Poco después de que Jackson se marchara de la mansión Kim, Yoongi aprovechó a preguntarle a Hoseok si, de casualidad, el susodicho era la persona que captó su atención el día anterior. Obviamente, el brujo de cabellera castaña lo negó, asegurando que se refería a otra persona, por lo que su amigo prefirió dejar el tema por la paz.

Quería mantenerse cauteloso con esa situación. Pero trataría de no quitarle el ojo de encima, mientras estuvieran bajo el mismo techo. Eventualmente, Jackson se ganó la confianza de todos, incluyendo la de Jung, quien se arrepintió por haber sido tan desconfiado, ya que parecía que de forma auténtica el nuevo sobrenatural quería adaptarse a su nuevo estilo de vida como vampiro.

Y no es cómo que Hoseok conversara seguido con aquel joven, pero lo que mostraba a simple vista terminó por convencerlo de que no existía razón alguna para dudar de él.

Nadie imaginaba que se trataba de una actuación magistral por parte del confidente de Soohyuk.

Aquel vampiro de pura sangre estaba más que orgulloso por los buenos resultado que el menor consiguió, porque sin duda fue el perfecto candidato para llevar a cabo su plan.

—Por fin hoy es la gran noche, por lo que tenemos que actuar desde esta tarde. Ya sabes qué hacer, no quiero el mínimo error de tu parte, ¿de acuerdo?

—Sí, no hay razón para preocuparse Soohyuk-ssi. Será como usted me dijo.

Jackson mantenía su cabeza gacha, mostrando respeto y quizá algo más que no se veía capaz de exteriorizar.

—Puedes retirarte, no quiero verte más aquí. Tengo otras cosas que planear con nuestra gente.

Wang le respondió con un movimiento de cabeza, realizando una cordial reverencia antes de retirarse rumbo a la habitación que le asignaron hace muy poco desde su rescate. Experimentando un sentimiento de aflicción tan contradictorio dentro de su pecho, Jackson se dejó caer en el suelo cuando cerró la puerta detrás suya, con su mirada perdida en la nada, mientras su mente se convertía en su peor enemigo.

El argumento que les mostró a los sobrenaturales que vivían en la mansión Kim no era del todo mentira, pues de verdad era nuevo en esto de ser vampiro. Sin embargo, con el pasar de los días no sentía la misma motivación y seguridad para dañarlos como la persona que le salvó le ordenó hacerlo.

Le debía la vida a Soohyuk, porque cuando era un simple mortal, algunas personas a las que les debía dinero intentaron mandarlo al otro mundo. Pero el vampiro le salvó, regalándole una segunda oportunidad a alguien como él.

Se quedó huérfano desde muy pequeño, por lo que tener una familia era algo desconocido para él.

Siempre tuvo que robar o pedir dinero para sobrevivir.

Por eso, cuando el mayor lo convirtió en uno de los suyos, prometiéndole un lugar al que pertenecer con la única condición de obedecerle en todo lo que le pidiera, no se lo pensó dos veces para aceptar la tentadora propuesta.

Finalmente, el vampiro vivía en paz, pero jamás supuso que tendría que hacer cosas mucho peores de las que alguna vez tuvo que realizar por necesidad. Mucho menos que tendrían que ser en contra de los sobrenaturales que tanto le importaban a ese brujo que causó tantas emociones extrañas en su ser con solo una mirada.

Era raro, demasiado.

No lo comprendía.

Pero no le gustaba para nada.

A día de hoy no tuvo la oportunidad de intercambiar más que unas cuantas palabras con el brujo, pero para el susodicho era inevitable que sus ojos no se posaran en el castaño cuando estaba cerca de él. Tanto así que a veces se despistaba de su objetivo original y eso era lo que le estaba poniendo muy nervioso.

Y no era por no aprender lo que Seokjin y Taehyung le enseñaban cuando los visitaba, porque sin problema podría ser guiado por la gente que le profesaba lealtad a Lee como sucedió desde que dejó de ser humano, si no por estar pensando seriamente en si era lo correcto herir a estos sobrenaturales de esa manera tan vil.

Tan baja.

Tan cruel.

Tan rastrera.

Estaría a punto de herirlos por la espalda cuando el pecado que cometieron fue ser solidarios con alguien que necesitaba ayuda.

La confusión le carcomía con lentitud el alma y el corazón.

Y no estaba seguro de si todo resultaría como esperaba.

Unas horas después, Jackson se apareció en la casa que estuvo refugiándolo por los últimos días. Los amistosos saludos no se hicieron esperar cuando Taehyung le abrió la puerta, regalándole una de sus sonrisas cuadradas.

Como pudo, Wang fingió la expresión más agradable con el único fin de no levantar sospechas indeseadas en los presentes a los que ya tenía muy bien estudiados.

Con facilidad podría afirmar que estaba al tanto de los movimientos y rutinas de cada uno, por lo que su plan no tendría razón válida para fallar.

Porque en ese preciso instante, ni Jungkook, ni Yoongi, ni Namjoon, ni Jimin deberían estar presentes en la mansión, pues en esas horas era cuando salían a buscar los materiales para las pócimas de los brujos, ya que según lo que le habían contado, con ese gesto Hoseok les daba la oportunidad al cambiaformas y al hada de que tengan una excusa para salir a caminar por el pueblo más cercano. Todo estaba fríamente calculado gracias a la información que se dedicó a recopilar. Un plan hecho a la medida de las circunstancias.

De darse el caso contrario, desconocía cuál sería su destino a manos del vampiro puro al que le debía su absoluta lealtad.

El hermano del peligris fue el que le invitó a que tomara asiento en la sala y se pusiera cómodo, mientras los vampiros se desocupaban de limpiar su hogar para dedicarle el tiempo que le correspondía cuando los visitaba.

—Ya mismo acabamos, Jack—informó Taehyung, apoyándose en la escoba que estaba ocupando en ese preciso instante—. ¿Qué te parece si acompañas a Hobi hyung a preparar un poco de té para comer con unas galletas que Jiminnie hizo en la mañana?

El nombrado se sobresaltó en su lugar cuando el novio de Jungkook lo mencionó. Dejó su libro a un costado y por fin cruzó miradas con el sobrenatural que se encontraba a una distancia considerable.

—Ohhh, por mí no hay problema. ¿Estás de acuerdo con eso, Jackson?

—S-Sí, vamos. Por mí no hay problema.

No podía negarse. Debía actuar con naturalidad.

—Genial, vayan chicos—animó el cuñado de Namjoon—. Así el tiempo se pasa más rápido.

Los involucrados se incorporaron de sus lugares, yendo con dirección a la cocina sin emitir palabra. Ninguno sabía que decir, porque esa sensación que los rodeaba cada vez que les tocaba hablar con el otro, los ponía muy nerviosos.

—Mmm, ¿a qué té prefieres? —le cuestionó, por fin estableciendo un contacto visual entre los dos—. Tenemos una gran variedad, porque a los Kim les encantan.

—El té de jazmín estaría bien...

—Bien, ¿puedes ayudarme a hervir el agua en lo que yo busco las hierbas?

El brujo debía tomarlas de los envases de cristal guardados en la alacena más cercana.

—Claro, yo me encargo.

Jackson le sonrió levemente antes de ponerse manos a la obra. Primero encendió el fuego de la cocina, poniendo a calentar el agua de la tetera por unos cuantos minutos. Hoseok volvió a su lado en menos de un minuto con lo necesario, pero el característico sonido que el recipiente reproducía cuando el líquido cristalino entraba en ebullición, ni siquiera se hacía presente para mala suerte del vampiro.

Por lo que para evitar que el ambiente siguiera siendo igual de tenso que al inicio, decidió romper el hielo por sí mismo.

—¿No te aburre quedarte aquí cuando podrías acompañar a los chicos al pueblo?

Al castaño le sorprendió que su acompañante iniciara un tema aparte del que los mantenía juntos, por lo que se permitió responderle con suma naturalidad.

—Si te soy sincero, no. Me alegra mucho poder tomarme el lujo de mantenerme en una casa, mientras los chicos se divierten dando un largo paseo. Nunca fui alguien que disfrutara tanto de salir, pero dado mi trabajo como brujo y viajero no podía permitirme algo así.

—Me lo puedo imaginar. Yo en el pasado, antes de convertirme en vampiro, tampoco me gustaba mucho salir—reveló, sin siquiera pensar acerca de la razón por la que estaba contándole de su vida, porque no debería importarle que el brujo supiera más acerca de él—. Prefería mantenerme en la seguridad de mi casa.

Y esto se debía a que en su hogar improvisado era en el único sitio en donde era capaz de protegerse de las personas que iban en su búsqueda para ajustar cuentas.

—Parece que tenemos más cosas en común, aunque no lo pareciera.

—Así parece...

Los orbes rojizos seguían conectados con los de color café claro como si no existiera nada más interesante a su alrededor. Sin embargo, el silbido de la tetera les alertó sacándolos de su efímera ensoñación.

—Es hora de colocar el jazmín. 

—Sí, mientras tanto coloquemos las galletas en la vajilla para servirlas en la mesa.

Jackson asintió con suavidad, buscando dos platos para cumplir con su parte del trabajo. Hoseok agarró el recipiente en el que las dulces preparaciones del hada reposaban, llevándolo hacia la mesa para que en conjunto con el vampiro las ubicaran en la fina porcelana.

Compartieron una pequeña sonrisa antes de que ambos extrajeran al mismo tiempo una de las crujientes galletas para colocarlas en su respectivo lugar, rozando sus dedos entre sí sin querer.

El vampiro poseedor de un tenue olor a margaritas, se quedó muy quieto en su lugar cuando un agudo dolor se apoderó de su cabeza y de su corazón.

Lo que parecían ser recuerdos pasaron por su mente como una rápida ráfaga que nadie podría controlar o detener.

¿Qué demonios era esto?

Veía dos siluetas, tomadas de la mano.

Sonriéndose con cariño, susurrándose palabras al oído.

Y luego se encontraba en la perspectiva de una de ellas, cayendo al vacío sin poder ver quien era la persona que le hablaba.

A su alrededor, la oscuridad lo consumía, mientras un malestar insoportable se extendía por todo su organismo.

Un llanto, un suspiro, y un te amo.

"Si algún día vuelves a mí, te estaré esperando con los brazos abiertos para no soltarte jamás. Nunca dudes de eso".

—¿Jackson? ¿Estás bien?

—¿Eh? Sí, lo lamento. Creo que recordé...

Y en ese preciso instante, se escuchó un fuerte golpe y varios gritos.

La hora había llegado.

Lo último que Hoseok vio fue la cara de arrepentimiento del vampiro que dejaba caer lo que tenía en sus manos al salir de la habitación, mientras su cuerpo se desvanecía en el suelo como si no tuviera control sobre este a pesar de lo lúcido que se encontraba.

Esperando que el tiempo pasara rápido para que los demás pudieran salvarlos.

—Ah, lo único que quiero es tomar un baño antes de ponerme mi bonito traje para la luna púrpura—expresó Jimin, abriendo la puerta para que el grupo pudiera ingresar a la mansión y arreglarse para el evento venidero—. Estamos a buena hora, ¿verdad, Yoon?

—Muy buena diría yo. Todavía faltan cuatro horas para irnos al mundo de abajo, Jiminnie.

—Espectacular, entonces no hay que perder mucho tiempo.

—Por supuesto que no Jimin hyung, por eso yo aprovecharé a decirle a Tae que cuando despida a Jackson nos demos un baño juntos.

El lobo exteriorizó con una sonrisa a los sobrenaturales que se quedaron quietos en medio del amplio pasillo que los recibía.

—Mucha información, Jungkook-ah. No me quiero ni imaginar lo que harán en el baño.

Namjoon bromeó, con una sonrisa divertida en sus labios.

—Como si yo no fuera el único en hacer cosas con su pareja y decirlas tan abiertamente. Créeme que a día de hoy no supero que me insinuaras que te gustaba que Jin hyung te mordiera.

—¡Shhh! —lo mandó a silenciar, provocando como consecuencia que el lobo se riera con ganas por las caras que el brujo y el hada pusieron ante su particular charla—. Ese día estaba un poco más emocionado de lo normal, por eso me fue inevitable no compartirlo con alguien. Pensé que serías discreto.

—Tú empezaste, Namjoon hyung—aseguró, encogiéndose de hombros—. Bueno, si me disculpan. Iré en búsqueda de mi luna de rubí.

—No, si yo te gano en encontrar a mi vampiro.

El cambiaformas desafió al azabache, incitándole a que corrieran para cumplir su objetivo. El menor no vaciló para aceptar su reto, sin esperar que joven de cabellos rojizos se le adelantaría en su momento de distracción. Dejando atrás a la pareja que solo negaba con la cabeza al ver lo infantiles que podían ser, pero que, a su vez, era demasiado gracioso de ver.

—¡Ya, hyung! Ganaste...

A Jungkook se le desvaneció la sonrisa al ver a Namjoon en el suelo, tomando a Seokjin en sus brazos. Sus ojos estaban abiertos, pero parecía que no podía ni hablar, ni tampoco moverse.

—Jinnie... ¿Qué te sucedió?

Su voz delataba su inmensa preocupación, temiendo que no fuera reversible lo que fuera que le hubiera sucedido.

El vampiro movió su boca, tratando de gesticular una palabra para que el licántropo le comprendiera.

"Tae... Peligro".

Un molesto zumbido invadió sus sensibles oídos, sus colmillos saliendo a la vista y su respiración volviéndose errática cuando entendió lo que el mayor quería expresarle. Debía salvar a su pareja antes de que fuera demasiado tarde.

Sus pies se movieron por pura inercia, con la intención de comprobar si el peligris continuaba dentro de la mansión.

Los gritos de Jimin y Yoongi preguntándole que sucedía al verlo subir a tropezones por las escaleras fueron ignorados en su totalidad. Revisó habitación por habitación, no midiendo su fuerza al abrir las puertas de un solo golpe.

En ninguna estaba Taehyung.

Por lo que no demoró en pensar lo peor.

Su amado fue secuestrado.

Otro grito se escuchó en la mansión, siendo Jimin el autor de este.

Se devolvió por donde vino, con el corazón martillando en su caja torácica. Su lobo interno se encontraba irascible y la parte humana iba por el mismo camino.

¿Quién se atrevió a arrebatarle a su razón de ser?

Era jodidamente inaceptable.

No se lo dejaría pasar a nadie.

Así tuviera que transformar en un infierno al mundo entero para recuperarlo.

Cuando llegó a la sala, vio a Jimin a lado de Hoseok que estaba en el mismo estado que la pareja de Namjoon, quien también yacía ubicado en uno de los sillones de la amplia habitación, mientras Yoongi parecía estar buscando con desespero algo que pudiera ayudar para esta situación en su libro de brujería.

—Tae no está, debo ir a buscarlo.

—Primero cálmate, Jungkook-ah. Es obvio que se lo llevaron, pero debemos actuar con cabeza fría. Primero escuchar lo que Hobi y Jinnie deben contarnos.

—No... ¡No puedo! ¡Tengo que salvarlo!

—C-Cálmate por favor—el hada rogó con nerviosismo al percibir la ansiedad en el joven de piel nívea—. A Tae no le gustaría que actuaras por impulso, debemos ser más inteligentes. Esto es una clara provocación.

—Jungkookie, Jiminnie tiene razón—intervino el brujo de mirada felina, luciendo circunspecto—. Dame un momento, y resolveré esto.

—Está bien—se rindió al conectar miradas con el cambiaformas que parecía rogar por que mantuviera la compostura—Pero, ¿qué le hicieron a los hyungs?

—Los neutralizaron—musitó con seguridad—. Es fácil descifrarlo por como los encontramos. Es un hechizo muy difícil de llevar a cabo, pero es muy sencillo de deshacer.

—Algo bueno en todo lo malo, supongo—murmuró Namjoon, escuchándose muy angustiado por el estado de su pareja y su amigo.

Yoongi le dio la razón porque pudo ser peor, sin dejar de pasar las páginas del libro que mantenía en una de sus manos. Sus ojos recorrían de un lado al otro las palabras escritas en el fino papel, hasta que un suspiro de alivio se escapó de sus labios.

—¡Lo tengo! Déjenme hacer mi parte.

Namjoon, Jimin y Jungkook se mantuvieron a una distancia prudente para darle espacio al brujo de cabellos negruzcos para que pudiera recitar el hechizo que a sus oídos era inentendible. Palabras extrañas inundaban el ambiente, mientras una potente luz blanca se apoderaba de los cuerpos inmovilizados del par de sobrenaturales que fueron víctimas de un plan macabro solo por estar en el lugar y momento equivocados.

Eventualmente, Hoseok y Seokjin volvieron a la normalidad, recibiendo un fuerte abrazo de los presentes, mientras Jungkook mordía una de sus uñas en espera por escuchar la información necesaria para saber cómo proceder.

—Gracias, de verdad fuimos tomados por sorpresa—explicó el vampiro, sin querer romper el abrazo con su amado esposo—. Fue tan rápido que no tuvimos la mínima oportunidad de actuar, mucho menos de evitar que se llevaran a mi hermano.

—Nos alegra que estén bien a pesar de todo, pero queremos estar al tanto de que fue lo que sucedió. ¿Saben la razón por la que se llevaron?

Jimin interrogó con insistencia, temía mucho por su mejor amigo. Ya que no podía evitar sentir culpabilidad al creer que, si se hubiera quedado, las cosas serían muy distintas.

—No te culpes, Jiminnie. Nadie jamás podría imaginar que seríamos atacados por la espalda.

Hoseok tomó la palabra, mostrándose muy enojado, a la par que se estiraba un poco para que sus músculos se relajaran luego de estar unas cuantas horas en la misma posición en medio de la cocina sin poder hacer nada.

—¿Qué...? ¿Acaso...?

El hada cayó en cuenta de que el vampiro al que estuvieron recibiendo con los brazos abiertos en la mansión, no se encontraba por ningún lado.

—Eso significa que Jackson tuvo que ver con esta mierda, ¿no? —cuestionó Yoongi, muy decepcionado—. Jamás me lo imaginé de él. ¿Por qué?

—Solo escuchen y saquen sus propias conclusiones...

Y así fue como Seokjin inició con el relato luego de aclararse la voz para resolver las interrogantes de su familia.

—Este fue tu plan para acercarlos, ¿cierto, TaeTae?

—¿Fui muy obvio, hyung? —interrogó, deteniendo los movimientos de la escoba con la que estaba limpiando—. Creí que fue una buena excusa. La tensión entre los dos se siente muy fuerte y debería resolverse.

—Quién diría que te gustaría hacer de cupido—el mayor de los Kim jugaba con el trapo en una de sus manos, mientras regañaba a su hermano—. Eres un caso.

—Solo quería ayudar, nada más.

—Entonces esperemos sea para bien, porque también existe la posibilidad de que dicha tensión sea por otra razón que no involucre ningún gusto o atracción.

Como siempre el mayor analizaba las cosas objetivamente a diferencia de su dongsaeng que creía que todo era sencillo.

—Aguafiestas...

—Realista diría yo—argumentó con orgullo—. Ojalá el té no les quede tan amargo.

El peligris rodó los ojos, poniendo un puchero en sus labios, mientras su acompañante negaba con su cabeza, continuando con su labor de dejar reluciente cada superficie a su disposición.

Un fuerte toquecito en la puerta fue lo que llamó la atención de los dueños de la ostentosa mansión, quienes al mismo tiempo se sintieron extrañados por ese motivo. Pero no quisieron darle más vueltas al asunto, suponiendo que Jimin olvidó las llaves para ingresar por cuenta propia. No sería la primera vez en todo caso.

Seokjin se encargó de abrir la puerta, pero su expresión cambió drásticamente al visualizar a dos hombres con el rostro cubierto, para después sentir como sus rodillas caían al suelo hasta acabar con el cuerpo boca abajo.

El estruendoso grito de Taehyung resonó en el ambiente, pero no demoró en callarse cuando uno de los desconocidos lo dejó en el mismo estado de su hyung, mientras un tercero repetía la acción con Hoseok al haber entrado desde una de las ventanas que siempre se la pasaban abiertas.

Un minuto después, Jackson se unía al encuentro con el resto de sobrenaturales con un semblante sombrío, siendo felicitado por uno de ellos.

—No es nada—le restó importancia con la cabeza gacha—. Ya deberíamos irnos...

—Alto ahí, Jack. Primero debemos transmitir nuestro mensaje o el jefe se enojará.

El vampiro prefirió no decir más, observando de reojo como dos de sus cómplices cargaban a Taehyung entre sus brazos para trasladarlo hacia el escondite en el que debería permanecer hasta nuevo aviso.

—Escucha muy bien, Kim Seokjin—ordenó con dureza el hombre que hace nada estaba hablando con Jackson—. Si quieren ver a Taehyung con vida, no se les ocurra avisarle a nadie sobre esto, porque lo sabremos. Hoy es la luna púrpura y necesitamos la presencia del perro pulgoso que mantienen bajo el mismo techo.

El hermano del peligris le dedicó una mirada filosa con el mensaje implícito acerca de que era lo que querían de Jungkook.

—Esos ojos me gustan, porque pareciera que me quieres tres metros bajo tierra—soltó una carcajada burlona con la intención de provocarle, ganándose un bufido por parte del vampiro de hombros anchos—. Bien, lo más seguro es que estás preguntándote la razón por la que pedimos su presencia. Pero lastimosamente no puedo entrar en muchos detalles, solo dile que debe estar aquí una hora antes a que sea la hora de la celebración.

De uno de sus bolsillos sacó un papel y lo dejó sobre la mesa de centro.

—Con nuestro mensaje entregado, procedemos a retirarnos. No la jodan o será muchísimo peor para este vampirito que nos acompañará en esta travesía. Nos vemos pronto para conversar con sobrenaturales con educación. Quizá lleguemos a un fructífero acuerdo.

Y sin más, lo dejaron ahí tirado. Cerrando la puerta detrás de ellos, llevándose a su pobre hermano que serviría de carnada para algo mayor y desconocido.

—Eso fue lo que paso. Esperamos por horas por ustedes para que nos pudieran ayudar, temiendo que no existiera salvación para nosotros, porque al menos yo desconocía si podría recuperar el habla y el movimiento. En definitiva, fue una horrible experiencia que no me gustaría repetir nunca más.

—Entiendo, esto da muy mala espina—comentó Yoongi con el papelito en mano—. Si mi memoria no me falla, este sitio que fue descrito aquí se encuentra al otro lado del mundo de abajo.

—Entonces iré antes de que se haga más tarde.

El azabache quería enfrentar al verdadero traidor o sabía que se arrepentiría. No se veía siendo capaz de vivir con la culpa.

—Detente, Jungkook-ah—el hada lo tomó del brazo para mantenerlo en su sitio—. No te arriesgaremos de esa manera, hay que crear un plan primero.

—Jiminnie tiene razón—el cambiaformas decidió opinar—. Jackson nos jugó una horrible trampa, pero nosotros nos la pensaremos mucho menor.

—Confía en nosotros, encontraremos la solución.

La mano de Yoongi se posó en el hombro del agitado azabache, dándole el consuelo que necesitaba dada la situación.

—De acuerdo. Salvemos a Tae o será lo último que haga.

Los sobrenaturales coincidieron con la determinación del lobo, sin imaginar que sus palabras estaban repletas de verdad, pues si Jungkook daba un paso en falso y perdía a su amado, nada sería igual.

Porque preferiría morir antes que soportar una eternidad sin su presencia.

Continuará...

No me odien mucho, pero me gustaría demasiado que se desahoguen en los comentarios. Gracias por leer. Los amo, nos leemos pronto en los últimos capítulos.