39

Reaper miraba atónico desde su asiento, quería gritar, pero no era capaz de hablar, quería correr, pero no era capaz de caminar, quería cerrar los ojos, pero no era capaz siquiera de desviar la mirada, quería dejar de escuchar, pero podía oír perfectamente cada grito, cada gemido, quería detenerlos, pero no era capaz de mover ni un musculo de su cuerpo a voluntad, era como si estuviera atado a aquella silla, sentía un nudo en la garganta que le dificultaba respirar y un malestar en el estómago que lo incitaba al vomito. Frente al mayor se encontraban en la cama Geno y Doguard, el menor movía sus caderas de arriba debajo de forma constante sobre el miembro del más grande, haciendo que este entrara cada vez más por su entrepierna.

Doguard estaba verdaderamente incómodo con todo lo que estaba pasando, intentaba calmarse, pero no le era posible, solo se quedó quieto en la cama como siempre lo hacía y espero que Geno se detuviera para ponerle fin a todo eso, pero el menor no se detenía, podía ver sus lágrimas caer por su rostro, realmente estaba sufriendo, era obvio que él era muy “grande” y que lo estaba lastimando, sin embargo el menor seguía presionando con fuerza. El más grande hizo algo que nunca antes había hecho, sujeto el cuerpo de Geno y lo coloco debajo suyo, ya no podía soportar mas esa situación, en esa posición al menos podía ocultar sus partes privadas con su bata para que Reaper no viera lo que iba a hacer, retiro su miembro del interior de Geno y comenzó a frotarlo contra el miembro del otro, fingiendo dar envestidas, estaba seguro que podría seguir con esa farsa por algunos minutos y parecer que lo hacían, solo esperaba que Geno entendiera y le siguiera la corriente, pero el menor hizo todo lo contrario, con su mano introdujo nuevamente el miembro en la abertura de su cuerpo e intento retirar la bata, cosa que no logro.

-- “¿Qué carajo estás haciendo?” – Susurro Doguard al oído de Geno mientras sentía como este se aferraba más a su cuerpo, pero no tuvo respuesta alguna del menor, al menos en esa posición él era capaz de controlar algo la situación.

Geno jadeaba y gritaba a todo pulmón, se movía con fuerza intentando excitar al otro, pero notaba que eso no pasaba, Doguard insistía en retirar su miembro cada vez que podía, Geno se detiene de un momento a otro, en ese momento se detuvo, soltando así el cuerpo del otro que de inmediato al verse libre acomodo su bata para cubrirse, sin embargo Geno no se detendría, estaba ahí para dar un espectáculo y definitivamente lo daría. El menos se sentó nuevamente sobre las piernas de Doguard, pero esta vez dándole la espalda, se aferraba al contrario frotando su cuerpo y volviendo a introducir el miembro del contrario dentro suyo, una ventaja de los perros es que no necesitan estar excitados para que su miembro este duro. Al ya estar harto de todo eso, Doguard presiona la cabeza de Geno contra la cama y levanta sus caderas, comienza a penetrarlo con fuerza pero cuidando de no ingresar totalmente su miembro, quería venirse para acabar de una vez e irse, pero en esa posición su instinto lo venció y comenzó a envestir con mucha más fuerza, todo su miembro estaba dentro de Geno, la base de su pene se hincho impidiendo el poder sacarlo, el mayor se detuvo por completo, no podía mover su miembro o lastimaría al menor, solo se quedó acostado sobre Geno mientras eyaculaba dentro, permanecieron quietos por casi media hora antes de poder separarse.

-- ¡Muy bien! ¡Es suficiente! – Dijo Reaper mientras por fin se levantaba de su asiento y caminaba rápidamente a la cama para sujetar a Geno al ver que este nuevamente estaba montándose sobre el otro – Vete de aquí.

Doguard no dijo nada, acomodo su bata y se salió de la habitación. Geno libero su brazo del agarre de Reaper, estaba agotado, su entrepierna le dolía mucho y un líquido blanquecino y espeso no dejaba de brotar de su entrada, sus piernas temblaban, intento caminar, pero no era capaz de sostener su peso, permaneció en el suelo unos minutos y se apoyaba en los muebles para poder ir al baño y lavarse, como pudo se metió a la tina y abrió el agua, esta estaba helada pero no le importó, abrazo sus piernas mientras el agua fría caía sobre su cabeza.

-- ¿Estás bien? – Pregunto Reaper desde el otro lado de la puerta, estaba preocupado ya que Geno no salía del baño y estaba tardando demasiado.

-- ¡Me voy a demorar lo que me dé la puta gana! – Grito Geno en respuesta.

Reaper no dijo nada, simplemente se quedó en la puerta esperando, tenía una bata en la mano aguardando a que Geno saliera, pasaron horas hasta que el más joven saliera, no se veía nada contento de ver a Reaper, aun así acepto la bata y se cubrió con ella, busco su ropa en el lugar donde lo dejo, pero no había rastro de esta.

-- ¿Qué? ¿No me digas que quieres que me vaya desnudo? Válgame idiotez – Dijo Geno al darse cuenta que su ropa no estaba en ningún lado y que lo más probable es que Reaper la ocultara.

-- Tengo una habitación preparada para ti. Te iras mañana, por ahora es mejor que descanses.

-- Vaya estúpido bipolar ¿No que estabas ansioso por que me vaya?

-- Ya es muy tarde… Ven conmigo.

Geno no tenía fuerzas para reusarse, estaba agotado, se sentía mareado, se dejó llevar por el mayor que lo sujeto por los hombros y lo guio por el corredor hasta otra habitación y lo metió a la cama, quedando este dormido a los pocos minutos. Reaper se dirigió a su estudio inmediatamente después de dejar a Geno en una habitación de invitados, ni bien estuvo dentro de ese lugar comenzó a sentirse muy mareado, terminó vomitando en una maseta, sentía que todo su cuerpo se había descompuesto, un malestar general lo obligó a ir al baño y evacuar. Quien sabe cuánto tiempo paso aquel hombre sentado en el inodoro con los pantalones abajo, se había quedado dormido justo en esa posición, al mirar su reloj Reaper vio que ya eran más de las ocho de la mañana, no podía creer que se hubiera quedado dormido en ese lugar y en esa posición tan vergonzosa.

Ahora un poco más despierto, el dueño de aquella casa va hacia su habitación para tomar un baño y cambiarse, debía ver como estaba Geno, aun no tenía idea de lo que haría, podía seguir con lo que había planeado y enviar a Geno de vuelta a su pueblo o podía pretender que nada había pasado y seguir como lo habían estado haciendo en esa seuda-relación ficticia que habían pretendido tener. Pero antes de ver a Geno, Reaper tenía que hacer algo importante, mando a llamar a Doguard a su despacho y ahí lo espero. 

-- Me mando a llamar ¿Señor? – Pronuncio Doguard mientras ingresaba al despacho de Reaper.

-- Si… Necesito que asignes a alguien que tome tu lugar mientras estas fuera.

-- ¿Cómo dice?

-- Tomate un mes o dos de vacaciones, no me importa. Te quiero fuera de esta casa por un tiempo. Llámame cuando tengas el nombre de tu relevo y procede a retirarte.

-- Entiendo señor, con permiso.

Doguard se retiró ese mismo día, el resto de la semana no fue nada fácil para Reaper, Geno no salía de la habitación, ni siquiera de movía de la cama. Reaper había mandado a traer todas del departamento de Geno, en especial las fotografías, era más que obvio que eso era a lo único a lo que Geno le daba un valor sentimental.

-- ¡Muy bien! ¿Se puede saber por qué diablo ha estado faltando a las reuniones? Incluso los gemelos fueron ¡Y eso que ellos nunca vienen para acá! Aunque no me quejo, tienen un asistente con un lindo culo ¡Como sea! Si vas a seguir faltando a las reuniones que tú mismo programas, te recomiendo tener una muy buena excusa ¿Y quién es ese tal Donces? – Pronunció Killer mientras ingresaba al despacho de Reaper.

-- Donces estará a cargo del equipo de seguridad mientras Doguard no está.

-- ¿Qué? ¿Qué paso con Doguard?

-- Está de vacaciones.

-- ¿Es esta época del año donde estás más atareado de trabajo? ¿Yo también puedo fliparme algunos días de vacaciones?

-- Necesito que retomes la investigación sobre la familia del hermano de Geno, necesito encontrar a esos niños.

-- Creí que ya había olvidado ese asunto. Además encontré al cuñado ¿No bastará con él?

-- No, ya le había dicho que encontré a ese tal Ink, pero no quiso verlo, tengo que encontrar a los niños de otro modo…

-- Bueno, supongo que puedo retomar la búsqueda, pero el hecho de que estén usando el apellido de la tortuga no ayuda mucho ¿Tiene idea de cuantas tortugas existen? Son más numerosos que los humanos.

-- Pues entonces empieza a buscar de una vez.

--… Voy a tener que viajar al interior, no sé cuánto tiempo pueda tardar, podría demorar meses buscando.

-- Solo hazlo y mantenme informado en cuanto tengas algo.

-- ¡No se diga más! Voy a aprovechar el bug e irme rápido antes de que cambie de opinión. Quien necesita vacaciones con un trabajo así.

Geno estaba recostado en la cama, miraba las fotografías de sus hermanos, había pasado años desde la última vez que los vio a sus hermanos, se preguntaba como estaban, ahora que estaba próximo a su muerte veía el querer verlos como un acto tan hipócrita, de pronto se dio cuenta que aún continuaba en casa de Reaper, se suponía que ya lo había botado, entonces ¿Por qué seguía ahí? ¿Cuánto tiempo había pasado desde lo de Doguard? No podía seguir actuando como un niño, en verdad se sentía muy mal por lo que había pasado, Doguard solo era un amigo, no quería hacer aquello con él, supuso que así debió sentirse Paint cuando salía con él, que tonto fue.   

-- ¿Ya te sientes mejor?

-- ¿Y tú quién eres? –Pregunto Geno al ver al extraño que se acercaba a él.

-- Es verdad, no me he presentado. Me llamo Killer y trabajo para Reaper – Menciono Killer mientras tomaba asiento en la cama – Estas convirtiéndote en un verdadero dolor en el culo para muchos, para mí no, eso debo de aclararlo, a mí me da igual mientras me paguen, pero te sugiero que tengas cuidado y te cuides las espaldas, cosas malas pueden suceder si te confías.

-- ¿Qué?

-- Supongo que no tienes idea de lo que hablo.

-- La verdad, no. Pero igual no importa, yo ya estoy de salida.

-- No lo creo ¿Reaper te envío para qué? Ya me boto.

-- ¿Entonces por qué no te has ido aun? Sabes que esta es la primera vez que trae a alguien a su casa.

-- Sabes algo. No me importa. Esta mierda ya se acabó y me largo.

-- No lo creo, ahora él está en su estudio con la vista perdida, parece un niño pequeño que hizo algo malo y que se está escondiendo porque sabe que lo regañaran. En fin, solo vine hasta aquí para decirte tengas cuidado ¡Ah sí! Y que voy a retomar la búsqueda de tus hermanos.

-- Espera ¿Qué?

-- ¡Sip! Ahora me marcho a un exótico viaje antes que Reaper cambie de opinión y me obligue a trabajar ¡Bueno! Me voy yendo, fue un gusto hablar contigo, Geno. Espero que nos veamos en otra ocasión.

Geno se levanta de la cama en cuanto se queda solo en el cuarto, se preguntaba por qué Reaper retomaría la búsqueda de sus hermanos después de decirle que se fuera, no tenía sentido ¿Acaso Reaper quería que se quedara? Quizás disfruto el espectáculo más de lo que imagino y quería que se repitiera, si fue así no fue una buena idea acostarse con Doguard, estaba seguro que no lo volvería a ver después de aquello, sería muy incómodo para él verlo después de lo que paso, definitivamente no podrían volver al trato de antes, pero ¿Qué pasaba con Reaper? ¿Por qué ese cambio de parecer? Geno no estaba seguro de lo que pasaba, prefirió ser prudente, busco en los cajones de la cómoda si había algo de ropa, resultaba que toda su ropa estaba ahí, se vistió y salió al pasillo, no tenía ningún apuro en encontrarse con alguien, la casa se veía vacía, camino un poco hasta que se perdió.

-- ¿Por qué carajo alguien vive en una casa tan grande? ¿Cómo hago si quiero ir al baño? – Dijo Geno mientras bajaba por las escaleras.

Geno caminaba de un lado a otro sin sentido, en realidad no era tan grande, solo que estaba demasiado mareado sin saberlo y no lograba orientarse bien, haciendo que regresara por el mismo lugar en varias ocasiones, ya cansado Geno toma asiento en el pasillo y se queda dormido, al despertar estaba nuevamente en la habitación, pero no estuvo solo mucho tiempo.      

-- Disculpe ¿Puedo pasar? – Pronuncio alguien del otro lado de la puerta.

-- ¿Quién está ahí?

-- Voy a pasar con permiso.

Quien ingresaba era una humana, una empleada de la casa, seguramente ella lo encontró y lo llevo a su cuarto, aunque le parecía extraño, no había visto a nadie mientras estuvo recorriendo la casa.

-- Mucho gusto, me llamo copo de nieve – Dijo la muchacha.

-- ¿Copo de nieve?... ¿Es en serio?

-- Fui adoptada por una pareja de perros labradores, mi cabello era muy esponjado y yo era muy pálida cuando era niña y les pareció lindo llamarme así.

-- Oh… La verdad si es bastante lindo… ¿Dónde está Reaper? Tengo que hablar con ese imbécil.

-- El señor Reaper no se encuentra en casa, indico que regresaría mañana y que mientras lo atendamos en todo lo que necesite.

-- Ah… Claro…

Mientras que Geno se preguntaba que estaba pasando y si podría salir o no de esa casa, Reaper visitaba a un viejo conocido, un antiguo amante con el que mantenía contacto a pesar del tiempo transcurrido, quizás por ser esta persona la que lo introdujo en aquellos juegos y fiestas desinhibidas y lujuriosas, pero ahora no estaba de humor para ello, quizás fue con el inconscientemente en busca de alguien con quien hablar, aunque la propuesta para terminar en la cama no fue rechazada, el mayor dio un desempeño lamentable en el rin de cuatro perillas.

-- ¿Qué paso cariño? ¿No me digas que ahora necesitas tomar las pastillitas azules?

-- No estoy para tus bromas Lust.

-- No está para absolutamente nada, corazón. Ya dime ¿Qué tienes?

-- No lo sé… Ese es el problema.

-- ¿Problemas con el trabajo? ¿Quizás eso te tiene tan tenso?

-- ¡Nah! Sabes muy bien que es imposible tener algún problema en ese aspecto… a menos que se trate de mi hermano.

-- ¡Oh lo sé muy bien corazón! Mi hermano también suele ser un dolor en culo cuando se trata de negocios, supongo que es un don que tienen los hermanos menores. Entonces ¿Qué te tiene tan desconcentrado? No me digas que se trata de ese lindo chico que has estado llevando últimamente a las fiestas. No creas que no me he enterado, sabes muy bien que aquí el chisme corre rápido.

--…

-- ¡Oooooh! Así que no me equivoque. Ya muchachón, suéltalo todo.

-- ¿Podemos hablar en otro lugar? Por favor. Ya me canse de verte el culo huesudo.

-- Hmmmm… ¡Madre mía! Realmente estas de muy mal humor.

Después de un incómodo momento, ambos se encontraba vestidos y sentados en el comedor de la casa de Lust, el anfitrión preparaba una taza de café para cada uno.

-- Aquí tienes corazón. Ahora si dime ¿Qué te pasa?

-- Gracias… Dijiste que prepararías café ¿Qué se supone que es esto?

-- Es café de cebada, es que ahora soy vegano.

-- ¡¿Y eso que tiene que ver?! El café viene de una planta.

-- Corazón, si sale del culo de un animal ya no es vegano.

-- Está bien… No discutiré eso.

-- Bien, ahora sin excusas ¿Dime que pasa? Porque para que me hayas venido a buscar después de tanto tiempo es porque algo ha pasado.

-- Se trata de Geno…

-- Oh. Con que así se llama. Ya no te interrumpo, continua.

-- Es complicado… Es un muchacho complicado.

-- Ya sabes lo que dicen “El que con niño duerme, amanece mojado”. Por lo que vi, ese chico es bastante joven ¿Qué edad tiene?

-- 21.

-- ¡Un bebé!

-- Supongo que puedes tener razón… Es la primera vez que saldo con alguien tan joven…

-- Alguien así de joven es muy dócil y fácilmente manipulable-

-- ¡¿Qué?! ¡JAH! ¡Cuéntame otro chiste!

-- Vaya…

-- ¡Geno es todo menos dócil y manipulable! ¡Me saca de mis casillas! Cuando creo que al fin está marchando todo bien ¡BAM! Te tira en la cara su indiferencia ¡Es como si disfrutara verme furioso! ¡Lo trato bien! ¡Le compro de todo! ¡Le doy todo lo que me pide y pareciera que nada es suficiente! ¡¡Prefiere a mi guardaespaldas que a mí!!

-- ¿Eso es realmente lo que te molesta? Cuando salíamos, sabias muy bien de mis “canas al aire” y nunca te importo, estuve con varios de tus empleados y sabes bien que no soy el único, estoy seguro que tus demás amantes no te habrán guardado “fidelidad” teniendo tanta carne a la mano ¿Por qué ahora si te importa?

--…

-- ¿Sera que ahora realmente te gusta ese chico?

-- Eso no es posible…

-- ¿Estas segura? Yo seré bien puta, pero sé muy bien de lo que hablo cuando se trata del amor… Y también se lo que es sentir cuando el que te hace latir el alma no te corresponde.

-- ¿Sigues enamorado de ese cantinero que conociste en el crucero?

-- Calla boca. No estamos hablando de mi si no de ti.

-- Geno… Él es complicado…

-- ¿Y qué chico de su edad no lo es?

-- ¡Es que no lo entiendo! Lo he visto follar con otros sin ningún problema, no me importo y sigue sin importarme, pero…

-- ¿Quiere saber por qué ahora si te importa?

-- ¿Acaso lo sabes?

-- Claro que sí. Es porque estás enamorado de él.

-- Eso no tiene sentido.

-- Si lo tiene. Ese chico pudo haberse acostado con medio mundo y a ti te seguiría dando igual, porque sabes que ninguna de esas personas significo ni significara algo para él, apuesto que no recuerda la cara de ni uno solo con él que se acostó, pero si sale con alguien que le gusta es diferente, porque hay sentimientos de por medio, sentimientos que definitivamente no siente por ti y lo sabes, por eso te molesta tanto, es porque estas celoso.

--…

-- Tienes celos. Sería bueno que lo reconozcas antes de hacer una idiotez.

-- ¿Una idiotez? ¿Cómo hacer que se acueste con su enamorado delante de mí? ¿A una idiotez como esa te refieres?

-- Eres verdaderamente idiota ¿Lo sabias?

-- Sí, es verdad.

-- Entonces ¿Ya los echaste?

-- Geno sigue en mi casa… No estaba muy bien y al otro lo mande de vacaciones.

-- ¿Ah sí que al final si los separaste? ¿Y qué piensas hacer con el muchacho ahora?

-- Él estaba buscando a sus hermanos o algo así… He enviado a buscarlos.

-- ¿Quieres ganarte su afecto con favores? Eso puede funcionar, si lo que quieres es que este contigo por obligación.

-- ¿Y qué me sugieres?

-- Para empezar, debes dejar de tratarlo como una mascota, ese chico no es uno de tus perros, tampoco le digas nada de que estas buscando a sus hermanos, harás que se sienta obligado.

-- Hace tiempo que he dejado de tratarlo como al resto ¡Hace meses que no lo toco!

-- Lo que debes entender es que no se trata del sexo, se trata de sentimientos. Es muy joven, yo diría que demasiado, es natural que sintiera apego a alguien con una edad no tan radicalmente distinta a la de él. Trata de ponerte en su lugar. Quizás si dejas de mostrarte como el “todo poderoso Reaper” y le muestras tu lado un poco más sensible, quizás logres algo con ese chico.

-- No lo sé… Ni siquiera sé si es verdad eso que dices. Ponte a pensar ¿Yo? ¿Enamorado? Ese chico es insignificante, tengo el mundo a mis pies, no tengo tiempo para estar de enamoradito con un mocoso don nadie.

-- Entonces deja que se vaya con ese lindo perrito y asunto arreglado, que tengo sus cachorritos y viva muy, pero muy lejos de ti.

-- Primero lo mato.

-- Ya lo ves. Ni siquiera puedes procesar bien esa posibilidad. No soportas la idea que se vaya ¿Verdad?

-- Voy a pensar lo que dices, pero eso no significa que crea que tienes razón.

-- Esta bien ¿Quieres más café?

-- Esto es agua de cebada.

-- Aquí dice café.

Reaper paso la noche en casa de Lust, necesitaba enfriar su cabeza. A la mañana siguiente regreso a su casa, actuó como si nada hubiera pasado, lo que aquella noche jamás fue mencionado por él, incluso Geno noto que Reaper desviaba el tema cada vez que intentaba hablar sobre irse, supuso que lo de la búsqueda de sus hermanos fue mentira, por ello no dijo nada al respecto. La única novedad en la situación de Geno era que ahora vivía con Reaper en su casa, no podía decir que era un prisionero, tenía la libertad para salir cuando quisiera, pero ¿Adónde podría ir si Reaper vivía en una zona muy alejada? No veía que pasaran carros de transporte público, las calles ni siquiera tenían veredas, todo era pista, como si la gente se moviera siempre en sus propios autos y nadie caminara.

Paso un mes antes de que Doguard regresara a trabajar, se quedó bastante impresionado al ver a Geno en la casa, la situación era muy incómoda, a veces se cruzaban casualmente por la casa, de inmediato ambos desviaban la mirada y caminaban en direcciones contrarias.

Donces fue asignado a Geno, él se encargaría de mostrarle los alrededores y llevarlo a donde quisiera, Doguard continuo su trabajo sin ningún contratiempo al lado de Reaper como jefe de su equipo de seguridad, todo había vuelto a ser como era antes, Reaper llevaba a Geno a todos sus eventos sociales y lo presentaba como su “pareja” y ya no como un “acompañante”. En poco tiempo Geno se convirtió en una figura pública gracias a Reaper, pero su pasado se mantuvo en absoluto secreto, Reaper cuidaba muy bien que ninguna información sobre Geno saliera a la luz y eso también incluía a Ink, eso lo soluciono muy fácil contratando los servicios de la empresa constructora en la que Ink trabajaba y haciendo que estos realizaran trabajo en provincia, un proyecto grande no podía ser ignorado.

Doguard se encontraba en su casa, era su día de descanso y quería aprovechar la tarde leyendo un poco, eso lo relajaba, fue entonces que el llamar de la puerta lo desconcentro de su lectura, fue a ver quién era, al ver por la rendija de la puerta vio que era Donces, se extrañó verlo, quizás tenía algo importante que decirle, tendría que ser muy importante y personal para orlo a ver a su casa y no por teléfono.

-- Hola ¿Qué ocurre?

-- Buenas tardes… - Pronuncio Geno asomándose detrás de Donces. 

--… ¿Puedo saber qué significa esto?

-- No me veas así. Él me pidió que te traiga, yo solo obedezco órdenes.

-- Sera mejor que lo lleves de regreso… ¡Oye! ¡¿A dónde crees que vas?! – Menciono muy molesto Doguard al ver que Geno ingresaba a su casa.

-- No conocía tu casa. Es más ordenado de lo que creí… Supongo que eso es algo de esperarse de alguien que lee poesía.

-- Ambos tienen que marcharse.

-- Dijiste que leerías algo para mi… ¿Lo olvidaste?

--…

-- No pasara nada si Donces se queda ¿Verdad?

--…

-- Doguard…

-- Esta bien.

Geno y Donces tomaron siento en el sofá, Doguard paso horas leyendo uno de sus libros favoritos, el menor escuchaba atentamente, extrañaba mucho sus tardes de lectura con su amigo.

Arte xharient

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