41
Geno descansaba en su habitación, Reaper había salido de viaje por motivos de negocios y Doguard permeancia en la compañía, casi nunca estaba en la casa principal a menos que fuera por un tema de suma importancia. El más joven pasaba sus días en compañía de Donces y Copo de Nieve, pero veía aquello como una pérdida de tiempo, solo permanecía con Reaper por la posibilidad de saber que fue de sus hermanos, Doguard también era parte de ello, ahora con el jefe de seguridad en su puesto, Reaper podía concentrarse en su trabajo y no interrumpir a Killer con la búsqueda, al parecer Swap no lograba cubrir totalmente las funciones encomendadas y necesitaba ayuda constante, era ahí donde Doguard encajaba mejor, él ya conocía muchos de los procesos y tareas que Swap realizaba y podía darle una correcta inducción al joven asistente.
Acostado en su cama Geno jugaba con el adorno que Reaper coloco en la casa de Doguard para espiarlos, Donces le conto sobre la cámara escondida y de que su jefe había estado observando todos sus movimientos mientras convivía con Doguard, aquello no sorprendió al más joven en lo más mínimo, más bien estaba sorprendido al saber de la existencia de esas cámaras espías, Reaper tampoco lo negó, incluso le mostro las grabaciones en su computadora, Geno guardo aquel adorno en su cajón y decidió olvidarse de ello, no tenía sentido preocuparse o enojarse por algo así, ahora Reaper confiaba plenamente en que entre Doguard y él no pasaba absolutamente nada.
Ni siquiera Geno sabía lo que hacía, simplemente quería ver hasta qué punto podía llegar con Doguard y Reaper, aun así se quedó sorprendido cuando Doguard accedió a él y volvió a trabajar, manteniendo su relación como un secreta, aunque la verdad es que desde que regreso a trabajar con Reaper, Doguard se había mantenido muy distante, ni siquiera respondía los mensajes que Geno le enviaba.
-- Disculpe – Dijo Copo de Nieve desde el otro lado del cuarto de Geno.
-- Pasa, no estoy haciendo nada.
-- Buenas tardes, el señor Reaper llamo, dijo que llegaría hoy en la noche y que se alistara para salir a una fiesta… Dijo que use el vestido rojo con encaje y espalda descubierta…
--… ¿Qué? ¿Cómo que vestido? ¡Yo no tengo ningún vestido!
-- E-está en el armario, junto al resto de los vestidos…
-- ¡Yo no tengo vestidos PORQUE NO USO VESTIDOS! ¡No soy Hembra!
-- ¡L-lo siento!
-- No… No estoy enojado contigo… Disculpa por gritarte ¡Es con tu jefe con el que tengo problemas! Como sea… ¡Dile que se vaya al diablo!
Copo de Nieve se retiró de la habitación, tenía el teléfono en el bolsillo de su delantal y Reaper había escuchado toda la conversación y estallaba a carcajadas desde el aeropuerto, su vuelo había llegado hace unos minutos y pensó que sería divertido llamar a su amado, pero este no contestaba el teléfono, por ello pensó en hacerle una pequeña bromita mientras esperaba a Doguard que ya estaba en camino a recogerlo.
-- Buenas tardes – Pronuncio Doguard mientras bajaba del auto para recibir a Reaper - ¿Cómo estuvo su viaje?
-- Nada mal, al menos estaré tranquilo por un tiempo o eso espero, ese Nightmare se pone como loca cuando no le contesto las llamadas, pero es divertido escucharlo gritas – Pronuncio el mayor mientras se acomodaba en el auto - ¿Cómo va todo en la oficina? ¿Ya se nivelo Swap?
-- si, ya es capaz de encargarse de los trabajos él solo.
-- ¿Entonces por qué no has estado yendo a ver a Geno? Se suponía que tenas que mantenerlo vigilado.
-- No es necesario que yo esté ahí, Donces se está haciendo cargo de la vigilancia del señor Geno.
-- Bien… ¿Y Killer? ¿Ya ha dado signos de vida? Ese bribón se fue a Dubái a vacacionar sin terminar el trabajo que le di.
-- Regreso al país hace dos días y ahora se encuentra en la selva, al parecer se internó en el Amazonas y hemos perdido su señal.
-- Espera ¿Se perdió?
-- Eso parece, pero su última comunicación fue un fax “No me busquen, yo los llamare”.
-- ¡Lo que me faltaba!
-- ¿Quiere que lo busquen?
-- No… Ya se comunicara ¡Y si no ojalá que se lo coman las pirañas! ¡O que lo aplaste una sachavaca!
-- Pobre sachavaca.
-- ¡En fin! Estoy cansado.
-- Llegaremos a su casa en una hora…
-- No… Prefiero ir a otro lugar, si voy a casa de seguro Geno me recibirá lanzándome algo a la cara y no va a ser nada agradable.
-- ¿Se pelearon?
-- No necesitamos estar peleados para terminar a gritos ¿Creí que ya te habías dado cuenta de eso? Como sea, Iré a mi suite en el hotel, descansare un poco hasta la noche. Quiero que vayas a la casa y recojas a Geno, llévalo al hotel a las 08:00 de la noche, asegúrate que use algo elegante que habrá una recepción y quiero que me acompañe.
-- ¿Y si se niega?
-- Para eso estas tú, para convencerlo. Estoy seguro que no se negara si su amigo se lo pide.
--…
-- ¿Ocurre algo?
-- No señor.
Doguard miraba al frente sin decir nada, el chofer podía ver la incomodidad de su amigo a través del retrovisor mientras que Reaper simplemente no le daba ninguna importancia y se entretenía con su celular. Al llegar al hotel Reaper comenzó a realizar muchas llamadas y ajetreos, lleno su cama con documentación que tenía que revisar y comenzó a enviar apuntes a su asistente para que se ocupara de los asuntos pendientes. Doguard regreso al auto después de dejar a su jefe en su habitación, se sentía mucho más cansado de lo habitual.
-- ¿Problemas en el paraíso? – Pregunto el chofer mientras arrancaba el auto con Doguard sentado a su lado.
-- ¿Qué?
-- Te veo cansado y parecías algo incómodo hace rato.
-- No es nada… - Pronuncio Doguard mientras desviaba la vista hacia la calle – Recuerdo que cuando era cachorro me gustaba sacar mi cabeza por la ventana cuando el auto estaba en movimiento… Era divertido….
-- ¡Yo también hacia eso! Hasta que un día un carro que iba en dirección contraria casi me vuela la cabeza.
-- ¿Entonces así perdiste la oreja?
-- No. tuvieron que amputarme la oreja por una infección por una perforación que me hice de adolescente ¡Yo solo quería estar a la oda! Todo el mundo usaba pendientes en la oreja, no sabía que esa cosa se me podía infectar y pudriría mi oreja, al final no quedo otra que amputármela, afortunadamente la infección no daño mi audición y tuve que cortarme la otra oreja para estar iguales, igual creo que me veo genial.
-- Claro, con esa prótesis cualquiera.
-- Parece que ya estás de mejor humor.
-- Si… Gracias.
-- ¿Te importaría buscar en el bolsillo de mi saco? Hay un sobre para ti. No puedo dártela porque estoy conduciendo y no me quiero distraer.
-- ¿Cómo? ¿Un sobre para mí? – Pregunto Doguard mientras buscaba en el bolsillo de su compañero - ¿Y este sobre?
-- Es de parte de Copo de Nieve, como no has ido a la casa me pidió que te lo diera cuando te viera.
-- Esa humana…
-- No te hagas de rogar, la chica es linda y tú le gustas.
--…
-- Es una buena chica… Si no quieres estar con ella lo entiendo, pero será mejor que se lo digas apropiadamente, es aún muy joven.
-- Si, lo sé. Supongo que no he sido lo suficientemente directo con ella – Pronuncio Doguard mientras habría el sobre y leía la carta, era un poema que Copo de Nieve escribió para él, se notaba su inexperiencia en cada verso, pero era sin duda un lindo detalle, después de leerla guardo la carta en su bolsillo y pensó en lo que le diría, no quería lastimarla, pero tampoco podía ilusionarla, Copo de Nieve era apenas una niña de 18 años, demasiado joven y no podía evitar verla como una cachorra, la conocía desde que tenía 13 cuando empezó a trabajar como empleada doméstica ayudando a su madre, su cuerpo seguía siendo el de una niña o al menos así la seguía viendo Doguard.
-- Tienes la cara de estar teniendo una lucha mental ¿Tan mal van las cosas?
-- ¿Eh? No… No es eso, es solo que… Copo de Nieve y Geno tienen casi la misma edad…
-- ¿Te refieres a que ellos dos harían una buena pareja? No creo que a nuestro jefe le guste la idea… No, la verdad es que si le gustaría esa idea. No me gustaría ver a esa niña envuelta en los juegos de nuestro querido y respetable jefe y proveedor.
--…
-- Tu hocico se secó, algo malo ocurre ¿Verdad?
-- No es nada, será mejor apresurarnos, hablaré con Copo de Nieve en cuanto lleguemos.
Después de unos largos minutos el auto por fin llego a su destino, ambos entraron a la cocina después de estacionar el auto y se unieron con el resto de empleados que estaban en la cocina preparándose para almorzar. Copo de Nieve fijo su mirada en Doguard y no pudo evitar sonrojarse cuando este le saludo, los sentimientos de la chica eran más que obvios para todos los presentes, pero a pesar de su nerviosismo se mantuvo serena y almorzó con el resto de los empleados.
Geno sorprendió a todos en medio del almuerzo, un silencio incomodo se apodero de todos los empleados que estaban disfrutando de su comida, Geno se veía algo nervioso parado en la puerta, parecía si se debatía en entrar o no.
-- ¿Puedo comer con ustedes? Es aburrido comer solo – Pronuncio Geno con voz baja.
-- Claro que si – Contesto Doguard mientras se paraba de su sitio y agarraba su plato – Aquí hay un lugar.
-- He… Gracias – Pronuncio Geno con una leve sonrisa mientras tomaba asiento, Doguard se acomodó atrás de el con el resto de sus demás compañeros que no lograron ocupar un lugar en la mesa y tenían que comer parados.
Una de las empleadas de la casa le sirvió a Geno un plato de comida, este quedo algo confundido, habían más de 15 individuos en esa cocina, pero la casa casi siempre se veía vacía ¿Cómo era posible que hubiera tanta gente y que nunca los haya visto antes? Solo reconocía a Copo de Nieve, Donces y Doguard, los demás eran caras totalmente desconocidas.
Geno termino su almuerzo con rapidez y junto a Doguard se retiró de la cocina no sin antes agradecer por la comida e intentar lavar su plato, pero fue detenido por copo de nieve que le dijo que simplemente debía dejarlo ahí y que ella se encargaría de lavarlo después.
-- ¿De dónde salió toda esa gente? – Pregunto Geno mientras caminaban por el pasillo hacia su habitación.
-- Ellos trabajan aquí desde hace años.
-- ¿Todos? ¿Cómo nunca los había visto?
-- Ellos casi siempre están en la planta baja ocupados, aprovechan para limpiar y hacer todas las demás cosas cuando el señor Reaper no está.
-- Pero yo siempre estoy en la casa.
-- Usted siempre está encerrado en su habitación.
--… ¿Ahora me llamas de “usted”? Eso se siente raro después de lo que paso en tu departamento – Dijo Geno mientras habría la puesta de su habitación.
-- No mesclo el trabajo con mi vida personal.
--… ¿Qué se supone que eso significa? No puedo evitar sentirme ofendido.
Doguard ingreso a la habitación de Geno y le dio un pequeño beso – Mañana es mi día libre, hablaremos en mi departamento – Pronuncio el más alto y se retiró de la habitación, dejando a Geno solo en ese cuarto. Doguard sabía que no podía hablar con Geno en la casa, las paredes tenían ojos y oídos, era peligroso decir o hacer cualquier cosa.
Habían pasado unas cuantas horas después del mediodía, la casa estaba en silencio como siempre, Doguard y Donces terminaban de hacer algunas coordinaciones antes de marcharse. El jefe de seguridad caminaba hacia la parte posterior de la casa, tenía la intención de irse y que Donces se encargara de llevar a Geno a la reunión con Reaper, cuando ya estaba a algunos metros lejos de la casa siente como alguien corre detrás el, al girar se da cuenta que es Copo de Nieve, la chica se veía algo agitada, recién ahí recordó sobre la carta que ella le había escrito.
-- ¡Qué bueno que te alcance! ¡UFF! ¡¡Corres muy rápido! – Pronuncio la chica mientras recuperaba el aliento – Creí que Donces te llevaría al paradero, te estuve esperando en la cochera.
-- Me gusta caminar, además es de bajada y eso lo hace más fácil.
--… ¡Sí! ¡A mí también me encanta caminar! ¿Me dejas acompañarte?
-- ¿Adónde supuestamente estas yendo? ¿Tu mamá te dio permiso para salir?
-- No necesito el permiso de mi mamá. Ya tengo 18 años – Pronuncio la muchacha mientras caminaba al lado del mayor.
-- En serio ¿Le pediste permiso?
-- Si le pedí permiso… Voy a la casa de una amiga a estudiar.
-- ¿Vas a la casa de una amiga a estudiar con minifalda y zapatos taco 12 en punta? Y ni hablar de ese escote, puedo ver claramente el papel higiénico que te pusiste en el sostén.
-- ¡No es papel higiénico!... Son los pañuelos de seda del señor Reaper…
--… Sera mejor que regreses a la casa y te cambies.
-- ¡Pero ya estamos muy lejos!
-- Apenas estamos a unas cuadras – Pronuncio Doguard mientras se quitaba su saco y se lo colocaba a Copo de nieve.
-- Gracias…
-- Es para que ya no des tanta pena con ese pecho tan plano.
-- ¡¿Qué?! ¡Eres un grosero! – Pronuncio la joven mientras se cubría el pecho con sus brazos.
Doguard rio, era como hablar con una hermanita menor, desde siempre le había gustado molestártela y burlarse de ella, aunque prefería no interactuar con ella en el trabajo – Te llevare devuelta a la casa – Pronuncio el más alto mientras ofrecía su brazo para que se apoyara.
-- No. Vamos al paradero por favor.
-- De acuerdo, solo hasta paradero.
Ambos caminaron cuesta abajo, la joven temblaba por su inexperiencia en esos zapatos, además la carrera que tuvo para alcanzar al más alto le lastimo un poco los tobillos, sin embargo trataba de caminar erguida, pero para Doguard ese torpe paso doblando las rodillas más le parecía el trotar de un caballo, se contenía la risa para no avergonzar a Copo de Nieve. Ya estando a pocos metros del paradero, el tacón el zapato izquierdo de Copo de Nieve se rompe, la pobre chica quedo atontada al ser sorprendida por el tacón traicionero, la ruptura de su tacón termino por lastimarle totalmente el tobillo y ahora le dolía mucho, de un momento a otro sintió como Doguard la sostenía en sus brazos y la cargaba como los caballeros a las princesas en los cuentos de hadas.
-- Te voy a llevar de vuelta a la casa – Pronuncio Doguard mientras comenzaba a caminar cuesta arriba.
-- Pero ya estamos aquí ¿Y si vamos a tu casa? Tengo unas sandalias en mi cartera.
-- ¡¿Y si tienes sandalias por que no te las pusiste para caminar?!
-- No sé, la verdad no se me había ocurrido, recién me estoy acordando. Entonces… ¿Nos vamos?
-- Eres imposible – Pronuncio Doguard mientras colocaba a la muchacha en el suelo y paraba un taxi.
Después de un par de horas de viaje el vehiculo llego a su destino y los dos ocupantes se bajaron, Copo de Nieve ya tenía puesto sus sandalias, pero su tobillo estaba lastimado y cojeaba, Doguard la cargo hasta su departamento y la acomodo en el sofá, luego fue por un lavatorio pequeño con algo de agua para que ella descansara los pies y ver si podía bajar algo la inflamación de su tobillo.
-- ¡¿Y esto?! – Pegunto Copo de Nieve viendo la pequeña maceta con un cactus en ella en medio de la mesa de centro - ¡Qué bonito!
-- Verdad que sí, cuando lo vi en el mercado no pude resistirlo y decidí traerlo a casa, se llama Pascual.
-- ¿Le pusiste nombre a una planta?
-- Es un ser vivo y creí que le quedaba bien, además lo adopte.
-- ¿Entonces eres un papá responsable? Pero ¿Por qué adoptaste una planta en vez de una mascota?
-- ¿Una mascota? Soy un perro, se me hace muy raro tener una mascota como un perro o un gato, además para animales pequeños que tengo que cuidar estas tú – Pronuncio el mayor mientras colocaba un pequeño lavatorio rojo con agua fría con cubos de hielo en el suelo y metía el pie lastimado de la muchacha.
-- ¡Esta helado!
-- Eso te pasa por jugarle al vergas. Bueno, con eso bastara para que se baje la hinchazón, no creo que haga falta más, solo hay que esperar un poco.
-- Esto me trae recuerdos.
-- Si, a mi también, siempre fuiste muy inquieta, por eso le dije a tu mamá que tenía que ponerte collar y bozal.
-- ¡¡Oye!!
-- Ya, no te enojes ¿Quieres algo de comer? Creo que tengo Atún.
-- ¿Ahora soy un gato?
-- El atún es para mí, para ti tengo croquetas para perro.
-- ¡Oye! ¡Eso si ya sonó feo!
-- Es que no tengo comida para hámster.
Copo de nieve fingió indignación, aquella forma de trato era una rutina entre ellos, el insultarse mutuamente es algo muy común cuando están a solas, pero ella siempre evitaba decir algo que pudiera sonar ofensivo, no le gustaba la idea de ofenderlo y perder ese trato tan amigable que recibía, además sus padres eran monstruos perro que siempre aprovechaban cualquier oportunidad para besarse, no podía decir nada ofensivo sobre el aspecto o por ser un perro si ella fue criada por perros también.
-- Veo que Dogamy y Dogaressa son muy permisivos contigo, no puedo creer que tu mamá te dejara salir así vestida – Pronuncio Doguard mientras preparaba unos panes con atún y cebolla.
-- Dicen que ya estoy en edad de casarme y que la carne que no se ve no se vende.
-- ¡Ah! Es por eso. Seguro que quieren la casa para ellos dos solos.
-- Yo también estoy pensando lo mismo – Dijo Copo de Nieve mientras comenzaba a buscar en los bolsillos del saco ajeno por pura curiosidad – ¿Por qué no te cambiaste? Siempre te cambias cuando vas a tu casa.
-- Estaba con prisa por salir de la casa.
-- ¿Así? ¿Por qué?
-- Eso es asunto mío. Aquí tienes, atún y leche para la niña, a ver si así se te desarrolla el cuerpo que de espalda pareces un niño flacucho.
-- Hoy estas más pesado que nunca, voy a lanzar un palo por la ventana – Pronuncio la joven justo en el momento que encontró la nota con el poema que ella escribió para él, se quedó en silencio por unos segundos mientras sostenía aquel papel con ambas manos – Entonces ¿Lo leíste?
-- Si, lo hice – Pronuncio el más alto mientras se sentaba frente a la muchacha.
-- Y… ¿Qué te pareció?
-- Un desastre. Tus rimas carecen de ritmo y no tiene ninguna coherencia.
--… Eso es muy cruel, realmente me dolió.
-- El mundo de la poesía no es para débiles.
-- Ya en serio ¿Tendré una respuesta?
-- Recuerdas lo que hablas hace años.
-- ¿Cuándo me declare por primera vez? Si… Lo recuerdo.
-- ¿De verdad?
-- Dijiste que cuando cumpliera 18 saldrías conmigo.
-- No. Yo dije que cuando cumplieras 18 pensaría en la “posibilidad” de salir contigo y que además lo pensaría si estaba soltero.
-- Pero ya tengo 18 y tú aun sigues solo.
--… Salgo con alguien ahora y aun si no lo hiciera no significa que tendría que salir contigo.
-- Eso lo sé… ¡¿Cómo que sales con alguien?! ¡¿¡Por qué nunca me dijiste algo tan importante perrote!?!
-- ¡Hey tranquila!
-- Bueno, supongo que ya no necesito compadecerme de ti.
-- ¿Así que ahora te compadecías de mí?
-- ¡Claro que sí!... Claro que no… Supongo que la respuesta siempre fue un “siempre no”… Ya sabía eso… Solo creí que…
-- Lo siento, pero creo que soy demasiado mayor para ti y tú demasiado joven para mí, necesitas conocer a chicos de tu edad.
-- ¡No me gustan los chicos de mi edad! ¡Todos son tontos como niños mimados!
-- Eso es porque estas acostumbrada a estar rodeada de personas demasiado grande para ti ¿Has pensado ya en la universidad? No aprobaste el examen este año, pero tendrás otra oportunidad el año que viene.
--… No quiero ir a la universidad… Creí que trabajaría toda mi vida en esa casa…
-- ¿Quieres eso? No te gustaría estudiar algo, conocer cosas nuevas, a nuevas personas, podrías encontrar a la persona especial para ti. En todo caso no deberías hacer que tus padres gasten dinero en esa academia para prepararte.
-- Tú eres especial para mí.
-- Mereces a alguien mejor.
-- ¿A alguien mejor que tú?
-- Si, a alguien mucho mejor que yo. Te mereces el mundo, yo solo puedo formar parte de tu vida como un amigo.
-- ¿Amigos con beneficios?
-- Solo si hablas de poesía, pero si lo que estas insinuando es lo que creo, prepárate jovencita para comer jabón.
-- ¡Poesía! ¡Claro que es la poesía!
-- Muy bien. Y ahora ¿Qué haremos con ese tobillo inflamado?
-- Supongo que no tienes otra opción que aguantarme aquí ¿Puedo dormir en tu cama?
-- El sofá tiene tu nombre.
-- Rayos. Nunca me dejas hacer algo divertido.
-- Como sea ¿Te puedes quedar? Yo tengo que salir y necesito que alguien cuide de Pascual.
-- ¿Quieres que cuide una planta?
-- Tienes razón. Pascual, cuida de ella que es muy revoltosa – Pronuncio Doguard mientras se ponía de pie e iba hacia su habitación.
-- ¡Oye!
Doguard ingreso a su cuarto, después tomo una ducha y salió del departamento, dejando a la joven sola con la planta, las horas pasaron y sin darse cuenta se quedó dormida en el sofá, cuando abrió los ojos tenía una frazada sobre ella y olor a papás y pollo frito inundo el lugar, cenarían temprano esa noche.
Reaper regresaba furioso a su casa, se suponía que Geno iría al cuarto de hotel donde Reaper había preparado una velada romántica a la luz de las velas como sorpresa para Geno cuando regresaran de la fiesta donde él era el invitado de honor, pero el menor se negó rotundamente a salir de su habitación y Donces no tuvo otra opción que llamar a su Jefe para informar que Geno no iría, todo su plan de la velada romántica se fue al drenaje, de nada sirvió que se matara trabajando para hacer ese tiempo libre para su pareja. Eran las 10 de la noche cuando Reaper ingreso sin ningún aviso al cuarto de Geno, este se encontraba sentado en su cama leyendo.
-- Se suponía que-
-- Se suponía nada – Interrumpió Geno mientras se levantaba y caminaba frente a Reaper – No voy a estar haciendo lo que te de la puta gana.
-- ¡Estas insoportable desde que regresaste!
-- ¡Yo no regrese! ¡Tú me trajiste aquí otra vez! ¡Te voy a recordar que yo estaba ya por irme!
--… Tenía una sorpresa para ti…
-- Conozco muy bien tus putas sorpresas.
-- No, no era… Bien, vamos a hablar.
-- No tengo nada que hablar contigo. Estoy seguro que no me tienes aquí para hablar.
--… ¿Por qué eres tan hostil conmigo? Estoy haciendo lo que puedo para hacerte feliz ¿No podrías mostrarme ni siquiera una pisca de amabilidad?
-- Vete al diablo – Pronuncio Geno dándole la espalda al menor.
-- ¡¡No te atrevas a hablarme así!! – Pronuncio el mayor con enojo mientras sujetaba el brazo de Geno, pero fue sorprendido por un contundente golpe en la cabeza que lo hizo perder el equilibrio y caer al suelo, Geno lo había golpeado de nuevo, esta vez con el pesado libro que sostenía en su mano.
-- Si me vas a mandar preso otra vez te sugiero que ya no me saques de ahí, tengo un buen abogado para eso ¡Ahora lárgate de aquí!
Geno arrastro al mayor hasta el pasillo y cerró la puerta de la habitación, el mayor se quedó atónito en el suelo mirando la puerta cerrarse con furia, fue atendido por uno de sus empleados que escucho el escándalo y fue a ver qué pasaba, rápidamente el resto del personal de servicio se unió y presto los primeros auxilios a su jefe, este les ordeno mantener aquello en secreto, no debían cuchichiar de lo ocurrido con nadie.
Las cosas no mejoraron a la mañana siguiente, el carácter de Geno era insoportable, era como una chispa que se encendía a la más mínima provocación, el solo intentar hablar con él hacía que las cosas a su alrededor terminaran volando y estrellándose por todas partes.
Ya cerca del mediodía Reaper se rindió y se fue a un cuarto de hotel, se sentía como idiota, no tenía ni idea de lo que estaba pasando, no comprendía su propio actuar, si fuera otra persona la que lo insultara de esa manera hace mucho que lo habría hecho pagar cada una de sus palabras, pero con Geno no podía hacer eso, ya lo metió preso y eso solo empeoro todo, no quería separarse de él, pero tampoco podía estar a su lado, era demasiado estresante, demasiado conflictivo, no podía chantajearlo con dinero, era obvio que a Geno no le interesaba el dinero en lo más mínimo, era como si estuviera ahí solo esperando la oportunidad para irse, pero ¿Por qué no se iba? No era un prisionero ni nada de eso, Reaper había puesto a su disposición el personal y su dinero para que hiciera lo que quisiera, podía irse a su pueblo si eso era lo que realmente quería, pero claro, Reaper también sabía que iría a buscarlo inmediatamente, esto era algo le lo fastidiaba, lo tenía a su disposición pero no era suyo, podía poseerlo pero el hacerlo se sentía vacío ¿Acaso el amar a alguien era realmente tan cruel? Realmente creía que estar enamorado no era para él, no sabía cuánto tiempo más podría su orgullo aguantar eso, jamás en su vida se imaginó soportar que alguien se atreviera a ponerle la mano encima. Después de un relajante baño y unos masajes en el hotel, Reaper llamo a su casa para preguntar por Geno, resulta que este había salido a la casa de Doguard, esto no le preocupo en lo más mínimo, ya había comprobado que entre ellos no pasaba nada, no tenía que preocuparse por el amante de la poesía, además Donces le dijo que Copo de Nieve también estaba con ellos en casa de Doguard, creyó que Geno estaba aún molesto con él por haberlo hecho apresar, quizás necesitaba distraerse y charlar con su amigo, quizás regrese a casa de mejor humor y puedan por fin hablar tranquilos, la cabeza de Reaper se llenaba de “quizás” mientras se acostaba en la cama, estaba agotado y se sentía demasiado confundido, se decía a si mismo que ya estaba demasiado viejo como para sufrir un mal de amor.
Doguard disfrutaba de una tarde tranquila, Copo de nieve decidió irse con Donces al ver que el más alto no le diría quien era la persona con la que salía y Geno estaba también en la casa, aunque no sospechaba de él ya que era por todos era bien sabido que lo único en lo que ellos coincidían era en leer tranquilamente.
-- Hasta que al fin se fue, comencé a pensar que jamás se iría – Pronuncio Geno mientras se acercaba a Donces al otro lado del sofá - ¿Creí que no te gustaban los humanos? Supongo que no mientras sea hembra no importa la especie en realidad.
-- Es una buena chica, aunque algo distraída y es como una hermanita para mí.
-- Me di cuenta, ni siquiera vio cuando te toque el trasero.
-- No hagas eso cuando estemos con otras personas y menos si es alguien del trabajo.
-- ¿Por eso no ibas a la casa?
-- Espera – Pronuncio Doguard separándose de Geno – Antes de avanzar más en esto necesito saber algo, quiero saber que seremos, no me siento cómodo estando en esta situación de incertidumbre, se supone que eres la pareja de mi jefe, pero ¿Entonces que seremos nosotros?...
-- ¿De verdad crees que él me ve como una “pareja”? Me puedo estar revolcando con cualquiera y a él le daría igual, es más, lo grabaría para poder verlo cuando quisiera y compartirlo con sus amigos.
-- Lo sé y también se de todas las otras que es capaz de hacer. Geno, no soy un niño, sé muy bien cómo funciona el mundo, por eso necesito saber exactamente hasta donde llegaremos, no quiero invertir sentimientos en una relación sin fututo, eres muy joven aun, tienes aún muchas cosas por conocer y gente que conocerás… No quiero invertir sentimientos para después ser dejado a un lado como si nada.
--…
-- El hecho de que quiera estar contigo no cambiara el hecho de que te seguirás acostando con él o que seguirás viendo a otras personas, por eso quiero saber exactamente que seremos nosotros y que planes a futuro tienes.
-- No tengo ningún plan a futuro.
-- ¿No nos ves a nosotros juntos?
-- La verdad no.
-- Bueno… Es bueno saberlo – Pronuncio Doguard mientras se acercaba a Geno y comenzaba a besarlo – Es bueno tener las cosas claras desde el principio… Solo divirtámonos mientras esto dure.
--… Si, por supuesto…
Ambos iniciaron su relación clandestina, una relación libre para cada uno, sin compromisos de por medio. Geno ahogaba su voz mordiendo una almohada mientras que Doguard envestía dentro suyo sin ningún cuidado ni delicadeza, era simplemente como si usara un objeto para satisfacerse, no había ningún sentimiento de por medio, justo lo que Geno tanto quería.
Las consecuencias de nuestros actos imprudentes en el presente nos golpean duramente en el futuro.
Próximamente....
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top