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Después de cinco años de servicio en la guerra, Atenea había demostrado ser una de las mejores cabo de su pelotón. Sobrevivió a emboscadas, enfrentó la amenaza constante de ser localizada como objetivo por ser mujer, y superó numerosos desafíos en el campo de batalla. Su valentía y habilidad la llevaron a ser ascendida a Sargento 2°, un logro notable en un ambiente tan exigente.

Atenea, había entrado en la guerra a la temprana edad de 18 años. Su preparación comenzó durante su adolescencia en la escuela militar, donde se destacó por su resistencia física y su habilidad en el uso de armamento militar. A pesar de ser un felino extranjero en un conflicto contra la supremacía felina liderada por el General Tiger, a quien detestaba fervientemente, Atenea tomó la decisión de unirse a la facción W.A.R. con el fin de vengarse personalmente de aquel Tigre que tanto daño le había hecho.

Antes de entrar en guerra, con su melena magenta y su oreja derecha mutilada, Atenea no destacaba visualmente entre sus compañeros de armas. Sin embargo, su perfume dulce y su caminar coqueto contrastaban con el entorno masculino y rudo, haciendo siempre que los chicos perdieran la mirada al menos unos segundos por la atención que lograba obtener sin querer.

En su primer año de servicio, Atenea fue asignada a tareas de combate, donde su destreza con las miniguns la llevó a encontrar una pasión por el uso de armas contra el enemigo. Aunque enfrentó el peligro con valentía, su condición de carne de cañón la expuso a numerosos riesgos. Afortunadamente, su habilidad innata para sobrevivir, que se manifestaba en su capacidad para revivir después de la muerte, la mantuvo con vida.

Con el tiempo, la experiencia en el campo de batalla moldeó el físico de Atenea, transformando su delgada contextura en una musculatura más robusta y ágil. Aprendió a adaptarse a las condiciones adversas, desarrollando una fuerza que la hacía destacar cuando manejaba armamento pesado. Su rapidez y agilidad, combinadas con su habilidad para el combate, la convirtieron en una de las mujeres más fuertes en la guerra. O al menos de eso se jactaba su Sargento al mando, quien tuvo la mala suerte de perder a la mitad de sus hombres en una emboscada que le costó la vida de todos, reviviendo solo 14 de los 30 que eran en total.

Las reglas de la vida y la muerte son distintas en este mundo, todos tienen una posibilidad de revivir doce horas después de haber muerto, pero la posibilidad siempre se mantiene en un 50%, todos excepto dos excepciones a la regla: En los polos magnéticos de aquel mundo ocurre el interesante hecho de que todo aquel que muera de causa no natural tiene un 100% de posibilidades de revivir. Debido a que los polos se encuentran en un lento proceso de invertirse que dura siglos, estos se encuentran "temporalmente" en 2 lugares, en mitad del mar y en un pequeño país donde está la conocida ciudad de Happy Tree Town.

Lamentablemente, como en otros países no existe la misma suerte, aquí es donde entra Sneaky, un camaleón verde oscuro quien pasó su adolescencia entrenando arduamente para enfrentarse a los desafíos que le esperaban en el campo de batalla. Desde una edad temprana, se vio envuelto en un entorno hostil y violento debido al ambiente donde vivía y conflictos con el General Tiger debido a malas conexiones familiares. Sin embargo, en lugar de sucumbir a las circunstancias desfavorables, Sneaky decidió tomar el control de su destino y prepararse para la guerra que se avecinaba con el fin de enfrentarse a aquel que buscaba destruir a su familia.

A pesar de su corta edad, Sneaky demostró una habilidad innata para el sigilo y la astucia. Se entrenó en técnicas de infiltración, aprendiendo a moverse sin ser detectado y a recopilar información vital sin ser descubierto. Sus años creciendo en una de las favelas más peligrosas le hicieron perfeccionar sus habilidades en el arte del espionaje y la vigilancia, siempre consciente de que cada pequeño detalle podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte en el campo de batalla. Estaba decidido a estar lo mejor preparado posible cuando llegara el momento de enfrentarse al enemigo.

Su dedicación y determinación pronto llamaron la atención de una organización clandestina que operaba en las sombras para ingresar más reclutas en la facción aliada, reclutando jóvenes talentosos para enfrentarse al General Tiger. A pesar de su juventud, Sneaky fue reclutado como agente secreto, entrenado en técnicas avanzadas de combate y tácticas de guerrilla.

A los 19 años fue ingresado oficialmente a la guerra, haciendo distintos trabajos de espionaje gracias a su habilidad de camuflaje, siendo capaz él solo de desarmar al enemigo y dejándolos vulnerables contra los aliados.

Sus 5 años de servicio y las habilidades que demostró en batalla hicieron que él fuera galardonado con el rango de Sargento Segundo, al igual que Atenea.

Quien también fue galardonado con ese mérito es Flippy, un Oso verde claro que a sus 25 años ya llevaba sirviendo como Sargento segundo por un tiempo. Él es oriundo de Happy Tree Town, y pese a ello, él creció como un chico muy sensible y tranquilo, poco esperable considerando que vivía en un lugar tan caótico como Happy Tree Town, lugar donde si la gente no es lo suficientemente tonta como para aguantar vivir allí se vuelve extremadamente sádica.

A sus 18 años, Flippy se vio obligado a dejar atrás la inocencia de su juventud y a enfrentarse a una realidad despiadada. Aunque inicialmente se resistió a la idea de unirse al conflicto, la presión de su familia y la amenaza inminente del enemigo lo llevaron a tomar una decisión difícil: enrolarse en las filas del ejército para luchar por la supervivencia de su hogar y sus seres queridos.

Desde el primer día en el campo de batalla, Flippy demostró una destreza excepcional en el combate cuerpo a cuerpo. Su fuerza y agilidad sobresalían entre sus compañeros de armas, convirtiéndolo en un activo valioso para su unidad. Sin embargo, debido a su apariencia amigable y su naturaleza gentil, Flippy siempre se ponía nervioso y podía cometer algunos errores al batallar.

A lo largo de los años, Flippy se enfrentó a innumerables desafíos en el campo de batalla, enfrentando la adversidad con determinación. Su lealtad hacia sus compañeros de armas y su deseo de proteger a su pueblo lo llevaron a superar obstáculos aparentemente insuperables, ganándose el respeto y la admiración de todos aquellos que luchaban a su lado.

Tras cinco años de servicio en la guerra, Flippy fue galardonado con el rango de Sargento Segundo, un reconocimiento a su valentía y dedicación en el campo de batalla. Aunque enfrentaba constantemente los horrores de la guerra y las cicatrices emocionales que dejaba a su paso, Flippy se aferraba a la esperanza de un futuro mejor, donde la paz finalmente prevalecería sobre la violencia y el conflicto.

No todos piensan así, sin embargo. Mouse Kaboom estaba tan ensimismado con la pirotecnia y los explosivos que en realidad él quería ver todo su potencial aplicado en la vida real. Sus ansias de venganza se remontaban a su infancia, cuando casi fue asesinado por un grupo terrorista que sembraba el caos con animales explosivos, orquestado por el mismo General al cual se enfrenta acualmente. En ese traumático incidente, quedó parcialmente sordo, y su amigo perdió la voz una vez que el enemigo le destruyó las cuerdas vocales. A pesar de haber sobrevivido, Mouse Kaboom no pudo olvidar la injusticia y la violencia que presenció. Aquellos eventos despertaron en él una sed de justicia y un deseo ferviente de vengar a las víctimas inocentes.

El recuerdo de ese día fatídico marcó profundamente a Mouse Kaboom, llenando su determinación de enfrentarse al terrorismo y proteger a los inocentes a toda costa. Desde entonces, dedicó su vida a prepararse para combatir el mal y hacer justicia por aquellos que no podían hacerlo por sí mismos.

Antes de unirse al ejército, Mouse Kaboom se dedicó a estudiar e investigar intensamente todo lo relacionado con el mundo militar. A pesar de las dudas sobre su idoneidad debido a su altura, su agudo intelecto y su determinación lo llevaron a superar todas las pruebas de ingreso. Desde una edad temprana, había sentido una fascinación por los explosivos, influenciado por su padre, quien trabajaba en una empresa dedicada a la demolición de construcciones antiguas. Este contacto temprano con la demolición despertó en él un profundo interés por el potencial destructivo de los explosivos, una fascinación que solo se intensificó con el tiempo.

A pesar de haber sido víctima de una bomba en su infancia, Mouse Kaboom nunca perdió su fascinación por los explosivos. Al contrario, el incidente solo sirvió para reforzar su determinación de dominar el arte de la demolición y convertirse en un experto en el tema. Con el tiempo, esta habilidad se convirtió en una herramienta crucial en la lucha contra el General Tiger y su ejército felino, permitiendo a Mouse Kaboom desactivar bombas y fabricar artefactos explosivos improvisados con una destreza excepcional.

Su pasión por los explosivos, combinada con su deseo de justicia, lo llevó a unirse a la brigada de explosivos y demoliciones de la armada de su país. Él entró un poco más tarde a la guerra debido a que en su país a los 20 años de edad se permite recién la entrada de soldados a terreno en conflicto, así que con 24 años aún no había podido obtener algún rango.

Los 4 chicos estaban mezclados en un grupo de 20 personas desconocidas para ellos. Algunos eran muy robustos y altos, llevaban cicatrices en el cuerpo que quedarían permanentemente, otros se notaban nerviosos, expectantes a lo que fuera a pasar.

De pronto llegó el General Haribo, jefe del ejercito. Este hombre los mandó a llamar para reunirse en aquel cuartel.

— ATENCIÓN —El hombre al decir esas palabras fue capaz de detener el desorden del grupo y hacer que todos se cuadraran.—Soldados, los he convocado aquí porque están a punto de embarcarse en una misión de la más alta importancia. Se han reunido a nuestros mejores hombres para esta tarea, así que considérense afortunados de ser seleccionados para este deber crucial. La misión que les encomendaré es simple en palabras, pero extraordinariamente difícil de ejecutar. —El hombre pausó unos segundos para seguir hablando.— Serán divididos en grupos de cuatro y se les asignarán puntos estratégicos para vigilar. Existe la posibilidad de que el General Tiger se encuentre en alguno de estos puntos, y su objetivo es asegurarse de que no salga con vida de allí. No subestimen la gravedad de esta tarea. El destino de nuestras especies y de las naciones está en juego. Ahora, serán asignados a sus respectivos grupos por el Coronel Capucchino. Confío en que cada uno de ustedes desempeñará su papel con honor y valentía. ¡Que la suerte esté de su lado, soldados! —

— Señor, si señor. —Respondieron todos al unisono, rompiendo filas una vez el General les indicó. El Coronel fue llamandolos por nombre, hasta que finalmente le tocó a los chicos.

— Flippy, Sneaky, Mouse y Atenea. Pasen a mi oficina ahora. —El Coronel Capucchino esperó a que los 4 entraran y se quedaran en fila parados mirándolo.— Ustedes 4 deberán llevar a cabo la misión en este lugar. —Con un palo apuntó a un punto del mapa que se desplegaba en su escritorio, ahí había una pequeña estructura impresa en 3D simulando una base militar.— Esta es una de las 2 bases secretas del General Tiger, ustedes van a tener que ir lo más sigilosos posibles, es por ello que les daremos algunos implementos extras como purificadores de agua y otros implementos porque van a tener que pasar lo más desapercibidos que puedan. Son el grupo que más complicaciones podrían tener, es por eso que se les asignó a Atenea, que es la unica en nuestras tropas con la habilidad de no morir, y tambien se asignó Flippy, el hombre más fuerte en cuerpo a cuerpo. Flippy, tu por ser el de mayor experiencia serás el capitán de tu pelotón. Entonces, Su grupo consiste de ustedes 4: Mouse, tu eres Cabo especialista en explosivos y demoliciones; Atenea, tu eres Sargento Segundo especialista en artillería pesada; Sneaky, eres Sargento Segundo especialista en espionaje; y Flippy, temporalmente serás ascendido a Capitán especialista en ataque cuerpo a cuerpo. Espero que en estos días se logren conocer bien y generen una estrategia de combate inquebrantable, demuestren estar a la altura de la misión. —El Coronel le entregó unos papeles a Flippy.

Los 4 chicos asintieron, salieron cuando se les indicó y finalmente pudieron actuar como seres vivos, no máquinas.

Primero habló Mouse.— Wow, jamás creí que trabajaría en algo como esto. —

Atenea respondió.— Ni que lo digas, fui carne de cañón durante años... Digo, sigo siendolo, pero al menos es para matar directamente al general. —

Flippy estaba un poco nervioso.— Bueno, no se que tan grato sea adentrarse tanto en territorio enemigo. —Se rió nerviosamente.— Bueno, ya nos presentaron, pero es un gusto trabajar con ustedes. —

Mouse le respondió.— El gusto es mío Monsieur Flippy, o debería decir, Capitán Flippy. He escuchado sobre usted, bastante creativo para acabar con sus enemigos. —

Flippy se sorprendió por ello, lo había tomado por sorpresa— ¿Ah si? No es nada, solo que a veces es necesario usar más que un simple cuchillo para deshacerse del mal. —

Sneaky por fin abrió la boca.— A mi me sorprende que estemos con una leyenda en persona. Atenea, ¿cierto?. Es un gusto trabajar contigo, estoy expectante a ver como te desempeñas en los combates. Por mi parte, haré lo posible para que mueras la menor cantidad de veces posibles. —

Atenea asintió, no era primera vez que alguien le decía algo de ese estilo.— No te preocupes, aprendí a cuidarme sola hace tiempo y llevo un par de años sin morir. Pues deberíamos ponernos en algún lado para hacer bien nuestra estrategia para llegar al lugar, los cuatro parece que podríamos hacer planes bastante solidos considerando la especialización de cada uno. —

Flippy miró los papeles, después indicó con su pulgar unas sillas solitarias bajo un toldo gigante, en el centro había una pequeña fogata para dispersar el frío. Los 4 fueron para allá y estuvieron en un principio hablando de como podrían llegar hasta allá, tomando en consideración que el lugar está rodeado por una frondosa selva. Luego de un rato terminaron la charla seria, Flippy dijo que sería bueno conocerse más, considerando que podrían ser meses juntos y debían aprender a llevarse bien.

Sneaky habló.— Pues yo tengo una pregunta, ¿Tienen pasatiempos en los tiempos muertos? Me llama mucho la atención lo que algunos hacen. —

Mouse Buscó en su bolsillos.— Me gusta jugar a las cartas, he aprendido juegos de distintos países estos años y gracias a eso realmente jamás me he aburrido demasiado. —Sacó un mazo de naipes y lo mostró al resto.— Estos me los regaló mi hermana antes de irme, con ella soliamos jugar y apostar por los quehaceres de la casa del día siguiente. —

Flippy estaba encantado viendo el hermoso mazo regalado, se notaba que era caro porque tenía textura y unos dibujos que nunca antes había visto.— Estos deben verse muy bien con una buena cámara. —

Sneaky preguntó.— ¿Sacas fotos? —

Flippy asintió.— Antes de entrar a servicio me dedicaba a coleccionar tipos de te, actualmente me dedico a la fotografía.— El oso sacó una cámara profesional de instantáneas.— No solo lo he hecho para fotografiar a la naturaleza, también me gusta mucho conservar buenos momentos, me mantiene tranquilo recordarlos. —Dijo él un poco nervioso de lo que el resto respondiera.

Sneaky miró la cámara y le sacó una foto en donde se veía Mouse con su mazo y Flippy a su lado.— Creo que me parece algo genial, podrías hacer un diario y agregar las fotos en él. —El camaleón estuvo ensimismado viendo como salía la imagen casi en blanco y esta cambiaba de a poco a la foto que había sacado.

Flippy sonrió aliviado.— Si tuviera el espacio me encantaría hacerlo, por ahora solo las guardo en un pequeño album de fotos que tengo en mi mochila. ¿Y tu que hobby tienes?. —

Sneaky le devolvió la cámara con la foto.— Generalmente me dedico a tomar mucho alcohol, del más fuerte si es posible. Si no es eso me gustan mucho los juegos de mesa en general, a todo esto, ¿Tendrán alcohol por acá?. —

Atenea le respondió apuntando a una carpa no muy lejana.— Allá vi que entraban botellas, podrías ir a pedir una, pero comparte si. —

Sneaky asintió y fue sin pensarlo mucho a pedir botellas.

Mouse no estaba para nada sorprendido.— Wow, otro alcoholico, me pregunto de que tipo será. Tambien, Atenea. ¿Que pasatiempos tienes? —

Ella se exaltó un poco.— ¿Yo? ummm bueno...— Su pasatiempo no era el mejor de todos, ella prefería mantenerlo en secreto.— Generalmente duermo en los tiempos libres, o me encargo de vigilar que no vengan enemigos, normalmente no me tomo descansos. —Respondió un poco apenada.

Flippy miró raro a la gata.— Vaya, ¿En serio no haces nada cuando estas libre? —

Ella negó, escondiendo su secreto.— Nada de nada. —

Mouse asintió comprensivamente. —Entiendo, cada uno tiene sus propias formas de relajarse y pasar el tiempo libre. —Miró a Atenea con curiosidad—. Aunque me sorprende que no tengas algún pasatiempo más... ¿cómo decirlo? ¿convencional? —

Atenea se encogió de hombros, sintiéndose un poco incómoda bajo la mirada inquisitiva de sus compañeros. —Bueno, supongo que soy un poco aburrida en comparación con ustedes. Pero en la guerra, la vigilancia y el descanso son igual de importantes que las actividades de ocio. Además, ¡Nunca sabes cuándo puede surgir una emergencia! —Intentó justificarse.

Flippy sonrió comprensivamente. —Todos tenemos nuestras formas únicas de manejar el estrés y relajarnos. No hay nada de malo en eso, Atenea. Pero si alguna vez quieres probar algo nuevo, ¡aquí estamos para ayudarte! —

Atenea asintió, agradecida por la comprensión de sus compañeros.

Sneaky regresó con las botellas de alcohol y comenzaron a disfrutar de un breve momento de relajación antes de prepararse para la misión que les esperaba en unos días. A medida que la conversación continuaba, descubrieron más sobre los intereses y pasatiempos de cada uno, fortaleciendo su vínculo como equipo y preparándose para enfrentar los desafíos que tenían por delante.

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