❁ཻུ۪۪Capítulo 59~復讐
Jungkook perdió la noción del tiempo cuando fue testigo de las atrocidades que su pareja sufría por aquel brujo. Gracias a esto, su parte animal tomó el control absoluto de su cuerpo, incitándole a tomar justicia por su propia mano.
El lobo quería destrozar a esos desgraciados que tuvieron la osadía de tocarle un cabello a su luna de rubí. A estas instancias, no negaría que lo disfrutaría de principio a fin.
Sin embargo, al ser víctima de sus impulsos, el azabache cometió el peor error.
Se encontraba tan ensimismado en su propio mundo, mientras corría con fuerzas hacia Taehyung, olfateando su aroma a la lejanía, porque su fragancia de romero era algo que jamás olvidaría.
Ni así le borrarán la memoria.
Por ese motivo, se le facilitó el trabajo de conseguir una ruta externa para dar con su objetivo.
La escena del pasado en la que el cachorrito escapaba de los malos para salvar su vida se repetía en la actualidad con una intención muy distinta. Porque esta vez no estaba siendo un cobarde, pues se encargaría de salvar a su amor, así fuera lo último que hiciera.
Él no importaba en lo más mínimo; porque si el vampiro desaparecía, desfallecería con una tortuosa lentitud o en el peor de los casos, le ahorraría el trabajo a la muerte y se clavaría un puñal directo al corazón.
Aunque no quería ser negativo. Deseaba creer que el destino no sería tan mierda como tiempo atrás. El licántropo anhelaba vivir por la eternidad con su amado, haciéndose felices mutuamente como no pudieron cuando eran humanos.
En esta ocasión la historia debía ser diferente a como diera lugar.
Por eso, fue una pena que Jeon no viera a los guardias de Soohyuk que yacían ubicados estratégicamente en el territorio por el que el vampiro puro supuso sería el único camino que el lobo transitaría hasta hallar su escondite.
Un dolor en su hombro derecho provocó que sus movimientos se ralentizaran, perdiendo el conocimiento en una fracción de segundo. Sus párpados se volvieron tan pesados que ni su parte animal pudo contrarrestarlo.
Eventualmente, su entorno se tornó tan negro como una densa oscuridad.
Y cuando pudo abrir sus ojos, el mundo entero le daba vueltas.
Pero al menos, Jungkook dio con el lugar en el que mantenían atrapado a Taehyung.
—Qué bonito, la dulce pareja por fin reunida—se burló Jongsuk, ganándose una expresión enojada por parte del otro vampiro—. Seré benevolente y te permitiré hablar, ¿te gusta la idea?
Kim le torció los ojos, ignorando al sobrenatural con el objetivo de dedicarle una suave mirada a su pareja. Al azabache lo mantenían encadenado desde su llegada a la cueva. Y las cadenas que rodeaban su anatomía parecían tan apretadas, como si otro de sus objetivos, aparte de tenerlo quieto, fuera privarle de oxígeno.
Sin contar el sufrimiento que tuvieron que causarle para traerlo hasta la cueva.
Los haría pagar, no sabía cómo, pero no estaría en paz consigo mismo si no lo conseguía.
Un gruñido gutural se escuchó en el preciso instante en el que Jeon vio a Jongsuk quitarle la mordaza de la boca a Taehyung.
—Uh, el cachorrito está enojado...
—Cállate la jodida boca, desgraciado—demandó Taehyung con rabia—. No le hables si no quieres que te parta la cara.
—Ya veo porque le parecías interesante a nuestro jefe—murmuró, y giró su rostro hacia Soohyuk, Choi y Yeji que no emitían palabra desde hace un rato. Porque decidieron ser espectadores de las burlas del brujo hacia el vampiro.
—Es muy atrevido, señor.
—Lo es—concordó Lee—. Y esa será su ruina, pues parece que olvidas quién cuenta con la ventaja en esta situación, Taehyungie.
Soohyuk extendió su mano hacia Jongsuk, quien no demoró en entregarle la daga de plata con la que realizó algunos cortos en la piel del peligris.
—Un mal movimiento de tu parte y ahora seré yo el que me divierta haciéndote daño, ¿me escuchaste?
Recibió un corto asentimiento por parte de Taehyung en el preciso instante en que el arma acarició su mejilla, por lo que le fue inevitable que una sonrisa maliciosa se pintara en su rostro al ser testigo de lo tenso que el hombre lobo también se ponía.
Se sentía tan gratificante tener el absoluto control en la situación.
Pero más feliz sería cuando su objetivo fuera cumplido al cien por ciento.
Mientras tanto, el joven de piel canela optó por no llevar a cabo más provocaciones estúpidas. Pues él no era el único que corría peligro bajo las manos de Soohyuk. Su venganza debía ser inesperada para ese grupo de desalmados.
Además, le interesaba saber toda la verdad detrás del plan loco que estaba experimentando en carne propia.
—Eso está perfecto—alabó Lee, dirigiendo su atención al resto de los presentes, más específicamente al único mortal del lugar—. ¿Ya quieres contarles qué tienes que ver en todo esto, Choi?
—Sería un honor...
El humano se aclaró la garganta y dio inicio a su relato, que no pudo ser ignorado por la pareja.
Muchos años atrás, Soohyuk estuvo tras la pista de la reencarnación de un lobo demonio que era capaz de ser el conector perfecto para obtener el poder de la luna púrpura. Dicha información la consiguió de un brujo al que amenazó para qué le soltará distintos métodos para ser invencible y manipular a cada uno de los sobrenaturales que existían sobre la faz de la tierra.
Hace mucho tiempo que ansiaba el control absoluto, pero no encontraba un procedimiento efectivo con el que pudiera cumplir su deseo.
Por eso, cuando años atrás se conoció con un humano que era igual o más codicioso que él, no fue difícil que hicieran un trato que lo beneficiara a los dos.
Pero... ¿Qué tenía Choi que lo hacía tan especial en comparación a otros mortales?
Era un buen mentiroso, y sabía ser muy leal cuando se vendía al mejor postor.
Al mismo tiempo, manejaba demasiada información de su interés, contaba con varios contactos a su favor, los cuales seguían repudiando a los sobrenaturales, especialmente a los hombres lobo y a los cambiaformas.
No le fue difícil confiar en alguien como Soohyuk.
Mucho menos después del fantástico trato que le hizo, el cual se resumía en conseguir el poder suficiente para controlar a los humanos que no formaban parte de su grupo e ideología. Porque poco a poco, varios mortales se estaban dejando influencias por la idea de que no todos esos eres debían ser malos.
Un hecho que Choi no consentía en lo más mínimo.
Por eso, cuando tuvo la primera pista acerca de los progenitores de aquel demonio, no demoró en ponerse en marcha para darles caza. Sin embargo, perdió a la pareja y al cachorro que seguía en el vientre de la loba.
Decepcionando por primera vez al vampiro puro.
No obstante, al no contar con alguien tan entregado a la causa como ese humano, Soohyuk decidió dejarlo pasar.
Años después, la situación se repitió, pero en esta ocasión estuvieron demasiado cerca de su objetivo. El grupo tomó algunas precauciones para no ser descubiertos por la pareja Jeon durante el trabajo de captura de su cachorro. Por ejemplo, el uso de pócimas especiales con la intención de camuflar los olores, haciéndoles parecer humanos inofensivos, capaces de burlas a sus agudos sentidos.
Pero ninguno imaginó que los lobos serían tan protectores como para sacrificarse por su hijo, dejándole escapar a su suerte.
Lo único bueno fue que lograron separar al cachorro de su familia, volviéndolo una presa fácil.
No obstante, la preocupación invadió a Soohyuk al no dar con el paradero del infante. Y en un ataque de ira, sus padres sufrieron las consecuencias. Ambos muriendo en sus manos tras una larga tortura física y psicológica, pero con la esperanza de que su pequeño retoño encontraría la forma de sobrevivir.
Mandando al carajo el plan del perverso vampiro.
—Eso fue lo que sucedió, pero te encontramos una vez más. Qué hermosas sorpresas nos da la vida—comentó Choi con una falsa alegría—. Desde que te vi en mi posada, me disté muy mala espina. Y conectando los puntos, tu llegada concordaba con la aparición de esa criatura desconocida en el bosque.
Jungkook se había quedado en blanco, todavía procesando la nueva información recibida.
—Por ese motivo no tardé en comentárselo a Soohyuk, quien se encargó de investigar por su parte y organizar algunos detalles para confirmar que eras tú. Porque ya había gente que antes dio con tu paradero antes de que aparecieras en este pueblo, pero te perdieron el rastro. Eras un lobo demasiado escurridizo.
Eso incluía la especial atención del vampiro puro en cuanto a las invitaciones que sí o sí debían llegar a la mansión Kim al mover hilos por detrás para garantizar su cometido al ser un prestigioso vampiro puro, porque no se podían arriesgar a que los susodichos no asistieran como la vez anterior. Esa era su forma de ponerles en compromiso.
—Y si contábamos con la suerte suficiente, confirmaríamos que eras la reencarnación del lobo que perdimos hace tantos años para sacrificarlo.
—¿S-Sacrificarlo?
Soohyuk se permitió reír al escuchar la voz entrecortada de Taehyung, interrumpiendo a su aliado.
—Pensé que el gato te comió la lengua—lo molestó, divirtiéndose con la expresión ajena de puro terror—. Es justo como lo escuchaste, Tae. Queremos sacrificarle para usar su sangre. ¿En serio te creíste que queríamos conversar y no hacerle ningún daño a tu perro pulgoso?
—Por supuesto que no, pero sacrificarlo es algo que ni los monstruos harían.
Y no mentía, a día de hoy los sacrificios eran muy mal vistos entre los sobrenaturales, porque rechazaban la idea de ser tan despiadados para arrancarle la vida a alguien y sumado a eso, usarlo para beneficio propio según el ritual que se haga.
—Es irónico que lo digas, cuando el mayor involucrado lo es.
—No sabes una mierda, Soohyuk—defendió, mientras el susodicho comprobaba la hora en su reloj.
—Ya lo veremos, querido...
Sin querer dar más largas, el vampiro asestó una puñalada en su hombro, haciéndole gritar de auténtico dolor.
En ese preciso instante, todo se descontroló.
Jungkook perdió lo último de racionalidad que le quedaba, cediendo a sus impulsos más primitivos.
Su lobo ahora recordaba hasta lo que no debía. Su vida como demonio, los diversos portadores que tuvo, las incontables ocasiones en las que usaron su poder para herir a otros, y cuando le dio fin a eso, sellándose a sí mismo para evitar más desastres hechos a su nombre.
Con el daño a su pareja y la mención de la muerte de sus padres, era inevitable que Jeon no cediera a las ansias de venganza.
Lo hicieron reaccionar de la peor manera, obligándolo a mostrar su verdadero potencial.
Poco a poco las cadenas que mantenían cautivo al lobo fueron rompiéndose, mientras fuertes gruñidos hacían eco en la cueva.
Yeji retrocedió junto a Choi, Jongsuk, siendo protegidos por algunos súbditos de Lee al ser testigos de la bestia que estaba apareciendo frente a ellos.
La parte interior de la ropa de Jungkook terminó por rasgarse, a la par que una luz morada empezaba a cubrir la piel nívea.
Filosos colmillos, puntiagudas garras, orbes de color amatista y unos raros tatuajes entintaron los brazos y torso de Jungkook, en conjunto a sus orejas, y cola peluda, que eran naturales de la semitransformación de un hombre lobo.
Hasta el horrible escozor que atormentaba al peligris fue a parar en segundo plano gracias a la escena de su pareja, siendo dominada por esa parte que se suponía debería permanecer sellada por el bien de todos.
—No...
Las lágrimas se agruparon en sus orbes escarlatas, luchando por soltarse y calmar a su amado. Decirle que se encontraba bien, que esto no era nada. Pero tenía muy presente que el vampiro puro no se lo permitiría. Por algo se mantenía sonriendo como un psicópata, mientras limpiaba con un pañuelo la sangre que quedó en la daga.
—Bienvenido al final del nuevo comienzo, Taehyungie.
—¡Déjalo en paz!
Taehyung gritó al ver cómo Soohyuk se acercaba a Jungkook, aprovechando que las últimas cadenas que lo cubrían no acababan de caerse en pedazos sobre el suelo.
—Claro que no. Aquí inicia mi verdadera diversión.
—Sí, ya te estás demorando—confirmó Choi—. No olvides que también me prometiste inmortalidad y juventud cuando esto finalice.
—Y lo cumpliré, a ti y a tu gente— determinó Soohyuk, porque con los poderes de la luna púrpura, lo imposible se volvía realidad con facilidad. Por eso, volteó para encarar a Yeji, quien no demoró en comprender lo que necesitaba que hiciera a continuación.
Por lo que se movilizó hasta él, cargando en sus manos una cajita que portaba un collar hecho de plata pura que sacó de su largo abrigo.
Otro gruñido gutural fue lo que Lee recibió antes de clavarle uno de los dardos calmantes que la vampira consiguió para este trabajo. Si bien no funcionaba de la misma manera que la primera vez cuando lo capturaron, le daría el tiempo suficiente para colocar la cadena mágica en su cuello.
El lobo aulló como un animal herido cuando la cadena se adhirió a su cada parte su cuerpo, simulando ataduras que eran del mismo material de la misma. Cayó de lleno al suelo, siendo incapaz de moverse, mientras su dermis quemaba con una lentitud escalofriante.
—¡Noooo, Koo!
—Tarde, muy tarde.
El peligris regresó a ver a Soohyuk que admiraba embelesado la entrada exterior de la cueva, en la que se divisaba la tierna luz de la luna. El mágico astro pronto les acogería bajo su manto púrpura.
Ya estaba comenzando. Debía actuar ya.
Por ese motivo, usando la clara distracción que mantenía ocupados a los presentes, Taehyung se concentró lo suficiente para despertar ese poder oculto. Ese que jamás utilizó en su totalidad por miedo a no saber controlarlo.
La esclerótica de sus ojos se tornó negra en cuestión de segundos, contrastando con su pupila encendida en un rojo brillante, mientras sus uñas se alargaban y una especie de telaraña oscura cubría su cuello.
No había vuelta atrás, porque la sensatez desapareció de su sistema.
Desenfreno, ese era el poder que una minoría de vampiros bien entrenados podían sacar a la luz. Justo ahora, agradecía con su alma que Eunwoo le enseñara a su hermano y a él acerca de esa capacidad tan útil para salvarse de cualquier aprieto.
Sin embargo, era obvio que no resistiría tanto, pero quería creer que sería el tiempo suficiente hasta que sus amigos hicieran su entrada triunfal.
Quería confiar.
Al generar presión, Taehyung rompió una parte de la cuerda sobre su anatomía y al estar libre uno de sus brazos, con ayuda de sus uñas, finalizó el trabajo.
Cuando Yeji se dio cuenta, soltó un grito que alertó a los demás, pero fue demasiado lenta para el gusto del peligris.
En segundos ya había perforado los cuerpos de los súbditos de Soohyuk, dejándolos heridos en el suelo de piedra. La velocidad con la que se transportaba era de admirar.
La sangre cubría su ropa y su rostro de etéreas facciones. Una sonrisa orgullosa pintaba sus labios al haberse encargado de dos de los cómplices en la captura de su cachorro hace diecisiete años.
Los demás vampiros se pusieron en guardia ante el escándalo que escucharon desde fuera de la cueva, mientras su líder se aseguraba de tomar como rehén a Jungkook.
Era su tarjeta para vencer sin importar las circunstancias en las que se viera envuelto.
Porque nunca se le pasó por la cabeza que Kim pudiera dominar tal habilidad, pues no era un vampiro puro. Lo más probable era que Eunwoo se lo hubiera enseñado, porque ni siquiera él era tan bueno. No cabía duda de que siempre hallaba la manera más loca de sorprenderlo.
Sin embargo, le daría lucha si tanto deseaba.
Lee se sometió a la misma transformación de Taehyung por protección personal. Esperando cualquier ataque de su parte e importándole casi nada que su gente saliera herida. Ellos debían ver cómo se salvaban el pellejo.
Jongsuk se alejó lo más que pudo junto a Choi y Yeji, porque él era el delegado de dar rienda suelta al ritual después de que su señor dejará a su carga al lobo demonio aprisionado por el collar de plata junto a la daga que desató la locura de Taehyung. Siendo resguardados por el resto de vampiros que no fueron fulminados por el hermano de Seokjin.
—Dos podemos jugar al mismo juego—retó con audacia.
—Por supuesto, y el juego termina cuando desaparezcas.
Kim se abalanzó contra el mayor en una lucha cuerpo a cuerpo, no era un experto, pero confiaba en dejarlo atontado con alguno de sus golpes. Soohyuk jadeó al esquivar varios de sus movimientos, impactado por la destreza del contrario.
No obstante, a su favor tenía las heridas abiertas del encantador sobrenatural.
Enterró sus uñas en la herida más grande del hombro impropio, despistándole hasta encestarle una patada que hizo caer de espaldas.
La mente de Jungkook era una bruma de pensamientos que le contagiaban una horrible desesperación, pero al escuchar el gemido lastimero de su luna, optó por concentrar su fuerza mental en liberarse de esas jodidas ataduras.
Aunque no negaría que el alivio se adueñó de su pecho cuando consiguió divisar a su familia ingresando por la abertura de la cueva por la que él entró.
—Esos malditos dieron con nosotros...— al ver esto, Choi no demoró en reclamarle al nervioso brujo—. ¿No se suponía que no darían con nuestro paradero hasta después del ritual?
—Se suponía, pero el desgraciado de Jackson nunca nos advirtió que el tal Jimin recuperó su magia de hada... Muy probablemente se escabulló aquí sin que nos diéramos cuenta.
Era una mierda ver volar al rubio en miniatura de un lado al otro, queriendo respaldar a su mejor amigo, que todavía parecía no ser consciente de su presencia, mientras los demás reducían la distancia para enfrentarles cara a cara. El enojo era palpable en el ambiente al comprobar la situación tan loca que se desarrolló en tiempo récord.
—Eres un inútil, Jongsuk—vociferó la vampira—. Por tu descuido al confiar en ese traidor hay más probabilidades de que al plan de vaya a la mierda.
—No es hora de buscar culpables, es hora de adelantar el plan. Todos cúbranme las espaldas en lo que doy inicio al ritual.
El brujo ordenó con determinación, sacando un pequeño papel de su bolsillo para recitar las palabras que servirían para conectar con la luna púrpura. Se colocó delante del lobo que continuaba gruñendo y moviéndose de un lado al otro en la dura superficie en la que Soohyuk lo dejó sentado.
Primero debía pronunciar ese mantra especial, esperar a que la luz del astro cayera en la estrella invertida que trazaron en el suelo junto a las velas, para después cortarle la garganta al azabache y dejar que se desangrara en dicho lugar. Formando un pacto en el que su líder se volvería el mayor beneficiario al ponerse de rodillas frente al cuerpo moribundo del lobo demonio.
—Tae...
—Jiminnie... —el peligris sonrió al ver a su amigo acercarse por detrás de él—. Eres pequeño otra vez.
—Gracias a Yoon, aunque eso es lo de menos. Estás muy herido. Te ayudaré—propuso en un susurro, analizando a Soohyuk que parecía estar recuperando el aliento a pesar de ser él quien venció a su amigo.
—Ayuda a Koo, yo no importo en estos momentos...
—Pero Tae, no te fuerces...
—Solo hazlo, estoy bien— se incorporó con lentitud, masajeando la zona en la que su sangre brotaba por la puñalada—. Ve, por favor.
El hada decidió no negarse ante la petición del peligris, volando hacia Jungkook para tratar de ayudarle, en lo que sus amigos continuaban peleando con algunos de los vampiros que trataban de alejarlos del grupo que protegía a Jeon en medio del desastre.
Para Yeji no pudo ignorar a Jimin, tratando de que no se acercara al lobo por nada del mundo. Sin embargo, la fémina no contó con que recibiría un ataque de polvos directo a los ojos, cayendo al suelo al sentir un horroroso ardor que le nubló la visión.
Y cuando Choi quiso tomar el lugar de Yeji, Namjoon se arriesgó al cambiar a su forma de águila para rasgar la mitad de su rostro. El hombre no vio venir ese movimiento, por lo que se dejó vencer casi de inmediato.
Estaban perdidos, ambos retorciéndose de dolor. Sin embargo, Jongsuk no dejaba de hablar, sintiendo la magia fluir a través de su cuerpo, convencido de cumplir con su parte del trabajo.
—¡Bastardos, no se saldrán con la suya! —vociferó Soohyuk cuando verificó que la situación se estaba volteando en su contra de la peor manera posible.
—Concéntrate en nuestra pelea, Lee.
Y eso bastó para que el vampiro volviera a poner su atención en su persona, a lo que Taehyung le dio un golpe que lo mandó a volar hasta chocar contra la dura pared hecha de roca. Si fuera humano, su espalda se hubiera partido en dos.
De verdad, el vampiro puro desconocía de dónde su adversario estaba sacando tanta fuerza que parecía no ser natural. No obstante, lo que movía a Kim era la ira reprimida por todo la mierda que se atrevieron a hacer a su alfa.
Mientras tanto, Jimin luchaba por romper la cadena de plata, pero cuando estuvo a punto de cantar victoria, fue empujado por Jongsuk. El rubio quedó desorientado de forma inevitable.
—Tardaste mucho, hadita—se burló, sacando la daga de plata para acabar con la vida del lobo que trataba de luchar contra el dolor en su cuerpo. Porque no requería ser un fantástico observador para comprobar que estaba logrando su cometido, pues las ataduras cedían ante su lado demoniaco.
—Y tú te despistaste.
Jackson, siendo muy sigiloso, se posicionó detrás del brujo. Enganchando su brazo en el cuello ajeno para inmovilizarlo y provocar que soltara el arma. Cuando Wang era humano aprendió una que otra técnica de defensa personal, por lo que ahora se alegraba de usarlas en su redención.
—¡S-Suéltame!
—No lo haré—apretó más su agarre, imposibilitándole de formular palabras coherentes—. ¡Rápido, Jimin!
Pero antes de poder ir con el lobo, con un fuerte aullido, terminó por romper la cadena que colgaba de su cuello al haber vencido las ataduras mágicas.
Al despistarse Jimin y Jackson, Jongsuk golpeó en el estómago al otro vampiro. El hada se asustó cuando vio cómo el brujo le clavaba la daga que recogió del piso muy cerca de una de sus clavículas.
—¡Jackson!
Hoseok, quien se encontraba a unos metros de la escena, abandonó su propia lucha para salvar al chico. A fin de cuentas, Namjoon, Seokjin y Yoongi estaban haciendo un espléndido trabajo por ellos mismos.
Jackson temió por su vida cuando percibió la sed de sangre de Jongsuk al querer apuñalarle en el cuello. Sin embargo, este hecho nunca se dio a causa del brujo que pateó a su atacante y con un hechizo, lo inmovilizó contra el piso.
Eso sería suficiente por el momento. Deseaban no perder vidas en el proceso, porque las autoridades eran las encargadas de decidir qué hacer con los sobrenaturales que buscaron desafiar las reglas por codicia.
Al ser libre, Jungkook corrió hasta alcanzar a Soohyuk, tirándosele encima para iniciar otro combate. El vampiro evadió sus golpes, pero no pudo hacer lo mismo con sus rudas mordidas a lo largo de sus brazos.
Eventualmente, Lee pudo darle uno que otro puñetazo en la cara, en las costillas o en el vientre, pero eso solo incentivaba más al licántropo a destrozar el cuerpo bajo suyo.
Por su amado y por él se comprometía a vencerlo.
Tampoco olvidaría que, por ese desgraciado, sus padres fallecieron sin tener la oportunidad un reencuentro.
Una patada en su pierna hizo que Jungkook trastabillara y se desvaneciera en el piso, mientras Soohyuk tomaba el mando de la pelea. Pero, aun así, Taehyung se encontraba más que dispuesto a darle una mano luego de acabar en un rincón tras haber sido empujado por el otro sobrenatural.
Aunque en los planes del lobo, su amado no debía ensuciarse las manos más de lo que ya hizo.
Al ser bendecido con la potente luz de la luna purpura que brillaba en su máximo esplendor sobre sus cabezas, dejando relucir su parte demoniaca, Jeon le devolvió el golpe a Soohyuk, cambiando de posiciones para sacar un pedazo del collar de plata que recogió del suelo con la intención de clavarlo en el cuello del vampiro.
—Este es tu fin. No debiste meterte con nosotros.
Esas fueron las palabras que el vampiro escuchó antes de sentir cómo la vida se desvanecía, notando como la plata entraba a su cuerpo como si fuera fuego al ser potenciado con la energía oscura de Jungkook.
—Al menos lo intenté...
Y sin más que agregar, Lee se volvió polvo bajo las garras de ese licántropo de ojos morados.
Taehyung se quedó quieto en su lugar al comprobar que aquel desastroso incidente llegó a su final con la muerte del sobrenatural que juró tener sentimientos sinceros por él.
Un hecho improbable, porque alguien tan malo jamás podría amar de verdad.
Un sentimiento de tranquilidad le invadió en segundos, pero desapareció con la misma rapidez al ver cómo esos orbes amatistas se tornaban negros como el carbón, y su pareja comenzaba a emitir alaridos de dolor, mientras entraba en un vórtice de confusión.
¿Quiénes son amigos? ¿Quiénes son enemigos?
Esas preguntas martillaban su cabeza, provocando un dolor en sus entrañas al haberle dado pase libre al demonio que ahora controlaba cada parte de su cuerpo, consumiendo su alma y mente.
Su personalidad desapareciendo en un bucle en el que solo existía la venganza.
—Koo...
—¡Tae!
Yoongi gritó para captar la atención del confundido peligris, quien regresó a verle a la distancia en búsqueda de respuestas. Era una suerte que se hubieran liberado de cada uno de los súbditos de Soohyuk, mientras Jimin desaparecía para ir por ayuda al advertir cómo la luz del astro dejaba de ser tan potente como minutos antes.
—¡Se está dejando vencer por su demonio, debes pararlo ya o no habrá remedio! ¡A ti no te hará daño!
O eso era lo que todos querían creer, porque de lo que sabían, los sobrenaturales de ese tipo se volvían muy fieles a las personas que amaban y Taehyung entraba en esa definición por todo los que la pareja les contó en confianza.
Seokjin temía por su hermano, pero al ver cómo el mismo abrazaba por detrás para contener de alguna forma al inestable hombre lobo, confió en que saldría bien librado.
—Jungkookie, vuelve a tus sentidos, por favor...
La parte humana reconoció esa voz aterciopelada que tanto le calmaba en conjunto a esos brazos que lo envolvían con tanta suavidad. Su mente se despejó y los recuerdos con ese sobrenatural al que no le veía el rostro por dejarse consumir por los malos sentimientos, volvieron a la normalidad.
Era su Taehyung, su dulce vampiro, su luna de rubí.
Su guardián cuando se quedó sin sus padres, su amor de otra vida antes de ser asesinado por una injusticia.
Su fuente de inspiración, la mitad de su alma y corazón. La persona con la que quería pasar esa y mil vidas más. Por eso, no tardó tanto en recuperar la consciencia.
Su lado animal le dio tregua, porque esa faceta suya adoraba al joven de cabellos grises. Y al sentirse respaldado por él, le era más fácil ceder.
—Tae...
Jungkook giró un poco su rostro para encarar a Taehyung tras haber recuperado su apariencia normal. Sin embargo, antes de estrechar en brazos a su adorada pareja, el vampiro perdió las fuerzas para mantenerse de pie hasta deshacer su agarre contra el cuerpo de su amado, mientras a lo lejos escuchaba gritos clamando por ellos.
"Esto no puede estar pasando. No por favor".
El lobo apenas pudo tomarlo para que no se golpeara, recién fijándose en lo mal que lucían las heridas del vampiro. La historia no podía repetirse, ¿cierto?
El mismo destino respondería la duda que carcomía el corazón destrozado del pobre licántropo.
Continuará...
Yo también estoy llorando fuerte, ya pueden funarme o desahogarse conmigo. Gracias por leer, mis amores. El próximo capítulo es el final, no olviden hacerme saber que les pareció esta actualización llena de emociones.
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