❁ཻུ۪۪Capítulo 54~隠れた

—K-Koo...

El azabache se obligó a tranquilizarse al ver que su luna de rubí no perdió el conocimiento después de desvanecerse entre sus brazos. Sin embargo, la preocupación seguía igual de latente gracias a la débil apariencia de su pareja.

No le gustaba verle así.

—¡¿Qué te sucede, mi amor?¡ ¡Por favor dime algo!

—Me olvide de mi vial—contestó, sintiendo la garganta reseca—. Necesito alimentarme o haré una tontería.

Gracias a esa certera respuesta, Jungkook resolvió lo que estaba sucediendo en ese preciso instante. Taehyung se encontraba mal porque no bebió su respectiva dosis de la pócima que le ayudaba a reemplazar su sed de sangre.

—Voy a ayudarte, Tae—expresó con confianza, acunando el rostro ajeno con una de las palmas de sus manos—. No te preocupes, el dolor desaparecerá pronto.

—P-Por favor, quiero morderte.

Los colmillos sobresalían de los labios rojizos de Kim, testificando que no exageraba con lo que decía.

—Lo harás, dame un segundo.

El peligris asintió con un suave movimiento de cabeza. Fijándose en cómo el joven de piel nívea sin la más mínima dificultad lo acomodaba sobre su cuerpo. Obligándole a que enredara sus piernas en su cadera para ganar estabilidad, mientras el susodicho se apoyaba en el tronco del roble más cercano.

Era una suerte que no hubiera casi nadie deambulando por esa zona, aunque les ayuda mucho estar escondidos detrás de un árbol para que pudieran pasar desapercibidos ante los ojos de los curiosos.

—Tómalo todo, cariño. No te contengas, yo estaré bien.

Taehyung no vaciló al momento de abrir un poco la camisa oscura de su chico para clavar sus filosos dientes en la tierna dermis a su disposición. Un jadeo escapó de los belfos del menor que siempre disfrutaba de las succiones en esa zona tan sensible para él, porque eran demasiado satisfactorios a su parecer.

A pesar de ser un lobo alfa, se sentía en total confianza como para darle acceso a su sensible cuello, pues en otras circunstancias no permitiría que nadie tuviera el atrevimiento de si quiera tocarle con un dedo.

¿Qué si era un acto de sumisión? Por supuesto, no cabía duda de que esa sería la opinión compartida de la mayoría de los de su especie. No obstante, para su persona significaba una valiosa prueba de amor equivalente a la mordida que dejaba grabada en la piel de su dulce vampiro.

Era un trato justo para las dos partes.

Taehyung también consentía esa acción con mucho gusto y la gozaba, porque la situación había cambiado tanto desde la primera vez que se puso mal frente a Jungkook por no beber la pócima.

En ese entonces, la sola idea de morderle era como cometer un pecado capital.

Pero en la actualidad, ambos eran una pareja sana y estable, compartían un pasado más memorable que haber sido guardián y protegido hace diecisiete años atrás, y, sobre todo, el licántropo era un sobrenatural demasiado especial.

Mitad demonio.

Un ser que se caracterizaba por ser superior al resto y tan raro que varios creían que su simple existencia era una leyenda. Aunque ninguno se imaginara a qué punto ese hecho se aplicaba para Jeon.

Antes de si quiera estar al tanto de dicha información, el joven de piel canela se prometió a sí mismo tratar de no beber más de lo debido de la sangre de su novio, pero justo ahora no experimentaba ningún temor porque sabía que resistiría sin problema.

El universo lo bendijo con alguien tan único, por lo que lo cuidaría con su vida.

Segundos después, cuando Taehyung estuvo satisfecho se separó de Jungkook, dándole un fuerte abrazo que el contrario correspondió sin rechistar.

—Tu sangre es un manjar—susurró cerca de su oído, complacido por las caricias que el menor dejaba sobre su cabello desde que se dispuso a beber de su cuello—. Muchas gracias por esto, Koo.

—Para mí no es nada, Tae—le regaló una linda sonrisa cuando sus miradas se conectaron—. Con que estés mejor, yo me doy por satisfecho.

—Lo tengo muy presente, pero igual lamento haberte puesto en este aprieto, es que me olvide de beber la pócima por el apuro.

—Lo suponía. Igual tengo un poco de culpa por retenerte en el baño—admitió, recordando ese momento tan lindo entre los dos—. Por eso es una suerte que me tengas a tu lado para alimentarte cuando lo requieras sin temor a nada.

—Por eso eres tan fantástico, soy el más afortunado.

Le halagó, dejando varios besos sobre sus mejillas sin querer separarse de esa cálida anatomía a la que se aferraba como un koala.

—Lo sé, soy el más perfecto para ti.

—Sí, mi amor. Tan bonito—le robó un corto beso, provocando un sonrojo en el lobo—. Ya puedes bajarme, cariño. No quiero que se te cansen los brazos.

—No creo que eso sea posible, pero como gustes.

Al estar de nuevo en tierra firme, el vampiro entrelazó sus dedos con los del azabache, dispuesto a mantenerse de esa forma por un buen rato.

— ¿Quieres hablar de lo que pasó?

—Claro que sí, Koo. No está en mis planes ocultarte nada, así que tienes pase a libre a preguntarme lo que sea.

El susodicho se la pensó con cuidado, encontrando la primera duda que le parecía lo suficientemente interesante como para ser resuelta por el mayor.

¿Quién es la tal Seo Yeji?

El peligris no pudo contener la risa al escuchar el tono con el que su chico se refirió a la fémina, se percibía a simple vista que seguía enojado por el altercado. Con lujo de detalles, le relató acerca de la vampira, las razones por las que le detestaba, incluyendo el que parecía ser el motivo principal, aunque la mencionada se empeñara a negarlo si es que alguien se lo preguntaba.

—Desde que Eunwoo nos trajo a ese lugar, con la intención de presentarnos a varios de sus amigos, Yeji nos observó con superioridad al darse cuenta de que mi hermano y yo no éramos vampiros puros.

—¿Y ahí empezaron sus malos tratos?

—Sí, varios insultos y burlas era lo que recibíamos de parte suya y de su grupo. Pero tanto Eunwoo, Jin hyung y yo nos defendíamos como podíamos.

—Oh, me imagino que Jin hyung era el que más sabía cómo ponerla en su lugar.

—Exacto, todavía recuerdo su cara llena de enojo cuando se quedaba sin argumentos para discutir—musitó con mucho orgullo—. Lastimosamente no se podía hacer más que eso, pues Yeji pertenece a una familia de vampiros de alto prestigio. Por lo que con Eunwoo quedamos de no darle tanta importancia, y mejor ignorarla si nos atacaba.

—¿Y funcionó? —inquirió con curiosidad—. Dime que lo hizo, porque de no ser así no entiendo cómo pudiste soportarla por tanto tiempo.

—Por un tiempo sí, pero la situación empeoró a medida que me volví un famoso diseñador—confesó con un puchero apareciendo en su boca—. No fue mi culpa que mis bocetos marcaran una tendencia entre varios sobrenaturales que prefirieron dejarle atrás.

—En eso tienes razón, tú sabes que no soy el mejor opinando en esos temas—recalcó, un tanto pensativo—. Pero algo me dice que es una persona que no le gusta salir de su zona de confort, sin contar que eres magnifico en lo que haces. Su competencia era dura.

—¿Qué comes que adivinas?

El peligris le cuestionó impresionado por su acertada deducción.

—A ti por supuesto.

—Alfa pervertido—lo regañó, desviando la mirada. Jungkook rio con ganas al ver lo cohibido que puso a Taehyung—. No me refería a eso...

—Solo quería molestarte como tú haces.

—Que conste que es más divertido cuando yo lo hago.

El vampiro le pinchó, ganándose que su pareja soltara sus manos para estrecharlo entre sus brazos. Dejando un beso en el lunar de su nariz.

—Sí tú lo dices...

—Amo mucho más cuando te pones protector conmigo.

—Y yo disfruto serlo, pero más me gusta verte cuando te defiendes a ti mismo sin ayuda de nadie—comentó, masajeando la cintura ajena por sobre la ropa—. Te vuelve más atractivo.

—Te gustan los chicos malos, ¿mmm?

Provocar al lobo eran de las cosas que más le fascinaban a Taehyung.

—No, me gustan los chicos que saben cómo callar bocas.

De forma traviesa, el azabache metió sus manos dentro del pantalón de su novio, apretando su trasero por puro deleite. Ventajas de estar en un lugar un tanto oscuro y poco concurrido. Apenas se escuchaban los murmullos de otros sobrenaturales que estaban cerca de ellos, por lo que tomaría la oportunidad sin vacilar.

—Sí claro, y yo soy mitad murciélago.

—Mmm no lo eres, pero puedes transformarte en eso.

—Ohh, tienes razón—se mordió el labio al notar que la jodió con su contestación, pero nadie podía culparlo al tener esas manos tocando y amasando sus glúteos sin pudor—. He perdido este pequeño debate contra ti.

—Eso era lo que esperaba escuchar.

El lobo detuvo sus movimientos, devolviendo sus manos al lugar inicial en el que estuvieron.

—Tramposo—resopló, girando la cabeza hacia un lado como si estuviera indignado de verdad—. Usas técnicas muy sucias contra mí.

—Pero te encantan, mi luna de rubí.

Jeon escuchó como chasqueaba la lengua antes de murmurar un quizá como respuesta, para después inclinarse lo suficiente con la intención de besar la marca que adornaba el cuello del peligris. Kim se sobresaltó, más no le apartó y gozó en silencio el gesto que se convirtió en una debilidad para él.

Cuando el lobo se separó de esa zona que desprendía un exquisito aroma a romero, el vampiro le encaró para declarar lo siguiente—. Nos desviamos del tema, Koo. Déjame terminar, ¿está bien?

—De acuerdo, prosigue. Me estabas contando las razones por las que Yeji no te soporta.

—Prácticamente lo que te conté antes fueron los motivos de rencor contra mí que han salido de su propia boca cuando se le presentaba la ocasión para insultarme, pero en lo personal tengo una idea por la que ese odio contra mí empeoró de manera significativa.

—¿Y eso se debe a...?

—Al vampiro que intervino, Lee Soohyuk.

—Cierto, era obvio que le conocías porque mencionaste su nombre. ¿Qué sucede con él?

—En el pasado... —el peligris se quedó en silencio, buscando las palabras adecuadas para completar la frase—. Él fue muy cercano a mí, se volvió un buen amigo.

—Ya... ¿Por qué tanto suspenso, Tae?

Jungkook ni siquiera se imaginaba la confesión que Taehyung le haría a continuación.

—Me pidió ser su novio, pero le rechacé.

—Oh...

Su semblante se puso en blanco cual pedazo de papel, preocupando al vampiro que movió sus manos hacia su rostro para dejar caricias en sus pómulos.

El lobo interno del menor gruñó en desacuerdo al escuchar esa información. No estaba molesto con su chico, porque él no tenía culpa de nada. Sin embargo, su instinto territorial se desató al tener presente que debería vigilar muy de cerca a ese vampiro que en un pasado mostró interés por su pareja.

—¿Estás enojado conmigo? Te prometo que yo nunca le vi con otros ojos, al contrario, cuando percibí que sus sentimientos por mí cambiaron, tomé distancia para que no siguiera haciéndose más ideas.

—Por supuesto que no estoy enojado contigo, bonito—aclaró, poniendo sus manos sobre las contrarias que permanecían mucho más frías que de costumbre al estar a la intemperie—. No me sorprende que pasaras por una situación así, pero mi lado lobuno es el que se puso un tanto inquieto. Sé de sobra que tú no estabas dispuesto a intentar nada con nadie por lo que sucedió y si lo hubieras hecho, tampoco te juzgaría porque era tu derecho querer rehacer tu vida.

—Ay, mi Koo, ni siquiera en tu otra vida dejas de ser tan comprensivo. Pero igual me preocupo por lobito.

—Es que es la verdad, lo que no es en tu año, no te hace daño—aseveró con determinación—. No lo pienses mucho, solo dame mucho amor y se le pasará.

—Será un gusto, cariño.

—Además, estás conmigo y eso es lo único que me importa. No pienso soltarte por toda la eternidad.

—No quiero que lo hagas, porque yo tampoco voy a hacerlo—prometió con una seguridad que aceleró el corazón del contrario—. No será como en el pasado. Ahora que somos inmortales, estaremos juntos hasta el final.

La pareja juntó sus labios en un beso, antes de alejarse para entrelazar sus dedos y disponerse a caminar porque ya era hora de volver con sus amigos.

—¿Quieres darme más detalles al respecto?

—¿Lobito está bien con eso? —lo molestó, provocando que su chico sonriera mientras afirmaba con la cabeza. El animal que habitaba dentro suyo se relajó en demasía gracias al beso compartido—. Bien, Soohyuk-ssi confesó sus sentimientos hacia mí en la última celebración previa a la luna púrpura a la que asistí con Jiminnie y mis hyungs. Fue hace muchísimos años atrás, poco después de dejar mi trabajo de diseñador por elección propia.

—Es una buena cantidad de tiempo, por eso te veías sorprendido cuando lo viste, ¿no?

—Exacto, mi amor. Yo no me lo esperaba, porque nunca le di esperanzas de otra cosa. Lo conocí gracias a mi trabajo, pues era un cliente habitual y uno de los que más influyó para que mi trabajo se volviera más conocido, porque es uno de los vampiros puros más reconocidos entre todos los sobrenaturales.

El lobo asentía con entendimiento a cada una de las cosas que su vampiro le decía, por lo que el susodicho siguió el hilo de su relato sin la mínima intención de detenerse.

A fin de cuentas, las imágenes de ese momento en particular seguían grabadas en su mente.

¿Qué sucede, Soohyuk-ssi? ¿Por qué me trajiste aquí? Nos vamos a perder el último acto en conmemoración a la luna púrpura.

El vampiro tomó de la muñeca al peligris, incitándole a que caminara lo más rápido que pudiera hasta alejarse lo suficiente del bullicio de los sobrenaturales que se encontraban en plena celebración. Ya luego Taehyung tendría que disculparse con Jimin por desaparecer de esa forma cuando se suponía que no tardaría tanto

Créeme cuando te digo que nada se compara a lo que quiero conversar contigo, Taehyung-ssi.

Kim no hizo más que asentir, confundido e intrigado a partes iguales. Cuando llegaron a una zona en la que había un pequeño jardín que era iluminado por la luz de la luna, Lee se detuvo para confrontar al joven de piel canela.

Listo. Aquí nadie podrá interrumpirnos.

Sí, no hay nadie por aquíconcordó con inocencia Taehyung, detallando el entorno donde no había ni una sola alma—. Tienes mi completa atención, ¿qué es lo que quieres decirme?

Primero que nada, quiero agradecerte por todos los maravillosos trabajos que has hecho para mí. Eres demasiado talentoso.

No es nada, soy muy apasionado cuando de moda se trata.

Lo he notado, pero eso no se compara con el hermoso ser que eres.

Acortó la distancia, dando dos pasos hacia adelante. El vampiro de cabellos grises le miraba desconcertado, porque no le gustaba que invadieran tanto su espacio personal.

Eran contadas las personas que poseían ese derecho que él mismo les concedió.

—Gracias por el cumplido—el menor dio dos pasos hacia atrás, tratando de mostrarse tranquilo. No quería ser grosero con alguien que era bueno con él a pesar todo—. Tú también eres muy amable.

—Aprecio eso, pero lo que quiero expresar es que conforme el tiempo ha pasado me he dado cuenta que ambos encajamos muy bien.

¿Cómo amigos? Sin duda, tenemos gustos parecidos.

En serio Taehyung esperaba que Soohyuk no le dijera nada de lo que suponía a estas instancias, basándose en como las cosas se estaban dando.

—Obvio no, como pareja—respondió, tomándole de las manos con delicadeza. Ignorando olímpicamente la cara desencajada del sobrenatural al que le proclama su amor—. Conmigo podrías tener el mundo a tus pies, Kim Taehyung. No, lo tendrás. Solo debes darle tiempo al tiempo. No me importa que no seas un vampiro puro como la señorita Yeji dice. Ten fe a mis palabras y acéptame como tu pareja por la eternidad.

El peligris quitó sus manos como si quemaran sobre su piel cubierta por unos guantes blancos, extrañando al mayor con su accionar.

No puedo, ni quiero. Lamento si soy muy sincero, pero no quiero una relación con nadie. Ya hubo una persona especial en mi vida, y dudo mucho que exista alguien que me pueda enamorar tanto como lo hice con él. Te veo como un amigo muy bueno, Soohyuk-ssi, y no creo que eso vaya a cambiar.

El mencionado se esforzó en disimular lo mucho que esas palabras no le afectaron. Dibujó una falsa sonrisa en su rostro y comenzó a negar con la cabeza para restarle importancia a su sentir.

Está bien, no te preocupes. Parece que me hice ideas que no eran por lo dulce que eres.

En serio, discúlpame por no poder corresponderte. Eres una gran persona, estoy seguro de que alguien llegará a tu vida para hacerte feliz como mereces.

Sí, igual me complace saber que puedo conservar tu amistad.

Kim sonrió con sinceridad, haciendo una promesa en voz alta.

Claro, eso ni lo dudes.

Después de eso, ambos se devolvieron por donde vinieron. Cada quien fue por rumbos diferentes, pero dispuestos a seguir festejando como si nada hubiera pasado. Tiempo después Taehyung terminó por cortar toda relación con el mundo de abajo y no volvió a ver a Soohyuk hasta ahora.

—El único que sabe lo de su confesión de mi parte es Mimi, pero estoy seguro que él estaba muy confiando en que mi respuesta a su confesión sería positiva. Por lo que no me parecería raro pensar que su círculo más cercano también estaba al tanto. Incluyendo a Yeji, quien parece estar enamorada de él desde hace siglos, porque también era uno de sus clientes más fieles antes de que yo apareciera. Una vez la enfrenté con ese tema, pero ella lo negó. Supongo que no me quería dar el gusto de haber adivinado.

—Entiendo, ha sido muy interesante enterarme de toda esta información.

—Me imagino, gracias por escucharme parlotear por varios minutos.

—Podría escucharte por la eternidad.

Taehyung rio con ganas, sintiendo el color rojo subir a sus pómulos, mientras se recargaba en el hombro contrario sin dejar de caminar, deleitándose con el olor a cedro del lobo. Aprovechando la posición, Jungkook dejó un beso en su cabello.

Sus pensamientos eran un tremendo lío. Las palabras del tal Soohyuk llamaron mucho su atención por la confianza con las que se las profesó a su pareja. Había algo que no le cuadraba a tal punto de inquietar a su lobo que estaba igual o peor que él.

—¡Ahí están los chicos, apresurémonos, Koo!

Y esas palabras bastaron para que el lobo dejara de darle vueltas al asunto que tan mal sabor de boca le dejó. En definitiva, tendría que estar pendiente a cada movimiento de ese vampiro de sangre pura con respecto al amor de su vida.

Taehyung se emocionó en demasía cuando vio a Yongsun y Byulyi junto a sus otros hyungs, pues eso significaba que hicieron un excelente trabajo convenciéndolas de asistir. No demoró en presentar a su novio con mucho orgullo, omitiendo el detalle de que se trataba del mismísimo Yeongho del que tanto les había hablado cuando le tocaban el tema del amor. No creía que existiera necesidad de revelar ese hecho a cada uno de sus conocidos.

Minutos más tarde, se ubicaron cerca de las mesas del escenario donde iniciaron las presentaciones por parte de algunos sobrenaturales que dominaban el arte de la música que se podía escuchar por todo el lugar gracias a la magia de algunas brujas. En medio del evento, también se encontraron con otros amigos con los que se dispusieron a bailar, gozando del ambiente que la situación les ofrecía.

Jungkook se sintió feliz por ver tantos sobrenaturales que adoraban a su novio a pesar de ser mucho el tiempo en el que no le veían, porque desde que dejó su etapa de diseñador bajo el seudónimo de Vante se alejó de varios de ellos.

En algún punto del evento, el lobo divisó a la mujer que tuvo la osadía de insultar a su vampiro, por lo que no perdió el tiempo de dedicarle una mirada filosa, que la fémina de estoicas facciones ignoró como si no fuera con ella.

Su animal interior seguía con ganas de darle una lección, pero al ver que su luna de rubí irradiaba felicidad, se propuso dejar esos pensamientos de lado.

El punto de esta noche se resumía en disfrutar al máximo. No debía darle el gusto a terceros para que creyeran que les arruinaron su velada.

Tampoco quiso sobre pensar tanto la sensación extraña que Soohyuk le daba al estar muy cerca de ellos, mostrando una sonrisa a los sobrenaturales con los que charlaba tan amablemente. Algo dentro suyo no le daba buena espina, por lo que prefirió hacer como que ni existiera.

Sin embargo, si ignoraba dichas situaciones, no todo era tan malo. Porque gracias a su asistencia en esta celebración, la vida le dio la oportunidad de ser testigo de una faceta que extrañaba ver en su querida luna de rubí.

Celoso y posesivo.

Jungkook se había ido caminando hacia una de las mesas de bocadillos más cercanas con la idea de tomar algunos, reponiendo los que su grupo devoró en cuestión de minutos. Taehyung quiso acompañarlo para ayudarle, pero él le dijo que no era necesario porque podía con todo sin problema. Su novio solo le regaló un beso en la mejilla, y continúo charlando animadamente con sus amigos como adoraba hacer.

Cuando el licántropo llenó una bandeja con varios aperitivos, muy dispuesto a devolverse con sus amigos, dos personas le detuvieron en seco.

¿Quiénes son ustedes?

Hola guapo, ¿por qué tan solo?

Una sirena entrelazó su brazo en el del lobo que no podía quitársela de encima al tener las manos ocupadas. Que mala suerte tenía.

Es obvio, queridael chico le interrumpió con un toque de burla—. Este lobito estaba esperando por nosotros para que le hiciéramos compañía.

El tritón le guiñó un ojo con coquetería, imitando a la fémina de su misma especie con su otro brazo.

Primera vez que te vemos por aquímencionó la joven de cabellos azules, muy curiosa por la respuesta del licántropo—. Eso significa que viniste con alguien de afuera, ¿no?

Sí, pero por favor podrían soltarmepidió, conteniéndose de no gruñirles como advertencia. Ni siquiera les conozco.

Podrías conocernos muy bien si nos dejas. Nuestros nombres son lo de menos, acompáñanos a algún lugar privado cuando esto acabe, ¿qué te parece?

Antes de que Jungkook pudiera contestarle al joven de cabellera rojiza, una voz que reconocería en cualquier lugar interrumpió los desvergonzados coqueteos de los sobrenaturales que le mantenían entre la espada y la pared.

Ustedes dos, dejen en paz a mi novio si no quieren que los mande a volar.

Tae...

El vampiro se acercó lo más rápido que pudo, alejando a ese dúo que eran conocidos de sobra por flirtear con todas las personas que le gustaran a simple vista. Independientemente de si conseguían ser correspondidos o no, ellos disfrutaban hacerlo por puro gusto. Mucho más si se trataba de alguien tan atractivo como su alfa. 

No pudo evitar enojarse cuando vio las miradas que le daban, comiéndoselo de arriba hacia abajo con descaro, porque el traje oscuro que su novio portaba sí que era un verdadero deleite visual.

Ay, Taehyungie, hace tiempo que no te veíamosmencionó con sorpresa—. ¿Este lobo es tu novio? Creímos que no te relacionabas con nadie.

No lo hacía, pero las cosas cambian, querida.

Su ceño se mantenía fruncido, mientras se ponía delante del azabache, protegiéndole de ese par que era muy peligroso por conseguir más buenos resultados que malos. La belleza que ambos portaban era un detalle a los que muy pocos conseguían resistirse.

Eso fue antes de que mi lobito apareciera, así que les agradecería mucho que mantuvieran su distancia porque vi que le pusieron muy incómodo.

Uy, qué aguafiestas eres, Tae. Tú también estás invitado si tu novio quiere, hace mucho te propusimos lo mismo, así que la oferta sigue en pie.

El peligris rodó los ojos, recordando la propuesta que los denominados mejores amigos le hicieron tiempo atrás. Aunque era obvio que el límite de la amistad lo traspasaron hace mucho como para poseer una mente muy abierta cuando de compartir parejas se trataba.

Él en lo personal no podría, pero de cierto modo les admiraba.

No gracias, ni Tae ni yo estamos interesadosintervino el azabache para que la conversación finalizara antes de que su vampiro se pusiera más tenso de lo que ya se encontraba. Un poco más y le colmarían la paciencia—. Fue un gusto conocerlos, pero ya nos vamos.

Jungkook fue el que se adelantó, siendo seguido por Taehyung, quien captó su intención de ir hacia otro lado para charla un poco antes de volver a la mesa en la que estaban sentados sus amigos. Todavía manteniendo sus manos ocupadas con la bandeja llena de deliciosos aperitivos.

Lamento que pasaras por ese momento tan incómodo, cachorrito.

No te disculpes, llegaste a rescatarme y eso es lo que importa, ¿verdad? el vampiro asintió, ganándose una sonrisa del azabache—. Aunque si lo pienso con detenimiento, no fue tan malo.

¿A qué te refieres, Koo?

A que esta situación me permitió verte celoso y marcando territorio. Hace mucho que no veía ese lado tuyo.

¿O sea que te gusta verme celoso?

Sí, te ves más caliente cuando estás enojado. Me recuerda a los viejos tiempos.

Las imágenes de su novio molesto cuando algunas de las chicas de su pueblo le coqueteaban vinieron a su mente, pues el resultado que Yeongho conseguía después de eso se resumía en él amarrado a la cama, mientras su amado peligris hacía lo que quería con su cuerpo.

Eres un fetichista, cariño.

Igual tú, mi vidale guiñó un ojo, provocando que el contrario mordiera su labio inferior. Deberíamos repetirlo, TaeTae. Extraño verte encima de mí, mientras me montas y me hablas sucio al oído.

Por todos los murciélagos, habla más bajo.

El vampiro le cubrió la boca con su mano, sintiendo como el susodicho sonreía contento por la reacción obtenida.

Eres un atrevidocortó la distancia para susurrarle en la oreja, quitando su mano para que luego pudiera responderle—. Quizá más tarde deba castigarte como tanto me pides.

Me gusta la idea, pero, ¿y los chicos?

Hizo la pregunta después de que los susodichos dirigieran sus miradas hacia ellos a la distancia. El peligris les saludó con la mano como si no hubieran sido testigos de la escena que armó al ver a ese par tan cerca de su alfa.

Esperemos que se agoten lo suficiente como para que caigan dormidos, ¿sí?

Estaré rogando porque eso sucedaaseguró esperanzado—. No pido nada más.

Ojalá se te cumpla, cachorrito. Volvamos ya, antes de que los chicos se enojen porque no les llevas sus bocadillos.

Te tomo la palabra, mi luna de rubí.

Sus amigos no tardaron en comer toda la deliciosa comida que Jungkook les trajo, mientras interrogaban a Taehyung sobre lo que hizo para alejar a la sirena y al tritón de su novio. La conversación se tornó muy amena gracias a lo chismosos que eran todos, en especial el hada de cabellera rubia que no paraba de opinar al respecto.

A estas instancias, los presentes sabían que Jimin podía hablar hasta por los codos, sobre todo sus hermanas, quienes convivieron muchos siglos a su lado.

Pero a cierto brujo de cabellos negruzcos no le molestaba en lo más mínimo, pues adoraba ver cómo se expresa sobre cualquier tema que le dieran.

Conforme la noche avanzaba siguieron las actividades en honor a la luna púrpura, hasta que, en un determinado momento, Taehyung y Jungkook decidieron contarles a sus amigos sobre la incómoda experiencia que Yeji les hizo vivir, incluyendo la intervención inesperada de Soohyuk.

Los presentes se preocuparon por ellos y no tardaron en preguntarles si aun así estaban bien, a lo que la pareja les contestó que no pensaban darle mayor importancia. Después de eso, el último baile de la noche para cerrar el evento dio inicio.

Varios pares se juntaron en medio de la pista, danzando al ritmo de la suave música que inundaba sus oídos. Incluyendo a las tres parejas que vivían en la mansión Kim, mientras un brujo de cabellos castaños seguía en la mesa junto a las tres hadas y las dos cambiaformas que cotilleaban acerca de la buena velada que habían pasado y que casi se pierden por no ser muy sociales como sus otros amigos.

No obstante, Hoseok no pudo continuar concentrándose en las féminas porque experimentó algo muy extraño. Como si alguien estuviera mirándole muy fijamente, detallando cada parte de su ser.

Sus orbes no tardaron en encontrar al sobrenatural que le dedicaba tanta atención.

Supuso que era un vampiro, pues se encontraba muy cerca de Lee Soohyuk, quien parecía estarle diciendo algo en voz baja. Lo que daría por escuchar que era lo que hablaban. Una pena que su capacidad auditiva no fuera tan buena como la de sus otros amigos.

Sin contar que el susodicho le había quitado dejado de observar como si se hubiera visto acorralado.

Qué raro.

Eso fue lo que pensó, pero no demoró en deshacerse de esa idea al suponer que no debería darle mayor importancia.

Qué equivocado estaba.

Continuará...

Gracias por leer, este capítulo ha sido intenso y revelador en varios aspectos, ¿no? No saben lo mucho que me gustaría leer sus teorías locas al respecto. Y si les gusta el fic, no olviden recomendarlo por favor, les estaré eternamente agradecida. Les adoro mucho, corazones. 

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