*Kaoru*

Son casi las seis pm y Butch aún no llega, a veces tarda pero siempre estoy preocupada si no me avisaba.

-Señora- dice Lila asomándose por la puerta- Hay un joven en la entrada que pide verla.

-¿Un joven?- pregunté- ¿Es alto, castaño y de ojos purpura?

-Es castaño y de ojos purpura- asintió a mi deducción- se dice llamar Blitz, ¿Lo dejo entrar?

-Claro, ahora bajo.

Genial. Mi primo había llegado en buen momento para distraerme de mis preocupaciones.

-Me alegra verte- dije mientras bajaba las escaleras.

-Wow... Creí que me había equivocado de dirección cuando vi la casa- dijo Blitz mirando a todas partes.

-No primito. Todo lo que ves es donde vivo.- miré las enormes maletas de Blitz.- ¿Quieres ayuda con eso?

-Eres 15 cm más pequeña que yo, no dejaré que cargues nada de esto.- entrecerré los ojos y llamé a Mitch.

-¿En que puedo ayudarle?- preguntó Mitch.

-¿Podrías ayudarle a Blitz con su equipaje?

-Claro- tomó las maletas entre sus manos- ¿Las llevo a una de las habitaciones de visitas?

-Sí, gracias.- Mitch cargó ambas maletas y las llevó a la planta de arriba.

-¿Quieres ir al jardín?- pregunté.

-Claro.

Caminamos y en cuanto Blitz vio al sujeto sosteniendo una gran arma en la puerta trasera casi le da un infarto.

-Mierda, prima. En que anda metido tu marido.

-Negocios, primo. No preguntes.

-¿¿Vende órganos en el mercado negro o algo así??

Ambos reímos. Blitz podría guardar el secreto, pero tenía que esperar un tiempo para poder contárselo.

-Señora, ¿Desea algo para beber?- preguntó Lila.

-Mmm... ¿Podrías traernos limonada y fruta? Butch no debe tardar en llegar a cenar, así que si puedes traernos algo ligero.

-Claro señora- dijo entrando otra vez a la casa.

Nos sentamos y hablamos por casi una hora, extrañaba a mi primo desde que él se había ido.

-Oye linda, ¿Podrías darme una ducha?- preguntó Blitz.

-Claro. El baño está dos puertas a la derecha de tu habitación.

-Gracias- besó mi mejilla y entró a la casa.

Me quedé un rato en el jardín, pensando en como le diría a Blitz que mi esposo era un criminal sin que hiciera un drama.

*****

Blitz tardaba demasiado. Me aburrí, así que comencé a deambular por el jardín, había visto un hermoso seto en la entrada, así que fui por mi cuaderno de dibujo que Butch me había regalado en mi cumpleaños anterior y me senté en la entrada a dibujar.

-Señora Him- dijo una voz familiar a mi espalda- ¿Qué tiene ahí?

-Emm... No mucho. Solo estaba dibujando.

Giré a ver quien hablaba y me encontré a Mitch lavando el auto. No tenía puesta la camisa y se veía un poco mojado.

-¿Puedo verlo?- preguntó mientras se secaba con una toalla.

-Claro.- Miró el dibujo. Tenía un hermoso perfil, tenía que dibujarlo, era el modelo perfecto.- ¿Te molestaría si me siento un rato a verte?

-Claro que no- dijo sonriendo.

Me recargué en la columna de la entrada y comencé a trazar. Mitch era muy guapo, podía notarlo. Pero yo amaba a mi esposo y podía controlarlo.

Además, Mitch era demasiado alto y llegaba a intimidarme. Eso y que era tan fuerte como una roca.

Yo prefería a los hombres más... Más como Butch. Esa era la definición.

-Linda- dijo Blitz sentándose a mi lado- ¿Dibujando otra vez?

-Un poco- dije sin despegar la vista de la mandíbula de Mitch.

-¿Butch no se molesta cuando dibujas a tus empleados?

-No. Y no le digas- dije terminando de sombrear una parte del dibujo- Revisará mis lienzos y verá que estoy obsesionada con él.

-¿Has dibujado a Butch?

-Sí- dije mientras borraba un contorno- Yo diría que unas 80 veces.

-Wow, sí que amas a tu marido.

-Mucho- sonreí- Estoy planeando hacerle algo para su cumpleaños.

-¿Un enorme lienzo, no?

Asentí- Va a ser el primero y espero que quede bien... ¿Quieres verlo?

-Claro.

-Sube, en un rato te alcanzo.

Él entró a la casa justo cuando Mitch se acercó- ¿Y bien?

Le mostré el dibujo y quedó fascinado. La gente decía que tenía talento para el arte, pero no me obsesionaba con eso.

-Es realmente asombroso- dijo.

-Lo que pasa es que el modelo era asombroso- ambos sonreímos.- iré adentro con mi primo. Gracias por dejarme dibujarte.

Di la vuelta, pero sentí que me tomaron de la muñeca para luego girarme y de un segundo a otro, tenía los labios de Mitch junto a los míos. Me quedé petrificada, mis labios se movían pero mi cuerpo estaba inmóvil. Él se alejó con una sonrisa, pero cuando vio mi cara de confusión se quedó igual que yo.

-¡No vuelvas a hacer eso!

-Pero creí que...

-Eres encantador Mitch, pero amo a mi marido y tú...

-Soy un empleado, lo sé.

No- me apuré a decir- Tú podrías salir lastimado. Me caes tan bien que no podría dejar que te pasara algo por mi culpa.

-Kaoru... - trató de acercarse pero yo retrocedí- Te amo.

Negué con la cabeza- Lo siento- me di la vuelta y antes de que él volviera a besarme, entré a la casa- No puede ser.

-¿Qué no puede ser?- preguntó mi primo.

-¡Me besó!- dije cubriéndome la cara.

-¡Mierda!

-Lo sé... - estaba frustrada- Butch va a matarlo.

-Dalo por hecho prima- dijo con su ceja levantada.

Ya lo sabía. Mitch era hombre muerto... Literalmente.