12. Realidad Imaginaria
Dedicado a:
eccho-chan, MitsukiLee9, YuukiKotoko, FuranshisukaFujoshi, natsumidragonil, Susuya98, Inufan4rever, EvelynJoanyMendez, VarelaDCampbell, jithomi, Anabell_Martinez, DemonTaisho, tlizzt, yona924, MarycieloAsenciosCar, LuzMireyaMujicaNaupa, ariannaluarys, Chema_D_Lois y Hidamarilossi15.
Advertencia: capítulo final.
Anteriormente:
–¿Te gustaría irte de aquí con nosotros?... debes contestar con palabras si quieres que te entienda, habla y te entenderé, no soy tan conformista como él- dijo señalando a Allen.
–...Sí...
–¿Sí qué?
–Sí quiero... ir contigo... haha-ue
–¿H-haha-ue...?💢
–¡Yu calmate!– Allen imponiéndose entre el azabache y la niña que inocentemente lo había confundido con la mujer de entre los dos, cuando vio que Yu estaba a punto de explotar.
–Oe, baka moyashi ¿por quién me tomas?– lo quitó del medio y se dirigió a la pequeña que se hizo llamar Rini –escucha mocosa, soy chichi-ue, y Allen es haha-ue ¿entiendes?
–¡Sí!– dijo poniendo sus pequeños dedos alrededor de sus ojos en forma de tijeras con una sonrisa en su rostro y mirada determinada.
Minutos después, ambos se encontraban hablando con la trabajadora social sobre su decisión de adoptar a la pequeña Rini en lugar de a un bebé más pequeño.
–¿Están seguros de querer adoptar a Rini?– dijo la mujer con un poco de duda en su semblante.
–¿Rini? creí que se llamaba Ri – preguntó Allen algo confundido.
–Es como un apodo ya que antes no podía pronunciar su nombre así que solo decía Ri las pocas veces que la lograban hacer hablar.
–Pues con nosotros habló bastante, o diría que lo hizo más con él– dijo el albino señalando a su pareja que mantenía sus brazos cruzados en su pecho con el rostro serio.
–Bien, solo espero que esta vez no la devuelvan...
–¿A qué se refiere?– habló Kanda al fin, miraba a la mujer con una ceja arqueada.
–Antes la han adoptado, pero la han regresado cuando mucho tres meses después de adoptarla porque no es muy social ni comunicativa.
–Pues se parece a ti Yu, hahaha.
–Debo suponer que quieres decir que si puedes conmigo puedes con ella ¿no?
–Claro, además en una niña, que tantos problemas puede dar una niña de... esto... perdón pero ¿cuántos años tiene?
–Tiene tres. Su cumpleaños o mejor dicho su fecha de ingreso es el 7 de julio. Si aún desean adoptarla comencemos con el papeleo entonces.
–Hai.
Luego de todo el papeleo listo y firmado, solo tuvieron que esperar a que la pequeña recogiera sus escasas pertenencias, dos mudas de dormir bastante desgastadas y cuatro de uso diario que en su mayoría habían sido de otras niñas, y lo único que parecía bien cuidado, un conejo de felpa de color blanco. Allen miró las cosas que la pequeña traía consigo y no le agradó para nada la idea de que siguiera con esas ropas tan usadas, miró de soslayo a Yu y este comprendió lo que tenía en mente, conociéndolo tan bien era natural pensar como él.
–No es necesario que se lleve la ropa, compraremos ropa para ella luego de irnos– dijo mirando a Renny el azabache, para luego mirar a la pequeña azabache frente a ellos – solo llévate lo que no quieras dejar.
–Hm– fue la afirmación de la pequeña, que dejó las bolsas con las escasas pertenencias que tenía de momento a un lado, quedando solamente con el conejito blanco en manos.
–Bien, creo que estamos listos, es hora de irnos.
–Nos veremos en un mes aproximadamente, suerte– fue la despedida de la trabajadora social de cabellos rubios cortos y escultural figura, quien agitaba un poco la mano para con la pequeña como con cada niño que se marchaba, para su sorpresa, al contrario de las veces anteriores en que se había marchado la pequeña, esta se despidió igualmente, dejando un buen presentimiento en la mujer de rasgos norteamericanos.
La primera parada en su retorno fue obviamente en el centro comercial más cercano a donde se vivían, el lugar estaba a media capacidad por ser próximo a fin de semana, pero se podía caminar sin problemas, la pareja se dispuso a recorrer los pasillo en busca de tiendas de moda infantil, una vez entraron a la plaza principal del lugar, Rini se prendió de la mano de Kanda, sorprendiéndolo mucho por la acción, siendo tan amargado como es, ni el mismo entendía cómo era posible que le gustara estar más cerca de él que del moyashi que desprendía amor y dulces por los poros. En algún momento después de que se resignara a tomar su mano, pronto la mini azabache busco la mano del albino, daban una imagen adorable, los tres tomados de manos, era tan bella la imagen que desprendían que, en lugar de los clásicos murmullos de personas escépticas a las relaciones entre personas del mismo sexo, se oían como murmuraban lo lindos que se veían juntos, que eran adorables y cosas por el estilo.
–Yu, ¿no sientes que las miradas están sobre nosotros más que de costumbre?
–Tsk, ignoralos, entremos a esa tienda- dijo señalando una tienda con maniquíes con ropa infantil en sus escaparates, al entrar una dependiente se les acercó para atenderlos cordialmente.
–Buenas tardes, ¿buscan algo para la niña?
–A menos que vendan ropa de adultos, sí– respondió con sarcasmo Kanda, siempre le molestaba que le hicieran preguntas con la respuesta más obvia.
–P-pues vengan, les mostraré los último que nos ha llegado de colección, ¿prefieren vestidos o trajes de dos piezas?
–Etto, la verdad es que no sabemos que le gusta más a ella – habló algo nervioso el albino agachándose a la altura de la pequeña para consultar sus gustos –Rini-chan, ¿dinos cuál te gusta sí? – la pequeña miró con detalle cada ropa de la tienda y fue señalando poco a poco varios vestidos distintos, entre ellos un pijama rosado de dos piezas con diseño de conejitos blancos, un vestido color celeste con moño, otro de marinerita, y así sucesivamente, luego unos cuantos zapatos de diseño de bailarina con moños del mismo color y una cinta para el cabello con orejas de conejito que no tuvieron de otra que comprar, estuvieron listos para irse a casa.
Una vez en su hogar, Rini inspeccionó con la mirada todo el lugar, y como toda infante de tres años comenzó a caminar por toda la casa a modo de descubrimiento, encontró el baño, la cocina, la sala, la terraza y las escaleras que llevaban al segundo piso donde estaban las habitaciones, cuatro en total, una de ellas era un mini estudio con biblioteca, otra un cuarto de huéspedes, la recámara principal que estaba más aislada y la última, estaba un poco vacía, sus paredes eran de un color blanco, solo había un gavetero blanco y un cama sencilla de madera de nogal con sábanas cafés en ella.
–¿Te gusta? si no te gusta igual podemos cambiarla, esta será tu habitación desde ahora– dijo el albino detrás de la azabache con una sonrisa tranquila.
–Rosa– dicho la niña con una mano sobre la pared continúa más cercana a los dos.
–¿Eh? así que te sabes los colores, bien, la pintaremos de rosado.
–¿Qué se supone que estás haciendo?- preguntó el albino con una ceja alzada, en un sillón de la sala se veía al azabache con la pequeña en brazos.
-Shhh, se quedó dormida, no hagas moyashi el albino se enterneció, en verdad que Kanda al final, fue el que más se emocionó por tener una criaturita en casa.
-Hmm, te queda bien el papel de papá sabes... te ves adorable así- dijo tomando asiento a su lado mientras el otro lo miraba mal de reojo y el albino notaba la oscuridad externa que marcaba la entrada de la noche.
-Tsk.
-¿Sabes Yu? nunca me imagine estar así contigo, en nuestro hogar, criando a una pequeña traviesa que se parece mucho a ti.
-Y a ti, yo no como dulces como ustedes dos.
-Pero a lo que me refiero es que, en verdad, si tú no me hubieras buscado, si no me hubieras esperado, yo, seguramente seguiríamos cada uno por su lado.
-Yo nunca me rendí, sabía que tú eras real...
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-¡Yu-kun! Es hora de tu medicamento.
-¿Eh? ¿dónde estoy?- el pequeño nipón de ojos azul rasgados y cabello negro medianamente largo miró a su alrededor, cuatro paredes de color gris y el suelo con azulejos blancos, estaba acostado en una especie de cama con pies y manos atados a la cama. -¿dónde está Allen?
-Yu-kun, estamos en tu habitación, en el internado-hospital correcional para niños.
-¿Qué hago aquí? ¿por qué estoy atado? ¿¡dónde está Allen!?
-Cálmate, estás atado por tu seguridad, y no hay ningún Allen.
-Mentira, no se quien es pero esuna mentirosa- sus ojos empezaron a empañarse con lágrimas amargas, esto no podía ser real.
-No es mentira, Allen no existe, nunca existió, ni Allen, ni Red, solo son personas que ideaste en tu cabeza, debes dejar atrás a los amigos imaginarios y seguir adelante, no dedes estar aquí hasta ser adulto.
-¡Es mentira! ¡Allen es real! dejeme ir, mentirosa, ¡sueltenme! ¡ALLEN!
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-¡Yu despierta!
-¡Allen!
-Fue una pesadilla, una pesadilla, cálmate, me has metido un buen susto- dijo pasando sus pulgares bajo los ojos ajenos removiendo unos finos rastros de lágrimas.
-¿Qué?- mencionó tocando sus mejillas y sintiendo la humedad que en estas se hallaba.
-Me despertaste gritando y llorando, ¿que fue lo que soñaste? me llamaste muchas veces- dijo con el entrecejo ligeramente arrugado mostrando la gran preocupación que le inundaba.
-Volví a aquel hospital donde estuve interno cuando desapareciste la primera vez, pero seguían insistiendo en que no existías. Fue horrible, no quiero volver a tener un sueño así jamás.
-Oye- dijo tomando su mentón y centrando sus miradas fijamente -estoy aquí, ambos, Rini está con nosotros ahora, somos una familia y no me iré a ningún lado a menos que tú no me quieras cerca ¿lo entiendes?
-Claro, solo fue una pesadilla- dijo juntando sus labios con los suaves labios ajenos en un apasionado osculo que se tornó más exitante a medida que se alargaba y las manos hacían acto de presencia -y si esto es un sueño prefiero morir antes que despertar en un mundo donde no formes parte de mi realidad.
-No creo que puedas imaginar esto- dijo subiendo en cuclillas sobre la cintura del azabache y llevando sus labios a su cuello empezó a morder y besar con lujuria.
-Tal vez sí, no sé si mi mohashi es tan atrevido, no lo recuerdo así.
-Aprendí del mejor- dijo mientras su mano se escabullia entre los pantalones largos de dormir que utilizaba el azabache sin polera.
-No creo que me superes aún.
Muchas veces la vida se empeña en ponernos obstáculos, con eso de que la vida es solo una y hay que vivir el presente es difícil creer que sea en ocaciones tan dura como para separar a un amor tan puro e inocente de tu lado y hacerte pasar por un infierno para hacerte creer que no es real ese amor.
Pero es tu decisión si te enfrentas a la vida o si te dejas dominar por ella, recuerda que el pez nada contra corriente solo para cumplir su objetivo, aunque conozca su final, vale la pena el esfuerzo para cumplir sus metas, así que ¿por qué no?
Lucha, "toma al toro por los cuernos", cree en ti mismo y obtendrás aquello que tu corazón tanto ahnela. Si me hubiera detenido, si me hubiera rendido, no habría obtenido la felicidad que ahora poseo.
Sé que no soy la persona más apropiada para darte este consejo, soy amargado, retraído sentimentalmente y poco expresivo, me disgustan las cosas en exceso dulces y no probaría ningún bocadillo ni ligeramente dulce a menos que me oblige él, pero uno por amor se pone idiota, estupidamente idiota, me hice de algún modo merecedor de ese poco sutil mote que me puso el moyashi, "Bakanda".
Y sin embargo lo amo como un tonto de esos cursis que regalan chocolates y rosas en san valentín, pero que más da, siempre y cuando lo tenga y me corresponda, que se joda el mundo.
Fin
Holis holis...¿a quién engaño? me siento fatal...
Obvio que ustedes no tienen que ver con mis problemas personales, pero, digo, perdí mi celular esta mañana así que ahora tardare un poco en subir, ya que solo puedo actualizar en el trabajo hasta que me consiga un nuevo celular. Y como entenderan, el celular es parte vital de la vida de todo adulto joven, así que siento que me perdí a mi misma o algo así...
Este capítulo debió ser más largo pero no tengo nadita de inspiración así de triste, espero que me animen ustedes de alguna manera para poder hacer el capítulo de mañana.
Gracias por leer esta historia, lamento no darles un mejor final como en las otras, tal vez cuando regrese mi inspiración lo modifique un poco para ustedes, los quiero de gratis, los amo, los adoro y les compro un loro [okno]
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