Reborn no podía estar con ellos, no viviendo con ellos a solas pero ¿Quién podría contradecirlo.

Una vez bajaron del de la azotea miraron al Omega enfrente de ellos

—¿Sabes que no puedes hacer eso verdad?

—Sí, sí, gilipolleces, yo me voy a quedar aquí — sin más entro a la casa empujando a ambos Alfas para que se apartarán, Auron no podía detenerlo no cuando se portaba de esa manera y mucho menos Prexitaa.

— ¿Hueles eso? — Pregunto Pexitaa de repente — huele como a leña.

—Estabas en un bosque.

—Con tabaco— Auron también olió pero en ningún momento pensó en algo relacionado a un Omega — eh, prefiero la miel —dicho eso entró a la casa dejando a Prexitaa solo, este decía oliendo a su alrededor... Yo el Vodka - aún cuando estaban en otro lugar, aún cuando todo esto era extraño su amor por Momon no había desaparecido, aún cuando esté lo había rechazado, aún cuando al caer en ese lugar estaba tan cerca de él, aún cuando en ese tiempo que ha estado ahí no lo había visto.

Una vez ambos entraron a la casa divisaron a Reborn sentado en el sofá, sus labios se movían rápidamente y el susurro podían escucharlo a un par de metros de distancia, de seguro estaba maldiciendo.

— ¿Y qué te hizo venir aquí? — no obtuvo respuesta, simplemente Reborn seguía maldiciendo y moviendo su cuerpo intentando acomodarse en el sofá.

Desde que entró el ambiente se hizo pesado, sofocante para él, tanto así que había olvidado la gabardina y la había colocado a un lado. Tenía calor y algo más que no quería pensar.

—Reborn — sintió el tacto de Prexitaa a su hombro cosa que hizo estremecer al Omega, este aparto la mano violentamente.

—No vuelvas a tocarme — amenazó pero la voz que salió de su garganta ya no era suya, era extraña, desesperada y también excitada.

Los Alfas, aún cuando uno de ellos tenía experiencia, no sabía cómo actuar, sabía lo que tenía pero el temor constante de ser Reborn lo hacía retroceder y no hacer nada y aún cuando Prexitaa no sabía nada y que era la primera vez que lo sentía, también percibía el peligro que era acercarse al ex superintendente.

Su cuerpo no podía controlarse, se sentía caliente y aun peor, al ver a su derecha y a su izquierda la posición hacia que viera directamente al miembro de cada uno de los alfas ¿Por que de repente se le hacía agua a la boca? Tomó fuertemente su cabeza mientras gritaba por desesperación, no podía controlar su cuerpo y mucho menos sabía lo que pasaba. No quería pensar en todo eso que le dijo Vegetta sobre su nueva vida.

Cuando abrió nuevamente los ojos se dio cuenta que había estirado sus manos colocándolas justamente en el miembro de ambos Alfas, su conciencia, esa pequeña parte que aún no se perdía le gritó que se apartarán pero su otra parte, que ya comenzaba a dominar, negaba a hacer eso, sentía como si alguien completamente diferente se apoderaba de su cuerpo, y no le gustaba, no quería perder el control, quería creer que aún tenía un poco de cordura en su cuerpo caliente.

Auron, decidido a hacer algo, y que tampoco se veía haciéndolo con Reborn, tomó sus dos muñecas y se inclino hacia el rostro del Omega, gritándole

— Reborn, tú no quieres hacer eso — lo negaba pero no decía nada, no podía decir nada, tan solo apretaba la mandíbula y se encogía más en sí mismo.

— Reborn estás entrando a tu celo — simple para cualquier jerarquía o rango, el primer celo era el peor de todos.

— No, no aguanto — se escuchaba desesperado, Auron percibió el origen del problema, estaba excitado y aún con sus pantalones cubriendo esa erosión.

— Cálmate — bajó sus manos lentamente esperando que no se le fuera encima, a como estaba en esos momentos no dudaba que los atacaría con tal de que se lo follaran y con el aspecto y fuerza que de seguro tenía, no dudaría en someter a ambos.

Desabrochó su pantalón, bajándole un poco y retirando también la ropa interior dejando ver su pene erecto y estaba seguro que palpitaba ya que sin necesidad de moverlo lo hacía pero de una manera leve.

Escucho un suspiro por parte del Omega en celo una vez libero su falo de aquellas prendas que le apretaban.
Auron quiso retirarse pero ahora era el quien tenía las muñecas sujetas fuertemente por Reborn. Tenso por la situación intento apartarlo pero se negaba a hacerlo.

Perxitaa notó como intentaba inclinarse más hacia el Alfa más pequeño, intentaba colocarse justo encima de su regazo, al ver qué Auron intentaba negárselo este paso sus brazos por debajo de las axilas de Reborn, jalándolo y quedando sentado con el Omega enfrente de él.

Una vez recuperó la cordura, el Alfa más pequeño se hinco y aprovechando que el Omega en celo tenía las piernas abiertas se posicionó en medio de estás.

— Cálmate — habló colocando su mano justo alrededor de su falo, Perxitaa sintió el temblor de Reborn ante ese tacto — intentaremos ayudarte pero no te muevas— Ambos, aunque Perxitaa inconscientemente, soltaron feromonas que parecían calmar al Omega pero empeorando su celo. Perxitaa aún sujetaba fuertemente a Reborn mientras Auron lo toqueteaba.

Los gemidos de Reborn no eran como Auron recordaba, un Omega en celo era lo mejor que un Alfa podía escuchar, por algún motivo era armonioso, excitante y placentero de escuchar, Reborn por otra parte, solo suspiraba, sacaba de su garganta uno que otro gemido que parecía que raspaba sus cuerdas bocales. Quizás era por el hecho que quería reprimirlo pero por más que lo veía parecía muy perdido en el placer.

Al cabo de un par de minutos su mano bajando y subiendo no era suficiente para complacerlo.

Levantaba un poco sus caderas. Con tal de que Auron le prestará atención a una parte que se encontraba más abajo y húmeda.

— Mierda no quiero hacer esto — se separó de repente al ver las invitaciones de Reborn, si, no era su culpa pero era extraño, muy extraño.

Sin poder reaccionar a los movimientos de Reborn este se había inclinado fuertemente hacia atrás golpeando a Perxitaa en la cara, al sentirse liberado tomó a Auron del cuello de su camisa, acercándolo a su rostro, ambos sentían la respiración del contrario.

— Escúchame bien pesado de mierda, o lo haces o te juro que te arrojare a un pozo hasta que te asfixies — por muy perdida que estaba su conciencia las amenazas no parecían estar en la misma sintonía que su cuerpo.

Auron asintió y retiro un poco el pantalón del Omega para poder ver su entrada, la ropa interior estaba manchada de aquel dilatante natural haciendo que un par de hilos de esa misma sustancia mantuviera unido su parte baja y su ropa

Reborn se inclino nuevamente, descansando su espalda en el pecho de Perxitaa mientras suspiraba una vez sintió un dedo dentro de él. Por inercia quiso detenerlo pero Perxitaa actuó más rápido, sosteniendo sus muñecas para impedírselo, esa escena ya se veía mal, dos alfas sujetando firmemente a un Omega que se movía con tal de liberarse mientras el otro Alfa aumentaba dedos a su interior.

Esa escena fue la que se encontró Vegetta, no pregunto, no dijo nada simplemente actuó violentamente, golpeando a Ambos Alfas para apartarlo del Omega en celo.

Sin pedir explicaciones, ya que la escena para él decía todo, se acerco a ambos alfas, golpeándolos hasta dejarlos legos de Reborn. Ambos miraron sorprendido al omega que vino "salvarlo" por mucho que fue el dolor aun así sintieron alivio al deshacerse del omega en celo.

Como pudo, arrastro a Reborn a su chocobo, era lo bastante fuerte como para poder sostenerlo en brazos a demás que su mascota haría el esfuerzo en el viaje.

Al llegar a su casa rápidamente lo llevo a su habitación, tenía que actuar rápido, una vez lo dejo en la cama arrimo un par de dildos para que él mismo calmara su celo.

Por instinto sabía que intentaría hacer su nido pero al no tener preparado nada, como las feromonas de alfa que conseguía y hachaba en su ropa o más recientemente, gracias a lo que tuvo con Rubius y usaba la ropa de este cuando se quedaba una noche y laa olvidaba, pero ahora no tenían nada así que no tenia alternativa, tendría que ir de puerta en puerta y pedirles ropa a ciertos habitantes de Karmaland,

Yendo primero con Alexby, este abrió la puerta un tanto sorprendido por la visita de Vegetta

— Vegettita

— No tengo tiempo, préstame un poco de tu ropa— habló un tanto desesperado por dejar solo al omega. Alexby no pregunto tan sólo asintió y le dio un par de trajes y claro una falda. Tomando la ropa fue con el siguiente Alfa, no cuestionaron, no dijeron nada simplemente aceptaron y le dieron ya sea una sudadera, un short y como era de esperarse de Frargan y sus bromas, un par de boxer que había escondido entre una sudadera.

Estuvo parado un par de minutos enfrente de la puerta negra, ¿No tenía suficiente ropa para evitar pedirle a Rubius? No pudo arrepentirse ya que el Alfa había abierto la puerta, dispuesto a irse a minar, al estar cara a cara, el hibrido no pudo evitar sonreírle

—¿Hoy toca?

— Cállate, necesito tu ropa.

—¿Aqui?

— No seas tonto— sin miramientos se quito la sudadera blanca, dándosela a Vegetta. Este no pudo evitar cerrar un poco los ojos aspirando el olor del más alto.

— Es para...

— Si...

— Quizás algún día lo ayude — esas palabras hicieron que el corazón del de ojos morados se estrujara aun más. Se retiro sin decir nada.

Montó su chocobo y regreso a casa. Con la ropa en mano se mantuvo ahora un par de minutos viendo aquellas prendas, en especial una que estaba encima de las otras.

— Quiero olvidarlo... — sin pensarlo volteó hacia arriba — dioses, por favor, ya no puedo con esto... — nunca había sido creyente, tenía un cierto respeto a las entidades pero en esos momentos quería pensar que podían intervenir con su corazón.

Y lo hicieron, al entrar, ahí estaba Reborn, en medio de una pila de ropa suya, había hecho un nido con sus prendas, se sintió frustrado al ver que sus esfuerzos habían sido en vano.

Tirando la ropa a un lado mientras lo miraba con los brazos cruzados.

Mirando al omega en celo mientras se retorcía por el placer que le daba ese pedazo de plástico en su culo. Despees de un par de minutos reacciono ¿Por qué no dejaba de verlo? ¿Por que de repente quería estar a su lado?

La mirada repentina de Reborn lo altero, pero en vez de recibir una queja o claro sus palabras malsonantes, fue una invitación, había estirado su mano derecha invitándolo a estar con él. No supo que pasaba, no supo tampoco por que se acercaba al omega más moreno y mucho menos el por qué se metió a la cama colocándose sobre el omega en celo.

Este con ferocidad lo había besado y Vegetta había aceptado. Reborn se encargaba de desvestirlo, quitando la prenda de arriba, seguido de su pantalón y al final su ropa interior, una vez lo tuvo desnudo colocó ambas manos en sus nalgas abriendolas y metiendo ambos dedos anulares en el recto del de ojos morados. Este al mismo tiempo gimió ¿Por qué estaba haciendo tal cosa con alguien que pensó que lo odiaba o mínimo no le caía bien?

Al ver su rostro se notaba la lujuria, eso no era por sentimientos ocultos era simplemente por la lujuria del momento, nuevamente alguien más lo están utilizando pero por esta vez quizás sería mejor que no le importe.

Tomando su experiencia empujó fuertemente a Reborn por los hombros hasta dejarlo hundido en el colchón, una vez llamo su atención este bajo hasta su pene abriendo la boca y comenzando a lamerlo.

Escuchándose los ruidos obscenos que provenían de su boca, esa humedad que provocaba la saliva y lo húmedo del pedazo de carne que se mantenía duro.

Se detuvo en la punta, haciendo pequeños círculos en el grande, bajando hasta los testículos y lamiendo en medio de ellos. Tentando la cama logró dar con el dildo que Reborn había usado y sin miramientos lo introdujo en su entrada que aún se mantenía palpitante y queriendo atención.

Reborn no se quedó atrás, frustrado y sintiendo la sumisión se negó a tenerla, así que tomó el cuerpo de Vegetta y lo coloco justo encima, en un perfecto sesenta y nueve que cualquier Alfa admiraría sin problemas. Y con ayuda de otro dildo también jugueteaba no sólo con el pene de Vegetta en su boca sino también con esa entrada que se abrió sin problema al paso del falo de plástico.

Ambos querían llevar al contrario al placer pero ningún quería entrar primero. Entre gestos de placer y temblores en sus extremidades terminaron por quitar su mano, suspirando cansados mientras se acostaban en la cama tapando su rostro con sus brazos sin dejar de ver el techo.

Vegetta tomó la iniciativa. Incorporándose y buscando el reglo que Rubius les había dado, lamiendo una de las puntas, el sonido húmedo llamo la atención de Reborn. Volteándolo a ver, incorporándose y haciendo lo mismo pero con el otro lado. Vegetta nunca había hecho nada parecido, ni siquiera se imaginaba hacer algo como eso ni en sus más obscuros pensamientos pero ahí estaba con un omega que no toleraba del todo.

Una vez estuvo húmedo ambos se pusieron en posición, abriendo sus piernas, Reborn de manera que ambos pudieran moverse sin problemas, Vegetta se encargo de introducir el dildo primero en su cavidad, al tenerlo dentro fue turno del Omega mayo, cerrando los ojos una vez estuvo completamente dentro.

Reborn no pudo resistir, tomando las sabanas fuertemente dejando que Vegetta fuera quien se moviera, sintiendo ambos como ese pedazo de plástico pero de buen tamaño entraba y salía de sus entradas, el sonido húmedo lo hacía aun mas excitante, Vegetta abrió sus ojos para poder admirar el rostro del omega que había tenido su primer celo, admirando como aun se negaba a entregarse al placer.

Acelerando aun más con tal de que se dejara llevar por el placer que su celo le otorgaba una vez estuviera consumido por la locura. Gimiendo de repente el nombre del nuevo omega.

Su voz no se detuvo para así de inmediato escuchar la voz de Reborn pronunciando su nombre, se le oía tan excitado ¿Es lo que sentían los alfas al escuchar a un omega gemir? era realmente bueno y caliente, nunca pensó escuchar una cosa así.

Tanto fue la supresa y la excitación del momento al sonido de la voz de otro omega pronunciando su nombre que termino por correrse, manchando su propio cuerpo y salpicando un poco su mejilla.

Se detuvo dejando respirar a Reborn, ayudándolo con su mano a llegar al clímax, este se corrió de igual manera, manchando su mejilla.

Incorporándose beso a Reborn, sin aun sacar el dildo, colocándose encima y provocando que el semen de ambos se mesclara en el cuerpo de ambos. Sus lenguas se frotaban entre si mientras la saliva y el presemen que aun tenían en sus bocas se mesclaban y salían de sus labios por no cerrar por completo sus bocas. al separarse varios hilos de saliva y semen unían sus labios, era la imagen mas excitante que ambos pudieron experimentar, aun cuando Reborn había tenido hijos con su esposa, aun cuando Vegetta había tenido sexo con Rubius, nada se comparaba a ese momento.

Se sentían completos como si hubieran encontrado algo que no sabían que habían perdido. Reborn tomó con ambas manos el rostro de Vegetta colocándose ahora él arriba del líder de Karmaland, volviendo a moverse para que aquel dildo que aún estaba en su interior volviera a moverse, sintiendo como golpean su próstata. Ambos gimiendo el nombre del otro, encendiéndolos más.

Después de un par de horas cayeron exhaustos a la cama, ambos mirando el techo al mismo tiempo que cubrían sus rostros con las manos. Una vez se sintieron normales Reborn tomo el suficiente valor para hablar.

— No sé qué ha pasado — declaro, no sabía que lo había impulsado a terminar de esa manera, por mucho que su mente dibujaba terminaba siempre en el mismo resultado, no se arrepentía de lo ocurrido, incluso tomaba la posibilidad de repetirlo.

— Es por tu celo... — habló Vegetta dándole la espalda — no es nada especial — declaro.

Reborn volteó a verló incorporándose un poco y mirando hacia la ventana.

La misma sensación que había sentido con su esposa la había sentido con Vegetta en esos momentos, pero de inmediato borro esa idea, quedándose con las palabras dichas.

— Sólo es causa del celo... Nada más...

Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top