❁ཻུ۪۪Capítulo 8~妖精
—Jiminnie...
Taehyung se quedó de piedra al ver a su amigo Jimin frente a él. Su cabeza trabajando a toda velocidad, tratando en encontrar una razón para la presencia del mayor, porque no tenía el mínimo sentido. Todavía faltaban unos meses para volverle a ver en la mansión. No existía un argumento lógico para que estuviera ahí, pero lo estaba.
Y para bien o para mal, no podía hacer nada al respecto. No estaba preparado para ello, por lo que eso le causó un gran nerviosismo. No obstante, la curiosidad predominaba en su ser. Tantas preguntas se formularon en su mente, necesitando de manera urgente una respuesta coherente por parte del susodicho.
Kim se lamentó por no haber sentido su presencia mágica, esa que delataba a su especie. Pero nadie debía culparlo por su error, no cuando estuvo distraído por una buena razón, la cual se basaba en entregarle toda su atención al tierno azabache que sí o sí la necesitaba dadas las circunstancias.
Porque de haber sabido lo que iba a suceder, Taehyung se hubiera tomado el tiempo de mentalizar al cachorrito, para que la visita inesperada no le cayera tan de sorpresa como en ese preciso instante.
Por el susto de verse descubierto ante el desconocido, el lobito terminó escondiéndose detrás del vampiro. Aunque para tranquilidad del menor, el peligris parecía conocer muy bien al hada de cabellos dorados como el mismísimo sol.
Jungkook se reprochó su actitud en silencio, pues según él fue demasiado infantil. Porque con las otras hadas estuvo más que dispuesto a atacar para proteger al vampiro. Pero en esta ocasión le tomaron desprevenido. Con la guardia baja en su totalidad, porque se sintió tan hipnotizado al dejar mimitos en ese rostro tan encantador y bonito que le pertenecía a su querido guardián. Al mismo tiempo en que se deleitaba al escuchar como su melodiosa risa inundaba sus oídos que para su suerte eran tan sensibles, pero no lo suficiente como para ser consciente de otra presencia aparte.
Debía trabajar en ello, porque no quería que se volviera una debilidad. Aunque muy dentro suyo agradecía que se tratara de otra falsa alarma. Pero lo cierto era que no demoró en sentirse un poco incómodo por la manera tan intensa en la que el hada le escudriñaba con la mirada.
Haciéndolo sentir más chiquito y vulnerable de lo que ya era.
No obstante, como si el peligris percibiera su sentir, optó por cambiar de posición para darle más seguridad. Se levantó, usando todo su cuerpo como si fuera un escudo de protección para el cachorrito. Luego de haberse fijado en cómo el menor tenía el pelaje erizado, mostrando su incomodidad gracias a la interrupción de aquel desconocido.
Sin embargo, se debía recalcar que era un desconocido solo para el cachorro a cargo del vampiro, porque Taehyung sabía a la perfección quien era el precioso chico frente suyo.
Era su mejor amigo, su alma gemela, y lo conocía desde hace bastantes décadas atrás.
—Tranquilo, Jungkookie.
El vampiro susurró con dirección al cachorro, regalándole una sonrisa que le transmitió un poco de calma. De inmediato, giró su rostro para hacer contacto visual con el hada que se encontraba a unos considerables metros de distancia.
—Hola, Jiminnie... ¿Qué haces aquí?
—Vivo aquí—respondió de forma escueta. Demonios, justo hoy Jimin tenía que mostrar esa actitud tan cortante que no ayudaba en nada—. Pero eso es lo de menos. ¿Se puede saber qué rayos haces con una cría de lobo?
—Puedo explicarlo...
—Oh sí, claro que debes explicarme lo que sucede—respondió, pero acto seguido, quiso morderse la lengua al notar que estaba siendo muy duro, como si no hubiera un pequeño niño presente en el lugar. Y que, a pesar de todo, parecía lo suficiente confiado para colocarse detrás de su amigo por protección—. Lo lamento, es solo que yo terminé siendo el sorprendido aquí.
—Me imagino—expresó, mordiendo su labio inferior, pensativo—. Pero tranquilo, ya lo conversaremos.
Kim afirmó con un poco más de seguridad y Jimin asintió con suavidad al estar conforme con sus palabras.
El rubio trató de acercarse con lentitud, pues no pasó desapercibido para él que el cachorro se pusiera alerta ante su accionar. Como si quisiera prever lo que quería hacer. Al no querer joderla más de lo que ya lo había hecho debido a su actitud ruda, se decidió por ir con cuidado. Sin embargo, el menor notó sus intenciones y soltó un chillido bajito en su forma de lobo que asustó al vampiro.
—Cachorro... —le llamó suavecito, mientras hacía un ademán con el mensaje claro de que Jimin detuviera su caminar—. Tranquilo, este es Jimin, un buen amigo mío. No te hará daño, ni mucho menos. Tan solo tiene un carácter un tanto volátil, pero la mayoría de veces es una masita muy suavecita y amorosa como tú.
Taehyung volteó por completo su cuerpo, quedando frente a frente con el azabache para que este fuera consciente de la sinceridad que existía en sus palabras.
—¡Oye! —el rubio se quejó, pero aquellas palabras parecieron muy convincentes como para que el cachorro bajara la guardia. El menor se arriesgó a asomar un poco su cabeza, con el objetivo de analizarle de mejor manera. A lo que el hada tomó una bocanada de aire para hablar—. Mira pequeñín, como Taehyungie dice, no quiero hacerte ningún daño. Me impresionó verte aquí ya que no estaba enterado.
—Claro que no estabas enterado, porque se suponía que todavía no ibas a estar por aquí...
Jimin le miró con seriedad, pero Taehyung continuó hablando como si lo estuviera haciendo solo para él mismo. - Por obvias razones no pude contártelo como hubiera querido, pues sé muy bien que no te gustan las sorpresas.
—Bueno, ya no importa. Solo quería hacerte saber eso, Tae—aseguró al menor que levantó sus orejitas, dedicándole toda su atención—. Olvidemos esta primera impresión, ¿te parece, pequeño?
Una vez más, Jimin volvió a acercarse con sumo cuidado, después de que Taehyung le diera el visto bueno. El rubio quedó a la misma altura del lobo, extendiéndole su mano con la esperanza de obtener alguna acción de su parte.
—Vamos, cachorro, no seas tímido—animó el vampiro, y Jungkook decidió acceder porque ese aroma que le pareció amenazador hace minutos atrás, se había disipado por completo.
Dejando presente un olor dulzón y cítrico, muy parecido al de las otras hadas con las que interactuó con anterioridad. El cual le mostraba las verdaderas intenciones del hada que se basaban en que lo único que deseaba era ser amable con él.
El azabache salió de su escondite, acercándose pasito a pasito al intrigado rubio, quien ahora podía observarlo con más detalle. Notando lo pequeñito y peludo que era, como si se tratara de un peluche de felpa. Jimin hubiera continuado analizando ese lindo hecho de no ser porque sintió como Jungkook olisqueaba su mano con intensidad.
Como si de alguna manera tratara de grabarse su olor, causándole un ataque de ternura al rubio, provocando que no se resistiera a acariciarle la cabecita con suavidad. El cachorro ya no se sentía mal con su presencia, haciéndoselo saber al momento en que comenzó a batir su colita de un lado al otro con mucho ánimo. Demostrando lo contento que se sentía por los cariñitos que le hacía con timidez, sin querer incomodarlo nuevamente.
—Es muy lindo...
Jungkook estaba dejándose llevar por los mimos del hada que se había ganado su confianza gracias a su guardián.
—Lo sé, y le agradas mucho.
Taehyung comentó con su semblante denotando la paz que le invadía, luego del susto provocado por la aparición de su buen amigo.
Jimin dio un asentimiento de cabeza, notando como el menor cerraba sus ojitos azules a la par de las caricias, mientras el vampiro le daba una mirada que se traducía como: Te lo explicaré todo, pero será cuando él no esté presente.
Tantas décadas compartidas les sirvieron para compartir una telepatía de ese tipo. Sin la mínima necesidad de palabras, pues se comprendían a la perfección, por lo que con esa simple acción se quedó más tranquilo.
Estuvieron así por un rato más, disfrutando de aquel ambiente que se limpió de cualquier tipo de tensión que pudo existir minutos atrás, hasta que Taehyung le comunicó a Jungkook que podía ir a cambiarse, mientras Jimin y él se quedaban a solas en medio del patio trasero.
—Gracias, Jiminnie.
El licántropo no tardó en desaparecer del campo visual de ambos.
—Está bien, Tae. Más tarde hablaremos de eso.
El susodicho afirmó con un movimiento de cabeza, mostrando se conforme con ese plan.
—Por mientras cuéntame qué paso contigo, Jiminnie.
—Como bien sabes, siempre me gusta viajar lejos de aquí para poder sentirme un poco libre y conectar con la naturaleza a mi alrededor como buena hada que soy.
El vampiro solo con su mirada le incitó a seguir, muy interesado por lo que su amigo le estaba contando.
—Ocupando mis alas, sin miedo a que mientras esté surcando los cielos, alguien me vea y quiera hacerme daño. Porque hace tiempo perdí mi toque como para volverme pequeñito y esconderme en el lugar que quisiera.
Jimin explicó lo último con cierta nostalgia en su voz, usando un ademán para que el vampiro recordara a lo que estaba haciendo referencia.
—Sí, lo comprendo.
En realidad, lo hacía, y era una verdadera lástima. Porque si Jimin pudiera seguir haciendo uso de ese poder, ni siquiera hubiera tenido que escaparse, ya que todo se resolvería volviéndose diminuto y escondiéndose en algún lugar pequeñito en medio de la naturaleza.
—Todo iba tan bien hasta que noté la presencia de varios humanos, y me sentí un poco amenazado, por lo que preferí volver a casa por cualquier cosa. Ojalá que el resto de hadas tengan más suerte que yo y no se encuentren con gente que pueda hacerles algún mal.
—Estoy seguro que sí, saben ocultarse muy bien.
El hada asintió conforme, y luego acotó con una pequeña sonrisa en sus labios que hacía desaparecer sus ojitos en dos medias lunas. - Al menos pude disfrutar bastante volando por el hermoso firmamento, por lo que no tengo arrepentimientos respecto a eso.
—Puedo notarlo. Es una lástima que tengas que guardarlas cuando son tan hermosas.
El vampiro se lamentó en voz alta, sin importar que cualquiera pudiera pensar que estaba exagerando con sus sentimientos. Adoraba ver a Jimin con sus bellas alas de hada, brillando majestuosas en su espalda.
—Pero ese el precio que nos toca vivir a causa de los problemas con los seres humanos, ¿no lo crees?
—Sí...
Jimin soltó un suave suspiro, y en cuestión de segundos apareció el azabache frente a ellos, ahora en su forma humana. El hada le dedicó una pequeña sonrisa, por lo que el menor se acercó de inmediato, dejando de lado la timidez inicial cuando el peligris le pidió que lo hiciera con esa calma reluciendo en su aterciopelado tono de voz.
—Ahora sí, preséntate como es debido, cachorro.
El tierno lobo accedió de inmediato—. Hola, me llamo Jungkook.
—Un gusto, soy Jimin. Pero puedes llamarme Jiminnie, Minnie, Mimi, como se te haga más fácil.
El rubio quería hacerle notar que podía hablar de manera confianzuda con él. A fin de cuentas, seguía siendo un niño, y al hada no le gustaban tanto las formalidades.
—Está bien... Mimi.
El menor optó por llamarlo de esa manera, porque le gustaba como sonaba. Era corto y fácil de recordar, de la misma forma en que prefería llamar al vampiro Tae en lugar de Taehyung.
Aunque no importaba si lo acortaba o no, porque el nombre del peligris seguiría siendo igual de hermoso. Amaba pronunciarlo para llamar su atención.
—Así está muy bien, y ya que les interrumpí, voy a preparar algo.
Jimin informó totalmente animado. - Ya que traje un poco de comida de mi viaje y quisiera compartirla con ustedes.
—Me parece una maravillosa idea, pero te ayudaremos, ¿verdad, cachorrito? —le preguntó al licántropo, usando esa voz grave que hacía mover la colita de su animal interno, porque jamás podría negarle algo.
El joven de orbes escarlatas era demasiado especial para su persona.
—¡Sí, Tae!
—Ese es mi buen niño—respondió con mucho orgullo, peinando el cabello alborotado del lobo que le regalaba una expresión alegre por el plan de último minuto—. Vámonos adentro. No perdamos más tiempo, chicos.
Ya estando en la cocina, todos colaboraron al hada que decidió preparar un postre con algunos de los frutos secos que recolectó en medio de su travesía. Decir que se divirtieron fue poco, tanto así que se olvidaron de lo que pasó hace unas horas atrás.
Jimin comprobó con sus propios ojos que Jungkook era muy educado, pero si se le daba la confianza necesaria, podía ser muy divertido cómo para seguir el ambiente animado que Taehyung y él crearon luego de comenzar a pelear a modo de juego, tirándose harina el uno al otro, como si ellos fueran los cachorros del lugar.
El azabache reía demasiado por lo cómica que le parecía la situación provocada por los mayores. A estas instancias a le dolía la pancita y sus ojitos soltaban lágrimas por lo contento que se sentía. Ese par no tenía piedad, mucho menos cuando comenzaron a hacerle cosquillas.
Pero como todo lo bueno, en algún momento debía de terminar. Y de esa forma fue cuando se dispusieron a terminar el dichoso postre, que luego de un rato estuvo horneado y con su respectiva decoración de crema.
Antes de siquiera sentarse a probarlo, cada uno fue a limpiarse la harina de la cara, y de la ropa hasta quedar limpios en su totalidad. Estando listos con ese detalle, se ubicaron en la mesa para degustar de aquella dulce creación, que era de las mejores preparaciones que hacía el hada.
Comentarios como: está muy bueno, totalmente exquisito, delicioso, no se hicieron esperar, enorgulleciendo al rubio que se sentía contento y satisfecho con el resultado. Una plática se desarrolló de forma amena, con algunos temas triviales y risas que no podían faltar, para luego de terminar, dedicarse a limpiar la vajilla ocupada y el desorden que implicó preparar aquel delicioso postre.
Una vez más el tiempo se les pasó volando, y ambos mayores decidieron jugar un juego de mesa con el azabache, hasta que fuera hora de dormir. Con un pequeño intermedio donde el peligris le pidió a Jungkook mostrarle su media transformación con sus orejitas y colita a Jimin.
Argumentando que le parecían muy tiernas y que últimamente se habían vuelto como una terapia para él porque adoraba acariciar detrás de estas, logrando avergonzar al menor, pero consiguiendo poner eufórico al animal en su interior. Que se sentía tan a gusto con los mimos del bonito vampiro.
Taehyung procedió a arropar al lobito en la suave cama, mientras se dedicaba a leerle un cuento como se les volvió costumbre desde que se conocieron. Ya que según el peligris era lo que ayudaba a Jungkook a conciliar el sueño, cuando en realidad, no era así.
Pues la verdadera razón detrás de que el azabache cayera sin retorno al arrullo de Morfeo, se debía al vampiro con el que descansaba. Sintiéndose muy a gusto entre sus brazos, mientras se deleitaba con su aroma que inundaba todo el lugar.
Sin embargo, el cachorro no quiso objetar nada por vergüenza, quedando expuesto ante los mayores. Creyendo que así sería mejor por hoy, ya que de seguro el peligris debía ponerse al tanto con el rubio, y eso lo conseguiría cuando estuvieran a solas.
Jimin observaba fijamente a ese par, hasta que una sensación agradable apareció en su pecho. El pequeño lobo que en su forma humana poseía ojos muy oscuros, estaba dedicándole una brillante mirada a su amigo. Como si sus orbes encerraran millones de estrellas en estos, mientras de a poco, los iba cerrando, sintiéndose adormilado.
A la par de que la voz de su amigo se volvía más suave y profunda, como el abrazo que el azabache necesitaba para descansar en completa paz y tranquilidad.
Cuando el cuento terminó y Taehyung cerró el libro de tapa dura que traía entre sus manos, para después dejar una delicada caricia en la cabecita del menor. Susurrándole muy buenas noches, mientras el cachorro cerraba sus párpados al verle alejarse con el hada que se despedía con un delicado ademán.
Salieron del lugar con silencio, apagando las luces y cerrando la puerta, con la intención de ir hacia la habitación que el rubio ocupaba en la mansión, para por fin tener su tan importante charla de los diversos temas que faltaban por tratar.
De la cual no había vuelta atrás.
Continuará...
Ya se resolvió el misterio de quien aparecía en este capitulo. Eventualmente seguirán apareciendo más personajes, así que espero continúen acompañando en esta larga pero maravillosa aventura, la cual en menos de dos meses ya tiene su primer reconocimiento en un concurso de la plataforma. Todo es gracias a su apoyo, los adoro mucho. Pero no olviden que una estrellita o un comentario, son una razón más para continuar. Y si les está gustando lo que leen, me ayudan un mundo compartiendo este fanfic. Nos estamos leyendo, amores.
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