" Escuelas. Esas instituciones educativas que con el personal adecuadamente calificado para cumplir con los objetivos de estas: enseñar y preparar a los jóvenes. Enseñarles valores, disciplinas y a pensar por sí mismos; ejercer cada acción de forma consciente y responsable. Preparar a los jóvenes estudiantes para los retos que enfrentarán a lo largo de su vida... Al menos en parte.

Kamuigakuen es una escuela pública en Japón, tal vez una de muchas otras como se cree en un principio. Pero definitivamente ofrece muchas más oportunidades de aprendizaje para los estudiantes. No debe subestimarse que hay un rendimiento académico notablemente alto al fin y al cabo, siendo sus estudiantes perfectamente capaces de posicionarse entre las mejores calificaciones a nivel del país. Las instalaciones de Kamuigakuen se encuentran impecables y en perfecto estado, recibiendo mantenimiento tanto por el personal de la escuela como de los estudiantes, quienes de esta manera aprenden a valorar y respetar el trabajo de otros. Kamuigakuen ofrece numerosas actividades además de las materias planteadas en los progras educativos, éstas incluyen clubes y talleres para promover la convivencia de los alumnos, además de viajes escolares educativos y recreativos.

Esperamos un gran desempeño por parte de esta nueva generación de estudiantes recién ingresados y también de los que ya conocemos. Será un gusto trabajar con ustedes, ¡Bienvenidos a Kamuigakuen a todos ustedes! "

Habían escuchado esas palabras por parte del director durante la ceremonia de ingreso también. Y ahora estaban dentro de esas agendas que por alguna razón alguien se había molestado en imprimir una copia para cada agenda de cada estudiante y pegarlos. Ni una copia más ni una menos. Y para colmo, no eran feos. Eran hasta una bonita decoración de contraportada para la agenda de pasta negra.

Se habían esforzado para que no se les ocurriera deshacerse de esa agenda en ningún momento. Además de que ya marcaba fechas de exámenes, festivales escolares, viajes... ¡Incluso un directorio telefónico del personal en caso de que lo necesitaras! Así que no era sorpresa que estuvieran anotados los horarios para cada clase y los compañeros que tendrían.

Claro, las cosas estaban perfectamente organizadas. Nada debía salir mal... No debía.

--¡Nikolai, hijo de puta! ¿Quieres matarnos?

--Acabo de salvarlos del quilombo en el  que ustedes se metieron. De no ser por mí, estarían hechos carne asada.

El chico albino del ojo cubierto insultaba al otro, quien parecía estarlo ignorando hasta que recibió un golpe. Empezó a reírse.

--Ahora, tomaremos a esta criatura pie su bien.

--¡No! Lo creamos aquí y se queda aquí.

--¡Ren, por orden de tu hermano, entrégalo!

--¡Es nuestro turrón!

--¡TODO EL MUNDO SILENCIO!

El chico que se había subido a una de las mesas sostenía un palo de escoba mientras trataba de despegar aquella mezcla verdosa y aún burbujeante en el techo que, no hace mucho, se había movido un poco y hasta abiertos los "ojos".

--¡N-No le hagas daño!

--¡Déjalo, es nuestro!

--¡Sácalo de aquí, Matt, aún podemos llevárnoslo!

Empezaron los gritos de nuevo. Más gente empezaba a subirse a la mesa o lo intentaba, pues el chico amenazaba con golpearles con el palo de escoba.

Luego empezaron a tirar del palo de escoba, logrando hacer que el chico cayera al suelo, donde todos empezaron a pelearse de nuevo para alcanzar a lo que fuera la cosa en el techo.

--¡Aléjate de él, Nikolai!

El albino subió a la mesa vacía mientras seguía riendo y saltaba, con la idea de despegar a la cosa mientras bajaba. No pasó.

--¡MÍRENME, IDIOTAS!

Algunos empezaron a tirar de sus piernas, los gritos y discusiones no cesaban. También empezaron las carcajadas. Un escándalo total para algunos pocos, quienes trataban de alejarse de aquella pelea entre los dos grupos.

--¡Nikolai, suéltalo!

--¡Nom! ¡Me quedaré aquí con él para siempre!

--... ¿Qué están haciendo?

El profesor regresó al laboratorio de biología y, sin cuestionar mucho lo que sucedía, empezó a golpear al albino en el techo con el palo de escoba. El chico se balanceaba más, aunque la risa le estaba haciendo perder fuerza en los brazos.

Al final se soltó. Hubo más gritos.

En especial los de una de las chicas cuando la cosa cayó sobre su cabeza. Y ella era de las pocas que había preferido por no involucrarse en esa discusión. Ahora estaba llorando de forma histérica, aunque demasiado asustada para moverse.

--Nejiri, tranquila.

--Hijo de...

Otra pelea más, esta vez entre dos de los chicos que habían estado ahí. El castaño estaba pateando al albino que había caído en al suelo mientras se reía. Pronto el otro albino lo apartó.

--¡Ni de pedo se llevan nuestro proyecto con nota máxima en biología!

El profesor seguía impasible ante todo esto mientras retiraba con cuidado aquella cosa de la cabeza de la chica, quien al poco tiempo cayó al suelo rendida.

El hombre carraspeó un poco antes de hablar en un volumen que todos escucharan.

--Expliquen qué fue lo que sucedió aquí.

--Akasawa iba a matarlos a todos, yo los salvé.

--¡A-Akasawa-kun no lo hizo a propósito!

--Nos estaban echando del laboratorio.

--Empezaron a gritarnos.

--Querían robarnos nuestro proyecto del año.

El profesor señalaba a cada estudiante para cederle el turno de hablar. Solamente observaba y asentía ante cada uno, siguiendo completamente sereno a pesar de la situación.

--Bien... Hayami, por favor lleva a Nejiri a la enfermería mientras termino de solucionar esto.

La chica de cabellos negros ayudó a levantarse a la otra para caminar hacia la puerta. El profesor cerró y los observó un momento.

--Narumi, Bernadette, Lockbird, Hiyori, Akasawa... Ren Akasawa, tú no. Akasawa KIRAKO ahora. De este lado del salón.

Los mencionados caminaron a ese lado. El hombre se acercó al resto antes de darles un golpe en la cabeza a cada uno. Incluso si era de ese grupo A, Yuri Noboyuki no podía considerarse muy privilegiado en comparación al resto de sus compañeros cuando se trataba de Ryuuji Shirogane, su profesor de biología.

-¡¿Qué clase de escándalo es ese?! Además... ¿No ustedes tres son del grupo B? ¿Qué hacen? Debe faltarles al menos media hora de-

--Historia. Media hora de historia que no queríamos tomar.

Era el primer día de clases para esa generación de estudiantes, pero Ryuuji comprendía la situación: para el, Kyosuke Mikoun se entusiasmaba -a su manera- demasiado respecto a las clases de historia.

--... Entendible. Debemos funar a Kyo.

La puerta se abrió de golpe, revelando al hombre pelirrojo que llevaba una funda de katana de kendo en mano.

--Shirogane, vengo por tres de mis alumnos.

Observó a Rui, Matt y Nikolai. El primero aceptó algo resignado, mientras que el segundo miró a Nikolai.

--¿No vienen?

Esa mirada amenazadora del hombre mientras desenfundaba la katana.

--Ahora no.

De nuevo el escándalo de los gritos después de que el chico albino se lanzase por la ventana hacia abajo. Todos empezaron a salir del salón para ir a ver lo que le había pasado.

--Shirogane.

--¿Sí, Kyo?

--¿Qué llevas en las manos? ¿Por qué burbuja?

--... Es la nueva mascota escolar, Kyo-baka.

.         .         .

El resto del grupo B se había acercado a las ventanas del aula para ver lo que había pasado a unos cuantos salones.

--¿Fue Nikolai el que se lanzó ahí? 

--¡Fue Nikolai!

--¿Quiénes apostaron a Nikolai?

Cada quien empezaba a tomar la cantidad que habían apostado o se la daban a otro.

Tuvieron que esconder el dinero de golpe y lanzarse a sus lugares en cuanto la puerta se abrió. El profesor regresaba, con los dos alumnos frente a él y arrastrando al otro por el pie.

--Lamento decirles que les quedan veinte minutos en mi clase aún. Tomen asiento.

Anotó algunas cosas en su libreta. Seguramente, petición de que se pusieran barrotes para reforzar las ventanas.

.            .           .

--Veamos... Akasawa, ¿Qué hiciste exactamente?

--Usamos pulpo.

El chico de cabellos azules se aferró al brazo del castaño.

--P-Pero no se preocupe. Ya le ha escrito una carta al señor pulpo a modo de disculpa por convertirlo en esto.

--Los pulpos tienen un cerebro por tentáculo, de modo que cada uno funciona de forma independiente. Al seguir activos estos, sólo necesitaban descargas de adrenalina para funcionar.

--Le inyectamos eso.

--¡Y luego la reanimación con descargas eléctricas y lo sometimos al calor para una mejor reacción!

--En realidad, quería preparar takoyaki...

--...

--¡Pero explotó!

--El resultado le cayó a Akiko en la cabeza... Iré a verla en un rato.

--Ni siquiera le echamos veneno. Es una paranoica.

--Díganme... ¿Qué hacen estudiando esto aún?

--Yo...

--Aprobados, todos ustedes. Ahora, ¿Tiene nombre o algo así? Le dije a Kyo que era la nueva mascota de la escuela y que lo presentaríamos en la ceremonia de hoy.

--Narumi, dile.

--¿Y-Yo? Bueno...

El chico de ojos celestes tomó un poco de aire antes de hablar.

--Se llama Akkorokamui Cthulhu. Akkorokamui es la deidad pulpo y Cthulhu es un ser primigenio ficticio creado por H.P. Lovecraft. Se parecen un poco...

--Akkorokamui... Gran elección, chaval.

Sonrió ligeramente ante el palpeo sobre su cabeza.

Un primer día escolar que había cambiado de desastroso a un poco menos desastroso.

--Hey, Ryuuji. Te toca el grupo C.

La mujer seguía tocando la puerta abierta hasta que todos se giraron hacia ella. En ese momento, hubo un silencio antes de que el profesor preguntara:

--¿Teníamos grupo C?