6

Sneaky y Mouse Kaboom despertaron casi a la vez, ambos estaban desnudos, pero vivos, dandose cuenta por la situación que ambos habían muerto previamente.

—Mierda, si salimos de esta. —Dijo Sneaky tocándose el cuerpo y asegurándose de que todo estuviera en orden.

—No puedo creerlo, que suerte tuvimos... Un momento, ¿Que mierda fue eso? ¿Por qué morimos, que pasó? —Preguntó Mouse confundido y levantándose tambaleante.

—No lo se, debemos buscar a Flippy, él debe saberlo. —Sneaky se levantó animado y con mucha energía.— Me siento incluso ligero, que genial es revivir, lastima que la ropa no se regenera. —

El par busco entre los cuerpos de tigres, algunos tenían rastros de estar cerca de revivir, otros no, así que debían acelerar el paso. Encontraron únicamente los antebrazos de Flippy, los cuales ya tenían hasta hormigas. Bajo un acantilado cercano se encontraron con el cuerpo mutilado de Atenea, el cual iba en medio de la regeneración. Los chicos se miraron preocupados, su muerte claramente fue horas después y fue muy agresiva. Ambos decidieron robar ropa de los soldados enemigos y taparse, luego se quedaron cerca de la chica, escondidos con el arma de Atenea esperando a que los tigres se regeneren para ir matándolos uno por uno.

Cuando dejaron de aparecer, aseguraron el cuerpo ya unido de la chica y se lo llevaron a su campamento. Ahí no habían rastros de Flippy.

—No entiendo que mierda pasó. No hay rastros del general ni de Flippy más que sus brazos. —Se cuestionó Mouse mientras se desvestía para ponerse el único cambio de ropa que le quedaba.

Sneaky tenía hambre así que se puso a comer desnudo.— Déjame terminar esto y voy corriendo a investigar todo el sector, no creo que se hayan ido muy lejos. —

Mouse prontamente buscaba sus mapas pero no los encontraba.— Que extraño... debían estar acá. —

En otro lado, muy lejos de ellos, Fliqpy estaba torturando al recién revivido General Tiger, quien, atado sin poder escapar insultaba al oso.— Intenta todo lo que quieras, yo siempre volveré. —

Fliqpy se rio en su cara y procedió a sacarle la piel de la cara con cortes precisos, sacándole incluso la lengua en el proceso y manteniéndola pegada a la piel de su cuello.— Si vuelves a revivir, entonces te volveré a matar, aún si eso significa que deba acabar contigo diez, cien, o mil veces. —

El general sufría por los cortes generados por el psicópata, su cabeza sin piel mostraba muecas de dolor producto a la tortura a la que estaba siendo sometido, y eventualmente murió después de que Fliqpy le tirara vodka y lo incendiara. Fliqpy no iba a quedar ahí, tenía planeado ir a otra base cercana que se encontraba en mitad de un lago, información que había obtenido de los mapas que le robó a Mouse Kaboom.

En cosa de horas llegó allí con un "Pedido de pizza", que en realidad no era más que la cara del General cortada en trozos dispares y mostrando la lengua. Fliqpy los mató a todos allí, sin problemas.

No fue la última vez que asesino al general, Fliqpy pasó los siguientes 3 días asesinándolo un total de 6 veces, desgastándolo y finalmente logrando que eventualmente dejara de revivir. Fliqpy entonces empezó un rumbo sin objetivo, mataba animales salvajes para alimentarse sin piedad.

Pasados 5 días desde el momento en que Fliqpy salió a la luz, él fue encontrado por Atenea que hacía de francotirador, aviso al resto de chicos de su descubrimiento y mantuvo un ojo en él, revisando cada movimiento.

Ella debido a eso logro notar que no se estaba moviendo normal, era más brusco en su andar, sus filosos dientes se mostraban con regularidad e ignoraba flores y hierbas que se encontraba, actitudes completamente anormales para él.—Es... él. —

Mouse veía al chico con binoculares.— Parece. Apenas puedo ver que está ensangrentado y le faltan los brazos. —Respondió el chico cuestionándola.

—Si supieras usar la mira del francotirador te lo pasaría para que vieras mejor. —

Mouse dudo pero después de unos segundos le quito el arma a la chica y buscó apuntar al Oso.— Oh vamos, dudo que sea tan difi- —Sin querer proporcionó un disparo que alteró a las aves del lugar.

Atenea rodeó los ojos y le quitó el arma.— Eres un maldito peligro andante, mejor quédate con tus bombas. —La chica buscó al Oso y lo encontró tirado en el suelo con sangre en la cabeza, la sorpresa pudo con ella y olvidó totalmente regular su vocabulario.— ... Maldito hijo de perra, tienes buena puntería. —

Mouse se sorprendió de esto y con los binoculares confirmó que lo derribó.— Mierda, no quería hacer eso. —

Sneaky volvió abrochándose los pantalones, volvía de pasar al baño.— ¿Que ha pasado? —

Atenea se levantó y se puso la mochila.— Kaboom mató a Flippy, hay que ir a buscarlo. —

Los tres bajaron con cuidado del cerro donde estaban, y llegaron en cosa de 30 minutos al lugar. Flippy tenía signos de regeneración.

Atenea suspiró aliviada.— Va a vivir. Todos ustedes tienen una suerte increíble. —dijo referente a que todos revivieron pese a las posibilidades de hacerlo.

—Si... pero, ¿Cómo vamos a hacerle con él...? —Preguntó Sneaky referente a como controlarán a Fliqpy.

Atenea pensó seriamente eso, propuso atarlo hasta estar seguros de que él estaría bien, y así fue como lo hicieron.

Llegó la noche, cerca de las 2 de la mañana para ser precisos, ahí es cuando Flippy despertó quejándose, como si hubiera tenido el peor sueño de su vida.— Uhhhggg.... que mal me siento. —Procedió a abrir los ojos y ver a sus tres compañeros, todos con vida y despiertos, disfrutando de una pequeña fogata.— ¿Eh, chicos? ¿Por qué tienen una fogata puesta? —Luego, se dio cuenta de que estaba atado.— ¿Que diablos está pasando? —Intentó desatarse pero no pudo.

Se acerco Atenea y lo miró con una cara de pena.— Es él... ha vuelto. —

Flippy estaba extrañado.— ¿Que ha pasado? Solo recuerdo... una pesadilla horrible, no se ni donde estamos. ¿Por qué me tienen atado? —

Mouse se acercó a Flippy y se arrodilló a su altura, Sneaky se puso tras él. Mouse habló.— Oye... ¿Por qué estábamos muertos? —

La cara de Flippy mostró sorpresa, recordaba haberlos matado... pero en un sueño.— Esto tiene que ser un error. Ustedes dos no han muerto ni una sola vez, solo... lo he soñado, ¿Cierto? — La cara seria de los tres lo devolvió a la realidad. Recordó cada cosa que hizo en menos de un segundo y empezó a llorar desesperado.— N-no puede ser, no pude ser yo quien hizo todo eso... Y-yo... lo siento, ¿Por qué actúe así? —

Miró la cara de Atenea y sintió tanta vergüenza que no pudo aguantar verla demasiado tiempo.— Chicos... no me lo creo. —

Atenea estaba indignada con él, así que se alejó en direccion a la fogata

Sneaky siguió cuestionándolo.— Que pasó con el General. —

Flippy seguía llorando, mirando hacia el suelo.— Lo maté... lo desgasté tres días hasta que dejó de revivir... —

Mouse y Sneaky se vieron, sorprendidos de lo que acababan de escuchar.— ¿Puedes confirmarlo? —

Flippy asintió, recordaba el lugar donde yacía su cuerpo. — ¿No me están jugando una broma? Realmente veo todo eso como una pesadilla, ¿Realmente hice todo eso? ¿Con ustedes, con... Atenea? —

Atenea se acercó y le pegó una patada en el estómago. Enojada se puso a gritar.— ¡Eso es por lo que me hiciste! ¿Acaso me mataste solo porque puedo revivir? ¿Es eso lo que soy, un miserable juguete que puedes llegar y matar? Quizá no pueda sentir dolor, pero psicológicamente me lastimaste. — La chica se quejó hacia el aire arrepentida. —¡Uggghh, nunca debí dejar que me mataras en primer lugar, lo hice porque confiaba en ti! —

— ¡N-No fui yo! Realmente no era yo quien estaba ahí. —

— Ahh, entonces me estás diciendo que también tienes personalidad multiple? ¡¡Oh vamos, eso es lo más improbable de la vida!! —

— ¡Tu me dijiste que si lo tenías, quizá ahora yo también! —

Sneaky irrumpió.— Espera, Atenea, ¿Tienes personalidad multiple? —

Ella se puso nerviosa y miró mal a Flippy.— Oh no, eso imposible, si fuera así no me hubieran dejado entrar en el ejercito, ¿No es cierto? —

Mouse y Sneaky miraron sospechosamente a la chica. Sneaky la obligó a hablar.

Ella miró al par rendida.— Ok, ok, si, tengo eso. ¡Pero no es nada, lo tengo desde tan pequeña que logré llegar a un acuerdo con las personalidades y trabajamos bastante coordinadamente, por eso no lo notaron en el examen psicológico. —Volvió a Flippy.— ¡Pero tu, mínimo tuvieras la moral de no matar a tus aliados! —

Mouse Kaboom y Sneaky se mantuvieron en silencio unos minutos, escuchando a Flippy y Atenea peleando por lo sucedido.

Sneaky finalmente se aburrió y procedió a tomar un poco de alcohol, botín que obtuvo de la base militar enemiga.— Hay mucho que explicar, ni yo entiendo que ha pasado. Lo bueno es que si Flippy tiene razón, entonces hemos cumplido el objetivo, ¡Y vivos! —

Mouse asintió, abrazó sus rodillas y miró hacia el cielo estrellado. No se sentía para nada aliviado.— ¿Y... que pasará ahora? ¿Tenemos que volver? —

Atenea asintió.— Antes de eso, hay que buscar el cuerpo del general, pero me da miedo que se vuelva... loco nuevamente. —

Flippy negó muchas veces con su cabeza— No volveré a hacerlo, lo aseguro. —

Los tres desatados se miraron, decidieron mantener a Flippy por el resto de la noche así con tal de dormir bien. Al día siguiente solo le desataron las piernas para que pudiera caminar, partieron rumbo a donde Flippy dejó el cuerpo del General, y en un día fueron capaces de hallarlo: Muerto y pudriéndose en medio de la selva. Los tres chicos pese a la buena noticia que significaba ver al general muerto no celebraron, estaban como muertos por dentro, cansados. A lo mucho, Atenea se acercó y escupió al cuerpo del general.

Finalmente, Flippy tenía la autorización de activar un dispositivo de comunicación que daba directamente al general Capuccino. Los chicos se decidieron a soltar a Flippy y él finalmente prendió el dispositivo.— Acá Team 5 a casa, ¿Me escuchan? Objetivo conseguido, repito, objetivo conseguido. Cambio. —

Momentos de silencio se hicieron notar, pero prontamente, la voz del General Capucchino se escuchó a través del dispositivo.

—Team 5, recibido. Excelente trabajo. Prepárense para la extracción en el punto designado. Cambio y fuera.—

Los chicos soltaron un suspiro colectivo de alivio. El peso de la misión comenzaba a disiparse, aunque sabían que aún quedaba un largo camino por recorrer.

—Volveremos a casa —dijo Atenea con una sonrisa, aunque su mirada reflejaba la preocupación por lo que el futuro les deparaba.

—¿Ocurre algo 'Nea? —Preguntó Mouse frente a la preocupación de la chica.

—Es solo que... nunca he pensado en que este momento llegaría, ¿Ahora qué?, viví toda mi vida preparándome para esto, fuera de acá no me queda nada. —Dijo la chica con tristeza.

Sneaky le sobó el hombro.— Hay muchas cosas que puedes hacer, partiendo por darte un buen baño y recuperar tu color original. —Atenea se rió y le pegó un codazo a su amigo.

Flippy miraba melancólico al General, por fin podría volver, pero su mente ya estaba quebrada, el daño sería irreversible y él eso lo sabía.

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