•Multiple
Capitulo 06.
Dipper dentro de unos días llevaría ya seis meses de embarazo; su barriga si que era muy notable. Incluso el Pines se cuestionaba lo mismo que su pareja, si es que el tamaño de su pansa es normal para que solo un bebé estuviese creciendo ahí.
Aquel día habían preparado algunos papeles para estar preparado por cualquier cosa que podía preguntar el doctor o doctora que le haría la revisión. Dipper estaba ansioso, incluso apretaba con demasiada fuerza la mano de su rubio quien se cuestionaba algunas cosas.
Bill sabe que no es perfecto, no tiene mucha idea de cómo ser un buen padre ya que de por sí él fue "especial" con sus propios padres. ¿Y si su bebé es igual de raro que él? Aunque hayan pasado por la misma experiencia el Cipher creía que no lo entendería. Él sólo quería hacer feliz a Dipper. Y verlo tan emocionado e ilusionado lo hacía querer seguir adelante y dar todo para que su castaño siguiera con esa hermosa sonrisa y estuviese a su lado.
¿Podía sentir algún otro sentimiento cariñoso hacia otro ser que no fuera Dipper Pines, su Omega? No lo creía. Pero ese cachorro significa mucho para su pareja que de verdad también quería que todo saliera bien.
—Bill, ¿A tí que te gustaría?— le preguntó su castaño despertando lo de su ensoñación.
Hace rato que habían salido de la Mansión y ya estaban en la puerta del hospital para hacer alguna cita. Los demás pacientes no prestaban demasiada atención a la pareja, solo las típicas miradas enternecidas y de curiosidad hacia una joven pareja que están esperando un nuevo miembro para la familia. Nada fuera de lo común.
—Uhm, me gustaría una malteada.— le respondió el Cipher quien no le prestó mucha atención a la pregunta por causa de sus incógnitas existenciales.
—Tontito, me refiero al bebé. — dijo divertido inflando sus cachetes.
—¿Qué se parezca a ti?
—Al sexo Bill, si prefieres un varón o una niña.
—Ah... Pues la verdad no estoy seguro. Si es una niña o niño por mí está bien.— respondió con sencillez.
—¡Yo quiero un niño! Aunque si tuviese una niña no estaría mal.— admitió emocionado. Pero al final, la idea de tener un bebé en sus brazos le seguía dando tanta ilusión. Sea niño o niña, le ponía feliz poder criarlo y darle toda una vida por vivir.
Ser un Omega a veces es muy, muy bueno. La idea de poder dar a luz le parecía de lo más bello en el mundo. A pesar que los partos naturales le dan... Cosita. Y más el dolor que tiene que aguantar, pero podía soportar todo y olvidarse del dolor una vez tenga a su bebé en brazos.
Hablaron un poco más mientras esperaban a ser atendidos.
Después de hacer la consulta y esperar casi media hora donde ellos seguían hablando sobre el sexo del bebé, llegó el tan esperado momento que puso a ambos nerviosos. Aunque el Cipher parecía disimularlo mucho mejor que su querido Omega que hasta parecía que quería ir al baño.
—Doctor VillaLobos.— saludaron ambos al leer en el ¿jafete? Del hombre de cabellos azabaches.
—Buenas tardes. ¿Cuánto llevas de embarazo joven?— preguntó amable mientras los invitaba a sentarse.
—Casi 6 meses. — respondió seguro. Dándole su cartilla y unos papeles al doctor.
—Primero necesito pesarlo, luego hablaremos de lo que ha estado haciendo y sobre su alimentación. Debo suponer que vino especialmente para saber el sexo del bebé. — comentó ya muy acostumbrado que al quinto mes muchas parejas vinieran especialmente por saber el género de su cría.
—¡Si! Nos emociona mucho saberlo.— asintió el castaño.
—Por supuesto, empecemos.
X
Rato después, los analices del doctor quién es un Beta, comentando que todo parecía ir muy bien en la gestación del Omega quien se veía tan aliviado y agradecido. Que puede que al momento del parto no haya alguna complicación.
El Doctor ya le había hecho la prueba para saber el sexo biológico del bebé, hasta saco radiografías.
Le había indicado al joven Pines, todo en la atenta mirada del Alfa, que se acostara en una camilla mientras le ponía un gel sobre su vientre, advirtiéndole lo frío que está. Y en el ultrasonido se veía el cuerpecito de su bebé aún en desarrollo.
—Wow. De verdad que le dieron duro.— comentó mientras sacaba las radiografías en base al ultra sonido.
—¿Qué?
—Tome una paletetita payaso.— dijo dándole el dulce como si de un pequeño niño el cual le acaban de vacunar.
—¿Doctor, que es?— preguntó con interés sin mirar todavía la pantalla dónde se veía mejor el cuerpo de su bebé, ya que debía estirarse para poder visualizarlo mejor. Y prefiria evitar la fatiga, además que le darían las radiografías así que tampoco le era mucho problema.
—Es un bebé.— le respondió el doctor de mamón.
—Me refiero al sexo.— dijo incrédulo el Omega.
—¿Qué son estas dos bolitas? ¿Hizo doble copia en una sola radiografía?— preguntó curioso el rubio al si poder ver lo que se transmitía en aquella pantalla.
—No joven. Son dos cabecitas.— le corrigió el Beta con obviedad. Pensó que no se necesitaba ser un especialista para darse cuenta de que son dos cabecitas por lo que le parecía algo idiota el rubio.
—Espere, estoy confundido ahora.— añadió Bill dejando igual de confundido a su pareja que no sabía si aguantarse las ganas de ir al baño o esperar.
—Esto significa que...
—Joven Pines, usted va a tener gemelos, varones.— aclaró el Beta felicitándolos con un gesto, sonriendo y unas palmadas al rubio en el hombro.
—O-Oh...— la conmoción que sintió en ese mismo momento Dipper era totalmente difícil de explicar. Realmente había sido toda una sorpresa. — ¿Es en-enserio?
—Es 90% seguro de que tendrá gemelos. No hay pierde. Creo.
Pensar que tendría dos cachorritos, dos seres en su vientre creciendo le revolvía sus emociones.
Miedo, felicidad, sorpresa, emoción.
—Felicidades, les daré un momento a solas como pareja y futuros padres.— les dijo el hombre sonriente mientras salía del consultorio por unos pequeños momentos ya que le dieron ganas de cagar, quizás comer tacos con mucho guacamole con chocomil mientras veía una de sus novelas favoritas en la noche anterior no había sido muy buena idea, pero no se arrepentía de nada. Además que al terminar se puso a ver un maratón de Barbie.
—¿Dipper, estás bien? — se acercó su Alfa igual de sorprendido que el castaño pues la verdad nunca creyó que ahora tendría dos bebés a los cuales cuidar.
La vida está llena de sorpresas.
—Es q-que estoy muy feliz Bill. Tendré dos lindos bebés. Me hace sentir tan... Dios, es que ni siquiera puedo expresar lo que siento... Es magnífico.— dijo apunto de llorar al imaginar que tendrá dos varoncitos viniendo en camino y que debe comunicarlo a su familia sobre la notificación. Realmente en su rostro y olor se podía notar lo muy alegre y emocionado que se encontraba. Imaginado se como serian. Ansiando el poder cargarlos, llenarlos de su calor y amor que puede sentir.
Bill lo abrazó con fuerza, teniendo cuidado de no apretar mucho su vientre. Acariciando sus cabellos castaños y sumergiéndose en aquella fragancia—hundiendose entre su cuello— tan magnífica de su preñado Omega.
—Es increíble. Tendremos 2x1. Dos bebés en un solo embarazo.— le ánimo más el Cipher sonriendo con amor, como si de una gran oferta de taquitos se tratara. Causando cierta gracia en su Omega quien no dejaba de pensar en esa nueva etapa de su vida que sería compartir toda una vida con su pareja y cuidar de dos cachorritos.
—Te amo mucho Bill. No pude haber pedido mejor padre para mis crías.
X
Tarde después antes de regresar a casa, Bill le invitó a Dipper a un lugar donde venden buenos postres. Aprovechando el antojo de la castaño por algo dulce. Sin ser demasiado azúcar para sus bebés.
Dipper al recordar que serán gemelos le ponía simplemente feliz, sin embargo algo asustado ya que sabía que al ser embarazo múltiple los síntomas de un embarazo son al doble. Los dolores serían más fuertes. A pesar de que las náuseas habían cesado por el momento hace semanas.
Ahora debía pensar en ropa en conjunto para sus bebés, y unos dijes para diferenciar a ambos del otro.
¿Podría decirse que aquella salida es una cita?
Bill pidió una rebanada de pastel de helado sabor galleta, mientras que Dipper una rebanada de pastel de chocolate de tres leches con glaseado del mismo sabor y una malteada de vainilla con chispitas de colores.
Todo parecía ir bien, una tarde agradable. Qué Bill saliera, exponiéndose para invitarlo no había resultado malo. Aunque lo veía sonreír de una manera extraña.
—¿Sucede algo Bill?— preguntó sin dejar de sentir aquella mirada del Alfa sobre su persona.
—¿Te gusta el pastel?
—Si, está muy bueno. Me encanta el chocolate. ¿Puedo pedir un molatte para llevar?
—Si, como gustes.
Entonces Dipper sintió algo metálico y muy pequeño en su boca, sacando de inmediato aquello de sabor tan pésimo.
Sin saber cómo eso acabo entre su pastel y el al no darse cuenta casi se lo come.
Encontrándose entonces con un precioso anillo de oro, con un pequeño diamante en el centro de éste.
—¿Ésto es?— dijo más para si mismo sorprendiendo, y con ganas de llorar otra vez.
—Nunca te lo pedí formalmente, así que te pregunto... Dipper Pines, ¿Te quieres casar conmigo y hacerme el hombre más feliz del universo?— dijo mientras le tomaba sus manos envolviéndolas entre las suyas, ganándose algunas miradas de las personas cerca suyo que habían escuchado todo.
Un lindo y joven Omega embarazado—ya que Dipper aperenta ser más joven de lo que en verdad es—, proponiéndole matrimonio un atractivo Alfa —aparte de rubio sexy más bueno que el pan—, es algo que llama la atención de muchos.
Convencer a los empleados no había sido complicado, con pagarle un poco demás había resultado perfecto. Quizás su idea de pedirle matrimonio no fue la más hermosa, original o la más cara; pero si algo le había enseñado Dipper es que lo único que importaba es con la intención en que lo hacía, el valor del detalle y los sentimientos que pone en éste. Y Bill podía afirmar con mucha seguridad que lo hace con amor y mucho cariño.
Otra razón por la que tampoco hizo algo muy grande y caro es que conociendo al Pines esté se hubiese sentido incómodo con tantísimas atenciones y el haber gastado mucho en una pedida de matrimonio. Al Omega le gustaba algo más sencillo, que siguiese siendo un gesto lindo, no se acostumbraba al uso de mucho, mucho dinero. Era esa clase de persona que a pesar de gustarle las cosas tecnológicas y lo más avanzado de la ciencia, seguía siendo algo hogareño en ciertos temas. Aunque el anillo se notaba que había costado caro, esperaba que Dipper no tomará en cuenta eso tan rápido.
El castaño no podía estar más feliz, primero la gloriosa noticia de que tendría dos bebés, y ahora que su Alfa le pidiera matrimonio le hacía sentir lo afortunado que es. Realmente no sabía cómo expresar más su amor hacía su sexy rubio. Incluso las palabras se ahogaron en su garganta ante la impresión y alegría que abarcaba su ser. Ya queriendo estar en la cama con su Alfa en sus brazos y con sus bebés acurrucados con ellos, dándose calorcito.
Por lo que solo pudo asentir repetidas veces en manera de decir, que aceptó casarse con Bill Cipher. Su Alfa y padre de sus cachorros.
Palabras:1,937
Fecha de publicación: viernes,19,10,2018
Autor: JaquiiAleWorld
Historia: "Kairosclerosis"
Au: "Omegaverse"
Nota del autor: Recuerden esto lectores, yo los quiero complacer ewe, espero les esté gustando. No estoy seguro cuántas partes tendrá esto.
Disculpen mis faltas de ortografía.
Spam: Unos sabrán, otros tal vez, estoy haciendo una nueva historia en colaboración. Es BillDip Omegaverse pero no está en mi perfil sino en otro. Se llama "Help me" y el usuario es "SacateALaVerga" xd, igual que el cocodrilo. Bien creo que esto es todo... Dejaré esto por aquí y me iré a "dormir" tranquilamente... (Aquí son las 2 de la madrugada)
Fin del sexto acto.
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