6. Frenesí de recuerdos

Dedicado a:

EvelynJoanyMendez, IraFlores681, Anabell_Martinez, Hidamarilossi15, natsumidragonil, MarycieloAsenciosCar, tlizzt, AlbitaJuanes, Chema_D_Lois, Kiseki625, y pricesarous.

-¿Qué tal Yu-kun?

-Me parece perfecto- mientras decía aquello, tiraba del brazo del albino y lo sentaba muy cerca suyo sobre la cama de hospital.

-¿Q-qué haces?

-¿No es obvio?- dijo acercando su rostro muy peligrosamente desde el punto de vista del albino...

-¡No, no lo es!- cerró los ojos con fuerza y se espero lo peor, pero al ver que no pasaba nada abrió uno de sus ojos temeroso, el mayor estaba muy cerca, casi sobre él, oliendo su cabello. -¿q-qué haces Yu-kun?

-Huele diferente.

-¿Heh?

-Tu cabello, antes olía a bebé, ahora huele a chicle, demasiado dulce, justo como tú.

-¿D-dulce? ¿yo? Bueno...- el albino suspiró aliviado y el azabache lo notó.

-¿Y a ti que te pasa?

-Por un momento creí que me ibas a besar- dijo cerrando sus ojos y sonriendo, demasiada ternura involuntaria era lo que irradiaba en ese momento.

-¿Besar? no sabía que tuvieras esos gustos pero... Si insistes...

-¿Eh?- el mayor se levantó y se paró frente al otro que seguía sentado en la camilla algo alta de aquella habitación, pasó sus manos por el cabello del albino y le plantó un beso, uno inocente, solo el roce de sus labios. Y el menor le abofeteo. -¿¡pero se puede saber que demonios haces Bakanda!?- sus mejillas estaban por demás más rojas que el resto de su cara, eso sin mencionar que su rostro era todo un poema.

-Ha ha... ha ha ha- el mayor de ambos se desternillo a reír, captando la atención del joven inglés y logrando que los padres que estaban en el pasillo se asomaran sigilosamente por la puerta a ver de quien era la sonora risa, sorprendiéndose en sobremanera, era la primera vez que lo veían reír con alguien que no fuera su fallecido gemelo Alma.

Tres días habían transcurrido desde el golpe que dejo aturdido y confundido al normalmente estoico chico de melena larga azabache, y nada, a duras penas hablaba con Lavi, Lenalee y Johnny como si los estuviera conociendo por primera vez, le dieron de alta y en casa era otra cosa, miraba con confusión a Timothy, alegando que no recordaba tener ningún hermano, pero siendo consciente de la muerte de Alma, también de su edad actual, pero todo estaba mezclado en su cabeza, por otro lado, Allen lo estaba evitando, los chicos lo llevaron al dojo para ver si lograba recordar algo o familiarizar y no funcionó, al ver al albino entrando al dojo y saliendo de paso al verlo ahí se enfrascó en su persecución, era el juego del gato y el ratón.

-¡Matte!

-¡Deja de perseguirme!

-¡Entonces deja de correr!

-¡Estar cerca de ti es peligroso!

-¿¡Y no lo es correr así!?

El mayor no corría con esfuerzo, al oír esto último del albino si se empeño en su carrera y alcanzó al otro tomándolo de la mano para detenerlo, estaban en un área boscosa del sumamente amplio terreno de la familia de Cross, algo alejados de la casa y el dojo (imagen de referencia arriba). El detenimiento brusco del azabache causó que el albino resbalará y fueran ambos a dar al suelo resbalando por una pequeña colina al salirse del camino. El chico de cabello blanco como la nieve que cae en invierno, abrió sus ojos lentamente esperando sentir dolor por algún golpe o tan siquiera uno que otro raspón, cuan grande fue su sorpresa al no ver nada más allá de la remera que traía puesta el mayor, mientras este lo abrazaba con fuerza y protegía su integridad con su propio cuerpo, el sonrojo en el níveo rostro del menor creció al alzar la vista y ver los delineados labios delgados del mayor, tan cerca, tan apetecible, los recuerdos de lo ocurrido en el hospital vinieron a su mente y no pudo evitar separarse con un empujón del cuerpo ajeno

-¿Estás bien, te lastimaste?- la manera preocupada en la que sonaba esa pregunta no hacía más que confundir la mente y el corazón del albino.

-H-hai... etto... ¿Yu estás bien?

-Eso creo, tal vez me raspe la espalda, me arde un poco- el mayor se levanto hasta quedar sentado, ya que desde que cayeron estaban acostados sobre el pasto verde y fresco, frente a los ojos sorprendidos del otro se sacó la ramera, se había raspado la espalda baja al deslizar sobre alguna que otra piedra en el manto boscoso que cubría el área fuera del camino -tsk, que daño.

-...- el otro no podía concentrarse en siquiera pedir disculpas por causar otra vez problemas al mayor, al estar desconectado de la realidad mirando el torso firme y definido del joven mayor, las constantes prácticas sumadas a la edad de desarrollo que poseía, le habían proporcionado un cuerpo atlético y muy marcado, envidiable, apetecible... -*¿¡apetecible!? ¿en qué estoy pensando? ¿por qué me siento raro cuando estoy con él?*- la cabeza del albino estaba por estallar ante tales pensamientos confusos.

-¿Y a ti que te pasa moyashi?

-No me pasa na... ¿¡moyashi!? ¿acaso ya recuperaste la...?

-¿Recuperar qué?

-Es que me llamaste...

-Ah eso. Fue por llamarme Bakanda el otro día, me parece que te ajusta de maravilla, te pareces a un...

-Brote de habas, lo sé. Pero mi nombre es...

-Allen, lo sé, pero dime ¿cómo quieres tú que te llame?

-Allen está bien.

-¿Solo Allen?

-¿Sí?

-Entonces soy solo Yu.

-¿Podrías ponerte la ramera de nuevo?

-Tengo que limpiarme o se infectará ¿no crees? ¿me ayudas? no alcanzo yo mismo.

-E-esta bien- el albino tría en su bolsillo un pañuelo, y de casualidad una botella de agua pequeña, ya que tenía planeado entrenar a solas cuando iba hacía el dojo y los vio a todos.

Con suavidad pasó el paño humedecido por la espalda baja del contrario, retirando la tierra que posaba entre los pequeños raspones que ardían al contacto pero que el mayor soportaba en total silencio.

-¿No te duele?

-Como los mil demonios, pero no es gran cosa. Oe ¿por qué has estado huyendo de mi estos días? no fuiste a verme al hospital.

-P-pues es tu culpa. No debiste hacer eso.

-¿Hacer qué?

-No te hagas el inocente.

-No lo hago, ¿acaso estás así por que te bese?

-¡No lo digas así como si nada!

-¿O es por qué solo fue un pequeño beso?

-...¡Yu!

-Eres gracioso Allen- el mayor sonrió levemente mientras volvía a ponerse la ramera color beige que traía ahora algo sucia por la caída, y se acostaba de nuevo en el suelo con las manos detrás de su cabeza, sumido en sus pensamientos mientras el otro lo observaba.

-No le veo la gracia, ¿en qué piensas?

-Quiero recordar...

-¿Eh?

-¿Acaso todos creen que no me doy cuenta de que hay cosas que parece que he olvidado? como a mi nuevo hermano, a los chicos, que al parecer es raro verme reír o siquiera alegre. Pero nadie me dice que me pasa, Allen dime la verdad ¿perdí la memoria por algún motivo?

-...- los orbes grises con matices violetas del albino se abrieron como pudieron y se cristalizaron casi a la vez antes de hacer bajar el nudo en su garganta y hablar al fin -es mi culpa Yu- el mencionado cerró sus ojos y le pidió proseguir mientras escuchaba atentamente. -estábamos practicando kendo en el dojo y te distrajiste con Lavi, no medí mi fuerza y te golpee en la nuca, te desmayaste y cuando reaccionaste no reconocías a nadie más que a mi, incluso notaste que mi cabello se veía diferente a como lo recordabas, pero eso ya lo sabes. El médico dijo que tienes lagunas mentales, que habías olvidado acontecimientos y personas que se han integrado a tu circulo cercano en los últimos años y que puedes tardar un poco en recuperar lo que olvidaste.

-Pero también significa que tengo posibilidades de volver a la normalidad. No quiero que eso suceda.

-¿Eh? ¿y por qué dices eso?

-Pienso que si es raro que ría o que este feliz, tal vez se deba a que no soy feliz con mis recuerdos, y al parecer a todos les gusta como soy ahora. Allen, tengo miedo de ser alguien frío, incluso contigo.

El albino parpadeo varias veces asimilando lo dicho por el azabache que mantenía sus ojos cerrados pensativo, entendió su preocupación y al fin supo que decir.

-No seas tonto Yu, estas confundido, aunque vuelvas a ser como antes todos te querrán igual, si no no estarían tan preocupados por ti ahora.- las palabras tan sinceras del joven quinceañero calaron hondo en el corazón del mayor haciendo que le mirará mientras este le regalaba una sonrisa, una diferente, sincera, y hermosa sonrisa.

-...*es la primera vez que me sonríe así, esa sonrisa suya... es un crimen, por brillar con tanta intensidad para ser capaz de opacar la luz del sol... eso es, su nombre y su sonrisa debería ser un sinónimo de la palabra sol...*

-Etto... ¿Yu? Oe... ¿estás ahí?- el chico se le había quedado viendo con intensidad, pronto frunció el ceño asustando un poco al albino, tomó su mano lentamente y la puso sobre su pecho, justo arriba del corazón, latía como desesperado por salirse de su lugar y el albino se sonrojo traicionado por sus propios pensamientos.

-¿Lo sientes...? los latidos ¿los sientes?- Allen solo asintió con rapidez -tú me haces sentir así cuando estás conmigo, sé sincero conmigo Allen ¿está mal que me sienta atraído por ti?

Confusión. Una sola palabra funcionaba para describir lo que sentían ambos, el albino no lograba conectar los hilos, para él era más que extraño que un chico le declarará en pocas palabras o mejor dicho en muchas que se sentía atraído por él, otro chico, ¿que acaso eso era común ahora en Japón? ¿que dos chicos tengan una relación? Por lo que pudo investigar en internet al parecer era tan normal como sacar el perro a pasear en Inglaterra. Pero eso lo llevaba a una segunda duda ¿acaso a él también le atraía el japonés de la larga melena azabache? Si no, entonces ¿para qué investigaba ese tipo de relaciones allá?

Por su parte el azabache, tenía la duda más complicada, si había olvidado a sus amigos y a su propio hermano entonces... ¿cómo es que podía recordar claramente al inglés? ¿será que ya estaba atraído hacía él antes de perder la memoria? ¿y si no era así? Él temía que al recordar todo pudiera olvidar ese sentimiento tan cálido que había crecido en su pecho el día que lo vio en el hospital y que lo llevó a besarlo después sin su consentimiento.

¿Qué hacer? ¿dejarse llevar por los sentimientos que bien podían ser pasajeros de parte del japonés o pasarlos por alto hasta que volviera en sí? Sí, ambos ya estaban seguros de sentir atracción por el contrario, inexplicable para el albino, nunca había concebido la idea de sentirse atraído por otro chico, hasta ahora, incluso llegó a tener una novia en Inglaterra que aunque solo salieron un par de semanas por una apuesta que le hicieron a la chica, al final había sido con una 'chica'. Y el azabache, estaba dispuesto a seguir queriendo al albino aún si recuperase sus memorias pronto.

Nadie podría saber que ese 'pronto' estaba a la vuelta de la esquina. Habían vuelto a encontrarse en el dojo, todos juntos, el albino al divisar al japonés de ojos zafiros agachó la mirada escondiendo su sonrojo al recordar lo ocurrido el día anterior...

~{Flashback}~

-Etto... ¿Yu? Oe... ¿estás ahí?-  Kanda frunció el ceño asustandome un poco, tomó mi mano lentamente y la puso sobre su pecho, justo arriba del corazón, latía como desesperado por salirse de su lugar y me sonroje traicionado por mis pensamientos.

-¿Lo sientes...?- lo mire con duda -los latidos ¿los sientes?- solo asenti muy apenado -tú me haces sentir así cuando estás conmigo, sé sincero conmigo Allen ¿está mal que me sienta atraído por ti?

-Y-yo... No lo sé... Yu.

-¿Entonces puedo decidir?

-Supongo que... es tu corazón... nadie puede mandar sobre él.- dije con duda sobre lo que vaya a decidir ahora.

-Entonces decido que no es malo, Allen, tú me gustas...- antes de que pudiera decirme algo más, huí despavorido para regresar a casa escuchando como me llamaba a lo lejos, entré y me encerre en mi alcoba, me lancé sobre la cama y hundi mi rostro en una almohada, después de reponerme investigue sobre ese tipo de relaciones y me sorprendí de lo comunes que son aquí en Japón y en otras partes del mundo. Y luego lo medite... ¿qué hago investigando esto? ¿acaso pienso corresponderle?

~{Fin del flashback}~

-Ohayou Allen-chan ¿tienes fiebre? Estás algo rojo- dijo Lenalee ignorante a lo que en verdad causaba su cara enrojecida.

-¿Eh? ¡ah! No que va... ohayou minna.

-Oe ¿podemos hablar Allen?- el azabache se había acercado sigiloso hasta el albino y la mirada expectante de todos cayó sobre él.

-E-está bien.- salieron a la entrada del dojo y se sentaron en los escasos dos escalones del mismo. -¿de q-qué querías h-hablar Yu?

-No estes nervioso, me pones nervioso si te pones tú así.

-¡G-gomen!

-Tampoco es que sea necesario que te disculpes. Mira iré al grano, he hablado con todos respecto a lo que siento cuando estoy contigo.

-¿¡Se lo dijiste a los chicos!?

-No solo a ellos, a mis padres y hable con Madre-sensei también.

-¿¡Que hiciste qué!?

-Ellos me ayudaron a comprender muchas cosas y estoy comenzando a recordar, Allen. Siempre haz estado en mi cabeza, aunque hasta ahora es que puedo darle un nombre a ese sentimiento. Todos estos años, no he hecho otra cosa que no gire en torno a ti. Inconscientemente te he puesto en un pedestal y ahora que te tengo tan cerca no puedo dejar que esos años esperandote se conviertan en nada.- el ingles tenía los ojos cristalizados y desorbitados hasta más no poder -Allen yo quiero que...

Sus palabras no pudieron terminar de salir, cuando un sonido de un golpe seco se produjo al golpear su nuca, otra vez, pero siendo obra del pelirrojo quien obstinadamente intento utilizar un par de tonfas y una de ellas voló de entre sus dedos hasta golpear al azabache. Todos corrieron en su dirección preocupados esperando lo peor, la repetición de los hechos ocurridos hacía ya cinco días, pero esta vez fue diferente, el azabache seguía sentado en la misma posición con la diferencia de que mantenía su cabeza gacha y un aura casi demoníaca salía de él.

-¿Yu~? ¿estás bien amigo? Lo siento se me resbalo y...

-Baka usagi... ¡te voy a rebanar en mil pedazos y enviaré tus restos de vuelta al viejo Bookman en un caja de regalos!... mgt itte...- llevó sus manos hasta su sienes ya que un fuerte dolor de cabeza se presentó de repente al igual que el anterior golpe y recordó todo. Sus viejos recuerdos se mezclaron con los nuevos, todo pasó tan rápido que no se percató en que momento fue abrazado por el albino ni como quedó recostado sobre su pecho mientras unas finas y casi escasas lágrimas mojaban su cabeza. -¿moyashi...?

-¿Estás bien?

-Lo estaré ¡tan pronto acabe con el usagi baka!

-Etto... ¿Kanda-kun ya nos recuerdas a todos?- preguntó Lenalee con una sonrisa nerviosa.

-Para mi desgracia sí, con claridad, y antes de que pregunten, sí, también recuerdo los últimos cinco días, no puedo creer que fuera tan... suave.

-Pues a mi me gustó el Kanda de los últimos cinco días- dijo el inglés sin darse cuanta de que sus pensamientos los dijo de manera audible -... ¿acaso dije eso en voz alta?

-Sí.

-Bueno nosotros como que nos vamos a buscar a Madre-sensei para darle las buenas nuevas ¿vale?- dijo el pelirrojo tomando de un brazo a la china y del otro al japonés de los anteojos para escapar de su verdugo y a la vez dejarlos solos, mientras el par que lo acompañaba asentía frenéticamente entendiendo los motivos verdaderos del escape.

P.O.V. Kanda

-Tsk. ¡No creas que te has salvado! ¿me oyes?  me la descobraré conejo inútil.

-Yu.

-¿Qué?- el moyashi me miraba con su semblante notoriamente lleno de duda y sus ojos estaban cristalinos -no vayas a llorar de nuevo, no lo soporto. Acabo de recordar todo moyashi.

-Y-ya veo, bueno, supongo que todo volverá a la normalidad ahora, con permi...- estaba a punto de levantarse para irse y no pude evitar detenerlo.

-¿De qué estás hablando? No insinues que olvide los sentimientos de los que te hable ayer- tome su mano aún estando él de pie para repetir la acción del día anterior y la lleve a mi pecho -sigues siendo tú el que provoca que actúe de manera tan extraña. ¿Qué piensas hacer al respecto?

-¿Y-yo?

-No, la reina de Inglaterra ¡claro que tú! ¿o prefieres que sea yo quien haga algo?

-¡Yu!- exclamó mientras lo tumbaba en mi regazo para quedar sentado sobre mi rodeado por mis brazos.

-Eres tan escandaloso como cuando tenías tres años, pero antes eras más... adorable.

-N-no me digas que era adorable.

-Tienes razón, aún lo eres, no debí decirlo en pasado cuando justo ahora luces así para mi. Quiero una respuesta moyashi.

-Soy Allen, y ¿u-una respuesta a q-qué?

-Tsk ¿tengo que explicarlo con dibujitos o qué?- asintió ¿será idiota? -¿que parte de que me gustas no has captado aún? Quiero saber que harás respecto a eso.

-B-bueno yo... c-creo q-que... ¡ahh!- dio un pequeño grito de frustración mientras tiraba de su cabello con algo de fuerza y al soltarlo todo pasó muy rápido...

Mis ojos seguían abiertos de la impresión, digo, no que no quisiera pero, me tomó por sorpresa, no lo creí tan atrevido, sus dedos estaban enredados entre mi cabello atado que ahora noté que estaba flojo por el golpe de antes y acariciaba levemente mi nuca, y sus labios rosáceos estaban de forma torpe sobre los míos mientras sus ojos se cerraban con fuerza ocultando un poco su timidez. Me había besado, o por lo menos era un intento de beso que al final me causó gracia. Tome su cara entre mis manos y lo separé, debo parecer un idiota con una sonrisa en mi cara pero él dijo que le gusto el nuevo Yu, así que ¿por qué no dejar que solamente él lo viera?

-¿Yu? ¡g-gomenasai, yo...!

-Shhh... ¿qué fue ese intento de beso? ¿acaso no haz besado a alguien nunca?

-N-no...

-Osea que en el hospital cuando lo hice ¿fui él primero?- asintió y mi pecho se llenó de orgullo, no sé como era posible que a éstas alturas no lo haya hecho luciendo tan bien, bueno yo tampoco soy un experto ya que nadie me ha interesado si no era él, pero lo había hecho antes, solo como una práctica que no me gusta recordar pero que ahora me servirá de algo. Todavía lo sostenía entre mis manos y lo volví a besar, me sentía eufórico, casi frenético, él causaba en mi ese frenesí por tenerlo entre mis brazos y besarlo hasta que mis labios se entumezcan, y el frenesí aumento cuando él me correspondió. Al diablo si alguien no le parece, ya todos los sabían por mi propia boca y lo aceptaron sin problemas. Y al que no le guste se puede ir al mismo infierno. Allen al fin es mío.

Holis holis mis queridos amigos, aquí me reporto después de haberles hecho entrega del sexto capítulo de este fic y ¡al fin llegamos al yullen! Pero no iremos tan rápido como muchos esperan... Por ahora.

Y los problemas no se han acabado aún, están a punto de crecer exponencialmente. No se pierdan el próximo capítulo y enterense ¿por qué?

Sin más que añadir, no olviden votar, comentar y añador a la biblioteca, sigueme si aún no lo haces para que te des cuenta cuando publico nuevas obras o algún mensaje en mi perfil.

¡Se les quiere de gratis!


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