Karaoke
Ereri.
Karaoke.
Eren tenía pensado darle una sorpresa a Levi por su cumpleaños.
Había pensado en un karaoke invitando a algunos compañeros del escuadrón, para que Levi estuviese más cómodo. Aunque conociéndolo, se mantendría todo el tiempo con esa cara larga que siempre le mostraba a los demás. Pero eso iba a cambiar. Eren no iba a tolerar que eso pasara. Quería que su compañero y jefe, disfrutara de su día.
Lo había hecho vestirse con un traje negro, que le quedaba realmente bien, mientras él se había vestido con un simple vaquero y una camisa blanca.
Vendó sus ojos y lo condujo hasta el lugar. Él iba guiándolo, colocando sus manos en los hombros ajenos. Levi sólo se quejaba.
"Quítame esta maldita cosa de mis ojos"
No es que fuera desagradecido ni nada por el estilo. En realidad él lo agradecía, sólo que nunca se lo hacía saber a nadie. No era de esos. Siempre había sabido comportarse como lo hacía, y mientras más se encerraba en su propia burbuja, mejor se sentía. Al menos eso es lo que él diría.
Ambos se adentraron en el lugar. Se quedaron en pie, como si esperaran algo. Eren no podía creer que de todas las personas que había invitado para sorprender a Levi, ninguna se había presentado. Ahora no sabía qué debía hacer.
El más bajito se encontraba con un gran interrogante en su mente. ¿Cuándo iba a quitarle la venda de sus ojos? ¿Y por qué no decía nada?
-¿Hemos llegado ya o qué? -preguntó él. Eren seguía con la misma expresión en el rostro.
-Sí...
-Pues me voy a quitar esto -Alzó ambas manos hacia la parte trasera de la cabeza, para desprenderse de aquello que lo impedía ver. Eren lo detuvo-. ¿Qué mierda haces?
El más alto no comprendió porqué hizo eso. Se hallaba observando a su acompañante, sin poder quitarle los ojos de encima.
Se acercó a donde se encontraban los micrófonos, mientras iba empujando a Levi, hasta el pequeño escenario. Se encontraban en una sala privada, donde, habitualmente, se reunían varios amigos para cantar.
-¿A dónde me llevas ahora? -preguntó, con su mal carácter.
-Toma -Le colocó un micrófono en su mano derecha, y continuó hablando. Esta vez en susurros, muy cercanos a sus oídos-. Juguemos a algo. -Sentía que se estaba sobrepasando y que tarde o temprano aquello le saldría muy caro. Pero por el momento no podía controlarse. Ver a Levi vendado, con ese traje que tan bien le sentaba y que en esa pequeña sala sólo estuvieran ellos dos no ayudaba, en absoluto, a su autocontrol.
-¿Q-qué estás haciendo? -preguntó el más bajito, al notar las manos del contrario deslizarse sobre su torso, por encima del traje.
-¿Qué canción quieres cantar? -Eren desviaba su pregunta con otra.
Su compañero fruncía el ceño, al mismo tiempo que intentaba girarse, para quedar cara a cara con Eren, pero él no lo dejaba moverse.
-Eren. Deja esto ahora. No me gusta nada. -Él seguía resistiéndose.
-No puedo hacerlo... Levi... -le susurró de forma seductora, algo que hizo estremecer al contrario- Eres demasiado sexy... Por una vez... ¿dejarías que yo fuese quién llevara el control?
El moreno movió el brazo hacia atrás, propinándole un codazo a Eren.
-Ni se te ocurra. ¿Me has oído? -Pero las manos del chico seguían recorriendo el cuerpo ajeno.
A Levi le gustaba llevar el control, pero aquello no lo desagradaba ni mucho menos.
-Canta algo para mí... -Volvió a susurrarle al oído- Quiero oírte.
-Te arrepentirás de esto... -El tono de voz de Levi se debilitó en el momento en el que una de las manos del contrario agarró su entrepierna.
-Pues será mejor que disfrute lo máximo, ¿no? -Se quedó en silencio unos instantes, para hablar a continuación- Canta, jefe...
Sin saber cómo, el más bajito hizo caso a Eren, y comenzó a cantar la primera canción que se le vino a la mente.
Jaeger sonreía al haber conseguido lo que quería.
Comenzó a quitarle la chaqueta, lentamente, luego la corbata y a continuación fue desabotonando cada botón de la camisa blanca. Él también se quitó la propia, y se pegó al contrario, rozando sus torsos.
Ambos tenían ya las respiración algo irregulares por la anticipación. Sus corazones latían con fervor. Todo era perfecto, si sólo se disfrutaba de ello sin rechistar. Aunque Levi seguía enfadado, y los dos sabían que eso no quedaría así, y el menor podía ser bastante cruel.
-No dejes de cantar -Le advirtió al no escucharlo-. Sigue, pequeño...
Su voz volvió a sonar, esta vez algo más entrecortada. Las manos de Eren se habían colado en el interior de los pantalones ajenos y manoseaba la entrepierna de Levi.
Se deshizo de su pantalón, dejándolo en ropa interior allí mismo. Apretó su miembro sobre la tela de sus bóxers y lo acarició. Levi volvió a hablar.
-Quítame la venda... -¿Parecía aquello una súplica? Madre del amor hermoso, ¡lo era!
-Antes... quiero tenerte completamente desnudo y a mi merced. -Deslizó los calzoncillos del menor por sus piernas, dejándolo caer al suelo. Levi levantó ambos pies y se giró, para quedar cara a cara con Eren.
-¿Y ahora...?
Poco a poco, fue deshaciéndose del vendaje que impedía al menor verlo. Una vez lo hizo, el rostro de Levi no parecía enfadado. Al menos no demasiado.
Madita sea, ¿cómo se las arreglaba para parecer siempre enfadado?
Eren fue atrapado contra la pared, en cuanto se dio cuenta. Levi lo tenía así.
-Así que pensabas hacer conmigo lo que quisieras... ¿no? -Eren pestañeó un par de veces. No sabía qué responder a eso.
En un abrir y cerrar de ojos, la ropa restante del más alto había desaparecido. Era una de las miles habilidades del chico. Aunque fuese bajito, tenía la fuerza y la agilidad de un puma. Y Eren sabía que su compañero podía con él.
-Creo que no puedo dejar que eso ocurra... Pero si puedo hacer contigo lo que quiera...
-B-bueno... No me parece mal...
-Se me ha ocurrido que podría... -Se acercó a su oído para susurrarle lo siguiente, mientras aprisionaba el pene del contrario, con controlada fuerza, y realizando movimiento sobre él- Comértela entera, hasta que te corrieses en mi boca... Y luego... -La voz del chico era demasiado sensual. Y las cosas que decía, más el movimiento de su mano, no ayudaba a Eren a mantenerse tranquilo- Te la metería una y otra vez hasta que me supliques que pare...
-Eso... No pasará... -La boca de Eren estaba, ligeramente, abierta. Intentaba capturar la mayor cantidad de oxígeno posible. Aquello lo estaba excitando demasiado.
-Pero ahora... Quiero que te pongas el vendaje y te coloques contra la pared... De espaldas...
-Como mandes... jefe...
Se colocó de espaldas a él, mientras Levi le colocaba aquello sobre los ojos.
-¿Estás listo...? -le preguntó de forma sexy.
-Sí... Estoy preparado... -El más bajito y vengativo, se colocó la parte de abajo de su traje, y luego su camisa. Tocó la espalda de Eren con deseo, mientras lo hacía creer que iban a hacer algo. Oh, desde luego lo harían al llegar a casa, pero ¿qué sería de Levi si no hacía aquello?
Tomó la ropa de su compañero y salió de allí, no sin antes decir algo.
-Nos vemos en casa. No tardes... demasiado, chico desnudo... -Y entonces, fue el momento en el que se dejó ver una preciosa sonrisa en el rostro de Levi. Era inusual, pero era una sincera... y vengativa sonrisa.
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