¿Cita?
Yamato estaba en la gloria, caminaba entre nubes desde hacía un rato, porque no podía describir de otra manera el observar la dulce sonrisa de Yoshino, que entre los brazos de Tai contaba de la manera más tierna su semana escolar.
—Entonces Kori comenzó a gritar y la maestra tuvo que mandar a traer a su mamá —concluyó.
—Fue una buena semana —comentó Tai sonriendo.
—Si, fue una gran semana. Rina cumple años el martes, y prometió invitarnos a su fiesta. ¿Puedo ir verdad papi? —pregunto abrazándose de su cuello para ganar un punto más a favor.
Papi, Matt repitió aquella palabra en su cabeza, se escuchaba tan bonito, tan tierno, y ese abrazo sin duda derretiría el corazón de cualquiera. ¿Cómo se sentiría ser el blanco de ese amor tan puro?
Taichi se giró a mirarlo ídem a Yoshino, eran una estampa tan linda. Yoshino con su sonrisa pueril e inocente, Taichi con su semblante dulce y sereno.
—Papi —dijo Matt sin poder evitarlo, sin duda esa palabra encajaba muy bien con Tai, pues debía reconocer que, a pesar de la gran diferencia entre ambos, su actitud delataba su parentesco sin cavidad a duda. Eran padre e hijo.
La pícara risa del Yagami lo trajo de regreso, ¿Qué acababa de decir? Pero qué vergüenza.
—Por lo regular Yoshino es el único que suele llamarme de esa manera —bromeo Taichi.
—¡Eh! Yo lo siento... —se apresuró a disculparse Matt con la cara más roja que una véngala.
—Yamato-san es muy grande para tener un papi —agrego Yoshino riendo sin inhibiciones y logrando que Tai al fin soltara por completo la risa que aguantaba.
Yamato quería esconderse en el lugar más oscuro del planeta para no salir de ahí jamás.
—Papi, papi, el Zoo, el Zoo —grito Yoshino señalando con su manita regordeta y removiéndose entre los brazos de su padre para que lo dejara andar el resto del camino.
Taichi lo complació, pero sin soltarle de la mano.
—Andando Matt —invitó comenzando a andar mientras sentía la mano de Yoshi tirar de él, dentro de la cabeza del publicista podía y fantaseaba con un par de situaciones en que la palabra PAPI bien podría ser aplicado a un adulto.
Las conversaciones, los gritos de emoción de los niños, así como el sonido característico de cada animal asaltaron los oídos del cantante. Hacía mucho que no visitaba un lugar tan concurrido.
Yoshino por otro lado caminaba de un lado a otro mirando las jaulas, escabulléndose entre las personas para llegar al frente valiéndose de su tamaño. Por supuesto, todo bajo la mirada de halcón de Yagami que lo seguía como si tuviera una correa atada desde la pequeña espada de Yoshino a sus ojos.
—Está muy lleno —apunto Matt torciendo levemente la boca.
—Natural, es fin de semana. La mayoría de los padres que trabajan y no pueden pasar tiempo con sus hijos entre semana, destinan los domingos para sacarlo a alguna actividad —dijo mientras saludaba a Yoshino que había logrado llegar hasta el barandal de protección en el área de las jirafas y le hacía señas con la mano.
—Y tú sabes mucho de eso, ¿verdad? —sonrió Matt de una manera que Tai no supo cómo interpretar.
—Un poco, de lunes a viernes llevó y voy por Yoshi a la escuela, no importa que tan ocupado este, procuro dejar tiempo libre. Las maestras me conocen y saben que casi siempre hago todo a las carreras, pero vale la pena. Despedirme de él frente a la escuela para desearle un buen día, escucharlo platicarme lo que ha pasado, me hace sentir que soy importante. Alguien en su vida.
—Lo eres sin duda, dudo mucho que Yoshino llame a otro papi con tanto cariño.
Taichi agacho la mirada y levo los hombros como restándole importancia. Luego agrego.
—Quizá dentro de poco, sea a ti a quién llame de esa manera. Pero como dije antes, comprendo la situación y se mi lugar...
—Tai, yo no...
—Matt, es obvio lo que quieres, lo sé por la forma en que miras a Yoshino, tu anhelo por tenerlo cerca es tan palpable que duele —tajo Taichi con la voz levemente más ronca. —Como le dije a Sora, si me preguntan por mi postura; estoy del lado de Yoshino. Lo único que deseo es que sea feliz.
—También quiero lo mismo —argumentó Matt sintiendo por primera vez en el día que esta situación no estaba bien, que en algún momento algo falló. —Por eso, no quiero ni pienso entrometerme en lo que él ya tiene.
—Pero su padre eres tú —dijo con cierto temblor en la voz. —Que no lo entiendes, Yoshi merece tener una familia real, con sus dos papás y...
—¿Qué son tu y Sora? —pregunto Matt comenzando a perder la calma. —Por lo poco que he visto, eres un gran padre, mucho mejor de lo que yo podría llegar a ser. Ciertamente me estoy enamorando de ese niño, pero eso no significa que vaya a actuar como un bastardo egoísta. Yoshino en este momento tiene bien definido su mundo, un papá amoroso y protector, una madre cariñosa y entregada, una tía hermosa y seguramente abuelos que lo idolatran. Destruir todo eso solo por que quiero que me reconozca como padre seria una canallada. No niego al escucharlo llamarte papi, mi corazón late de solo imaginar como se siente, saber que un chiquillo tan fabuloso depende de ti, que confía en ti. —Matt peino sus cabellos rubios desde la frente hasta la nuca. —Yo, ni siquiera llegue a considerar tener hijos.
—Entonces puedo preguntar, ¿qué estas tratando de hacer al acercarte a Sora y Yoshino?
—La verdad, no lo sé —respondió yendo a sentarse en la banca más cercana. —Supe de la existencia de Yoshino de una manera muy poco fiable. Tuve que contratar a un investigador para saber si en verdad era el padre. Cuando lo confirme, creo que lo primero que me paso por la cabeza fue...¿Cómo demonios pasó? Luego vino la culpa al pensar todo lo que debió sufrir Sora, y la necesidad de saber que tanto ella como mi hijo estaban bien. Asegurarme de que a mi hijo no le faltara nada de aquí en adelante. En cuanto a mis sentimientos románticos por Sora... no sé. Yo no creo poder hablar de ellos ahora. Ella no es la misma chica que conocí años atrás, y la mujer que es ahora no la conozco de nada.
—Pero puedes comenzar a tratarla y quizás...
Matt observo a la cara a ese hombre tan dulce y maravilloso, Taichi era fuerte y valiente. Estaba ahí, parado alentándolo a intentar tomar lo que era suyo solo con la firme idea de hacer lo correcto.
—¿Por qué lo haces?
—¿Qué?
—Alentarme a tomar tu lugar.
Taichi parpadeo un par de veces, se mordio el labio inferior y entreabrió los labios, listo para responder.
—Papi —grito Yoshino
Taichi se movió raudo y seguro, dándole a entender a Matt que a pesar de haber estado conversando con él, todo el tiempo tuvo la vista en el niño. Yamato sintió un enorme nudo en el pecho.
—Sin temor a equivocarme, eres mejor papá de lo que yo llegaría a ser —dijo pues en ese corto lapso, aunque mencionó varias veces al niño, ya se había olvidado de él.
Continuaron su recorrido sin volver a tocar el tema, hora y media después Yoshino sintió hambre y los tres se encaminaron a una cafetería cercana. Y aunque Matt intento regresar a su humor anterior, no logro hacerlo. Ahora cada que miraba a Taichi solo veía a un hombre que intentaba mantener una fachada para que las personas no pudieran ver su tristeza.
Tai amaba a Yoshino y esta incertidumbre de no saber en dónde estaba parado o a donde iba todo este asunto lo estaba atormentando.
Terminando con el refrigerio Yoshino parecía cansado, después de todo apenas tenía cinco años. Así que era hora de volver a casa.
Matt se ofreció a llevarlos y no acepto una negativa. De camino al auto Yoshino al fin cayo dormido.
Tai acomodo al niño en el asiento trasero del auto, usando su chaqueta y la de Matt para improvisar dos cojines que evitaran se rodara del asiento.
Pero ahora sin la voz del niño llenando el silencio entre ellos el ambiente se tornó pesado.
—Tai, yo...
—Lamento lo de hace rato, no debí tocar el tema, ni...
—Taichi —nombro con firmeza logrando que el publicista guardara silencio. —No voy a regresar con Sora —confeso mirándolo a los ojos. —Lo que hubo entre nosotros ya murió, no siento nada por ella. Sobre Yoshino. Es mi hijo, pero no es mi intención quitártelo.
Matt observo atento la reacción a sus palabras.
.
N.A.
Capítulo corto, sin embargo me pareció que la "cita" de estos dos merecía este espacio. No sé, diganme si les gusta como va la historia.
Atte: Taylor Espurious.
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