34

Desde el día que se fue de ese pueblo, Reaper había estado muy intranquilo, por más que intentaba no lograba concentrarse en su trabajo, se pasaba horas encerrado en su estudio sin hacer absolutamente nada. Sentado en aquella silla de cuero, aun podía sentir su aroma, aun podía sentir sobre el esa mirada, como si fuera el ser más insignificante del mundo. Definitivamente no podía seguir así.

Reaper intento distraer su mente del recuerdo de aquel muchacho pueblerino, las caricias ajenas eran placenteras, pero no podía sentir la misma oleada de sensaciones que experimento aquella vez, eso lo irritaba, lo enfurecía y se reflejaba en su trabajo.

Cierto día que Reaper se encontraba en una importante junta de negocios con sus socios. Los hermanos Nightmare y Dream veían a Reaper andar de un lado a otro de la sala de junta, estaba perdido en su mundo y ni prestaba atención a lo que decían los demás miembros en la reunión.

-- ¡Al diablo con todo esto! – Grito Reaper mientras salía de la reunión como alma que lo lleva el diablo.

Reaper caminaba bastante rápido hacia el elevador, al ver que este demoraba decidió usar las escaleras para subir al décimo piso. Llego agotado a  su oficina, pero igual no le importó, no podía quedarse quieto, aun tenia fijamente grabado en su mente aquella mirada, nunca nadie lo había mirado así, nunca antes experimento esa sensación de sentirse tan “indefenso”.

-- En serio te tomaste tu tiempo – Pronuncio Nightmare que esperaba en la puerta de la oficina de Reaper.

-- Qué lindo. No sabía que te preocuparas tanto por mí – Pronuncio el mayor mientras abría la puerta de su oficina.

-- Claro. Muero de preocupación. No todos los días se te puede ver correr de una reunión  mandando todo al diablo y subir  seis pisos por las escaleras… ¿Y esa silla tan fea? No sabía que tenías tan mal gusto.

-- ¡Ha! Ya quisieras tú una así… Es un recuerdo de mi último viaje – Pronuncio Reaper mientras tomaba asiento en su escritorio.

-- Pues debe ser la silla más cómoda del mundo para que la tengas aquí, no combina con absolutamente nada y ese color verde rata sesentona con los muebles de caoba.

-- ¿Tú crees? A mí me parece que combina perfectamente con cada mueble de aquí, y los muebles de mi casa… Y también con mi otro estudio... ¡Combina perfectamente con absolutamente todo!  Además es multiusos…

-- ¿Multiusos? – Cuestiono NM mientras tomaba asiento.

-- Claro que sí. Es un perfecto “sillón del amor” ¿Quieres probarlo conmigo?

-- ¡Dios no que asco!

-- ¡Jajajajajajajaja! 

-- Bueno… Supongo que eso significa que ya lo probaste ¿Alguna belleza exótica quizás? Pero conociéndote, seguro fue algo de una sola noche.

-- No te pongas celoso. Eso no se comparó para nada con lo que tú y yo tenemos, cariñito.

-- Definitivamente te afecto el cerebro… Espera ¿No me digas que has estado como en la luna todo este tiempo por esa estupidez? ¡¿Te dopo o que cosa?!

--  Nah… Simplemente no quede satisfecho.

-- Como sea. Ese no es mi problema. Tengo asuntos más importantes que tratar contigo.

-- Ya te dije que no me voy a casar contigo.

-- Ja. Ja. Ja. Me das tanta risa. No hombre. Hablo enserio.

-- Muy bien ¿De qué se trata?

-- Pronto será el cumpleaños de Incubux. Me imagino que ya tendrás preparado su regalo ¿Verdad? Porque no quiero que le regales otra de tus inútiles islas privadas.

-- ¡Oye!

-- Hablo enserio. Eres su padrino, debes darle cosas más útiles que un niño de su edad pueda apreciar… Pero no todo en esta vida es material, debes demostrarle tu afecto con “acciones”, es solo una idea.

-- Se perfectamente a qué clase de “acciones” te refieres… Supongo que estas en lo cierto.

-- Bueno me retiro. Dream me espera para almorzar juntos. Te veré en la fiesta de mi hijo en unos cuantos meses y no olvides; es tu ahijado.

Reaper reía falsamente mientras NM dejaba su oficina, ni bien se quedó solo llamo por el intercomunicador a su asistente, le ordeno cancelar todas sus citas, todas las reuniones y esa misma noche retorno al pueblo en el cual había conocido a ese joven esqueleto del cual no podía dejar de pensar.

A la mañana siguiente de haber llegado al pueblo, Reaper se dirigió a la fábrica de cuero, fue recibido con bombos y platillos, no tardo nada en preguntar por Geno. El dueño y el supervisor se miraban las caras con algo de preocupación, sabían muy bien lo que había pasado entre ellos, pero no se atrevían a decir palabra alguna, finalmente la insistencia de Reaper rindió sus frutos y fue informado de la renuncia voluntaria de Geno ese mismo día después de su encuentro amoroso, también consiguió su información personal, aunque eso ultimo de nada le sirvió.

Reaper fue a la dirección que Geno dejo registrado en su trabajo como su vivienda, un cuartucho alquilado en la que ya no vivía desde hace semanas, no le quedó otra opción que buscarlo en la universidad, al parecer también había abandonado los estudios, pero con sus dotes de orador no tardo nada en conseguir la dirección de su casa en su pueblo natal. No podía evitar sentirse algo emocionado, era la primera vez que hacia algo así y se sentía muy satisfecho consigo mismo al obtener información tan fácilmente, era divertido, nunca antes se había divertido tanto.

Cuando Reaper por fin llego al pueblo natal de Geno, lo primero que hizo fue buscar la casa y mientras estaba en eso, vio a su objetivo paseando por el pueblo, pero no estaba solo, había otro a su lado. Reaper no supo describir lo que sintió cuando vio esa mirada de ilusión en los ojos de Geno, le fastidiaba enormemente que esa mirada no fuera para el ¿Por qué tenía que mirar a otro de esa forma y a él como si fuera una cucaracha aplastada? Reaper se propuso cambiar eso, mando a sus hombres a conseguir rosas, las más bellas y de mejor calidad en todo ese pueblo, chocolates, peluches y globos de muchos tamaños y formas.

Ahora Reaper reía victorioso al tener el cuerpo de ese muchacho acostado al lado suyo. Pudo demostrar todo su vigor durante la noche en su sesión de amor, y ahora de mañana el más joven dormía exhausto. Reaper tomo un bombón de chocolate y lo coloco en la boca de Geno, el más joven comenzó a comer aun medio dormido.

-- Mmmmm… ¿Qué hora es?... – Pregunto Geno mientras se envolvía en sus sabanas.

-- Tranquilo, es casi mediodía ¿Qué te parece si salimos a comer?

-- ¡¿Mediodía?! – Exclamo Geno recordando que Paint iría por el a la una de la tarde - ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!

Reaper vio como el muchacho salía disparado de la cama y salía del cuarto, pudo escuchar el sonido del agua correr y las maldiciones que aquel joven soltaba sin control mientras el agua recorría su cuerpo, también escucho como tropezó a pocos pasos antes de ingresar y las continuas maldiciones que repetía sin control mientras abría la puerta y volvía a ingresar al cuarto con el cuerpo mojado.

-- ¡Maldita sea! ¡Voy a salir y cuando regrese quiero que te vayas y que te lleves todas tus mierdas! – Pronuncio Geno mientras secaba su cuerpo con una toalla y buscaba ropa limpia.

-- ¡¿Mierdas?! ¡¿Has dicho mierdas?! ¡¿Tienes idea de cuánto gaste en esas mierdas?! ¡Todo eso junto fue mucho más costoso que esta casa!

-- ¡¿Y sabes que va a pasar después con esas mierdas súper costosas?! ¡Lo mismo que va a pasar con ese chocolate que me comí cuando vaya al baño! ¡Se volverán mierda!

-- ¡¿Cómo te atreves a hablarme así?!

-- ¡Yo hablo como me dé la puta gana que para eso es mi casa! ¡Quiero que te vayas y no vuelvas a buscarme!

-- ¡Ha! ¿Hablas en serio? Suenas como si no te hubiera gustado, pero te recuerdo que fuiste tú el que insistió en que entrara a tu cama.

-- ¡Ha! La única razón por la que te deje entrar a mi cama ¡Es porque esas malditas rosas me estaban pinchando el culo! Tal vez a ti te gusta follar con espinas de flores clavándote el poto ¡Pero a mí no! ¡Qué cosa más molesta! ¡Lárgate de una vez!

-- Bien que te hice gemir como perra anoche.

-- Pues para que lo sepas, esta perra tiene mejores cosas que hacer que perder su tiempo con más de tus mierdas.

-- ¡¿Cómo te atreves?! ¡Tienes idea de todo lo que cuesta lo que te traje! ¡Eso me gano por darle buenas cosas a un pueblerino que no sabe nada! – Pronuncio Reaper con gran enojo mientras salía de la cama y buscaba su ropa.

-- ¡¿Y tú sabes lo que pasara con esas grandiosas flores?! Pues te lo voy a decir cerebro de chorlito. Se van a P. U. D. R. I. R. ¡Eso va a pasar! ¿Y sabes dónde terminaran esos globos? ¡En la basura! ¡Igual que las putas flores y los estúpidos peluches que solo ocupan espacio! Puede que todo eso costara más de esta casa, pero sabes una cosa ¡No se puede vivir en un puto peluche! ¡No se puede vivir en un montón de pétalos de flores a menos que seas una lombriz! ¡Y los globos no sirven para nada! ¡Todas esas cosas son inútiles! ¡Son basura! Y quiero que quites toda tu basura de mi casa.

Reaper se quedó estático, no sabía que responder a eso, simplemente vio como Geno se vestía a gran velocidad y salía del cuarto, para los pocos minutos volver a entras a la habitación.

-- Voy a salir y cuando regrese quiero que tú y tus mierdas desaparezcan de mi casa y no se te ocurra volver a entrar. Tengo mejores cosas que hacer que perder mi tiempo contigo.

Reaper se encontraba contrariado y confundido a más no poder. El muchacho que hasta hace unas cuantas horas temblaba y sollozaba en sus brazos, lo había insultado y tratado como si fuera basura. No está de más decir lo enojado que estaba el mayor, ahora era él el que maldecía a más no poder, llamo a sus hombres para que se llevaran todo, ni siquiera se bañó, simplemente se vistió, aunque algo llamo su atención. Al lado de la cama, en la mesita de noche, habían dos fotografías, podía reconocer a Geno, los demás deberían ser sus hermanos o algún familiar, quizás el tipo con el que lo vio ayer era su hermano o algo así, en realidad no le dio mucha importancia al otro sujeto, solo a Geno y por ello decidió llevarse un recuerdo de esa casa.

Geno caminaba hacia la plaza, sabía que Paint pasaría por ahí para ir hacia su casa para recogerlo y estaba en lo cierto, vio a Paint caminar hacia él, parecía algo sorprendido y así era, el mayor acelero el paso para alcanzar a Geno.

-- Buenas tardes Geno… ¿Habíamos quedado de vernos aquí?... ¡Lo siento mucho! ¡Lo olvide por completo! ¡Creí que habíamos quedado en que iría a recogerte a tu casa! 

-- No. Estás bien. Estas en lo correcto, es solo que… ¡Tenía ganas de salir de mi casa! ¡Eso es todo!

-- ¡Oh! ¡Eso es genial! Me alegra verte de tan buen humor.

-- Si… Bueno ¿Nos vamos?

-- Si ¿Quieres ir al mercado y después a tu casa?

-- ¡No! Eh… ¿Por qué mejor no vamos a tu casa y ahí vemos que hacer con lo que hay?

-- Por mi esta bien. Vámonos.

-- Si…

Ambos se dirigieron a casa de Paint, el mayor preparo algo y en poco tiempo ambos estaban sentados en la mesa comiendo. Geno tenía un poco de sueño, en realidad no había dormido nada y el ejercicio extra no le cayó muy bien, estaba agotado.

-- Pareces cansado, quizás se a una buena idea para ti descansar.

-- ¿Qué? No. estoy bien, solo…

-- ¿Uh?

-- Solo estaba pensando en cómo estarán mis hermanos… ¿Crees que ellos volverán pronto?

-- No lo sé, pero de verdad me gustaría que volvieran.

-- ¿Podrías decirme que paso? ¿Por qué mi hermano se fue?

Paint desvió la mirada, parecía avergonzado, comenzó a recoger la mesa al ver los platos vacíos y fue a la cocina a lavarlos.

-- Parecer que dije algo que te incomodo… Creo que es mejor que me vaya a casa – Pronuncio Geno desde la puerta de la cocina.

-- ¡¿Eh?! ¡No!... Lo siento, es solo que… Realmente me siento muy apenado de cómo me comporte en esa época… Que Error se fuera, fue en gran parte por mi culpa.

-- No entiendo.

-- ¿Te parece si salimos afuera? La tarde está muy bonita como para quedarnos aquí encerrados.

-- Bien.

Paint termino de lavar los trastes y salió con Geno, caminaron por el borde del rio, era un día agradable y el sol era acogedor, ambos tomaron asiento en unas rocas y remojaron sus pies en las frías aguas para refrescarse.

-- Bueno…

-- ¿Uh?...

-- Sobre tu hermano… Te debo una gran disculpa.

-- ¿Qué paso?

-- Como te dije… Ink se fue a la ciudad y dejo a Error y a los niños a mi cuidado, pero… No le hice las cosas nada fáciles a Error. Para empezar Error estaba muy enojado con que Ink se fuera, ellos discutían mucho sobre el hecho de que Ink se vaya, Error no quería, pero el dinero faltaba y… Y fui un gran tonto.

-- No comprendo.

-- Yo guardo el dinero que nuestros padres nos dejaron de herencia a mi hermano y a mí, y en vez de usar ese dinero para los niños… Le dije a mi hermano que no nos quedaba más dinero, creí que eso lo haría recapacitar y buscaría un trabajo, nunca imagine que viera como única opción irse del pueblo… Al final lo ayude a irse a espaldas de Error… Error estaba tan enojado que tomo a los niños y regreso a casa de Gerson, creí que… Creí que podría hacerlo regresar a mi casa si conservaba los documentos de su matrimonio y los documentos de los niños… Ink se fue sin firmarlos, así que la única forma de asentarlos era presentando el acta de matrimonio y los certificados médicos de los pequeños, además tenía que estar presente para firmar por mi hermano, pero me negué, le puse como condición para entregarle los documentos que volviera a vivir en mi casa con los niños... Por supuesto que se negó. Le dije que Ink regresaría en un año, que trabajaría para enviar dinero para sus hijos y que volvería, pero Ink no volvió, se le presentaron oportunidades y la opción de estudiar en una universidad en la capital… Le dije que era mejor quedarse allá que regresar aquí… En realidad lo convencí para que no regresara.

-- No debiste hacer eso.

-- Lo sé. Ahora lo sé. Error se enojó aún más y dejo de hablarme. Dejo de pedirme la documentación, no tenía ni idea que ya había asentado a los niños y que les había puesto el apellido del señor Gerson… Le dije que mi hermano volvería en medio año, que solo debía esperar un poco más… Supongo que Error decidió no esperar más. Trate de ser un buen cuñado cuando ya era tarde… Cuando paso medio año e Ink no regreso… Fui a hablar con Error y le dije que viajaría a la capital a ver a mi hermano, Error me entrego una carta para Ink y yo se la lleve.

-- ¿Una carta?

-- Si... Una carta… Se la entregue a mi hermano, pensé que era un bonito gesto por parte de Error, pero la carta estaba en blanco y en el sobre estaba el anillo de matrimonio que Ink le entrego. Me asusté mucho y regrese al pueblo lo antes posible, pero cuando llegue, Error y los niños ya no estaban, no había nadie en la casa, se habían ido y se llevaron todo. Cuando entre a la casa a buscarlos, encontré los documentos, o mejor dicho, lo que quedaba de ellos…

-- Supongo que esa fue su forma de decir adiós.

-- Si… Eso creo.

-- ¿Y eso fue antes o después de que dejaras de trabajar en el colegio?

-- Antes. Estaba tan desesperado por encontrarlos que acuse a Iris de esconderlos, tuve una muy fuerte pelea con ella y…

-- Y te despidió.

-- Si… Ya me lo había advertido, pero… En ese momento no sabía que hacer… Estaba desesperado.

-- ¿He Ink? ¿Qué dijo Ink cuando se enteró?

--… Solo me pidió que espere por si vuelven… Él sigue en la ciudad.

-- Por qué no me sorprende.

-- Lo lamento.

-- Está bien… No tienes que disculparte, estoy seguro que no la tuviste fácil. Estás arrepentido y eso es bueno.

-- Es verdad, además… Me alegra que volvieras – Pronuncio Paint sujetando la mano de Geno.

Geno no pudo evitar ruborizarse, miraba la cálida sonrisa de Paint y se sentía intranquilo, realmente era muy agradable aquella sensación. No opuso ninguna resistencia cuando Paint le indico que lo mejor era volver a su casa. El menor se dejó guiar hasta la habitación sin ninguna objeción, se decía a sí mismo “¿Y por qué no?” Sería un agradable recuerdo. Estaba preparado para lo que viniera y más que dispuesto cuando Paint lo hizo entrar al cuarto y lo sentó en la cama.

-- Es mejor que descanses.

-- ¿Eh?

-- Quizás no puedes dormir bien por extrañar a tus hermanos, la verdad yo tampoco puedo dormir bien en esta casa vacía.

-- ¿Ah?

-- ¿Por qué no te quedas a dormir esta noche? Puedes usar esta habitación. Yo estoy usando la habitación que era de Ink.

-- ¿Qué?

-- No te preocupes, descansa. Mientras yo preparare algo para cenar. Te ves muy cansado.

-- Ah…

Paint salió de la habitación, dejando a Geno algo confundido y atontado, este rio para sí mismo por lo estúpido que fue al creer que Paint querría algo como eso con él, este había sido más que claro en el pasado de cómo lo veía, supuso que Paint solo tomo su mano para hacerlo sentir mejor y no había ningún otro trasfondo. Se acostó en la cama y respiro profundamente, solo se quedó ahí unos minutos hasta aclarar su ideas y volver a la realidad, se sintió más que idiota al creer que Paint lo veía de forma romántica, eso era estúpido. Dio un fuerte suspiro y salió del cuarto.

-- ¡Oh! ¿No vas a descansar? – Pronuncio Paint al ver que Geno bajaba las escaleras.

-- No. Acabo de recordar que tengo algo que hacer en casa. Ya me voy.

-- Pero al menos quédate para cenar.

-- No hace falta. Comeré algo en casa, no tienes que preocuparte.

-- Espera… Al menos déjame acompañarte hasta tu casa.

-- No hace falta. Aun no oscurece. Estaré bien.

-- Por favor. Al menos déjame ir contigo.

--… Esta bien ¿Nos vamos?

-- Sí.

Ambos se pusieron nuevamente en marcha, esta vez en dirección a casa de Geno. Paint sujetaba suavemente la mano del otro, Geno reía sutilmente ante este detalle, suponía que la forma en la que lo veía Paint era como veía a Ink, intentaba desengañarse a sí mismo de que Paint sintiera algo romántico hacia él. Después de varios minutos, ambos estaban en frente de la casa del menor.

-- Bueno ya llegamos. Nos vemos otro día – Pronuncio Geno soltando la mano de Paint.

-- Claro. Te parece bien si mañana cenamos.

-- No lo creo. Estaré ocupado.

-- Entonces ¿Pasado mañana?

-- No… La verdad estaré ocupado en estos días… No tienes que preocuparte – Pronuncio Geno dando la espalda a Paint.

-- ¿Geno?

-- ¿Sí?

--… ¿Hice algo que te molestara?

-- ¿Qué? ¡Claro que no tonto! – Pronunció Geno alegremente mientras caminaba hacia Paint y le daba palmaditas en el hombro – Es solo que tengo algunas cosas que hacer, no te lo tomes tan personal.

-- ¡Ah! Tienes razón… Lo siento mucho… No quiero parecer un pesado tampoco.

-- Así es hombre. También quiero algo de tiempo para mí. Te agradezco tu apoyo en estos días ¡Realmente hiciste que me sintiera mucho mejor! Pero… Creo que tengo que tener algo de tiempo para mí.

-- ¡Sí! Wow… Lo lamento, no quería presionarte ni nada por el estilo. Tienes razón, no puedo pretender ocupar todo tu tiempo… Pero si necesitas algo…

-- No te preocupes, eres el primero al que llamare.

-- Bien, entonces hasta luego.

-- Nos vemos.

Ni bien Geno ingreso a su casa, Paint retomo el camino a la suya, caminaba cabizbajo y con triste andar, no era tonto, sabía muy bien que de alguna forma había incomodado a Geno y este ahora prefería alejarse, todos se alejaban. Mientras se dirigía a su casa, no tenía ni idea que todo ese tiempo estuvo siendo observado por cierto individuo que ardía en celos.

Geno ingreso a su casa y se sintió más que aliviado de ver su casa limpia y sin ningún resto de los inútiles regalos que inundaron su casa el día de ayer. Algo fatigado y deseoso de dormir se dirigió a su cuarto. No había rastro de Reaper, se acostó en su cama con todo y ropa, no tenía ganas de hacer absolutamente nada, solo quera dormir, giro su vista hacia las fotografías y quedo espantado al ver que faltaba la fotografía de él y sus hermanos.

-- ¡¡¡ESE MALDITO!!! – Grito Geno mientras comenzó a rebuscar en todo su cuarto en busca de la fotografía, quizás Reaper solo la escondió, no creía que le lo hubiera llevado ¿Qué ganaba llevándose esa vieja foto? Al no encontrar la foto en ningún lado comenzó a buscar en toda la casa, pero nada. Furioso salió a la calle, comenzó a preguntar a todos los vecinos, no fue nada difícil localizar a Reaper, Un hombre tan elegante y distinguido, solo había un lugar en todo el pueblo donde podría estar y no era otro lugar que la casa del alcalde.

Geno camino a toda prisa, habían unos guardaespaldas afuera de esa casa, Geno dudaba poder entrar, la verdad aquellos monstruos se veían feroces y amenazantes, de pronto siente que alguien lo coge del brazo y eso lo asusta.

-- Ya me preguntaba cuando vendrías a verme.

-- Ah… ¿Iris?

-- Cuanto tiempo sin vernos.

-- Tu cabello…

-- ¿Te gusta? Me lo deje crecer y ya no me lo teñí.

-- Ah…

-- Te entiendo. Mi belleza natural te ha dejado sin palabras. Es comprensible, pero no nos quedemos aquí afuera, tenemos tantas cosas de que hablar.

-- No – Soltándose de Iris – No vine a verte… Hay un tipo, un…

-- Oh. Bienes a buscar a ese tan Reaper ¿Verdad? Ahora mi papá está ocupado con el besándole los pies, así que tardaran un rato. Vamos. Te invito algo.

Geno no pudo reusarse y dejo que Iris lo llevaría con ella hacia el interior de la casa, en la sala se encontraba Reaper con una cara de aburrimiento total y de odio a la humanidad por estar escuchando las tonterías de aquel hombre, hasta que vio como Geno ingresaba a la casa, pero el ver que estaba tomado de la mano de la humana no hizo más que enojarlo mucho.

-- Hija. Qué haces vestida así. Ponte bonita que tenemos visita – Susurro el alcalde a Iris mientras ella se acercaba a saludar.

-- Papá, ya hemos hablado sobre eso.

-- Pero hija.

-- No. He dicho que no.

-- Pero él también es un esqueleto ¿No te gustan los tipos así?

-- Papá.

-- Esta bien.  No dije nada. Pero después no te estés quejando de que se te fue el tren.

-- Papá. Tengo un invitado.

Geno sentía la mirada penetrante de Reaper sobre él, mas no se sintió intimidado, en vez de eso lo vio como si fuera ínfimamente insignificante, algo que hizo enojar mucho al mayor y este planeo ejecutar su venganza, saco de su saco la fotografía de Geno y comenzó a jugar con ella entre sus dedos como fingiendo romperla. Geno quería saltar sobre él para recuperar su foto, pero Iris lo sujeto con fuerza y lo llevo hasta su habitación, acto que dejó algo perplejo a Reaper, el cual tuvo que volver a escuchar las aburridas palabras de aquel humano.

Geno fue llevado a la habitación de Iris y esta lo acomodo en su cama, ni siquiera se percató en qué momento se quedó sin zapatos (o si los tenía cuando salió de su casa), aquella humana era muy enérgica y difícil de contrarias, después de unos minutos vio como esta se desnudaba frente a él mientras le daba la espalda. Geno se puso nervioso y se cubrió con la manta.

-- Oye ¿Estás bien? – Pregunto Iris mientras destapaba a Geno.

Geno se desmayó al ver el pecho desnudo de Iris, la impresión fue demasiado grande para él.

Hay oportunidades que solo aparecen una vez en la vida, no hay que desperdiciarlas.

Arte xharient

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