10.

Estando en la oficina, generalmente tenía un buen humor o al menos una expresión neutra de concentración en el papeleo, pero ese día me sentía fuera de lugar. Había algo dentro de mí que no tenía paz desde ese día.

Era una sensación abrumadora que no podía entender. No quería culpar a Hoseok, solo quería aclarar mis pensamientos, pero entre más pensaba, más complicado era el sentimiento.

— ¡Joder! —escuché a mi lado y sentí como alguien me arrebataba las cosas que tenía en la mano.

Con aturdimiento miré a mi padre, pero a pesar de su violenta reacción no pude enojarme o asustarme. Sólo lo miré, con los ojos abatidos.

— ¿Qué ocurre? —cuestioné bajando la mirada.

Él frunció el ceño como si desconociera a la persona que tenía delante. Seguramente preguntándose: “¿Es este realmente mi hijo? ¿Es el mismo chico orgulloso que me hace berrinches cada que se le place?”

— ¿Qué ocurre contigo? —me devolvió la pregunta entre la preocupación y la molestia— ¿estás viendo esto? —señaló el recipiente de café muy caliente en su mano— ¿sabes la quemadura que te dejaría eso si lo derramas encima de ti?

Fruncí el ceño al ver el recipiente.

Era verdad...
Había decidido ir a tomar un poco de café momentos atras, para despejarme.
¿En qué momento había llenado tanto la taza? ¿Realmente iba a quemarme sin darme cuenta?

— Lo siento... —susurré tomando un pañuelo para limpiar un poco de lo que se había derramado en la mesa.

— ¿Por qué te disculpas? —mencionó con uma exasperación que no noté— ¿Por qué...?

— Vaya, el hijo del jefe en una situación extraña... ¿es eso tristeza? —canturreó una voz bastante familiar que obligó a mi padre a detener sus palabras— ¿O acaso es preocupación? —soltó una risita pero aún en medio de sus provocaciones no la miré— déjame adivinar, tu mayor miedo se hizo realidad y acabaste embarazando a alguien.

Mi estado de ánimo ya era lo suficientemente malo como para soportar una burla, sobretodo si era por parte de mi ex.

Nunca fui una persona rencorosa, vengativa o algo similar, por lo tanto era muy similar que en una situación así mi reacción fuera responder con alguna burla peor, o con sarcarmo. Pero en ese momento sentía que mis orejas ardían en fuego y que mi lado caballeroso se había ido de vacaciones. En ese momento solo me invadía una diva interna, y no cualquiera, sino una que estaba deprimida pero que no permitiría que alguien hiciera el mínimo comentario burlesco acerca de su situación.

Dándome la vuelta y entregándole a mi padre el pañuelo que tenía en la mano, como si fuera un bolso, me crucé de brazos y la miré.

— ¿Quieres pelea? —cuestioné alzando una ceja— ¿Aquí? ¿Justo enfrente de mi padre y de mi café? —ella rápidamente frunció el ceño al notar que yo estaba tan extraño que sintió que podría abofetearla, porque si ella era diva, yo lo era aún más— Eso es algo que no te importa, y si así fuera, yo estaría feliz, porque tú no serías la madre —alcé la ceja con orgullo por mi buena frase y agregué— Pierdete de mi vista.

En ese momento le di la espalda para irme porque a pesar de que yo fui el estúpido que le pidió que se fuera de mi vista, al final terminé yéndome yo. Nadie lo sabía, pero dentro de mí estaba dándome palmaditas de reconocimiento por mi excelente participación.

Siempre fui de las personas que pensaba en las mejores frases hasta que la pelea ya había terminado, por eso ese logro fue tan importante. Incluso me puso de tan buen humor que casi llamé a Hoseok para contarle, pero me retracté al pensar en el contexto de la pelea y eventualmente mi corazón volvió a amargarse.

— ¡Tú! —escuché a mis espaldas, pero no me detuve.

A eaas alturas ni siquiera sabía a donde debía ir. Debido a mi emoción caminé en otra dirección, pero mi oficina estaba al otro lado y no les permitiría saber que me había equivocado.

Afortunadamente mi viejo llegó al rescate.

— Hyungwon vamos a hablar. —mencionó más en forma de aviso que de pregunta, mientras me arrastraba a la terraza del edificio de la compañía.

Cuando llegamos ahí, sentí que su mirada tenía tantas cosas que cuestionarme así que me adelanté y empecé por el tema que me tenía más irritado.

— ¿Por qué está aquí? —pregunté señalando en dirección al lugar donde había discutido con mi ex.

Mi padre suspiró con cansancio.

— Era mi empleada desde mucho antes que estuvieras con ella, no involucres mi empresa en tus asuntos personales... —me regañó— te lo advertí desde un inicio.

Bufé y me apoyé en la barandilla, mirando el ajetreo de la ciudad que tenía delante.

— Si necesitabas alguien que te acompañara desde la sede hasta esta sucursal, pudiste haber traído a cualquiera... —gruñí— en serio, a cualquiera... ¡Incluso a...! —las palabras se atoraron en mi garganta por culpa de un repentino nudo que se formaba cada vez que intentaba mencionar algo relacionado a esa persona— Olvídalo.

El viejo imitó su acción y se apoyó en la barandilla a mi lado.

— ¿Crees que esto es intencional? —preguntó casi adolorido por mi mirada— es la única persona en la sede que realmente puede hacer las cosas como tienen que hacerse. Además, no puedo despedirla injustificadamente solo porque algo está mal entre ustedes...

Sonreí levemente con sarcasmo o quizá con ironía. Ya no sabía con quien mas drenar los sentimientos encontrados.

— Entonces es momento de contratar más personal para que hagan las cosas incluso mejor que ella, así no tendrías que traerla y hacerme pasar malos ratos... —estaba claro que todo era mi culpa pero me rehusaba a aceptar todo— ¿Algún día te ha importado algo mas que tu empresa? —solté sin pensar, pero no fue hasta que ya lo había dicho que noté que estaba cometiendo un error muy grande—Quiero decir... Lo siento. —toqué la espalda de mi padre y finalmente apoyé mi frente en su hombro, tal como hacía desde que tenía uso de razón, como si ese espacio tuviera la paz que yo no sentía— No tengo ánimos.

Él suspiró notando mi gesto y me tocó el cabello con preocupación.

— ¿Qué ocurre? —cuestionó ignorando mi ofensa anterior— Habla con tu padre, si hay algo en lo que pueda ayudar, lo haré... —guardó silencio por un rato pero yo simplemente no sabía como empezar, por lo que él dio el primer paso— ¿Son problemas económicos? ¿El sueldo no te ajusta? ¿Quieres vacaciones? ¿Vas a mudarte? ¿Debes algo? Dime, hijo...

De nuevo hizo silencio para darme un espacio, entonces reuní todos los trocitos de mi fragmentada valentía y por fin lo dije en voz alta.

— Me enamoré de un chico. —confesé.

Al escucharme, lo noté asentir. En realidad no había ninguna novedad respecto a quien me gustara, desde muy joven había sido abiertamente bisexual y en ningún momento cuestionó mis gustos.

— ¿Por eso terminaste la relación con esta chica? —preguntó animandome para que yo le contara todo y por fin entender el contexto.

Me lo pensé un momento, pero no tenía una respuesta concreta.

— Sí... O sea no... —mi frase no era clara en lo absoluto pero sabía que él me entendería— ya no sentía nada por ella y me cansé de su insistencia por querer tener hijos, pero...

De nuevo las palabras se atoraron en mi garganta por el pavor que me daba la situación.

— Este chico... ¿Es casado? —dedujo por mi silencio, intentando comprenderme, pero rápidamente negué— entonces, ¿es alguien malo? ¿Te ha hecho daño?

Hoseok el único daño que me ha hecho es hacerme reír hasta que me duelan las mejillas y besarme hasta que mis labios se hinchen.

— No... El nunca... —tartamudeé— Es todo lo contrario papá... Es... Increíble. Pero... —el abatimiento afloró en ni rostro—Tiene un hijo y... —suspiré— Tengo miedo de amarlo...

Si había una persona en la tierra que comprendiera mi situación era mi padre.

Me había visto crecer y convertirme en quien soy. Por lo tanto era el que más enterado estaba de mi fobia, por lo que a pesar de que sabía que odiaba ese gesto, una mirada triste cayó sobre mi rostro.

— Entonces... —susurró y soltó un suspiro—¿tienes miedo a amarlo a él, o al pequeño?

Mi mirada se clavó en la suya, desbordando sorpresa, risa, abatimiento y un montón de sentimientos encontrados. ¿Acaso era eso lo que realmente sentía?

¿Eso era posible?

“No sé” respondí para mis adentros.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top