9. Malos entendidos

Dedicado a:

DemonTaisho, LuzMireyaMujicaNaupa, IraFlores681, natsumidragonil, MarycieloAsenciosCar, EvelynJoanyMendez, jithomi, Inufan4rever, Naomi_Martinez16, BaidOved, CarolinaAlfaro024, Misaa-chan, OtakuPrinces, HidarimeTanteiEye, yulsmurano, Anabell_Martinez, Yuukeito_Tyrell, yukkycross, DarKiara, Chema_D_Lois, moyashisa16 y @Hidamarilossi15.

Anteriormente...

-¡Yupi! ¡soy muy feliz porque Yu-kun me dio chocolate!

-No te hagas ilusiones, solo quiero que me dejes en paz- ella gritaba emocionada y yo solo murmuraba para evitar que los pocos espectadores vieran esa escena, lastimosamente no pude evitar que alguien que no debía haber visto aquello, mal interpretara las cosas, ya que a esa distancia seguro no escuchó todo lo que dije yo...

~¤~

-¡Baka! te dije que me dejarás en paz- salí corriendo para alcanzarlo, sabía que iba a estar en problemas si no lo alcanzaba, fui lo más rápido que mis piernas daban, entrando al edificio escolar le alcancé -oe, espera un momento conejo.

-¿Qué tengo que esperar? ¿a que inventes una mentira para excusarte? ¿como puedes hacerle esto a Allen solo porque no te sabe corresponder por su falta de experiencia? nunca pensé que serías capaz de algo así, hasta lo creería de mi mismo.

-Urusai, estás mal interpretando las cosas, no pasó nada, solo me la quería quitar de encima.

-No te creo. ¿Quién es ella?

-Tsk, es una estudiante de intercambio, solo sé que se llama Alma Karma y que es de segundo, y lo sé porque ella lo dijo no porque se lo haya preguntado.

-Yu, amigo, ¿sabes que si mientes, por muy amigos que seamos, se lo diré todo a Allen? ¿lo entiendes?

-Tsk, sí y te repito que no es nada, al parecer es un tipo de acosadora necia y persistente.

-¿Acosadora? Bueno amigo, si lo ves bien l verdad siempre las has tenido y nunca le has dado alas al asunto.

-¿A qué viene eso?

-A lo del chocolate, ¿te imaginas que hubiera sido Allen y no yo quien te hubiera visto? él no te habría creído, debes controlar a esa acosadora tuya.

-El problema es que Allen no quiere que nadie sepa que salimos, y si le digo a ella que ya salgo con alguien seguro se entera media escuela.

-Y todos empezarían a investigar quien la persona con el don para donar bestias que sale contigo, te entiendo.

-Baka usagi ¿acaso quieres morir?- dije preparandome para golpearlo, sonando mis dedos al tronarlos y cerrando el puño.

-¡Era broma hombre! pero volviendo al tema, no me gustaría estar en tus zapatos, la tienes difícil. Yo que tú, le cuento al moyashi sobre esa chica antes de que pase a mayores.

-Tal vez tengas razón. Parece que con los últimos golpes que te di se te compuso un poco el cerebro.

-Moo~ que malo eres amigo, pero sabes, aún no entiendo porque le diste un chocolate a esa chica.

-Ya te lo dije, no se me quitaba de encima.

-¿Quién no se te quitaba de encima, Yu?- me lleva...

-¿Allen? sobre eso- mire al conejo y el muy imbécil se hizo humo, me dejó con el problema siendo mi único testigo, y así se auto proclama mi amigo.

-Estoy esperando una explicación Yu.

-Bien, ¿podemos ir a otro lado a hablar?- sonó la campana de entrada a clases, ¿se puede decir que fui salvado por la campana?

-Lo hablaremos en el receso.

-Está bien, te veo en la azotea, oe- dije llamando su atención antes de que se fuera -toma- le entregue el chocolate y juro que vi sus ojos brillar como cuando un niño ve que le regalan eso que tanto deseaba.

-¿Para mi? ¿en serio? ¡arigato Yu!- me dio un pequeño beso en la mejilla salió corriendo para volver a su clase a la cual ya iba retrasado, que mala jugada, esperaba que él se avergonzara y el que se averguenza delante de todos soy yo.

-Fiu~ tal parece que ya se resolvió todo, te fue bastante bien, creí que el moyashi te sepultaria vivo debajo del instituto- comentó el idiota del conejo apareciendo de la nada.

-¿Y a qué coños te apareces ahora? de todas maneras no he hablado con él aún, solo sonó el timbre y se tuvo que ir, hablaremos en el almuerzo.

-Pues parece que te tiene más confianza, ese gesto de darte un beso delante de todos no me hace pensar que lo quiera mantener muy en secreto que digamos Yu.

-Tsk, no me llames por mi nombre, no sé que pueda pasar pero tú conejo idiota eres mi único testigo.

-¿Yo? pero si yo lo que vi no te salvaría, te hundiría más.

-Pero tu sabes toda la historia- o casi toda.

-Bueno eso es cierto, pero Yu, amigo la chica esta buena.

-Tsk, no me ayudes baka usagi.

Luego de las primeras horas de clase llegó la hora de almuerzo, demasiado rápido para mi gusto. Salí de mi clase para dirigirme a las azoteas, le rogué a Kami por no encontrarme con la chiquilla latosa que me acosa, y suspire aliviado al lograr llegar a la azotea con éxito. Al llegar me percate de inmediato de que el moyashi no había llegado. Me dispuse a sentarme a la sombra que aportaba un pequeño  cuarto eléctrico que no era para nada visitado con regularidad, tenía un candado algo oxidado en la entrada unido a una cadena, para mantener la puerta obviamente cerrada. Me senté a meditar, definitivamente debía decírselo, tenía que contarle sobre esa chica y sobre como me estaba sintiendo, me parecía muy raro pensar en decirle mis sentimientos pero era lo correcto, el sonido de la puerta metálica de la azotea abriéndose llamó mi atención, me levante nervioso por ver a mi moyashi, pero que grande fue mi sorpresa cuando quien atravesó esa puerta no era otra persona que Alma.

-Tsk, pero que mierda haces aquí ¿acaso me seguiste?

-Es que me pareció extraño verte venir en esta dirección y pues... ¿qué haces aquí?

-Espero a alguien, así que piérdete.

-Yu-kun, ¿puedo hablar contigo un momento hasta que esa persona llegue?

-No quiero que estés aquí cuando llegue.

-Entonces seré breve, lo prometo... ehh... verás Yu-kun, sé que soy nueva y que no conozco a muchas personas en la escuela aún, pero sin embargo me siento muy cómoda cuando estoy cerca de ti- no me gusta hacía donde va esto, miré hacía la puerta deseando que acabará rápido y poder ver a mi moyashi y contarle todo, para mi desgracia la mala suerte me persigue desde hace mucho tiempo, la puerta se abrió suavemente mientras la chica no paraba de hablar dejándome ver ese cabello albino que tanto me fascina, pero en un mal momento -¡Yu, tú me gustas mucho y me gusto mucho el chocolate que me diste esta mañana! gracias por eso ¿saldrías conmigo?- sé que la escuche pero no me importó ni un poco, el moyashi se echo a correr y yo comencé a perseguirlo, dejando a la chica con la palabra en la boca.

-¡Moyashi espera!

Corrí, corrí mucho, pero el moyashi tiene una ventaja por ser bajo de estatura, lo perdí entre los muchos estudiantes que disfrutaban de sus almuerzos, yo hasta perdí el apetito. La hora del almuerzo terminó, y nunca encontré a mi moyashi, las horas siguientes de clase se me hicieron eternas, no como en la mañana que estaba nervioso por verlo, ahora estoy nervioso por no verlo, que irónica es la vida, ¿qué habrá pensado Allen a ver a una chica declarándose a mi? ¿habrá creído que yo aceptaría a cualquier cara bonita con senos? ¿acaso no sabe que lo busque y espere durante más de 10 diez años? 

Llegada la hora de salida salí muy rápido camino a su clase para encontrarlo antes de que se marchará, pero aún así no lo encontré, le pregunte a Lenalee, me dijo que se reporto enfermo después del almuerzo, que como su estómago aún no se acostumbra a la comida de aquí le cayó mal lo que comió en la cafetería, además dijo que se veía muy mal, más pálido que de costumbre y con los ojos hinchados, supuso que debió haber vomitado y que eso le haya causado el lagrimeo que enrojeció sus orbes plateadas. Le agradecí por la información y salí apresurado a buscarle en su casa, al llegar me dijo Mama-sensei que él no había regresado aún, que seguramente se había desviado por un helado, siempre comía cuando estaba triste o feliz, recordé que salimos por un helado el último fin de semana del verano cuando le mostré como llegar al instituto.

Me dirigí ahí con la esperanza de encontrarlo, la heladería que buscaba esta justo al frente a un parque, pregunté por el en la heladería, con un cabello tan particular era difícil olvidar si lo viste o no, me confirmaron que más temprano había estado ahí y compró todo el helado que pudo llevar en una bandeja para banana split, y que luego se fue hacía el parque. Agradecí a la dependiente y cruce la calle hacía el parque para dar con él, luego de varios minutos sin éxito, di con él sentado bajo la sombra de un árbol, en un punto ciego, rodeado de arbustos casi a la redonda de donde se encontraba él. A su lado había no una sino cuatro bandejas de las que me había descrito la chica, y él estaba con la cabeza escondida tras de sus rodillas, abrasado a sus piernas. Me acerqué con sigilo y me arrodille frente a él.

-Allen...

-¿Cómo me encontraste? ¿sabes que? no importa, solo vete Yu.

-Escucha, no sé que crees que pasó pero esa chica no me interesa.

-Sí claro, y por eso le diste chocolate el mismo día y a la misma hora que a mi.

-Sobre eso, quería decirte esta mañana sobre ese tema, verás, esa chica me persigue a todos lados, no es mi culpa, esta mañana me la topé camino a la escuela después de comprarte los chocolates, eran para ti, pero no se me quitaba de encima, así que le di uno para que me dejara en paz.

-¿Y debo creerte eso?

-Allen, te esperé desde que tenía seis años, ¿qué te hace pensar que me fijaría en esa chica cuando al fin te tengo a ti?

-No lo sé, es bonita.

-No más que tú a mis ojos, Alma no me atrae.

-¿Alma? ¿se llama Alma? ¿y ya la conoces?

-Seré sincero Allen, solo te pido que me escuches hasta el final.

-...

-La conocí el primer día de clases cuando peleamos, cuando escape de ti, me tope con ella y la tire, cuando la ayude a levantarse ella se presentó y desde ese día me sigue a todos lados, sé que solo han pasado tres días desde que iniciamos las clases, pero no la conozco muy bien que digamos, ella solo es así de necia, ni siquiera sabía que me siguió a la azotea.

-¿Tampoco sabías que le gustabas?

-...No.

-Dudaste.

-¿Pero como jodidos voy yo a saber eso? Ni siquiera lo había considerado hasta hoy con lo que pasó.

-Mmm supongo que debo creerte.

-Allen, quería hablarte sobre eso antes de que pasará algo como esto, por eso quiero que todos sepan que salgo contigo, mira no es que quiera presumir pero toda la vida me han perseguido las chicas, pero siempre estuve muy ocupado pensando en encontrarte como para prestar atención a alguna de ellas, siempre se me insinúan, me declaran sus sentimientos y demás, regalos en mi escritorio, otros en mi casillero, pero nada de eso me interesa, quiero ser capaz de que al rechazarlas les pueda tirar en cara que salgo contigo y que no quiero que me sigan.

-Yu...- mi moyashi tenía la mirada cristalina, creo que ahora sí me cree. -te creo, pero aún así, no quiero verte a solas cerca de esa chica, quiero que la evites a toda costa.

-Vaya, no creí que fueras tan caprichoso moyashi- dije con una sonrisa ladina y victoriosa... -me gusta, deberías ser así todo el tiempo.

-¡No soy caprichoso!- dijo inflando sus mofletes volviendo a la normalidad.

-¿Es eso o estás celoso?

-¡Yo no...! bueno... tal vez... un poco.- era algo ¿adorable? ver cuando tartamudea así y se pone nervioso con sus mejillas pálidas teñidas de un bello tono carmín a juego con su cicatriz, la cual bese al acercarme a su rostro y se sonrojo aún más. -Yu ¿q-qué haces?

-Besarte ¿no es lo obvio?

P.O.V. Narrador

El azabache besaba el rostro de su amado incontables veces, le importaba un reverendo rábano lo que opinara la gente que pudiera llegar a verlos, después de todo estaban en un parque, aunque sus besos eran inocentes, solo en partes de su rostro y sus manos, besaba con ahínco la cicatriz de su rostro sacando risas al más joven por las cosquillas que eso le traía, luego la de su brazo y también en sus mejillas donde estaba el rastro seco de las lágrimas que habían recorrido por estas.

A la distancia daban la impresión de dos jóvenes jugando, y para algunos sería más que obvio que había algo más por las miradas cómplices que cruzaban entre ellos, pero para cierta rubia que iba de camino a su casa por simple casualidad y amor a la caminata, aquello no era más que algo lastimero y doloroso, ella no comprendía el porque sus sentimientos no eran correspondidos, ni siquiera sabía que no habían sido correspondidos, ya que nunca obtuvo una respuesta, solo se quedó sola bajo la luz del sol mañanero a la espera de una respuesta.

Alma estaba lastimada, y sí, sabía que era algo tonto eso de enamorarse a primera vista de un desconocido total, aunque ahora sabía mucho más de él, incluso se tomo a la tarea de investigar todo lo que su club de fans tenía para aportar, no le sorprendió que tuviera un club de fans, aunque tampoco es que fuera común que sin ser un ser famoso o reconocido tenga uno, su belleza estética, fuera de su carácter claro, era magnifica. Se limpió las lágrimas con la manga de su saco escolar rojo, y con un sentimiento de vació se marchó, sin rumbo aparente, solo caminando a donde sus pies la guiaran, necesitaba pensar, aceptar que no era y por lo visto no seria correspondida en ningún momento.

Desde otro punto, un cabello rojo fuego algo alborotado surcaba como olas la brisa veraniega que le regalaba sus últimos suspiros a aquellos que paseaban bajo los rayos del sol caluroso de verano, pronto llegaría la primavera, y con ella el cumpleaños de su querido mejor amigo, sí, ya se las ingeniaría para hacerlo salirse de sus casillas como lo hacía cada año, con la diferencia, enorme diferencia, de que ahora estaba el moyashi-chan con ellos y que de seguro lo pensaba utilizar para molestar al azabache frío y amargado, para hacerlo salir de su caparazón un momento para luego huir por su seguridad e integridad física. Lavi era todo un suicida sin remedio, iba tan ensimismado en sus ideas de como molestaría al azabache hasta que vio una chica que caminaba prácticamente como un zombie y que estaba por cruzar la calle con la luz aún en verde para los vehículos, se echó a correr para alcanzarla.

-¡Cuidado!- la tomó por una mano y la jaló hacía su pecho rápidamente, abrazando sobre protectoramente a la rubia, la reconoció en cuanto la tuvo cerca con esos enormes y llamativos orbes azul cielo mirándolo con sorpresa.

-¿Q-qué pasó? ¿dónde estoy?

-Oye, ¿estás bien? ¿en que andas pensando? estás en las nubes- el pelirrojo le regaló una de esas sonrisas características de él, logrando que la joven se sonrojara en el proceso y por la cercanía que tenían. -ibas directo a la calle con la luz peatonal en rojo.

-¿Qué? ¿en serio?l-lo siento m-mucho.

-No te preocupes por eso, pero, prométeme que no lo volverás a hacer, no me gustaría que a una chica tan bonita le pasará algo- la chica se mantuvo inmóvil entre los brazos del pelirrojo, no se sentía ni un poco incómoda, al contrario, los brazos del chico eran cálidos y hasta daban esa sensación de seguridad que todos necesitan sentir cerca de los seres queridos, se maldijo internamente por no conocer a ese chico mucho antes al notar que traían el mismo uniforme. 

-Etto... ¿me podrías soltar? eh...

-¡Oh! lo siento, por cierto, soy Lavi Bookman, te he visto en la escuela, vas a segundo ¿no?

-Sí, aunque yo no te había visto a ti antes, mucho gusto Lavi... Lavi-san, ¡ay que maleducada bebo parecer! soy Alma Karma.

-Ha ha ha, mucho gusto Alma-chan, yo voy en tercero.

-¿Entonces significa que debo llamarte... Lavi... sempai?

-He he, no, solo dime Lavi, entiendo que eres estudiante de intercambio, no debe ser fácil intentar adaptarse a un idioma que no es el tuyo, lo entiendo, yo también soy extranjero.

-Ha ha ha, ¡basta ya Yu! ¡ya no puedo correr más!- respondió el albino jadeante y sonriente por el juego que mantenían hace un rato con el azabache en el parque.

-¡Entonces deja que te atrape!

-¡Jamás! ha ha ha... ¡ey!- en ese momento los aspersores encargados de regar las plantas del parque se activaron, llevaban mucho tiempo ahí y el agua que ahora los empapaba se los estaba recordando.

-¡Salgamos de aquí moyashi!

-¡Hai, ya voy Yu!

Entre risas y algo de timidez salieron del parque con sus maletas del instituto, que por suerte no se mojaron como ellos, iban goteando por la calle bajo miradas curiosas, algunos de los curiosos miraban al cielo pensando que en algún momento llovería. Por sugerencia del azabache terminaron yendo a la residencia Kanda para tomar un baño y evitar resfriarse, y en el proceso secar la ropa del albino antes de acompañarlo a su casa. Al llegar en la casa solo encontraron a la vieja señora Ming, a la cual le encargaron la tarea de secar la ropa del albino ya que la de Kanda no le quedaría por obvias razones.

-Tadaima.

-Tadaima, con permiso. Etto, Yu, parece que no hay nadie.

-Okaeri~ bocchan.

-Ming-san, ya le he dicho que no me llame así, solo Kanda.

-¿Eh? ¿que no le ponga anís al té, solo ramas?

-Tsk, ya se le acabaron las baterias al aparato ese.- Kanda se refería a un aparato de audición que usa la vieja china por su falta de audición, debido a su avanzada edad.

-He he, eso fue gracioso.

-¿Que quiere comer grasoso? eso es malo para la salud bocchan.

-¿Ahora me dice así a mi?

-Allen ve al baño y quitate la ropa.- dijo señalando una puerta café cercana a la suya y que estaba justo a las espaldas del albino

-¿Qué?

-Para dársela a Ming-san, ella la lavara y secara en la secadora del sótano. Ya me oiste, hazlo rápido ¿o es que quieres ayuda para desvestirte?

-P-para nada- se introdujo al lugar más rápido que ligero y sacó la mano con toda su ropa húmeda en ella.

El azabache se la dio a la anciana, le hizo un par de señas para que entendiera mejor lo que le decía y así lo hizo, antes de retirarse al sótano la mujer mayor me miró con una sonrisa pícara y una mirada cómplice para estirar su mano y exigir la ropa del azabache que también goteaba. El azabache se despojó de sus ropas sin pudor, ante una mujer que le ha cambiado los pañales cuando aún era un bebé, no era problema alguno, se quedó solo en boxers y para cubrirse entró al baño por una toalla. El albino se encontraba en la tina y se tenso tan pronto escuchó la puerta abrirse, había olvidado poner el seguro, y tomando en cuenta que estaba solo con Kanda y una anciana que ni bien escuchaba y estaría metida en el sótano por un tiempo, sabía que nada bueno saldría de eso.

-¿Yu? ¿qué ha...?

-Solo vine por una toalla- la figura escultural del azabache lo dejó mudo, incluso causó una reacción en su cuerpo que el mayor no pudo ignorar -aunque parece que tú necesitas compañía...

Holis holis mis queridos amigos ¿cómo están pasando su domingo? ¿su autora-san se dignara algún día en no dejarles con la intriga? No lo creo.

Espero les haya gustado el capítulo a pesar de dejarlos con la duda de lo que podría pasar en ese baño, ¿regresará en ese momento algún otro miembro de la casa? Descubranlo en próximo domingo aquí.

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