Cap 18.- Almas
Willy había olvidado cómo se respiraba, no era capaz de recordar cómo su respiración debía controlar su pulso, no en ese momento. Le era imposible recibir la cantidad correcta de aire en sus pulmones cuando la noticia le golpeó fuertemente en la cara.
Por desgracia no era el único, Alexby y Vegetta estaban en su misma situación, y colocaba sin duda alguna la mano en el fuego al decir que Luzu también lo estaría si siguiera con ellos. Vegetta era el más neutral de todos, manteniendo lo mejor posible la seriedad del momento. ¿Alexby? Podía escuchar perfectamente el rechinar de sus dientes para calmarse, evitar salir todas esas emociones negativas y, como siempre, serenarse a su modo, ambos brazos colgando por sus costados.
Staxx no dejaba de sonreír con excesiva diversión, dejando que poco a poco se fuera derritiendo esa capa gris que cubría su cuerpo y revelando su verdadera apariencia. Sus ojos esmeralda brillando ampliamente con unos toques dorados por el centro de la capa que cubría sus ojos a gracias al casco, su armadura negra y verde neón reluciendo como recién estrenada. Sus cuernos seguían siendo levemente pequeños pero puntiagudos y, de nuevo, brillante cual jade, brillando a la luz del fuego que daba luz a la cueva. Todos decidieron ignorar el rojo que resbalaba por su cuerpo, era mejor de ese modo.
-¿Staxx?- Rubius ladeó la cabeza ante ese nombre, sus ojos mirando de forma preocupada al resto de sus amigos por sus reacciones. Debía ser alguien importante.
-En persona- el tal 'Staxx' hizo un gesto con la cabeza como para confirmarlo, su ancha sonrisa haciéndose inhumanamente más grande-. Encantado de conocer a los nuevos héroes, aunque supongo que a estas alturas ya nos conocemos demasiado bien, ¿no es cierto?
-Por desgracia- Fargan dejó asomar levemente sus colmillos, nervioso por la reacción del 'líder' del grupo y sus otros amigos-. No creo que sea una buena noticia.
Lolito asintió ante la frase del castaño, entrecerrando los ojos hacia Araxiel al notar el aire de superioridad que estaba teniendo el demonio detrás del de ojos esmeralda. Luzu seguía igual, impasible al lado de sus enemigos con sus ojos rojos sangre reluciendo brillantemente hacia ellos.
Ese tal Stax era importante.
Jimmy soltó un pequeño gruñido hacia su dueño con preocupación, al parecer notando la angustia clavada en su pecho como un cuchillo en llamas. Sus plumas se erizaron ante el peligro, su cola golpeando el suelo con fuerza al notar que el tal 'Stax' dio un paso adelante.
-¿Qué haces... aquí? Tú habías...
-¿Muerto?- Alexby simplemente asintió, aún con su mente entumecida por la información ante sus ojos- Je, veo que fue más fácil olvidarme que intentar averiguar la verdad.
-Eso no es cierto.
-¿No, Willy? ¿Estás seguro de ello?- el de cuernos negros miró directamente a Willy, su sonrisa disminuyendo a medida que veía fijamente al albino- ¿Acaso intentasteis volver a por mí? ¿Acaso, al menos, hicisteis el mínimo esfuerzo por sacarme de ese lugar? ¡¿Acaso lo habéis intentado siquiera, o asumisteis que había muerto y ya está!? ¡Por que yo os esperé y no os vi ahí!
-¡Lo intentamos!- esta vez fue Vegetta el que gritó, sus ojos abriéndose ante esas palabras- Enserio lo intentamos, pero todo lo que hacíamos fue inútil. Pociones, brujas, hechizos...
-No sabía que también eras un mentiroso, Vegetta- le miró fijamente, cuchillas invisibles cortando cada trozo y cacho de su alma ante las llamas de odio detrás de sus... ¿iris?-. Todos sabemos que no hicisteis nada por ayudarme.
El de ojos morados simplemente negó con la cabeza ante eso, ignorando completamente a Auron que estaba enfrente suyo con espada en alto y atento, observando cuidadosamente al nuevo enemigo. Parecía que había una historia interesante detrás de todo esto.
-¿Cómo dices eso? Claro que lo intentamos.
-Casi pareces ofendido, Willy.
-¡Por que lo estoy! ¡¿Sabes cuántas noches nos quedamos sin dormir por intentar volver allí sin éxito?! ¡Tardamos días en volver... a la normalidad sin ti!
Tanto Lolito como Fargan se sorprendieron por el arrebato de ira del albino, girándose para verle bastante enfadado mientras miraba fijamente a Stax, dando varios pasos hacia él.
-Willy, tranquilo.- Vegetta soltó un quejido de dolor por el movimiento que hizo para ir hacia Willy, cerrando los ojos momentáneamente para recuperarse del dolor agónico en su cuerpo. Por desgracia no le hizo caso alguno, pasando entre sus amigos con los dientes rechinando de enfado, frente roja pálida por el cabreo del momento.
Pero antes de que pudiera dar más pasos, la espada de Auron le detuvo.
-Espera puerco.
-Auron, déjame pasar, tengo qu-
-Míralo bien, no es ese tal Stax que conoces.
-¿Eh?
Tanto Willy como el resto se sorprendieron por lo dicho por el recíen convertido humano, ahora ganándose su atención.
-¿A qué te refieres, tío?
La espada de Auron subió ligeramente, ahora su punta afilada y resplandeciente apuntando directamente al rostro del de armadura negra y verde.
-Fíjate en sus ojos, siguen dorados.
-¿Eh?
Todos se fijaron en ese detalle, notando que, efectivamente, mezclado como acuarelas con su verde jade. El mismo tono dorado que sus ojos anteriores, brillando y puro como el oro.
-Paco no tenía los ojos así...
-¿Paco?- Fargan miró confuso a Alexby ante eso, alzando una ceja. ¿Quién era Paco?
-Es cierto...- Willy susurró cuidadosamente al darse cuenta de ese detalle, deteniéndose al lado de Auron más calmado que antes- No es él...
-No en parte- Vegetta cerró los puños enfadado, dejándose apoyar en el costado de Rubius por el cansancio mientras este mismo intentaba hacer presión en su herida para que dejara de sangrar-. Estoy seguro de que... Araxiel tiene algún especie de... hechizo sobre él.
Y, como si hubiera adivinado una adivinanza, el demonio empezó a reír.
-¡Excelente trabajo, héroe Vegetta!- extendió los brazos de forma burlona, apoyando unos segundos después una mano en el hombro del antiguo guerrero- Me sorprende tu agudeza para estas cosas.
-¡¿Qué le has hecho, hijo de puta?!- Alexby no pudo retener más su ira, expresándola profundamente en ese grito.
-Le di una oportunidad de renacer.
Gruñeron, sobre todo porque sus sonrisas no hicieron más que ampliarse.
-¿Ahora nos vas a hacer un momento Scooby-Doo y revelar tu plan malvado.
-Fargan, calla la puta boca, ¿vale?
-Pero Alesby...
Lolito negó con la cabeza mientras suspiraba derrotado ante esos dos, ignorando momentáneamente a la amenaza enfrente suya.
-Eso ahora no es lo importante, ahora tienes dos cosas que devolvernos- Auron, sin miedo, miró fríamente al demonio de ojo rojo, sin bajar la guardia en ningún momento-. Ríndete, puerco.
El silencio les gobernó durante los siguientes segundos, apenas escuchando el sonido de sus propias respiraciones junto al crepitar del fuego de las antorchas que les daba iluminación.
Luego, de nuevo, rió, esta vez más suave y profundamente.
-¿Los queréis, héroes? Muy bien, entonces... id a por ellos.
Instantáneamente, Luzu alzó su arco y les disparó rápidamente una flecha, sincronizado con el rápido movimiento de Stax que se lanzó con rapidez hacia ellos, dejando que Araxiel se desvaneciera en una nuve de humo a sus espaldas.
Auron y Willy fueron los que se lanzaron para pelear, dejando que los demás les cubriera.
Alexby sacó su pistola cuando por fin se pudo controlar, haciendo lo máximo posible para que desapareciera su mal pulso acompañado de su compañero Fargan. Lolito y Rubius prefirieron quedarse al lado de Vegetta para ayudarle, preocupados por la sangre que se deslizaba por su pecho.
-Tranquilo triple siete, te tenemos- Rubius intentó sonreír para aliviar el ambiente, dejando que ahora fuera el de pelo naranja quien hiciera presión sobre su herida-. Solo... debemos dejarte en una pared para poder darte una poción de regeneración.
-¿No es más fácil que muera y vuelva a por su tumba?
-No creo que... sea buena idea- Lolito vio confuso a Vegetta por ese comentario, ladeando la cabeza para demostrar que no entendía lo que quería decir-. Antes, cuando me... hizo daño en la mano, él... me hizo lo mismo que... a Mangel... creo...
Esa era la única explicación posible a su estado actual, esa debilidad tan exagerada y dolor profundo. Nunca se sintió tan mal como ahora, tenía que ser por el extraño cuchillo o cosa afilada que le traspasó la mano. ¿Cómo lo hizo? Magia antigua, supuso.
Eso hizo que les entrara a ambos un sudor frío, de repente los pelos de punta al entenderlo.
-¿Te han anulado la magia?- Rubius abrió los ojos sorprendido, su agarre haciéndose levemente más fuerte en el héroe de cabello puntiagudo.
-Eso creo...
-Perfecto, otro que no puede morirse. No-
-¡MERLON!- Lolito y Rubius dieron un pequeño salto de sorpresa ante el repentino grito de Vegetta, mirándole sorprendidos ante su expresión de miedo- ¡He olvidado a Merlon!
-¿Merlon?
-Está aquí, estaba... conmigo, en las celdas- era la primera vez que el de gorro de oso veía tan asustado al de ojos violeta, sintiendo a este mismo agarrar con fuerza el hombro del más alto-. Tienes que... ayudarlo, Doblas, necesita... necesita ayuda, que-que lo saquemos de ahí.
-Tranquilo hombre, debes relajarte- El más alto le miró a los ojos al notar que sus ojos temblaban, su respiración dificultándose cada vez más rápido-. Yo... voy a buscarle, ¿vale? Relájate Vegetta, necesito que te tranquilices para no empeorar.
Su corazón latía fuertemente en su garganta, su pulso latiendo aún más rápido por el recuerdo del anciano encerrado en la celda. Le vinieron todos los recuerdos de repente, toda la información que le proporcionó mientras estaban ambos encerrados. ¿Araxiel fue a donde Merlon? ¿Iba a hacerle daño?
¿Por qué estaba tan asustado? Se suponía que era Vegetta, uno de los mejores guerreros de toda Karmaland, el héroe fuerte y sin apenas miedo, ¿por qué ahora se sentía tan débil?
No tenía sentido, y no le gustaba.
Vio cómo Rubius empezó a correr hacia la oscuridad, al parecer con la esperanza de encontrar la puerta por la que ingresaron antes. No tuvo fuerzas para gritarle sobre qué estaba haciendo o un '¡Por ahí no es, tontito!', simplemente no tenía las fuerzas para hacerlo.
Sentía mucho frío de repente.
-Hey triple siete, levántate- los brazos de Lolito le abrazaron por el dorso mientras dejaba que usara su cuerpo como apoyo, empezando a ponerse nervioso al ver cómo poco a poco empezaba a cerrar los ojos-. He-hey, no, no tío abre los ojos- lo sacudió levemente, y sus ojos se abrieron como platos al ver que su cuerpo se relajaba-. ¡No, joder abre los ojos Vegetta! ¡Coño!- hizo presión como pudo en la herida, alzando nervioso la cabeza- ¡Auron, necesito tu ayuda!
-¡Estoy ocupado, por si no lo viste!- el de mecha amarilla se hizo a un lado para esquivar un puñetazo de Stax, su espada bailando por el aire para hacer un papel de escudo y así evitar los golpes.
-¡Pero necesito ayuda!
-¡QUE NO PUEDO, COÑO!
-¡COMO TU ALCALDE TE ORDENO QUE VENGAS!
-¡COMO TU MANO DERECHA TE INVITO A COMERME LOS HUEVOS!
-¡¿PODÉIS CENTRAROS EN LA PUÑETERA PELEA, CABRONES!?
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-Vale, buscar a Merlon, buscar a Merlon...- Rubius soltó un suspiro entrecortado mientras se recordaba la misión, corriendo como alma que lleva el diablo por el oscuro pasillo de piedra donde estaba. Su corazón iba a mil, mirando inútilmente por las paredes para ver si lograba encontrar algo diferente a las antorchas colgadas a modo de lámparas- ¿Estará por aquí? Pillé la primera puerta que vi. Ostia, menuda rima, ¿no?
Tal vez debería dejar de hablar solo.
Sacudió la cabeza al darse cuenta de su monólogo, centrándose en encontrar al anciano que, según Vegetta, estaba antes con él encerrado en algún sitio.
Estaba nervioso, a lo mejor no fue buena idea irse del lugar totalmente solo y sin avisar a nadie. Realmente fue una decisión de instinto, no pudo pensar en otra cosa al ver el rostro asustado de su amigo. Merlon era básicamente un maestro para ellos, aunque no le respetasen mucho. Les ayudó cuando fueron elegidos por los Dioses hace tanto tiempo, y sin hablar cuando tuvo que enseñarles a luchar o a guiarles por las misiones. Siempre tenía algo que decir o algún consejo para ellos, tan sabio y dispuesto ayudar que hasta parecía Dumbledore pero versión barata. Le ayudó en muchas ocasiones, y realmente le tenía aprecio a estas alturas, no podía abandonarlo sin más si resultaba que estaba en ese sitio con esos demonios a su lado.
Debía ayudarle.
Su cuerpo se detuvo en seco al ver, justo a su lado, un pequeño pasillo estrecho lleno de oscuridad, apartado de la luz de las antorchas. Frunció el ceño ante la vista, inmediatamente sintiendo su instinto advirtiéndole de que tuviera la guardia alta si se adentraba a ese sitio. Respiró profundo para tranquilizarse, empezando a dar calmados pasos hacia el pasillo oscuro. La oscuridad le engulló poco a poco, decidiendo sacar un mechero de su bolsillo trasero para poder ver en medio de la oscuridad.
Piedra y más piedra conforme avanzaba, simplemente un pasillo oscuro más. Tragó saliva cuando su caminata empezó a ser más larga de lo normal, como si hubiera entrando en un pasillo infinito, no le gustaba. Tal vez la mejor opción era dar media vuelta y regresar, al menos en el pasillo de antes tenía iluminación propia y no una diminuta llama para ver.
-¿Eh?- antes de que sus pies pudieran dar media vuelta y deshacer el camino, sus ojos captaron algo a lo lejos, justo al final donde la fuerte negrura engullía el camino. Luz, una débil aura naranja salía del centro de la barrera negra, pequeña y débil pero visible al ojo humano- Fuego.
Sus pies se movieron rápidamente hacia adelante, guardando el mechero en su bolsillo mientras se centraba en esa luz. Cada vez más grande y visible, dándole la bienvenida al mundo de oscuridad en el que estaba sumido hasta el fondo.
Y lo vio, una antorcha que colgaba al lado de un aro donde, en teoría, debía estar una puerta, pero vacía se hallaba. Sonrió triunfante ante eso, pasando por debajo del aro para adentrarse a la zona. Unas escaleras que bajaban a un piso inferior le saludaron, invitándolo a adentrarse en él y seguir su búsqueda.
Tomando un profundo suspiro, bajó lentamente por las escaleras levemente iluminadas por la antorcha de arriba, escuchando el eco de sus pisadas contra los escalones de piedra pulida. Por suerte no era muy larga, ya que en pocos segundos se encontró con un nuevo pasillo iluminado por más antorchas en la pared. Gotas de agua cayendo hacia el suelo, retumbando por el pasillo estrecho que Rubius exploraba con rapidez. Su sexto sentido le decía que estaba por buen camino.
Unos pasos al frente, vio una enorme puerta de roble, la manilla de oro del pomo brillando reluciente por la lámpara de aceite que colgaba del techo.
Bingo.
Rápidamente corrió hacia la puerta, abriéndola de un fuerte empujón que hizo resonar el chirrido de las bisagras de la puerta al abrirse. Respiró entrecortadamente cuando entró, viendo enseguida los barrotes de hierro que se presentaban a lo largo del pasillo con apenas luz. Supuso que era una especia de mazmorra, el sitio perfecto donde encerrar a alguien.
-¿Merlon?- caminó por el pasillo para revisar las celdas una a una, sus oídos atentos ante el más mínimo ruido del anciano o enemigos cercanos- ¿Estás aquí? ¿Hola?
-¿Héroe Rubius?
El de gorro paró en seco ante esa voz, sonriendo ampliamente como un niño en mitad de una tienda de golosinas.
-Merlon- corrió hacia la celda donde escuchó su voz, sus ojos verdes oliva brillando de alegría al encontrarse frente a frente con el anciano-. Oh Dioses, gracias. Te sacaré de aquí, ¿vale?
-¿Qué haces aquí?
-¿Eh? Rescatarte, Vegetta nos avisó que estabas por aquí y...
-¿Estáis reunidos?
-Se podría decir...- desvió durante un momento los ojos al recordar la situación de Mangel y Luzu, negando con la cabeza para centrarse-. Vale, tengo una mina en inventario que puede reventar los barrotes, necesito que te coloques atrás para evitar daños.
Merlon, al ver lo centrado que estaba el joven, simplemente asintió mientras retrocedía, viendo al más alto sacar de su bolsillo ese pequeño dispositivo ya tan conocido en Karmaland. El chico, tras suspirar profundamente, arrojó la mina activada hacia los barrotes mientras corría lo más lejos posible de la zona para no verse afectado en la explosión, tapándose los oídos cuando sonó la fuerte explosión al entrar en contacto con la celda. Levantó la mirada para observar y, efectivamente, en mitad del polvo recién levantado, los barrotes había salido volando hacia el suelo, creando una salida.
El de túnica azul salió con cuidado de la celda para no pisar ningún trozo de metal roto en el suelo, agradeciendo con una sonrisa amable al guerrero de gorro de oso. Ambos caminaron hacia la salida mientras Rubius ponía al día a Merlon con los acontecimientos de esa noche, desde lo de la 'posesión' de Luzu por Araxiel hasta el repentino renacer de ese tal Stax.
-¿El héroe Stax?
-¿También lo conoces?- Merlon asintió ante la pregunta de Rubius, llevando sus manos a la espalda mientras seguía caminando.
-Creo que ya es hora que te lo cuente, ¿no? Tarde o temprano llegaría este día.
-¿Contarme... qué?
-... Hace unos años, fui el elegido por los Dioses en la misión de preparar a la nueva generación de héroes que estaba por llegar, siendo así el tutor y asesor de los primeros guerreros.
-Sí, lo sé, Vegetta y Willy junto con Luzu y Alexby.
-No exactamente.
-¿What?
-Hubo otro guerrero, un quinto primer guerrero que se unió a ellos hace tanto tiempo. Su nombre era Staxxcraft, aunque le llamamos siempre Stax, un héroe formidable, sin duda. No tenía miedo en ir contra el peligro, pero a veces era tan travieso como lo sois nosotros. Un sentido de la venganza muy fuerte, pero acompañada de valentía y perseverancia por hacer el bien.
-¿Qué le pasó?
-Antes de que todos os reunieseis en este Karmaland, hubo una última misión para ellos, un último jefe antes de que emprendieran su aventura en búsqueda de un nuevo pueblo para proteger en nombre de los Dioses. Los cinco fueron a ella, pero solo cuatro regresaron.
-Oh...
Merlon suspiró, mirando con un brillo de tristeza en sus ojos al más alto de ambos, sin dejar nunca de caminar incluso en el actual pasillo oscuro de antes, otra vez usando un mechero para alumbrar todo.
-Fue una pérdida que tardamos en aceptar, hice todo lo posible por volver a activar el portal de la misión, pero falló horriblemente. Al final, no tuvimos más opción que darlo por perdido, y se separaron durante un tiempo par afrontar su propio duelo en solitario. Ahora saber que está vivo es... tan aliviador.
Rubius se mordió el labio al escuchar la noticia, sintiendo una empatía fuerte por el anciano a su lado. Ese sentimiento era horrible, lo sabía por sus mascotas perdidas y aquella misión que hizo con Mangel hace unos meses. Era... sin duda una emoción extraña.
-Pero, ¿ese tal Stax que era un guerrero de Karmaland... es el mismo con el que nos enfrentamos?
-... No lo sé, por desgracia. Araxiel se encuentra en un punto donde su poder es mucho más fuerte de lo que pensé que llegaría.
-Joder, este revive como las cucarachas. ¿No lo habíamos matado ya?
-Una parte sí, pero me temo que ya tenía planeado este momento desde hace mucho tiempo.
-¿Eh?
-Cuando estaba con el héroe Vegetta encerrado, le conté la historia de los primeros héroes y la Hermandad Oscura, sobre una antigua magia llamada "magia antigua" que lograba hacer cosas inimaginables para nosotros, como el uso de sacrificios humanos para llevarlo a cabo. Para mi desgracia, tuve varios errores en mi hipótesis. Ese sujeto enemigo... no era cien por cien el héroe Stax, pero tampoco era el sacrificio de hace tantos siglos.
-No... entiendo.
-Es una parte del propio Araxiel, una forma de dividir la esencia de si mismo y así, pase lo que pase, poder seguir viviendo. Y me temo que tiene otros planes.
Rubius soltó una risilla nerviosa ante esa información, apagando el mechero cuando volvieron al pasillo grande e iluminado por antorchas de antes.
-Vale, creo que no me gusta el transcurso de esto. ¿Por qué de repente Araxiel es el puto Voldemort?
-Es un hechizo habitual entre los demonios más poderosos- el anciano suspiró con tristeza, su ceño frunciéndose ante sus siguientes palabras-. Creí que fue un sacrificio de alma para crear un portal que uniera a nuestro mundo con el de los demonios, pero ahora tengo la terrible sensación de que fue un ritual de sacrificio de alma para que parte de Araxiel quedase ligado a nuestro mundo y nunca se fuera realmente. Seguramente van renovando de alma cada cierto tiempo para que siga de ese modo, fue un error mío no verlo. Me temo que el héroe Stax fue corrompido en un momento donde su alma estaba débil, aceptando el trato a cambio de una recompensa que aún desconozco. Solo espero que no sea muy tarde para hablar con él.
-Y, ¿ese señor tuvo algo que ver con mi incompetencia para hablar con los dioses?
-Sí, estoy convencido de que fue él el causante del aislamiento de Karmaland con los Dioses.
-Mierda.
Rubius apretó los dientes con ira ante eso, fue culpa de ese cabrón desde el principio. Maldita sea.
Pero, fue en ese momento de enfado profundo, que su mente lo recordó, el inicio de todo esto. Recordó la primera misión, recordó la cripta abrirse y salir tenebrosamente esa sombra intimidante y jodidamente irritante a nivel acústico. Si ahora Araxiel era Voldemort, es posible que...
-Espera, ¿lo que salió de la tumba chunga en la misión del otro día era... una parte de Araxiel?
-Hum... muy posiblemente, eso explicaría el por qué su aumento de poder.
-De puta madre, hemos cavado nuestra propia culpa.
-Joven Rubius, incluso los Dioses más poderosos tienen debilidades, nunca nada es invencible- Merlon se giró para ver la cara confusa del hombre, sonriendo de lado al ver que tenía su atención-. La fe es la debilidad de los nuestros. El día en que no haya nadie que crea en ellos, ese día perderán sus poderes y serán meros mortales.
-¿Por casualidad sabes cuál es el de Araxiel?
-Por desgracia no.
-Fuck.
Ambos hombres se encontraron nuevamente enfrente de la enorme puerta de madera, escuchando desde esa distancia el sonido de armas y lucha en general. El más alto suspiró para prepararse mentalmente a la vuelta de la batalla contra esas... cosas.
Con la fuerza de un elefante, abrió de golpe la puerta con arma en mano, abriendo los ojos al ver la escena frente a sus ojos. Casi todos sus amigos se encontraban luchando a la vez contra Luzu y ese Stax como si sus vidas dependieran de ello, teniendo a un muy mal herido Vegetta sentado en el suelo al lado de Lolito para que pudiera descansar un poco. Ambos hombres se apresuraron a ir tras ellos, notando preocupados lo pálido que estaba el de ojos morados y cómo respiraba con dificultad, aliento sobrecargado como una locomotora.
-¿Merlon?- Lolito abrió los ojos sorprendido al ver al viejo, dejando que el de túnicas azules observara con seriedad las heridas recién hechas- Le hemos dado una manzana dorada para ver si se recuperaba, pero no hizo nada... No-no sé qué hacer.
-Hum... una herida grave, realmente.
-No joda, viejo.
-¡Lolito!- Rubius le echó una mirada de enfado ante eso, volviendo a ponerse de pie para examinar más detenidamente su entorno.
Ahora mismo, Willy junto a Fargan se encargaban de pelear contra Luzu mientras Alexby y Auron luchaban como podían contra Stax, las armas de todos produciendo chirridos insoportables con sus armas y sus cuerpos empezando a recuperarse gracias a los objetos de la mochila. ¿El ojo malo de Alexby? Ya estaba como nuevo. ¿Cualquier arañazo o fractura producido por la batalla? Estaban esperando pacientemente a que poco a poco se curaran, una obre milagrosa cuanto menos.
¿Por qué con Vegetta no pasaba?
-¡CHICOS, MIRAD ARRIBA!
Los héroes, sorprendidos, miraron con sorpresa a Fargan cuando empezó a gritar en mitad de la batalla, alzando su arma para apuntar en un punto elevado del horizonte de la habitación.
En lo alto de una pirámide gigante camuflada con la oscuridad constante, Araxiel se encontraba removiendo una especie de caldero con un gas verde neón, partículas burbujeantes del extraño caldo saltando a su alrededor como aceite hirviendo. Eso tomó por sorpresa a todos, una ventaja para Luzu y Stax que la aprovecharon al momento para echar hacia atrás a los héroes.
Rubius no pudo evitar quedarse quieto en su sitio, mirando embobado al demonio en lo alto. ¿Qué cojones estaba haciendo? No lo entendía, su mente estaba muerta en ese momento gracias a la charla de Merlon sobre... bueno, todo. Magia antigua, Staxx, Araxiel dividiendo su alma en partes...
Una fue el demonio con el que se enfrentaron, otra la que habita en Stax, y a saber dónde estaba la otr...
No, lo sabía, lo sabía perfectamente. Tenía mucho más poder que aquella vez que lucharon contra él, realmente era poderoso a niveles nunca sospechados.
Ya tenía la otra mitad. ¿Tal vez era esa cosa rara que sacaron de la cripta de su misión de hace días? Es posible, bastante diría. Y menos mal que Stax aún conserva una parte de su alma, o sería imparable.
Espera...
-Oh no. ¡NO ME JODAS!- Rubius se llevó las manos a la cabeza cuando sus escasas neuronas hicieron conexión, abriendo sus ojos preocupado mientras se giraba para mirar a sus amigos- ¡CHICOS, QUIERE JUNTAR SUS ALMAS PARA HACERSE INVENCIBLE!
-¡¿DE QUÉ COÑO HABLAS, GILIPOLLAS!? ¡MUEVE EL PUTO CULO Y AYUDA!
-¡NO ALEXBY, ES ENSERIO, HAY QUE DETENERLO!
-¡ESTAMOS OCUPADOS, TÍO! ¡PODRÍAS AYUDARNOS!- Fargan dio un salto hacia atrás para esquivar una flecha de Luzu a punto de atravesarle la pierna, centrado en sobrevivir, obviamente-¡Deja de inventarte cosas y colabora un poco, rata!
Rubius gruñó enfadado al ver que sus amigos no le tomaban en serio, suspirando una última vez antes de, obviamente, tomar la mejor decisión posible.
Correr como alma que lleva el diablo hacia Araxiel, subiendo los escalones de la plataforma de tres en tres.
Merlon intentó detenerlo, avisarle de que tuviera cuidado al fijarse en la mano herida de Vegetta y el extraño líquido que se mezclaba con la sangre por el borde de la misma, pero no lo logró a tiempo.
Alzando su espada, saltó directamente hacia la espalda del demonio...
Intentaré no tardar tanto tiempo en sacar más capítulos, lo prometo jsjsjs.
Se acerca el final, ¿cómo creéis que acabará?
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