Yamato entro corriendo al set, iba casi veinte minutos tarde. Gruñó varias palabrotas mientras aceleraba en lo posible el paso. Casi no había dormido y el sueño intermitente no fue reparador, pues cada dos por tres el rostro de Tai se apropiaba de su subconsciente atormentándolo.

Para cuando llegó, el elenco parecía solo estar esperando por él, así que con una disculpa en los labios entro a la sala y tomo su lugar, para su desgracia, junto a Michael Duval.

La segunda lectura fue más fluida, con casi ninguna corrección. Así que a eso de las tres de la tarde el director pasó a lo que todos ya esperaban con ansiedad, el recorrido por los sets de filmación.

El abismo era una película de suspenso y ciencia ficción, así que los escenarios eran increíbles, al menos los que eran absolutamente necesarios, porque con la tecnología actual, muchos de ellos serían hechos a computadora.

—Entonces, eso concluye esta primera parte, para la siguiente semana comenzaríamos la filmación, y espero que para entonces nuestro protagonista, coprotagonista y los secundarios tengan memorizadas sus líneas. —El director parecía muy feliz mientras decía esto, y luego hizo un gesto para que alguien del fondo se acercara.

Para el asombro y desconcierto de Matt, Taichi se abrió paso hasta llegar junto al director.

—Algunos ya lo conocen —dijo con tono divertido refiriéndose directamente a Michael. —Pero para los que no, les presento a Taichi Yagami, uno de los más exitosos publicistas del medio. Se que esta no es una pasarela de moda, o una entrevista para alguna revista del espectáculo, —y varios rieron. —Pero le he pedido que nos ayude con la propaganda. Sé que con su ayuda esta película se convertirá en una de las más esperadas y populares de la cartelera, y de nuestro trabajo dependerá que sea la más exitosa.

Varios estallaron vitoreando, se veían entusiasmados.

—El señor Yagami va a estar estas primeras sesiones con nosotros, compenetrándose con cada personaje para tomar fotografías que mejor reflejen su esencia y que serán utilizadas para las promocionales. Así que sean amables con él, pero no se sobrepasen, pues tiene novio —y ante esa referencia Michael no dudo en acercarse y abrazar a Taichi.

Hubo varias reacciones entre el elenco, aunque ninguna lo suficientemente negativa, tal vez la incomodidad fue la más significativa.

—Nos vemos la próxima semana —despidió el director.

Matt sabía que debía irse, mezclarse entre la gente y no llamar la atención, sin embargo sus pies parecían adheridos al piso y para cuando vino a darse cuenta estaba ahí, plantado como pilar mientras los ojos de Taichi lo miraban directamente.

Fue un segundo incómodo. Matt tenía la apremiante necesidad de alejarlo de Michael, de gritar que estaba cometiendo un error al decidir compartir su vida con el actor, en especial porque Matt lo amaba. Pero la realidad era que había perdido ese derecho.

—Hola Yamato —saludó Taichi sin moverse un solo centímetro o intentar alejar a Michael.

Con un demonio, esto no era una película, por supuesto que Tai no iba a sentirse incomodo bajo su mirada, ni iba a despreciar a Duval solo por volver a encontrarse con él. No iba a ver un close-up en su mirada para ver que aun había amor dirigido a su persona.

Taichi le estaba sonriendo mientras su mano sujetaba firmemente la de Michael. No había duda en su postura, ni siquiera un leve titubeo, demostrando así que Matt ya no era nada, lo había superado.

—Hola Taichi —respondió Matt dando un paso al frente. —Te ves bien —agregó, y en los recónditos lares de su mente se estaba pateando por no haber pensado algo más adecuado o inteligente.

Taichi dejo salir una risita, dio un suave apretón a la mano de su novio y luego respondió.

—Tu también. Ha, y felicidades por tu último álbum. Se que fue un hit. Me gustó en especial la última canción del disco. I want it that way.

El corazón de Matt comenzó a latir tan aprisa que pensó se le saldría del pecho, esa canción había sido escrita para Tai, porque él era su fuego, su más grande deseo. Que mencionara la canción era como una confirmación mística de que estaban unidos más allá de cualquier lógica, o al menos eso es lo que deseaba creer, por eso...

Now I can see that we've fallen apart

From the way that it used to be, yeah 

No matter the distance

I want you to know

That deep down inside of me

You are my fire 

The one desire 

La voz de Matt cantando a capella resonó en el enorme espacio dándole un toque celestial que le robó el aire a Tai, porque por un segundo tener cantando a Matt para él fue demasiado para su pobre corazón. Podía sentir sus mejillas ardiendo y el agitado galope de su pulso.

—Es un increíble cantante Ishida —interrumpió Michael con el ceño fruncido y el disgusto a flor de piel. —Pero le recomiendo que deje ese despliegue de talento para sus conciertos, o sus fans. MI novio solo buscaba hacerle un cumplido de cortesía.

Matt apretó los dientes, entendiendo a la perfección el motivo de los celos de Michael, después de todo, si él estuviera en su posición... hay, si el estuviera en su posición.

—Me disculpo, nunca fue mi intención hacerlos sentir incomodos —respondió.

Michael asintió con la cabeza antes de tirar de la mano de Tai rumbo a la salida.

—Nos vemos Tai —se despidió Matt en un intento casi desesperado de captar la atención del publicista.

—Nos vemos Matt —respondió sonriéndole una vez más, una sonrisa resplandeciente, una más brillante que el sol.

Esa tarde-noche Yamato llego a su departamento con una necesidad casi psicótica de escribir, porque mientras veía a Taichi marcharse su corazón cantaba, nacía, As long as you love me.

 La razón para componer ahora tenía una nueva inspiración, tal vez no podía hablar con Tai directamente, pero si él escuchaba sus canciones entonces... entonces le gritaría por medio de ellas que aún lo amaba.

Había sido tan tonto pensar que el solo hecho de mantenerlo a salvo sería suficiente para ser feliz, la felicidad no es algo tan fácil de conseguir, por eso... quizás por primera vez iba a sacar las garras y a pelear, aun si eso significaba primero hacerle daño al separarlo de Michael, porque al final estaba seguro no existía, ni existiría nadie que pueda amarlo más que él. 

Taichi subió al auto del lado del copiloto con una sonrisa en los labios. Una sonrisa que por primera vez molestó a Michael porque estaba casi seguro que se debía a Ishida. Pero a pesar de ello no quería ser un novio toxico, Taichi tenía todo el derecho de sentir y actuar en consecuencia, lo amaba lo suficiente para darle su espacio y entender que su historia incluía a Yamato aun cuando lo que más deseara fuera borrar ese lapso. Ahora ellos estaban juntos y quería y necesitaba confiar en Tai.

—Sabes, escucharlo cantar me recordó a la primera vez que me dedicaste una canción.

Michael sintió el corazón detenérsele, él ahí sintiendo celos mientras que Tai lo tenía en sus pensamientos.

—Creo que en ese entonces no lo sabías, y aun ahora no se si lo sepas —agregó girándose lo suficiente para acariciar con ternura el rostro del americano. —Pero esa canción es de Matt.

—¡¿Qué?! —pregunto exaltado, nunca se lo hubiera imaginado, rayos de haberlo sabido hubiera buscado otra, pero es que esa parecía estar hecha a medida para su situación.

Taichi rio ante su reacción, luego saco su teléfono y busco entre su biblioteca de música la canción que tenía fija como tono de llamada para su novio.

Baby, I know you're hurting

Right now you feel like you could never

Love again

Now all I ask is for a chance

To prove that I love you

Sonó apenas un par de segundos antes de que Tai la detuviera y con la mejor afinación que consiguió intento cantar.

—Cariño, sé que te han herido, en este momento sientes que nunca podrías volver a amar, ahora todo lo que pido es una oportunidad para demostrarte que te amo.

Michael tenía las mejillas rojas cual granadas. El recordar el momento en que tomó todo el valor que tenía para cantar aquello justo en medio del vestíbulo de d'Xim, era tan vergonzoso. A su favor diría que no lo pensó, simplemente estaba desesperado porque Tai le dedicara, aunque sea una mirada, que se diera cuenta que besaba el piso por el que andaba, que estaba dispuesto a entregarle todo, a hacer cualquier cosa por él. Además, la canción estaba en inglés, ¿cómo demonios iba a saber que quien la cantaba era Yamato Ishida?

—Nunca romperé tu corazón... —murmuró y luego beso a Michael, un tímido contacto entre sus labios que duro lo mismo que un pestañeo. —Y has cumplido tu palabra. No me arrepiento de haberte dado una oportunidad. Y aunque al principio fue difícil, sé que puedo contar contigo para estar por siempre a mi lado.

Michael no soporto más, tiro de Tai para estrecharlo contra su pecho, lo amaba y no había forma en que le permitiera a Ishida volver a enamorarlo y con ello robarle su felicidad. Porque Tai había sufrido mucho, al grado en que estuvo a punto de ingresar al hospital, su depresión fue tratada, pero los medicamentos parecían convertirlo en alguien completamente diferente y odiaba ver su mirada vacía y perdida.

—Te amo, eres mi vida... —susurro Michael sin soltarlo, tomó mucho tiempo para que Tai volviera a sonreír, que le regresaran las ganas de vivir.

—Y la mía es tuya, fuiste tu quien a base de terquedad y mucho dolor, debido a mis desprecios, junto los trozos que quedaron de mi alma rota para volverlos a pegar. Lo que soy te lo debo a ti.

Se quedaron ahí un rato, disfrutando en gran medida de lo que eran, de quienes eran cuando estaban juntos.

Entre caricias y besos reavivaron la llama que era su amor.

Continuara...

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N. A. 

Ambas canciones son de mi grupo favorito de adolescencia backstreetboys, ah que tiempos aquellos. 

Pueden encontrar la traducción en Youtube, quería ponerlas, pero como eso deslucía el texto y la fluidez del argumento. 

A Fan477, le deseo un excelente años.

A todos mis lectores,  siempre decimos, que todos tus deseos se te cumplan, pero yo no creo en eso,  asi que lo mejore que pudo desearles es que cada uno de sus ESFUERZOS se vean recompensados de la mejor manera, porque nada cae del cielo por más que recemos día y noche, pero todo llega si trabajamos duro. 

Atte.  su amigo y escritor incondicional.