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--Déjame aclarar las cosas... No sólo debo ir obligatoriamente con disfraz a la dichosa fiesta, sino que también debo pagar por un boleto de entrada.

--Sí.

--...

El albino tuvo que contener la respiración un momento junto a sus ganas de golpear a quienes tenía enfrente suyo, más que nada porque Haruka continuaba mirando el boleto.

--¿Objetivo de pagar los boletos?

--Que todo irá destinado a la caridad.

--¿Quieres quedar bien con la madre de tu novia? - inquirió con una sonrisa.

Los ojos verdes del contrario parecieron afilarse un poco más en ese momento. Pero, como si no fuera la primera vez que le mencionaron tal cosa, acto seguido se limitó a suspirar.

--No, ¿por qué?

--No le creas, seguro que sí.

--Liam-

--Yuri, yo también creo eso. Pero por ahora, sí, es caridad. Debes hacer tu donativo con la compra de este boleto si quieres entrar. 

William había hablado con tanta seriedad que ya no sabía si se trataba de una broma o no.

--¿Es joda?

--Nop. De verdad haremos una donación. 

--¿La fiesta es en tu casa?

--Sí, la de vacaciones que tenemos en Japón. Les ahorramos un largo viaje.

Otro respingo para evitar cualquier acto impulsivo... Más o menos.

--Escucha, si tanto dinero tienes, Lockbird, haz tú tu donación a la caridad. Es más, dónamelo a mí que ya tenemos suficiente en casa para todavía tener que pagar por mi entrada.

Un silencio en el que ambos muchachos miraban al albino y a su acompañante, quien no había vuelto a pronunciar palabra, seguramente confiando en que Yuri era completamente capaz de resolver la situación por cuenta propia, aunque Tokei se adelantó, casi como si ya estuviera esperando que alguien les rechazara el pagar los boletos.

--¿Quisieras compensar tu carencia de boleto

--... ¿Te estás burlando, Ohara?

--No, habló en serio. Ayúdanos a repartir boletos, anota cuántos vendiste aquí y en con nosotros por la tarde al salón. Te daré una parte de ello y lo repondré yo con lo de mi trabajo.

Yuri lo miró un momento. Miró a William y luego a Haruka, quien mantenía su semblante serio, pero cuyos ojos carmesí tenían ese brillo de emoción.

--Oh, claro, admiro tu condescendencia... ¿Tan grande es tu ego para querer quedar bien siempre? ¿Eso es lo que tú llamas persuasión? ¿Te aprovechas de las pobres y miserables personas para tu propia causa? Eres un interesado, manipulador, descarado y oportunista. 

--Jaja, sí es. 

--William no-

--No, William nada. Si le dices algo a Birdie, yo le digo que intentaste sobornar a alguien y malversar una parte del dinero.

--... Lockbird, ¿Llamaste malversar el donarme dinero a mí?

--Liam, tú sabes que ella hubiera insistido todavía más en hacer un trato para que le compraran el boleto.

--¿Insinúas que Birdie es molesta e insistente?

--Insistente sí.

--...

Tal vez fue el no querer iniciar una discusión seria con el contrario que William se dirigió nuevamente a Haruka y Yuri.

--¿Comprarán boletos o no?

--Danos el día para organizarnos, por favor.- habló ella por fin antes de que el albino reaccionase de nuevo.

--Ah, claro. No tenemos problema. Solo tienen que venir antes del final del día, acepto que confirmen por mensaje para reservarles un boleto y el día de la fiesta paguen el efectivo. Les pedimos también que envíen su disfraz, de preferencia. Foto del disfraz al menos un día antes, ¿Sí? Igualmente, será dentro de una semana. Lo que importa es la organización.

Fue de camino a clases que Haruka decidió hacerle la propuesta.

--Yuri, ¿Quieres ir a la fiesta?

Los ojos carmesí brillaban frente a él, firmes y con ese destello de ilusión aún presente.

--Si lo que quieres es que acepte la propuesta que me-

--No. Yo compraré tu boleto.

--¿También te pondrás condescendiente, Haruka?- casi tuvo que aclararse la garganta para complementar con un tono más bien suave aquella oración que, pensó, pudo haber hecho molestar o hacer sentir mal a la chica. --Yo puedo conseguir mi entrada a la fiesta por mi cuenta, no te preocupes por eso.

Haruka entonces mostró lo que parecía querer ser una pequeña sonrisa de satisfacción, que se limitó tan sólo a que las comisuras de sus labios se movieran un poco antes de ella asentir.

Bueno, Yuri no mentía. Efectivamente, consiguió una entrada a la fiesta.

No esperaba que la casa de vacaciones de los Lockbird fuera una casa pequeña, sí. Pero casi los maldijo cuando se dio cuenta de lo que era esa casa. 

La fiesta había iniciado desde hace rato y era una oportunidad perfecta. Todos estarían demasiado ocupados en cualquiera de las actividades que hubieran organizado los anfitriones como para prestarle atención a alguien que se había colado por alguna de las ventanas del tercer piso.

¿Cuánta razón tuvo? La suficiente. 

Al menos una de las anfitrionas estaba en la puerta desde hacía varios minutos, recibiendo a los invitados que llegaban todavía. 

--Oh, my...~ ¡Mirai, estás preciosa!

La muchacha corrió a abrazar a su amiga apenas la vio en la entrada. 

La rubia sonreía. El rosado de sus labios y mejillas hacían un contraste precioso, resaltando todavía más sus lunares bajo cada ojo. Desde el moño en el que iba recogido su cabello rubio hasta sus zapatilla verdes con la bolita de algodón adornando cada uno, había recreado a la perfección al personaje.  Si ya bien las alas que emitían reflejos azulados al tocarlas la luz ya la hacían verse como una genuina hada, sus orejas con esa forma afilada naturalmente resaltaron como el toque mágico final en su disfraz. 

--Nuestra Tinkerbell hermosa como siempre.

--Gracias, reina. El disfraz de Emily divino en ti. ¿Teñiste tu cabello?

--No, hoy es peluca. Seguro se me quedaba permanente si me lo teñía... Igualmente, bienvenida. Espero que te la pases bien en nuestra fiesta.

Le entregó un sobre.

--Asegúrate de no compartir lo que leas en ese sobre. Es importante para nuestra futura dinámica.

--Oh, entiendo.

--Recuerda, ¡diviértete!

Tras permitir que la rubia entrase a la fiesta, todavía recibió algunos invitados más.

--Nana, Agatha, bienvenidas. Adoro el matching

No importaba si dejaron sus tonos de cabellos naturales, los uniformes eran perfectos y el cabello recogido de Nana para simular ser más corto y las trenzas rojas de Agatha que caían hasta sus pantorrillas las del ataban como los personajes del juego de Ultra Despair Girls.

A ellas también les entregó un sobre a cada una con las mismas indicaciones que le dio a la rubia.

Reconoció la silueta que se acercaba ahora.

--Haru, regresaste. Pensé que ya te habías ido... ¿Regina George? Wow, sí que te luciste encontrando el disfraz.

Él tardó un poco en responder, o más bien en darse cuenta de que ella estaba ahí. Mantenía una sonrisa animada que era capaz de opacar el rubor que había adquirido sus mejillas entonces, mientras no dejaba de mirar los tacones que llevaba. En general, irradiaba una felicidad increíble y hasta cierto punto extraña para la anfitriona.

--¿Haru?

--Ah, ¿qué pasa, Birdie?

Para ese momento no sabía ya si se trataba de Haru Hideki como lo conocía o no, estaba demasiado confundida.

--Nada, como te decía, excelente elección de disfraz. 

--Igualmente, ¡mírate, lista para recibir una propuesta de matrimonio! Aunque una lástima que no la mía.

--Suerte para la próxima en todo caso. 

--Oh, Birdie, ¿es infidelidad lo que veo?

Decir que fue poca la molestia que Robin sintió hacia su hermano era poco. Muy poco. Pero, de alguna manera, había logrado mantener la calma, seguramente para no recibir otra burla. 

--Por supuesto que no, Liam

--Ah, ¿Celoso? Puedo proponerte matrimonio a ti en su lugar.- mientras pronunciaba esto, había entrelazado sus manos entre las del albino. --Estás disponible, ¿cierto?

--Oh, eso es tan... Raro de tu parte. - con la mayor delicadeza que pudo, se apartó de las manos del rubio. -- Y no, no estoy disponible. También llegaste tarde.

--Es una lástima, ¿acaso estoy condenado a una vida llena de soledad? 

--La verd-

--Algún día llegará tu persona especial, Haru. No lo dudes

Tal vez la respuesta por parte de la albina fue suficiente para entonces, pues soltó una risita antes de despedirse de ellos y entrar a la fiesta sin cuestionarles nada más. 

Una vez se aseguraron que estuviera lo suficientemente lejos o distraído en cualquier otra cosa de la fiesta, ambos anfitriones por fin se dirigieron palabra al respecto. 

--¿Qué tan borracho crees que esté?

--Ni siquiera le di sobre para el juego por eso mismo... Pero déjalo. Tiene mejor humor así. Igualmente, no hay riesgo en casa, así que estará bien.

--¿Ninguna pelea sin sentido? Birdie, puede que venga gente que él en su vida ha visto, ¿Crees que de verdad no haya peleas?

--No habrán peleas, confía en él.

--... Bir-

--Te digo que confíes en él. Igualmente, no dejes bebidas alcohólicas junto a las sodas, ¿sí?

--Como digas... De ser así, ni siquiera las traía.

--... Lindo tu matching con Raven, por cierto.

Señaló con sus ojos el traje adornado con plumas blancas  y adornos dorados que hacían alusión a un cisne. Por lo que había visto cuando el otro joven llegó a la fiesta, era él quien se vestía de cisne negro y con adornos de plata.

--Gracias. 

Cerró las puertas de la casa antes de dirigirse a su hermano.

--Fueron los últimos, Liam. Ve por lo necesario para iniciar el juego.  

.           .          .

El salón por sí solo ya era un lugar perfecto para una fiesta: espacio amplio en el que se habían distribuido sillas, mesas con bebidas y bocadillos, y el centro completamente libre, como si estuviera ofreciéndole a los invitados tener un baile ahí. 

--¡Narumi, eres un ángel tan lindo!

--A-Akasawa...

Tal vez Ren y Mitsuki tendrían que compartir el tener a Narumi ese día, pues los dos estaban igual de encantados con verlo con su disfraz de ángel (que habría sido matching con el disfraz de demonio de su novia). 

--Rui, quiero una foto. 

El mencionado no tuvo problema alguno con ello. Es más, él también parecía feliz de ver al menor con ese disfraz. Desde fotos con Ren hasta fotos con Mitsuki, Narumi sonreía con nerviosismo que ya se estaba preguntando si su mueca alcanzaba siquiera a ser sonrisa.

--Mira tu carita, sí que resultaste adorable. 

Las mejillas de Narumi para entonces se habían colorado lo suficiente para que Mitsuki lo abrazara y le hiciera otro comentario sobre lo lindo que se veía. Ni siquiera era capaz de volver a hablar de forma entendible por su tartamudeo y nerviosismo ante no saber que decir. Los tres entendieron casi al instante que ya habían comenzado a agobiarlo sin querer. 

--Ren, qué elección más curiosa de disfraces.- mencionó la de cabellos rosas. 

--Bueno, hace tiempo que no celebrábamos una fiesta de Halloween. 

--Los disfraces fueron de último momento, a decir verdad.

--Exacto. Le preguntamos a nuestro padre y él dijo que buscáramos algo que sirviera en el ático y pues... Aquí estamos.

--¿De último momento, dicen?

--Sip.

Sus "disfraces de último momento" consistían en su propia versión retorcida de Alicia en el País de las Maravillas y, en realidad, se veía una buena organización, pues no se limitaron a solamente ellos dos, sino a sus hermanas y a alguien más. 

--De hecho no decidíamos. Ren tardó una eternidad en elegir y cuando se le ocurrió un matching con Mayu, ella ya había elegido algo y se lo comunicó, diciendo que no podía esperar hasta un día antes del evento.

Señaló a la chica que usaba un disfraz de "La otra madre", que conversaba más entusiasmada de lo usual con Haruka, en todo caso, la que había ido vestida de Coraline.

--Entiendo...

--Pero lo resolvimos y Akiko resultó estar disponible por suerte. Lo admito, debo empezar a organizar las cosas antes.

Aprovechando el hecho de que Akiko tenía el cabello rubio, fue a ella a quien le designaron su papel como Alicia: llevaba el clásico vestido azul celeste y el delantal blanco, sí, pero si le ponías atención, el delantal era en realidad una camisa de fuerza destrozada y los ojos de "Alicia" tendrían espirales amarillos y púrpuras. Hilos de sangre caían de su boca.

Era difícil reconocer a las gemelas en sus disfraces, pero cualquiera de los dos resultaba impresionante: una representaba al Conejo Blanco y la otra a la Reina de Corazones. El Conejo llevaba su cabello recogido en dos moños donde clavó los broches que sostenían las orejas blancas y por encima de un ojo un reloj roto. La Reina llevaba, en cambio, un moño acomodado en forma de corazón y cartas "clavadas" en su rostro, cuello y clavículas, por no mencionar el vestido. Además, la pintura negra en su cuello, en contraste con los numerosos adornos que llevaba, hacía parecer que estaba "decapitada", con su cabeza flotando sobre los hombros.

¿Y ellos? Pues el Sombrero Loco y el Gato de Cheshire. El sombrero inclinado más hacia un lado le ensombrecía la mitad de la cara al chico, aunque igualmente resultaba imposible verle ese ojo: había maquillaje que simulaba porcelana rota y agrietada que empezaba a partir de esa sombra, desfigurándole una sonrisa eterna el lado izquierdo del rostro. El del Gato podría ser más sencillo en comparación de no ser porque alguna cosa usaron para hacer pasar por dientes que formaban una sonrisa, literalmente, de oreja a oreja.

--A-Akasawa... Ren.- se atrevió por fin a preguntar Narumi, especificando al gemelo al que se dirigía. --¿Q-Qué usaste para los dientes, exactamente?

--Bueno, Kayano encontró muchos juegos de uñas postizas que no iba a usar en su vida y aquí están ahora.

--... ¿N-No te lastima los labios o las mejillas?

--Nah, no te preocupes, Narumi.

La sonrisa del castaño fue suficiente para Narumi. En tanto, Mitsuki seguía mirándoles, como intentando calcular el tiempo real que se habían tomado en arreglarse al menos los gemelos, pero al final pareció rendirse. Eso o le pareció más interesante el haberse dado cuenta de cómo Rui miraba a la Draculaura en la fiesta, quien no era otro que Akihiko Hiyori.

--Ve a hablarle. Ve a saludarlo al menos.

--Gracias, Mitsuki, a eso iba.

--Pues te estabas tardando.

.         .         .

La bebida tenía varios tonos de azul, todavía desprendió vapor del frío y burbujeaba frente a sus ojos. El rubio no dejaba de soltar risitas mientras observaba las burbujas subir y estallar por encima de la superficie. Luego se dirigía a quien le había traído la soda italiana.

--Oww, eres un amor de anfitriona, Birdie.

--Me halagas, pero no es para tanto. En realidad, me alegra que te gusten tanto las sodas italianas que hicimos, ¿querrás que me lleve tu otro vaso?

--¡Claro!

Recogió el vaso. Tal vez pediría otra dentro de unas cuantas horas, así que, ¿por qué no dejarla preparada desde ese momento. 

Apenas estaba mezclando la primera capa dulce de la bebida con el vodka cuando reconoció el traje gris a su lado, que era parte del matching que llevaba ella puesto. Dejó la botella a un lado casi de inmediato. 

--¿Byn?

--Ah, hola, Kei.

--... ¿Por qué el vaso de soda italiana de Haru huele a alcohol? Y mucho.

--Kei, ni siquiera bebes alcohol.

--Eso no significa que no reconozca el olor.

Un momento de silencio antes de que ella sujetara a su pareja del brazo para salir de la cocina y señalar al chico en su mesa, quien continuaba jugando con las burbujas de su bebida con la sombrilla en miniatura que venía de adorno.

--Kei, míralo.

--Ajá...

--¿Y? ¿Lo ves?

--... ¿Sí?

Otra vez silencio. Tuvo que ser directa para que su pareja entendiera el punto.

--Tokei, lo que quiero decir es que Haru resultó ser sorpresivamente más agradable con unas copas encima. O sea, fueron por accidente porque Liam dijo que había agua y soda, pero resultó ser vodka. No te preocupes, ya lo retiró cuando le dije q-

--¿Qué harás mañana cuando descubra todo?

--Mañana no se acordará de nada.

--...

--¿Qué?

--Olvídalo, le serviré yo la soda a partir de ahora. Prepara tus disculpas para mañana.

--De acuerdo, me disculparé mañana.

Incluso él estaba sorprendido, pues eran pocas las veces en las que la chica cedía por completo en un primer momento. Casi sospechó que la chica estuviese tramando alguna otra cosa, pero ese pensamiento apenas duró un par de segundos. Iba a confiar en ella.

--Dejando a un lado el tema, ya podemos iniciar el juego, ¿cierto?

--Sip, Liam ya fue por la utilería y eso, empezamos en cinco minutos. También deberías irte preparando.

Llamar la atención de todos los presentes no fue difícil. Especialmente cuando las luces se apagaron.

La enorme ventana arriba de las escaleras las escaleras se abría y el viento soplaba, moviendo las cortinas blancas y cubiertas de telarañas. La silueta femenina avanzaba, con una mano extendida. 

La luz blanquecina se posó sobre ella, haciendo resaltar más el vestido blanco de aspecto viejo que llevaba puesto. El cabello azul iba suelto, bajo un velo roto que le coronaba la cabeza con flores marchitas. Los guantes también estaban rotos, además de que en una parte del vestido podía verse "una de sus costillas". La piel pálida ahora tenía un tono más azulado que le daba el aspecto (en definitiva) de una muerta. La pierna derecha y el brazo izquierdo, pintados a modo de hueso, remarcaban todavía más la afirmación.

Al llegar al barandal, mostró una sonrisa. Sostenía un micrófono en mano.

--Ya les he dado la bienvenida personalmente a todos ustedes y, aún así, no saben lo agradecida que estoy de que estén aquí en este momento. Me alegra tenerlos con nosotros en una fiesta que organizamos con tanto empeño. 

Fue William quien se acercó, con otro micrófono.

--También podríamos mencionar sobre el donativo, muchas gracias a todos, una vez más. Y es por eso mismo que nos dimos a la tarea de organizar una serie de dinámicas en las que pueden ser recompensados con algún premio. Desde un concurso de disfraces hasta ganar competencias en juegos de mesa. ¿Las recompensas? Bueno, primero deberán ganar si quieren saberlo. Empezaremos con las dinámicas entonces. Espero que estén tan emocionados como... 

 Dio un golpeteo en el micrófono, que había dejado de funcionar. Volvía a hablar, aunque no se escuchaba con la claridad de antes. 

--Bueno, entonces, empezaremos-

El reflector blanco que los iluminaba se apagó un momento y la sala completa quedó a oscuras.

--¡Supongo que bajaremos!- avisó el albino. 

Se escucharon pasos descendiendo por ambas escaleras, la izquierda y la derecha. Bajaban de forma pausada, seguramente evitando tropezar en algún escalón al no poder ver. Sin embargo, se escucharon una serie de pasos que avanzaron más rápido. Fueron pocos en realidad, pero casi cuando acabaron, se escuchó un golpe, como si algo cayera al suelo. 

--¿Liam?

El chico no respondió.  

Fue entonces que las luces comenzaron a parpadear varias veces, cada vez durando más el momento que se mantenían encendidas, hasta que se encendieron por completo. 

El chico estaba tirado en el suelo, al parecer, inconsciente. 

Los invitados se quedaron en silencio, sin entender muy bien de qué se trataba aquello. 

--... ¿Tiende a caerse por las escaleras?

--... A veces, pero-

--¡L-Liam!

Fue Raven quien se acercó para sostener al albino y casi cayó de espaldas cuando le dio la vuelta. Había un cuchillo de plata clavado en el estómago del chico y había sangre manchando su ropa blanca. 

--P-Pero... ¡¿Qué le pasó?!

--William murió. Y alguien lo asesinó. 

Tal vez la chica no se esperaba esa reacción por parte de Raven: decir que esa era una mirada de odio era poco. 

--Rae, no está muerto, tranquilo. 

--... ¿Por qué no despierta entonces? Y-Y... ¡A-Apenas se le siente el pulso!

--Bueno, la verdad es que a Liam le pareció una idea genial aprender un truco para desmayarse... Creo que se recupera en una hora. 

Tal vez la explicación que tuvo que dar le arruinó el resto del dramatismo que tenía planeado y se notaba, pues ya se había cruzado de brazos. 

--¿Recuerdan los sobres que les di cuando llegaron? Pues es momento de usarlos. 

Cada uno abrió el sobre, extrayendo una carta:

"¡HA HABIDO UN ASESINATO Y EL ASESINO SIGUE LIBRE!

Las luces se apagaron y con ellas la vida de nuestra desafortunada víctima. No estaba muy lejos de terminar de bajar las escaleras cuando el puñal fue clavado en su estómago. 

¿Qué tal los testimonios de los invitados?"

--Bueno, espero que de verdad no hayan mostrado sus sobres a nadie o, en definitiva, el juego se arruinó. - suspiró Robin. --A lo largo de la investigación, irán apareciendo pistas que apunten al culpable. Mientras tanto, ahí está la lista de sospechosos y los testimonios de cada uno.

Estaba incluida toda la lista de invitados con el nombre y foto del personaje del que se disfrazaron al lado. Debajo de cada nombre, estaban sus testimonios sobre lo que estaban haciendo en el momento del asesinato. 

--Que la búsqueda del culpable comience, suerte a todos. 

--Tú no estás en la lista, Robin...

--Por supuesto que no. Ni yo, ni Liam. Después de todo, ya sabemos el culpable. Que juguemos nosotros no sería divertido, ¿me explico

Nadie dijo nada más y comenzaron a agruparse para tratar de resolver el misterio. 

--Rui, ¿tú qué crees que sea? 

--Pienso que pudieron hacer trampa y lavarse las manos insistiendo en que ellos no jugarán porque ya saben la solución. 

--Puede ser... Ah, ¿tanto te gustó cómo se me ve el cabello?

--Sí.- contestó él, que había estado peinando desde hace rato las dos coletas del contrario, pasando sus dedos entre los mechones de cabello del contrario. 

--Akasawa.- se acercó entonces Hiro, quien no llevaba su flequillo sobre el ojo derecho. Su disfraz era, claramente, del fantasma de la ópera: el cabello recogido y peinado hacia atrás, el traje que incluía una capa y la máscara que le cubría media cara (como si hubiera sustituido el flequillo a propósito).

--¿Sí?

--Hay que concentrarnos en el misterio. 

--Se nota que te entusiasma tanto la dinámica... Me concentro bastante si hago otras cosas que no tienen nada que ver con lo que debo hacer, ¿sabes?

--... ¿Qué?

--Sip, es relajante. Y las cosas acaban más rápido de lo que uno empezó. 

--Oh, qué lindo disfraz, Hiro. 

--...

El muchacho miró con sorpresa a Aki, incluso confundido, como si no creyera que Akihiko Hiyori le estuviera hablando. Inclinó la cabeza un momento.

--Gracias. También el tuyo. 

Y así, se fue. 

Rui dejó el cabello de Akihiko por fin, aunque para entonces ya le había hecho varias trencitas en un solo lado de la coleta. 

--Bueno, supongo que sí deberíamos concentrarnos

--... Supongo que sí. 

Tal vez Robin tuvo algo de razón en el sentido de que Haru estuvo mucho más relajado con unas copas encima, pues no miró con mala cara a Rui mientras éste peinaba a Akihiko. En cambio, seguía encantado con la soda italiana que aún no se terminaba mientras la pareja de la anfitriona se acercaba a ofrecerle bocadillos que recién habían traído de la cocina.

--¿Quieres algo?

--Ah... ¿Y Birdie?

--Fue a ocuparse de más cosas para la dinámica de asesinato. 

--... 

Ni siquiera fueron unos segundos de silencio antes de que el rubio se echara a reír, casi asustando al contrario de lo repentino que fue ese estallido de carcajadas.  No dejó de reírse hasta pasado un rato, que ya estaba respirando con dificultad y se veían algunas lágrimas. Tokei se preguntó si debería empezar a preocuparse u ofrecerle algo para ayudarle a calmarse después del alcohol. 

--Haru, ¿q-

--Buu, eres un celoso. 

Tardó un poco en comprender, pero se limitó a rodar los ojos y procedió a ignorar el resto de comentarios burlones del rubio mientras dejaba en la mesa plato con frutas picada y palillos para tomarla antes de irse a ofrecer bocadillos (esta vez dulces) al resto de invitados, pensando en que les ayudaría a tener más ideas. 

Mientras Haru continuaba riendo, alguien tomó asiento en la silla frente suyo. Su cabello oscuro iba a la altura de los hombros y parecía haberse hecho caireles, adornándolo con una cinta rosa. Llevaba una blusa blanca, un corpiño verde azulado y un pareo púrpura, además de su joyería dorada: aretes de aro, un brazalete y tobilleras.

Claramente era un disfraz bien recreado de Esmeralda, la joven gitana de El Jorobado de Notre Dame.

--Espero que ni compañía no te moleste.

--¡En absoluto! ¿A qué debo el privilegio de tener la compañía de semejante belleza?

--Tu risa es encantadora. 

--Oww, ¿te parece? 

--Tú eres encantador.

--Ah, ¿Cómo negar las palabras directas de una deidad? ¿Qué te hizo descender hasta este mundo?

--La invitación que me hicieron para hacer un donativo. Imagina los milagros que sucederán con el dinero de los donativos. 

--Ya lo creo. 

--Entonces, ¿puedo saber el nombre del chico más lindo que he visto en mi vida?

--¡Has tenido el honor de conocer al único e inigualable Haru Hideki, sí! Considérate con mucha suerte...

--Kaika. Me llamo Kaika

.          .          . 

Todos habían hecho un círculo en el centro del salón, discutiendo las posibilidades mientras la anfitriona les cedía los turnos para hablar. En realidad, ya llevaban bastante rato debatiendo el tema y fue por eso mismo que Robin decidió intervenir para que llevaran turnos. Les mostró un "mapa" de la casa para la dinámica.

--Robin Lockbird, ¿qué demonios significa esta coartada sobre que me estaba chapando con Sigma en el baño cuando el asesinato sucedía? ¿Qué magia negra usaste?

--Que era obvio, Lai. El traje de Poseidon no le oculta en absoluto las marcas de pintura roja de tu maquillaje de payaso, obvio hubo chape.

--Soy un McDaddy, intento de tiesa, ¿siquiera sabes lo que es McDonald's? Ugh. En segundo lugar, ¿qué te importa si me chapo a Sigma o más en tu baño? Yo me chapo a Sigma cuando quiera y no es para que lo dejes claro en tus juegos, gracias.

--... Espera, ¿ustede-

--Sí.

Al ver la seriedad con la que ambos habían comenzado a comportarse tanto Nikolai como Sigma, Robin prefirió dejar el tema de lado.

--Oliver, tu coartada.

--"Me quejaba junto a alguien más de la mala calidad del servicio de luz".

El muchacho llevaba pintura entre verde y grises que simulaba que su carne estaba podrida, así como un maquillaje perfecto en la mejilla que simulaba exponer sus muelas. En general, se había echado bastante sangre falsa encima.

--Bien. Luka, ¿qué hacías mientras ocurrió el incidente?

--Miraba mal a Rui por estar tan cerca de Aki y deseaba mentalmente que el esqueleto de decoración que estaba detrás de él lo arrastrara por la ventana.

Resultó inquietante, especialmente con el disfraz de una especie de títere que había cobrado vida que Luka llevaba puesto. Tal vez era de los que más empeño le había puesto a la hora de resaltar los detalles.

--...

--¿Retoño?

--No, no... Luka, la coartada de tu carta.

--¡Ah! Bueno, "Le tengo miedo a la oscuridad, así que me hice bolita y me quedé en el suelo".

--Bien, ¿Sana?

La chica llevaba un vestido rosa pastel y una tiara de diamantes, aunque estaba bañada también en sangre falsa. Incluso se había retirado el tinte púrpura del cabello y lo había decolorado a un castaño miel. Un disfraz perfecto de Carrie que lucía todavía mejor con sus pecas.

--"Consolaba al Títere" o más bien, Luka.

--¿Ren?

--"Regresé de los jardines, resultó más tardado de lo que esperé."

--Robin, las cortadas de todos se resumen a que nadie estaba cerca de William.- dijo Agatha de repente.

--Lo sé.

--...

--¿Qué?

--¿Sólo eso?

--Dije que irían descubriendo las pistas más adelante.

--¿A qué te refieres con "más adelante"?

--Cuando pasen la primera parte de la prueba.

--E-Esto no tiene sentido... - murmuraba Narumi en voz baja.

--¿Qué tal buscar pistas? Después de todo, el cuerpo tiene un cuchillo clavado, ¿no? - expresó Sigma. --Tal vez algo haya escondido, no sé... ¿Perdemos algo intentando?

El grupo se dispersó en varios más pequeños para buscar más pistas.

Entre los más empeñados en resolver el misterio estaban Agatha, Raven, los gemelos Akasawa y Narumi Maihara, quienes seguían agrupados en su propio círculo desde hace rato, debatiendo sus teorías.

--Podríamos ver el cuchillo como dijo Sigma.

--Sí, aunque también apoyo la teoría de más cosas escondidas, como cartas y esas cosas.

--N-N podemos usar métodos "formales" para solucionar un juego recreativo. E-Eso nos limita. B-Bastante...

--¿Algún bocadillo?- ofreció Tokei acercándose con una bandeja.

--¿Nos ayudarás en algo de la investigación?

Los cinco lo miraban, algo molestos por la interrupción. Él negó con la cabeza.

--Por el momento no.

Observaron entonces los bocadillos que llevaba en la bandeja.

--Entonces vet-

--Espera, yo sí quiero.

El chico albino al parecer ya se había recuperado de su desmayo auto-infligido. Tomó uno de los sándwiches que había. Se fijó entonces en los cinco que debatían su caso, quienes le miraban como si de verdad hubieran visto a un muerto genuino levantarse de su tumba.

Esbozó una sonrisa hacia ellos.

--Hola a todos.

Fue Narumi el que habló.

--¡W-William, s-se supone...! ¡S-Se supone que estás muerto!

--Lo sé, lo sé, pero no es como que necesiten examinar mi "cadáver" para encontrar al culpable. Además, mi madre preguntó si ya había comido algo y la verdad es que no, así que... Si no como ahora, no como en el resto de la noche. Perdón, mis horarios me lo insistieron todavía más...- se detuvo al ver la forma en la que lo miraba el chico y se encogió ligeramente de hombros antes de hablar de nuevo. --Puedes fingir que soy el fantasma de la víctima si así lo prefieres... ¡UUuuuUUUUu! Venga mi muerte, Narumi Maihara... ¡VENGA MI MUERTEE! ¡TODOS USTEDES DEBEN VENGAR MI MUERTE O LOS ARRASTRARÉ A LA TUMBAA!

Y así, se alejo, sin dejar de mirarlos, aunque se llevó a Raven de la mano, a donde sea que se haya ido y para desconcierto del resto. Sin embargo, casi de inmediato reanudaron su discusión sobre el caso. Ya Raven podría pensar por su cuenta.

--Narumi, estás muy tenso. - señaló Ren.

--A-Ah... N-No es nada...

--Escucha, es solo un juego, tranquilo.

--P-Pero... ¿C-Cómo se supone que se me considere "criminólogo" si n-no puedo resolver u-un juego...?

--Porque eso es, Narumi, un juego. No funciona como la vida real.- intervino Rui.

--P-Pero...

Ren posó una mano sobre la cabeza del menor.

--Te prometo que esto no te afectará en un futuro cuando te conviertas en el mejor criminólogo del mundo.- le sonrió. --Ten, come una fresa fantasma. Van cubiertas de chocolate.

Se tranquilizó un rato, pero apenas le pidió la hora a alguien se inquietó un poco más. ¡Llevaban más de una hora sin saber nada! Miró a Ren en busca de ayuda, aunque éste ya estaba hablando de otra cosa con su gemelo.

--¿Por qué los dos llevan en su nombre el "Aki-"?

--¿Tardaste tanto en darte cuenta?

--En realidad, me cuestiono que sea casualidad.

--A-Akasawa... - ni siquiera se atrevió a alzar más el tono de voz.

Un grupo dijo algo sobre el cuchillo del cuerpo de William, pero en realidad no les prestó mucha atención. ¿Qué sentido tenía todo eso? El caso, para no ser un caso real, no tenía ni pies ni cabeza. Además, seguro debían encontrar algo en especial para avanzar a "la siguiente pista" como Robin indicó.

"¿Realmente soy bueno haciendo esto de resolver crímenes...?"

--Hey, niño.

Incluso siendo una voz tan suave, logró sobresaltarlo ligeramente. Los ojos de la persona con el disfraz de Esmeralda lo miraban, y sonreía. ¿Cuánto llevaba ahí?

--H-Hola... ¿T-Te conozco?

--Supongo que no. - suspiró con tristeza.

--A-Ah...

No pasó mucho antes de que Mitsuki se acercara a él.

--¡Narumi, encontramos algo en-! Oh, ¿quién es tu nueva amiga?

--¿A-Amiga?

--Me llamo Kaika, mucho gusto. ¿Eres la novia de Narumi? ¡Qué suerte!

--Lo sé.- se dirigió entonces exclusivamente a Narumi. --¿Por qué ya no estás con los demás? Tenían buenas teorías.

--...

Dudaba un poco si decirlo. En realidad, tenía un nudo en la garganta y tenía la sensación de que podría romper a llorar si expresaba cómo se sentía. ¿Y qué iban a pensar los demás si lo veían llorar por un juego?

--M-Mitsuki... ¡N-No puedo con esto!

--... ¿Qué?

--¡N-No puedo resolver el misterio! ¡No puedo!

--¿Por qué? Narumi, eres muy inteligente y... ¡Piensa que es un caso real!

--No, Mitsuki. No es lo mismo. No hay cuerpo que examinar y las pistas podrían ser incongruentes en un momento. Solo tenemos de información "lo mataron mientras estaba la sala a oscuras", "un cuchillo de plata" y... ¡¿Y-Y viste a William?! ¡Ni siquiera está donde debería estar!

--... 

A la chica le costaba un poco creer que su pareja estuviese pasando una situación de inquietud por ello. Ni siquiera recordaba un momento en el que lo hubiera visto tan serio. 

--Narumi, quiero que escuches bien lo que te voy a decir.

La chica tomó su rostro entre sus manos para que alzará la vista y luego le tomó una mano.

--No necesitas demostrarle nada a nadie hoy. Resolver esto no te hará peor o un mal detective, créeme. Sí, muchas cosas sin sentido. Pero no puedo pensar en alguien más capaz que tú para cualquier caso real, ¿entiendes?

Lo abrazó.

Un abrazo bastante reconfortante. El chico tenía los ojos humedecidos.

--G-Gracias, Mitsuki...

--Bueno te diría lo mismo, pero ya lo dijo tu novia, entonces...- Kaika pareció pensárselo un momento, ignorando de forma olímpica la forma en la que Mitsuki le miraba con molestia. --Olvida todo lo demás, tú puedes hacer esto y más, ¿Entiendes? Eres Narumi Maihara, después de todo. El chico prodigio en criminología, el futuro gran detective... Piensa. Piensa todo, desde el comienzo. Busca en tus recuerdos, busca entre todo lo que ha pasado desde que llegaste a la fiesta.

La sonrisa de Kaika iluminaba su rostro de forma impresionante. Casi el propio Narumi quiso sonreír de la misma manera.

--El tiempo que necesites, no te preocupes. Nadie te presionará.

--D-De acuerdo...

Cerró los ojos para concentrarse mejor. La música y voces fueron desapareciendo conforme re buscaba entre sus recuerdos.

Su llegada a la fiesta, la recepción de Robin, cómo Tokei estuvo ofreciendo sodas italianas, algunas con sombrilla o frutas a modo de decoración... Un poco antes incluso, desde que pagaron los boletos.

"--Envíen fotos de su disfraz con anticipación."

Sí, tenía sentido. Iban a añadirlas a las cartas dentro de los sobres, que hicieron durante la semana antes de la fiesta. A lo mucho debían estar listas un día antes...

Narumi entonces abrió los ojos, sorprendido por la idea que se le acababa de ocurrir.

--T-Tiene sentido...

De a poco, una sonrisa se fue formando en su rostro. Antes de que Mitsuki o Kaika pudieran decirle algo, corrió hacia el grupo que ahora mismo tenía el cuchillo.

--Rumi, necesito el cuchillo, ¿sí?

La chica disfrazada de muñeca de porcelana lo observó un momento.

--Ah, claro. Asegúrate de devolverlo, ¿sí?

--Mira, el mango se gira.- le comentó Saburo, quien iba disfrazado de vampiro.

--Muchas gracias.

Efectivamente, el mango del cuchillo giraba.

--En realidad, creí que se podría desarmar o algo así.

--Y tenías razón, mira. - le dio unas vueltas al cuchillo antes de tirar de ambos extremos de golpe, separándolo y desprendiendo entonces una nota interior. --Sólo que no bastaba con girarlo, había que tirar de los extremos.

Y así, se fue, dejándoles el cuchillo abierto.

--...

--...

--...

--...

--Rum, ¿por qué?

--¡No lo sé! Creí que sólo iría a ver el cuchillo o...

--No, no pasa nada, olvídalo.

--... ¿Lo dejamos entonces? - preguntó Hiro.

--Yo digo que sí, parece muy entusiasmado al respecto. Ni siquiera tartamudeaba. - comentó Oliver.

Los cuatro terminaron por coincidir en ello. En eso, Luka ya había llegado.

--¡Conseguí galletas....! Oh, ¿y el cuchillo?

--No te preocupes por eso, ¿Quieres contarnos las razones por las que no dejarías que Rui esté con Aki? - inquirió Saburo, esperando que Luka revelara sus motivos.

--Claro.

Narumi irrumpió en la cocina mientras Tokei acomodaba varias galletas en una de las bandejas. Apenas le miró de reojo.

--¿Puedo ayudarte, Narumi? ¿Tienes hambre? ¿Quieres algo en especial?

--Tokei, dijiste que no ibas a ayudar con la investigación, ¿cierto?

Se acercó a su lado para que el más alto lo mirara y, efectivamente, se detuvo en lo que estaba haciendo cuando Narumi le mostró el papel que había encontrado dentro del cuchillo.

--Oh.

--¿Y?

El más alto soltó unas risitas.

--Sí que eres bueno en esto. ¿Me viniste a sacar información?

--Cuando te acercaste ofreciendo postres y Rui preguntó si ibas a ayudar, dijiste "Por el momento, no". Sí, pudo haber sido alguna cosa tuya, pero quiero creer que no fue un truco tuyo para hacerme perder el tiempo viniendo. O tal vez de Robin, porque... Si mal no recuerdo, no te mencionó a ti como persona que estaba libre de ser un posible culpable o algo así. ¿Qué más? Ah, sí...- le señaló la inscripción en el papel. --"Alguien la razón sabrá de lo que causó un asesinato sin piedad. Busca fuera de la sala, ¡Puede estar en todas partes!" Sí, un poco ambiguo... De no ser porque tengo entendido que te dejaron ciertas instrucciones específicas para ayudar en el juego. Sí, puedes tenerlas sin necesidad de saber el misterio por completo, ¿verdad? Fuera de Robin, que queda inmediatamente descartada de todo esto, eres la persona que puede pasearse libremente por cualquier parte de la casa. Entonces, ¿me ayudarás?

El contrario había escuchado atentamente la declaración y Narumi creyó ver en un momento cómo sus ojos verdes se abrían un poco más. ¿Era señal de sorpresa? Se había tensado un poco también. ¿Acertó?

El joven suspiró.

--Creo que me esperaba cualquier otro tipo de explicación... Es increíble, sí que recopilaste detalles.- reconoció con una sonrisa.

--¿Qué tienes que decirme en realidad?

--Pasaste la primera parte. Ven conmigo.

Lo condujo en silencio fuera de la cocina para acompañarlo escaleras arriba.

--¿Un segundo piso?

--Sí.

Fue entonces que una figura de piel pálida comenzó a andar hacia ellos a gran velocidad, caminando como una araña mientras su terrible cara sonriente los miraba.

--¡O-Ohara...!

--No me preguntes a mí, no me dijeron nada respecto a eso.

La criatura se detuvo frente a ellos antes de incorporarse. En realidad, resultó apenas poco más alta que Narumi.

--¿Qué hacen aquí? ¿Ya ganó?

Se quitó la máscara, revelando unos cabellos que mezclaban el rosa y el negro.

--¿K-Kaguya?

--Sí. Escuché que habías encontrado algo.

--Lo siento, pero fue Narumi resolvió la pista, así que es Narumi quien avanza.- intervino Tokei mientras le entregaba una llave y una linterna a Narumi, para dirigirse de nuevo a Kaguya y entregarle el trozo de papel extraído del cuchillo. --Ten, tú y los demás todavía deben resolverla.

La chica leyó rápidamente aquello antes de mirarlos de nuevo.

--Dile lo que le tengas que decir a Narumi y baja, ¿Sí?

--Supongo que no queda de otra.

La chica se fue, esta vez caminando de forma normal.

Tokei entonces movió una de las enormes cortinas que resultaron no cubrir ninguna pared, sino un pasillo a nuevas escaleras.

--...

--¿Qué pasa?

--¿T-Tan grande es la casa?

--No te preocupes por eso. Ten, aquí está tu llave, es la puerta que está al centro, ¿Sí?

--Sí... E-Entiendo.

--Suerte, Narumi.

Por un momento pensó en el portal de Coraline, pues la forma en la que decoraron el pasillo simulaba un vórtice o pasadizo.

Entonces se le ocurrió otra pregunta.

--O-Ohara...

Pero él ya se había ido.

.         .        .

¿Habría una cantidad específica de pistas? Le hubiera gustado preguntarle a Tokei al respecto, pero ahora tendría que esperar. Es más, por un momento se le pasó por la cabeza que le haya dado la puerta equivocada, ¿por qué no sospechar?

Apuntó con la linterna hacia el final del pasillo. Habían tres puertas, decoradas con dibujos que, se dio cuenta, hacían referencia al Extraño Mundo de Jack.

Tal vez Tokei no mentía y sí, la puerta correcta era la del centro, la que tenía la calabaza.

Abrió la cerradura y luego giró el picaporte, entrando a una habitación en cuyas paredes blancas se proyectaba la canción con video de apertura de la película. Al fondo, cerca de la ventana que irradiaba una luz blanca, como tentando a alguien a acercarse más, estaba una tumba que rezaba "En memoria de William Aukyro Lockbird". El suelo en sí estaba rodeado de más tumbas.

Se acercó, preguntándose si había algo en la tumba y dispuesto a abrirla. Apenas lo hizo, un esqueleto saltó de adentro, soltando una risa. Claro que era falso, pero igualmente fue suficiente para hacer caer de espaldas al chico del susto que se había llevado.

Sin embargo, el esqueleto sostenía un reloj en una mano y en este no podían verse los números o manecillas, sino que había otra nota.

"Si el asesino es impuntual, ¿Quién se nos presentó al final?" pudo leer Narumi.

Fue entonces que comenzó a buscar entre las demás tumbas. Estaban escritos los nombres de todos los invitados, como pudo corroborar en su carta. Sin embargo, fue curioso: los habían acomodado en una especie de orden de llegada (según recordaba), pero había numeraciones en la parte superior. ¿A qué se debían?

"Un asesino impuntual"

Por un momento pensó en cuando Haru salió a comprar su disfraz en el último momento, ¿eso era ser impuntual? Tal vez. Pero si hablaban de "último momento"...

Salió de la habitación con el reloj en la mano, emocionado. Cerró la puerta y bajó a la cocina, aunque esperó en la entrada, pues ahora Tokei estaba ocupado atendiendo a más personas que intentaban adivinar la pista.

Narumi se fijó entonces que Robin estaba de nuevo de pie en lo alto de las escaleras.

--La infeliz alma de nuestra pobre víctima no estará ni cerca de descansar en paz mientras su caso siga sin resolverse.- decía Robin, mientras miraba por el salón en busca de su hermano. Terminando por rendirse, continuó con lo suyo. --Si quieren ayudarlo en su descanso, ¡sigan buscando!

--¡R-Robin!- Narumi subía de nuevo.

--Oh, ¿tienes algo que compartir con nosotros, Narumi?

--Sí. He descubierto al culpable.

Ella abrió un poco los ojos antes de sonreír con emoción.

Las luces se apagaron nuevamente y casi de inmediato, el reflector blanco apuntó al muchacho. Apenas y se inmutó por ello. Estaba decidido.

La joven se acercó al micrófono.

--Narumi Maihara tiene algo que decirnos a todos.

Le cedió el micrófono.

--Quiero anunciar al culpable y las pruebas que me llevaron a ello.

.        .        .

--Oye, Liam, ya debes sub-

Tokei se quedó estático en la escalera que conducía al sótano cuando vio a William y Raven, quien estaba dentro de una de las muchas jaulas que había en el lugar.

--...

--Oh, claro, interrumpe sin disculparte.

--Hola, Raven, lamento interrumpirlos, ¿Te importa si William se va un momento? Van a declarar al culpable de su asesinato.

--E-Entiendo.

--Ran se queda aquí, Tokei, no te preocupes por él.

--Me preocupas más tú, sinceramente.- murmuró una vez hubo cerrado la puerta.

Sin embargo, no pasó mucho antes de que la puerta se abriera y se coló alguien más.

--De nada les sirve todo su maldito dinero, ¿qué se supone que hacen con estas jaulas?

La silueta comenzó a tirar de estas.

--Saldrán al jardín conmigo, sí.

--¿E-Estás robando?

La persona le apuntó con su linterna a Raven, quien alcanzó a reconocer el disfraz de Wibye, el personaje de Coraline.

--... ¿Yuri?

--... ¿Qué haces ahí adentro?

--...

--¿Sabes? No importa.

Continuó arrastrando jaulas fuera.

--Odio su casa enorme, no vuelvo a venir aquí. Oye, Darkbird, ¿cuánto estimas que pueden costar estas jaulas?

.          .          .

--¿Narumi descubrió a mi asesino, dicen?

El albino subió casi corriendo las escaleras para abrazar al chico.

--¡Gracias, me liberaste de mi condena como alma destinada a vagar eternamente!

--No ha dicho al culpable, así que no. - dijo su hermana.

--Habla pues, Narumi.

El muchacho lo meditó un poco antes de soltarlo.

--La primera pista fue el cuchillo, que me condujo a que Tokei estaba obligado a ayudarte para llegar a la segunda pista. Me hablaba de un asesino "impuntual", así que fui buscando opciones: Pensé en cómo Ren y Rui mencionaron sobre qué esos disfraces eran de último momento y, sin embargo, no creo ya en ello. Ren, ¿puedes venir un momento?

El castaño se dirigió a dónde estaba el menor sin dudarlo.

--¿Qué hago ahora?

--Uno de los dientes de tu disfraz. Lo necesito.

Tal vez Ren comprendió de inmediato lo que Narumi suponía. Suspiró antes de quitarse una de las uñas postizas a modo de dientes. Narumi confirmó su teoría.

--Uso un pegamento especial. En realidad, hay una capa de este bastante grande. Lo que quiero decir es que, de haber sido de último momento como ellos expresaron, la capa debería estar bien pegada a su piel y no haberse desprendido con facilidad, o no tener rastro de haberse pegado los "dientes" antes.

--Vaya...

--Entonces, eso dejaría como una persona "impuntual" a Haru, quien ni siquiera tenía disfraz cuando llegó. Pero claro que podemos seguir buscando más cosas. - Sonrió. --Robin fue cediendo turnos para decir nuestros "testimonios". ¿No fue Ren el último? Y ese "Regresé de los jardines, resultó más tardado de lo que esperé" Me deja pensando muchas cosas. Robin nos presentó un "mapa" de la casa para la dinámica, sí, pero en este no estaban incluidas partes como "jardines", ¿Es correcto, Robin?

--Es correcto...

--Lo pensé mejor. Exacto, no es como en la vida real, sino siguiendo las reglas del juego y eso fue lo que hice: aunque en la casa existen jardines, en el mapa del juego en el que estamos no existe tal cosa como jardines. Es más, incluso si estuvieran, ¿no cerraron las puertas hacia el exterior durante la dinámica?

Un silencio mientras los invitados comentaban lo que Narumi decía, pero él tampoco dejó pasar mucho tiempo.

--Quien asesinó a William fue Ren.

Un silencio antes de que la anfitriona se acercase al menor y le solicitara el micrófono.

--Ren, ven aquí. Quiero que muestres el sobre.

El castaño avanzó y, a la luz blanca del reflector, mostró el interior de la carta que estaba contenida en su sobre, que recitaba: "¡Felicitaciones! ¡Tú eres el asesino!"

--Narumi tiene razón.- dijo el castaño con una sonrisa.

De inmediato los aplausos llenaron el salón mientras el chico bajaba por las escaleras. Sus mejillas estaban coloradas y sonreía, aunque cubría su cara, en cierta forma avergonzado de que se dieran cuenta que ahora mismo estaba a nada de llorar de la emoción.

--Felicitaciones, Narumi. Esa era la idea en realidad, aunque no esperaba a alguien que de verdad se tomara la molestia de grabarse cada maldito detalle... Excelente. Realmente, felicitaciones.

Fue William el que se acercó con sobre y una pequeña caja.

--Este es tu premio.

Dentro del sobre, había unos tickets que marcaban "Canjea por una película", "Canjea por un viaje" y "Canjea por algún regalo que quieras".

--Tienen validez hasta que tú quieras, no precisamente hoy. Resuelve el canjeo con cualquiera de nosotros. ¡U abre tu caja!

Dentro de la caja, venía una placa dorada con bellos grabados en los bordes, en los que recitaba "El mejor detective".

--M-Muchas gracias...

Mitsuki corrió a abrazar a su pareja.

--¡Te lo dije!

Sin embargo, Kaika también se había acercado. Incluso se unió al abrazo, para sorpresa de Narumi y ligera molestia de Mitsuki.

--¡Yo también te lo dije, sabía que podrías, Narumi! Después de todo, no dudaba que mi hermano menor fuera capaz de esto y más.

--...

Los invitados habían hecho silencio justo cuando Kaika pronunció aquellas palabras.

Narumi se apartó un poco.

--¿H-Hermano...? ¡P-Pero no te conozco de nada...!

--... ¡Lo sé, no me lo recuerdes o me pongo sensible! Y traigo maquillaje, ¿Quieres que se me corra el delineado? Además, yo-

Kaika pareció reconocer a alguien más entre la multitud.

--... ¿Lai?

--...

El chico vestido de payaso había comenzado a fingir que no estaba al tanto de lo que ya sucedía.

--Ah, muchas felicidades a Narumi...

Tiraba de la mano de Sigma, quien ya estaba mirando a Kaika de forma inquisitiva.

--... Ah, ya tiene nuevo novio, pft. Bueno, ¿en qué estaba...? Ah, claro, claro... ¡NARUMI, NO ME HAGAS ESTO!

Tal vez el drama continuaría mucho más allá de lo que uno podría haber previsto.

Sin embargo, algunos prefirieron dejar ese drama de lado.

--¿Sucede algo, Ruka-chan?

--No, nada. ¿Por qué, Nana?

--Pareces distraída desde hace rato.

--¿Has visto a Yuri?

--... En realidad no.

--Tal vez sí se fue temprano como dijo.

--Tal vez muy temprano.

.          .          .

--...

--...

--...

--Ran, ¿Qué pasó aquí?

--E-Entró alguien y... No sé, se fue con todas las jaulas.

Los mellizos miraron el sótano vacío, tan sólo con la jaula en la que estaba el castaño.

Se miraron entre sí.

--Liam, que Jayden se encargue, ya sabes.

--Estoy de acuerdo.

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