12
La cena de los Sosa había salido muy bien, celebraron comiendo pizza y hamburguesas para los niños. A pesar de ser ya casi ser la madrugada había muchas personas en la calle, casi todos argentinos festejando.
Carolina pudo aclarar lo que Román había dicho (con mentiras de por medio). Solo a sus padres, aprovechando cuando los indecisos de sus hermanos y cuñada fueron a ordenar la comida.
―Caro ―Gabriel le susurró desde su cama y se hizo la dormida. ―dale pelotuda si recién vi la luz de tu celular.
―¿Qué? Insoportable ―respondió rendida, eran casi las tres de la mañana.
―No me puedo dormir.
―¿Y qué querés que haga?
―Más amiga sos, Carolina.
Ambos se quedaron callados, Carolina volvió a su celular y Gabriel miraba al techo aburrido porque su celular se había apagado.
Hasta que el chico se levantó y comenzó a hacer ruido, llamando la atención de su hermana menor.
―¿Qué vas a hacer? ¿A dónde vas?
―Me voy a tomar unos mates al lobby, a ver si me adopta algún qatarí ―Gabriel buscó su termo y su mate y salió. ―si tenés ganas de tomar los mejores mates ya sabes dónde buscarme.
―Sí, sí, Gabo, anda nomás que yo voy atrás tuyo.
―¿Qué me hablás con sarcasmo? Pelotuda, te voy a tirar con el termo por la cabeza.
Acabaron su pelea cuando vieron a Agustina moverse en su cama, los dos se quedaron callados y hasta dejaron de respirar un segundo al verla removerse. Nadie quería ver a Agustina enojada porque la despertaron.
Gabriel salió de la habitación en un segundo y Carolina se hizo la dormida cuando creyó que Agustina se iba a despertar.
Estuvo unos minutos pretendiendo estar dormida hasta que dejó de escuchar cualquier tipo de sonido, Agustina había vuelto a dormirse.
―La puta que me parió.
Y de tanto renegar con Gabriel, su celular también terminó por apagarse. Miro a los costados de su cama, ni un enchufe. No le quedaba otra opción más que ponerlo a cargar, porque sueño no tenía ni de cerca.
(...)
―No te voy a dar mates, Carolina, fuiste bastante mala conmigo.
Gabriel se aferró a su termo mientras chupaba de la bombilla y prácticamente se hacía una bolita en el sillón.
―Dale, forro, convídame un mate.
Carolina prácticamente se tiró en el sillón individual junto a Gabriel y le robó el mate que él ya estaba tomando.
Gabriel resignado le pasó el termo.
―¿Viste que no era tan difícil? Si sabes que mis mates son más ricos.
―Vos tomás mate amargo, Caro, un asco es eso.
―Pero cerrá la boca nene, te escucha papá y te deshereda.
Continuaron la charla con el primer tema que se les venía a la mente. Gabriel y Carolina tenían una rapidez para pensar boludeces, y también decirlas, porque entre ellos no se juzgaban.
―Buenaas ―una voz detrás de ambos los sorprendió, los hermanos voltearon como la chica del exorcista. ―¿podemos tomarnos unos matecitos con ustedes?
Lisandro, Leandro y Nahuel se encontraban detrás de ellos. Carolina los miraba con los ojos bien abiertos, sin que los hermanos respondieran ellos ya habían tomado asiento.
―Sí, invítate nomás ―le dijo Caro a Leandro cuando lo tuvo al lado.
―¿Son ricos los mates de Caro? Tiene cara de que se le lavan.
Leandro la ignoró y le habló a Gabriel, que de por sí ya estaba en un estado de shock notable, cuando Paredes le dirigió la palabra parecía que iba a desmayarse ahí mismo.
Carolina, de alguna forma que seguro asustó a su hermano, lo miró para que hablara de una vez o cerrara la boca antes de que le entraran moscas.
―Eh, sí ―fue lo primero que le salió a Gabriel. ―son medios feos sus mates, pero los tomamos porque la queremos.
Los tres nuevos integrantes en la rondita rieron por lo que Gabriel dijo, Carolina lo miro con cara de orto.
―Che, no le digan eso a la nena que yo le enseñe a hacer la montañita, sino se le re lavaban ―Lisandro saltó a ¿defenderla? O capaz la hundió más.
―Tomen y cállense.
Rápidamente empezaron una charla amena entre los cinco, Gabriel una vez que les agarró un poco de confianza (después del paro cardiaco que tuvo) empezó a hablar hasta por los codos y Carolina una que otra vez lo miraba para que se calle pero él no entendía las miradas indirectas.
―Te vimos hoy en la tribuna –Leandro le habló solo a ella. ―lo vimos a Román y al hermano ¿puede ser?
―Sí, sí, estaba toda mi familia, Valentín es el hermano de Román.
―Ah.
Leandro asintió, Carolina lo imitó apretando los labios. Rezaba que no la hubieran visto mirando como estúpida a Cristian, porque eran bastante jodones los muchachos cuando querían.
―Él también te vio ―soltó Leandro con una sonrisita divertida y picando las costillas de Carolina con un dedo.
―Cállate, estúpido ―Carolina le pegó en la mano para que se alejara.
―Dah ¿Por qué no lo perdonas al pibe? ―Carolina lo miro mal, él sabía porque. ―anda medio desconcentrado, llega a pasar lo que no se puede decir y yo te escracho.
Carolina quiso reír por la superstición de Leandro al ni siquiera querer nombrar algo tan malo, ni siquiera el resultado positivo querían decirlo. Pero no creyó que su perdón fuera tan importante para Cristian.
―Vos sabés porque no lo perdono ―se quedaron callados cuando Molina le devolvió el mate, Carolina cebó y se lo pasó a Gabriel para que siguieran su charla.
―No, no, yo no sé nada. Sé tú parte de la historia, Cuti no nos dijo más de lo necesario. No tiene pinta de ser de los malos el pibe, lo conozco.
―Sí, boludo, yo también pensé que lo conocía. Y se las mandó.
Ambos se quedaron callados, de fondo oían la charla de los otros tres.
―Pero ¿A vos qué te dijo él?
―Ay, Lea, no quiero hablar de eso ahora ¿puede ser? ―Leandro asintió, no iba a insistirle. ―si de algo te sirve te digo, yo tampoco puedo dejar de pensar en él y no sé si debería perdonarlo o no.
Leandro sonrío, él quería que los pendejos estuvieran juntos y felices. Confiaba en Cuti cuando les dijo que él no le había metido los cuernos a Carolina, pero tampoco pensaba que las palabras de su amiga eran mentiras.
Ahí faltaba algo, y era la clara falta de comunicación que habían tenido. Si fuera por Paredes ya los hubiera encerrado en una habitación para que resolvieran sus problemas.
―Háblale, Carito, va a estar contento ―Carolina se encogió de hombros, era mucho hablarle. ―háblale, hija de puta, a ver si deja de preguntarme si cambiaste de usuario porque no encuentra tu cuenta.
―Ya le dije que lo tengo bloqueado al boludo.
―Y bueno, el pibe tiene esperanza de que hayas cambiado de cuenta y por eso no te encuentra.
Los dos se rieron.
―¡Carolina! ¡Gabriel! ―el grito de Agustina los espantó, ya no andaba nadie. ―pelotudos, a las siete tenemos que irnos.
Agustina había bajado en pijama y con un rodete mal hecho, los jugadores la miraban con curiosidad ya que ella no se había dado cuenta de su presencia. De lejos no veía un carajo, ahora que estaba cerca quería matarse.
―Hola ―dijo con vergüenza tratando de acomodarse unos mechones de pelo detrás de la oreja.
―Buenas noches.
Los tres jugadores la saludaron con un movimiento de mano, y Lisandro había quedado embobado por la hermana de Carolina.
―¿A dónde nos vamos, Agus? ―Carolina se paró para tapar a su hermana y que Martínez dejara de verla.
Sin embargo, el jugador se movió un poco para el costado captando la atención de la hermana mayor y la saludó con una sonrisa enorme.
―Eh, coso ―Agustina se puso nerviosa. ―al paseo ese que querían hacer mamá y papá, vamos Gabriel.
Sin pensarlo tomó el brazo de su hermano menor y se lo llevó, utilizándolo como plan de escape claramente.
―¡Nos vemos, chicos! ¡Un gusto conocerlos, que se repita! ―Gabriel los saludaba mientras Agustina lo arrastraba. ―¡Sé tocar el bombo!
Gritó hasta que las puertas del ascensor se cerraron. Los amigos de Carolina rieron.
―Un personaje tu hermano, me cayó re bien ―soltó Leandro.
―Che, Carito, no nos dijiste que tenías una hermana tan linda.
Lisandro colocó su brazo sobre los hombros de la chica, Carolina lo apartó molesta.
―No, porque ustedes se juntan conmigo, qué les importa mi hermana.
Tomó el termo y el mate, lista para irse también.
―¿Cómo se llama?
―Chau, nos vemos. Nahuel la próxima te cebas los mates vos, porque a los de estos dos chetos les jede el culo.
El mencionado asintió con una risa.
―Dale, Caro, ¡Decime el nombre!
―¡Chauu!
author's note:
buenos días, fic del marroquí más lindo para las campeonas del mundo💋
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top