LEMON 4: Curiosidad


Era una noche tranquila en el departamento de Kakashi. Y el Hokage, junto con su asistente, se disponían a dormir juntos en la cama que compartían. Pero algo hacía de eso algo imposible...

—Ud...

Shizune lo veía con una expresión de queja acompañado con un sonrojo de vergüenza.

Y en respuesta, Kakashi le sonreía divertido.

—¡Que acaso usted nunca estará saciado! ¡Lo hicimos ayer en la noche y esta mañana, y el día anterior a ese! —le reclamó. Podía ver como el pantalón deportivo de Kakashi estaba apretado, mostrando descaradamente lo duro que estaba, ¡casi como si fuera una invitación!

—Nunca. —¡Respondió sin dudarlo!

Definitivamente, era grande su confianza y seguridad. O más bien, era grande su libido.

—Ahhh —ella suspiró frustrada —No sé por qué me enojo, si lo conozco bien —se decía a sí misma. No importaba el tiempo que pasase, él siempre sería un pervertido.

Y mientras ella se quejaba internamente de sus gustos, Kakashi la observaba detenidamente.

—Cómo no podría estar así, si justo te vistes de esa manera... —veía su cuerpo con un leve sonrojo.

Había llegado el verano, por lo cual Shizune ya no usaba su ropa holgada de siempre, sino, una blusa blanca que marcaba su figura y dejaba al descubierto sus hombros y brazos; y un pequeño short que revelaba su debilidad, ¡sus hermosas piernas! Esa semana, él andaba excitado cada vez que Shizune se ponía su nueva pijamas.

—Ahhh... —suspiraba frustrado —El verano vino para torturarme... —llegaba a esa conclusión, pero nada podía hacer si Shizune se negaba —Creo que tendré que ir al baño, como en los viejos tiempos... —se dijo triste, hace tiempo que no se masturbaba.

Y en eso, mientras él se había distraído con sus pensamientos, vio, por un instante, la mirada curiosa de Shizune centrarse en su bulto.

Sus miradas se encontraron, dejando en evidencia a Shizune.

—¡No es lo que está pensando! —negaba con nerviosismo lo evidente, ¡la habían descubierto mirando el miembro al Hokage!

—Oh~ ¿en serio? No me pareció eso, se me hacía que lo veías muy fijamente~ —por su parte, Kakashi se divertía de la situación, amaba molestarla. Amaba verla nerviosa y sonrojada.

Verla así, con esas expresiones que él solo conocía, lo ponía de buen humor.

Sé que esta noche no haremos nada —Kakashi era incapaz de obligarla a tener sexo, y entendía que tal vez se había excedido esa semana. Si no era reciproco, él no tendría la motivación de seguir. No era la primera, ni tampoco iba a ser la última vez que lo rechazaba; y eso estaba bien.

Él no renegaba de ello, no es como si el mundo se acabara ante una negativa de su asistente.

Y es que, Kakashi solo podía encontrar placer, si Shizune lo disfrutaba.

Si no sentían lo mismo, no había razón para que esa noche estuvieran juntos.


Aun así...


Sonrió pícaramente

—Shizune~

La molestaría antes de ir al baño.

Ella se tensó, reconocía a la perfección esa sonrisa coqueta que era su mayor debilidad.

—Ya le dije que no... —respondió a la defensiva, tratando de ocultar torpemente los nervios que le provocaba su acercamiento.

—Uh, lo sé —respondió tranquilamente.

Y, consiente de su negativa, quería vengarse un poco, quería verla nerviosa antes de marcharse. Después de todo, encontrarla viéndolo de manera pervertida, no era algo recurrente, y sacaría provecho de ello.


—¿Quieres verlo?

Su propuesta, hizo eco en la habitación. Y en medio del silencio, sus miradas se encontraron.

Kakashi la veía con deseo y lujuria, siempre tenía esa mirada cuando estaban a sola.

Pero, Shizune también reconocía en su mirada, otra clase de sentimiento. Él la miraba con una inmensa admiración.

La amaba. La amaba tal vez a un punto en que le era difícil controlarse.

En el que solo verla un poco, hacía estragos en él.


Y Shizune, lo sabía.

Ella amaba la manera en que la veía.

Una en la que ella misma comprendía el gran amor que él le tenía, una en el que se perdía en cada mirada suya, en cada palabra que salía de su boca. Una en la que sentía que todo desaparecía y solo quedaban ella y él.

Y así, ambos se quedaron sosteniendo miradas. Ninguno dijo nada, ninguno hizo algún movimiento; solo se perdieron en ese instante.


—Es broma~ es broma~

Kakashi rió rompiendo el momento. Tal vez no la había puesto nerviosa o irritada como quería, pero tenía la certeza que había acelerado su corazón. Y con eso, era más que suficiente para él.

Pensé que me llamaría pervertido y me sacaría de mi propia cama~ —realmente disfrutaba irritarla y avergonzarla, aunque eso significase dormir en el sofá —Bueno~ Iré al baño, vuelvo en un momento~ —dio aviso con su característico buen humor.


—¡Kakashi sama!

Pero ella lo detuvo.

Cuando fijó su mirada en ella, él esperaba su ceño fruncido acompañado de un regaño; pero en su lugar, la encontró sonrojada y tímida, ocultando su mirada de él.


—D-De acuerdo.

Fue su respuesta inaudible.


—¿Eh?

¡La cara de sorpresa de Kakashi no tenía precio!


Y es que...

—¡¿Cómo será?!

¡Shizune se moría de la curiosidad!

Bueno, no es como si ella no lo conociera a esas alturas del partido.

—¡Claro que tengo una idea!

Después de todo... Shizune lo había sentido.

—Pero...

No estaba exactamente segura de cómo era. Siempre se perdía en los brazos de su Hokage, que nunca lo había visto con detenimiento. Cuando lo vio, se había dado cuenta que realmente no conocía esa parte del cuerpo del Hokage, esa parte que se mantenía oculta al igual que su rostro. Al caer ante esa realidad, solo hizo que su curiosidad creciera. Y también...

—No es justo...

Shizune deseó estar en igual de condiciones.

Ella no era como Kakashi; seguro, despreocupado y descarado. Él se dejaba llevar con facilidad y siempre decía todo lo que sentía y pensaba, la vergüenza no era algo que lo detuviese como a ella le pasaba. Y aunque era un pervertido, le gustaba ese lado de él. Pero también, cada vez que él le demostraba su cariño, en Shizune nacía el deseo de cambiar y ser más valiente. En Shizune, nacía el deseo de ponerlo nervioso.

Shizune tragó saliva. Y con valor, reafirmó su respuesta.

—Muéstremelo.

¡Ya no había vuelta atrás!


—¡¡¡¿Ehhhh?!!!

Ahora, el nervioso era Kakashi.

Esto, ¿acaso es una broma? —fijo su mirada en ella, Shizune esperaba sonrojada sus indicaciones, pero con determinación—¡Definitivamente no!

Toda la seguridad del Hokage se esfumó de un instante a otro, ¡había caído en su propia trampa!

Nunca creyó que su amiguito sería observado por su linda asistente. Y aunque, en otras condiciones hubiera sido excitante para él, al atacarlo con la guardia baja; hizo que se pusiera nervioso ante la osadía de Shizune, ¡la había subestimado nuevamente!

—Soy un pervertido, pero mi corazón no está preparado para que Shizune vea absolutamente todo de mí.

¡Con qué derecho lo dices!


La vio con detenimiento a los ojos, se veía segura.

¿Qué respondería Kakashi?


—B-Bueno... Pero tendrás que buscarlo por ti misma.

¡Jugaría sucio!


Y es que, Kakashi se estaba muriendo de la vergüenza por dentro.

Shizune enmudeció de la sorpresa, pero también, esperaba tal respuesta pervertida de él. Después de todo, lo conocía bien y sabía que le encantaba esos juegos pervertidos que la hacía morir de la vergüenza.

—¡Esta vez no se saldrá con la suya!

Había usado todo su valor en su primera respuesta, ¡retirarse no era una opción!

—¡Está bien!

Kakashi comenzaba a maldecirse por dentro.

—U-Uh, está bien.

Respondió con dificultad. Ya no había vuelta atrás, solo esperaba no decepcionar a Shizune.

Shizune se acercó lentamente a su entrepierna, fijando su mirada y atención solo a esa parte del cuerpo de Kakashi. Él solo la observaba expectante desde arriba en silencio.

Los delicados dedos de Shizune comenzaron a desabrochar su pantalón, rozando levemente con el bulto aprisionado, y estremeciéndolo a ambos con ese leve toque.

—¿Qué es esto?

Se preguntaba Shizune mientras su rostro ardía con cada segundo.

Acaso...

Sentía el calor recorrer en su cuerpo.

—... ¿me estoy excitando?

Y en ese instante en que ella trataba de entenderse, sus ojos se abrieron levemente al verlo.

Kakashi desvió su mirada torpemente a un lado. Estar expuesto de esa manera, acompañado de la expresión de sorpresa y sonrojo de Shizune; era demasiado para él.

—¡No lo veas fijamente!

Le reprochó en silencio al sentir su mirada sobre su miembro.

Ella no lo dejaba de ver hipnotizada.

—Esto... ¿es lo que entra dentro de mí?

Se preguntó sonrojada y con un tenue brillo en sus ojos.


Sorprendentemente, no se sentía intimidada como pensaba.

Sorprendentemente, no desvió su mirada como creía.

Por alguna razón, ver más de Kakashi, la hizo sentir más cercana a él.


Y Kakashi, sentía el calor recorrer su cuerpo.

Tampoco había esperado esa reacción de Shizune. Y, su vergüenza comenzaba a esfumarse.

—Shizune...

No le desagradaba la situación, es más, quería más de ella.


—¿Quieres tocarlo?


Esta vez, su voz no sonó juguetona o coqueta, sino, todo lo contrario.

Esta vez, su pedido sonaba sincero y rendido, casi suplicante.


Shizune levantó la vista. Se lo encontró excitado, con el rostro sonrojado y una mirada llena de deseo que le rogaba que aceptara su pedido.

Shizune no lo sabía, pero ella siempre hacía estragos en él.

Ella bajó la vista. Y él, en silencio, esperó su respuesta.

Sus manos lo tocaron.

Impulsada por sus palabras, sus manos se dirigieron a su miembro y lo tocó con suma delicadeza. Suavemente, deslizó sus dedos alrededor de él.

—Ahhh...

La voz de Kakashi se estremeció al sentir su tacto.

—Sus manos...son tan cálidas y suaves...

La sensación de ser tocado por Shizune, se sentía tan bien para él.

—Ahhh...sigue por favor...

Le pidió mientras cerraba los ojos y disfrutaba la sensación que sus tímidos movimientos le provocaba.

No quería que se detuviese.


Shizune lo observaba en silencio, casi cautivada por sus reacciones.

—Quiero ver más...

Su deseo de ver más de él, la impulso a intensificar su agarre.

—Kakashi sama...

Murmuró su nombre con tanto sentimiento, que hizo que Kakashi abriera sus ojos para encontrarse con su mirada.

El rostro de Shizune estaba tan cerca del suyo, que sus labios estaban a centímetros de tocarse.

Se quedaron así, mientras se embriagaban con la mirada del otro, mientras escuchaban la agitada respiración del contrario.

—Shizune...

Amaba pronunciar su nombre.

Y ella...

—Kakashi...

Amaba su nombre.


Shizune se dejó llevar y lo besó.

Lo besó apasionadamente.

—Lo amo, Kakashi.

Sus cuerpos se estremecían con el contacto del otro.

Shizune lo siguió tocando, intensificando a un más sus movimientos mientras su beso también se intensificaba.

Podía sentir lo duro y caliente que se ponía Kakashi, podía sentir que se estaba estremeciendo con el beso y el toque.

Más...quiero verlo más...

Su mano libre busco su piel debajo de su remera, mientras sus bocas se unían aún más.

—Kakashi... Kakashi...

Repetía su nombre declarando su amor.

Deshicieron el beso y Shizune continuo con su cuello mientras su cuerpo presionaba con el del Hokage.

—¡Arg... Shizune...!

Kakashi gruñó, ella lo estaba volviendo loco.

Tan duro...

Pensó ella al notar lo grande que se había puesto.

Todavía no lo podía creer que entrase en ella todo ese tiempo.


—¡No pares por favor...!


Le pidió con desesperación mientras dejaba caer su cabeza en su hombro y aferraba sus manos en los mismos.

Shizune, motivada por su pedido, comenzó a masturbarlo con fuerza.

—Ahhh... Ahhh...

Se deleitaba escuchando su respiración entrecortada cerca de su oído.

Su cuerpo temblaba junto con el suyo.

El calor los envolvía y olvidaban todo vergüenza.

Se terminaban entregando a su amor y a sus deseos.

—Ahh, ¡maldición...!

Kakashi sentía que se vendría.

Apartó su cabeza y la miró fijamente, su expresión estremeció a Shizune. Estaba hecho un desastre.

—Hagámoslo juntos...

Dijo con la poca cordura que le quedaba, y rodeo su mano sobre la suya.

Su mano era mucho más grandes que la de Shizune y ella se sintió más unida a él al sentir su toque y compañía.


Sus manos comenzaron a moverse juntas y Shizune se perdía en cada gesto del Hokage.

Sus frentes se tocaron y ella comenzó a acompañarlo con sus jadeos, él la estaba excitando con cada reacción de su parte.

Kakashi ya no podía más, se vendría.

Gruñó con fuerza mientras apretaba los dientes y su cuerpo se estremecía.

Shizune apretó la punta con su pulgar, haciendo que el Hokage sintiera aún más placer.


Se había venido en la mano de su asistente.


Kakashi no se había percatado, pero Shizune temblaba con todo lo que sentía.

Sus manos unidas y manchadas de semen, la habían dejado aturdida.

Él levantó su cansada vista para verla.

—Shizu-

Pero antes de que pudiera terminar su nombre, ella tomó sus labios, le robó un beso.

Kakashi se sorprendió por un instante, pero rápidamente cerro sus ojos y se dejó llevar por ese beso robado mientras rodeaba su cintura y sentía el cuerpo de Shizune presionando el suyo.

Cuando por fin sus bocas se separaron y se vieron fijamente, Shizune habló.

—Por favor, tóqueme.

Le pidió.


Kakashi, él simplemente le sonrió dulcemente.

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Shizune no lo sabía, pero Kakashi siempre sentía que estaba en desventaja con ella.

Ya que, ella, sin intensiones de provocarlo, lo encendía.

Y cada vez que ella era cariñosa con él y le pedía que la tocase, lo hacía sumamente feliz. 

Pues reconocía el valor y el amor de su asistente por él.

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¡Hola, amigos! 

Y así, el KakaShizu subirá de nivel~ ( ̄y▽ ̄)╭ 

Creo que Kakashi no podrá volver a masturbarse como antes despues de sentir las manos de Shizune xD

Uds creen que Shizune se nos vuelva pervertida de tanto juntarse con Kakashi? xD


Creo que volveré a reescribir este cap, parecía bueno en las notas, pero no quedé conforme con el resultado final ;A;


Bueno, ¡algun día nos volveremos a encontrar! ╰(*°▽°*)╯



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