❁ཻུ۪۪Capítulo 53~お祝い
La expresión de Yoongi se tornó estoica al leer el contenido de la carta que el pelirosa le entregó segundo atrás. Una exhalación se escapó de sus finos labios cuando terminó su lectura, guardando el papel dentro del sobre una vez más.
—Hay que decirles—anunció el brujo, encarando a su novio expectante por su opinión final—. ¿Podrías llamar a todos, Jiminnie?
—Claro, yo me encargo de eso, Yoon—confirmó, dispuesto a encaminarse por las escaleras que lo conducirían al otro piso—. Solo dame un momento, ¿bien?
—Por supuesto. Gracias, cariño.
El hada se sonrojó con fuerza ante el apodo, desviando la mirada a otro lado para que el pelinegro no viera lo mucho que le afectó ese hecho. Todavía no se acostumbraba a las palabras cariñosas entre los dos, pero si era honesto, las disfrutaba en demasía.
Sentirse correspondido era como un sueño del que no deseaba despertar.
Minutos más tarde, el grupo de sobrenaturales reunidos por Jimin tomaron asiento en los cómodos sofás distribuidos en la amplia sala. Interesados en lo que iban a escuchar por parte del más pálido.
—¿Qué sucedió? Jiminnie no quiso adelantarnos nada.
Taehyung hizo su respectivo reclamo luego de que su mejor amigo interrumpiera la sesión de mimos hacia su querido lobito, pero a pesar de que Park les cortó su momento, Jungkook no dejaba de abrazar protectoramente a su luna de rubí.
—Espero que sea algo interesante, Jimin-ah—el hermano del peligris expresó su pensar sin dejar el contacto visual con el susodicho—. Apareciste de la nada.
—Oh, créanme cuando les digo que si lo es.
El hada no tuvo la intención de romper la atmósfera entre Seokjin y Namjoon justo cuando estos dos parecían estar a nada de ponerse muy pero muy cariñosos. Es más, agradecía haber hecho acto de presencia en ese instante en el que todo seguía muy calmado, porque si no otra vez reviviría un trauma del que apenas se estaba recuperando, aunque este fuera en menor medida, pues los susodichos eran mil veces más silenciosos que su alma gemela y su novio.
—Entonces no nos dejen con este suspenso.
Hoseok intervino con curiosidad, a lo que su mejor amigo se dispuso a explicar la situación, yendo directo al punto.
—Hace un rato, Jiminnie y yo escuchamos un sonido muy particular. Eran unos golpecitos en la ventana que eran dados por el pico de una paloma.
—¿Una paloma? ¿Qué hacía una paloma aquí?
—Se trataba de una paloma mensajera, Jungkook-ah.
—Oh, ¿acaso traía una carta?
El pelinegro le dio la razón al lobo con un movimiento de cabeza.
—Sí, trajo esto—enseñó el sobre a los presentes que analizaron el objeto con interés, esperando más respuestas—. Pero no es cualquier cosa, se trata de una invitación.
—No me digas que es...
—Sí, Jin hyung—respondió el pelirosa con rostro circunspecto—. Olvidamos por completo que finalmente esa fecha ha llegado.
—¿Qué fecha? No entiendo nada—Jungkook se quejó como niño chiquito, provocando una risita en su pareja que moría de amor por lo tierno que era—. Me siento perdido.
—Cachorrito, Jiminnie se refiere al baile conmemorativo que se hace unas semanas antes al día en que la luna púrpura aparecerá en el cielo nocturno.
La boca de Jeon se abrió en una perfecta "o" al darse cuenta de lo que sus hyungs hablaban. Ya no se acordaba de ese asunto, por lo que no sabía que esperar de esta reunión improvisada.
—Exacto, y por ese motivo es que estamos aquí. ¿Piensan asistir?
Ante la interrogante de Yoongi, Namjoon, Seokjin, y Taehyung se quedaron viendo entre ellos. Jimin ya le había dicho que se adaptaba a lo que la mayoría quisiera, le daba igual.
—Mmm... La última vez si fuimos al baile, pero nos quedamos muy poco tiempo porque en ese tiempo no estábamos con muchas ganas de celebrar nada—argumentó Seokjin, haciendo memoria de lo sucedido hace diecisiete años atrás—. Jungkook desapareció meses antes, por lo que Tae seguía muy triste y sin ánimos de nada.
—Así fue, prácticamente asistimos por compromiso.
Namjoon apoyó a su pareja. Esos años fueron muy duros para todos los que vivían en la mansión Kim, pues fue imposible para ellos no creer que la historia se repetiría; con un peligris cayendo en la absoluta depresión como en el pasado, cuando perdió a su primer amor.
Los orbes chocolate del lobo cayeron sobre el rostro de su vampiro, quien parecía un tanto apenado por la situación. Sin embargo, sus manos no tardaron en acunar sus mejillas de pan, buscando tranquilizarlo y consolarlo en silencio. En un murmullo le agradeció el gesto, antes de aclararse la voz para dar su opinión.
—Eso es cierto. Pero los tiempos malos ya pasaron, ahora estoy muy feliz porque Jungkook volvió a mi vida, por lo que esa pregunta deberíamos hacerla nosotros a ustedes.
Un silencio inundó la habitación cuando en esta ocasión los que compartían miradas eran el lobo y los brujos. Siendo honesto, el menor no sabía ni que opinar porque hace relativamente muy poco se enteró de la existencia de dicho evento, así que no se metería en lo que Yoongi y Hoseok quisieran hacer.
—Si bien es cierto que Yoongi y yo hace mucho no vamos, ya que no contábamos con un hogar al que pudiera llegar la invitación, porque ustedes saben que nos la pasábamos viajando, lo cierto es que no nos importaría hacer una excepción por esta vez.
—Opino lo mismo que Hobi—indicó el joven de mirada felina, conectando miradas con el chico al que cuidó como un hermano menor—. Creo que Jungkook-ah merece disfrutar de esto después de que por nuestra culpa no pudiera hacerlo.
—Pero... ¿Yo de verdad puedo ir?
—Los sobrenaturales tienen pase libre para asistir si llegan con otro ser que frecuente este evento. Además, se podría decir que es la única la ocasión en la que se puede convivir en paz entre todos, independientemente de cualquier diferencia.
Seokjin fue el encargado de resolver la duda del curioso lobo, que se encontraba demasiado interesado en saber hasta el mínimo detalle.
—Wow, necesito que me cuenten más, por favor.
—Lo que mi cachorrito desee.
Taehyung se dedicó a explicarle lo que quería saber, desde el tipo de vestimenta con el que asistían hasta las actividades que se realizaban, por ejemplo: el majestuoso baile, la música en vivo gracias los sobrenaturales que eras prodigios de dicho arte y los discursos en honor al magnífico astro que cada cierto tiempo revitalizaba a los seres extraordinarios que habitaban en este vasto mundo. Para que luego de que el panorama del azabache se aclarara, en conjunto sus hyungs acordaran ir hacia el mundo de abajo.
Ya solo debían esperar con ansias a que el momento tan esperado se diera.
Esa misma noche, el vampiro de cabellos grises visitó a las hermanas de Jimin para que le colaboraran en traer a la vida a los diseños que pensó con mucho cariño para cada uno de los integrantes de su familia, incluyendo a su precioso novio. Las féminas estuvieron más que complacidas por prestar su ayuda, dando como única condición que Taehyung elaborara unos bocetos para ellas también, pues estaban más que decididas a ir, argumentando que querían desconectar un poco de su cotidianidad.
El susodicho aceptó de inmediato, poniendo en marcha su plan antes de que el tiempo se desvaneciera como agua entre los dedos.
Los preparativos para la celebración previa estuvieron listos un día antes de la noche que se indicaba en el elegante sobre. Por obvias razones, el que más ansias poseía era Jungkook. Y eso se notaba por su mirada cargada de ilusión cada vez que el tema salía a flote, como en este preciso instante en el que su novio enseñaba los trajes que se fue a buscar a la casa de las hadas junto a su mejor amigo durante esa tarde.
Todos los chicos amaron los trajes que lucirían en la celebración, porque eran de su completo estilo. Como siempre el menor de los Kim les demostraba su talento innato cuando de moda se trataba, no cabía duda que era su fuerte sin importar cuantos siglos pasaran.
Al día siguiente, la mansión Kim era un completo bullicio por los sobrenaturales que se arreglaban con horas de anticipación, pues quedaron de pasar viendo a las hermanas del pelirosa para ir en grupo al mundo de abajo.
Taehyung acaba de salir de tomar un refrescante baño, por lo que su cuerpo apenas se encontraba cubierto por una bata. Se sentó al borde de la cama, dispuesto a ponerse un poco de crema corporal antes de vestirse con el precioso traje compuesto por una gabardina azul cielo, una camisa blanca y pantalones del mismo color con diseño a cuadros en tonalidad celeste y un calzado claro, hecho a la medida para la importante ocasión. El mismo destacaría más que el de su pareja que se resumía en un traje oscuro de dos piezas, buzo de cuello redondo de igual tonalidad y zapatos negros. Ambos con sus respectivos accesorios como collares y pendientes.
La idea de hidratar su dermis se vio frustrada al no encontrar cerca suyo el frasquito que contenía esa sustancia humectante que dejaba su piel tan suave como un algodón. Hizo memoria sobre el sitio en el que podría estar hasta que en cuestión de segundos recordó que el día anterior la dejó en el tocador del baño con el que su habitación compartida contaba.
Un poco avergonzado por lo que estaba a punto de hacer, Kim se incorporó del mullido colchón, encaminándose hacia dicho lugar.
Con lentitud abrió la puerta, ingresando con sigilo para no ser descubierto por Jungkook, quien desde hace unos minutos antes decidió seguir sus pasos. Quería confiar en que no se fijaría en su presencia, pues el lobo parecía entrar a otra dimensión cuando gozaba de un buen baño.
De reojo notó la cabellera azabache y la amplia espalda de su chico en la bañera repleta de espuma. Tragó duro, esas vistas eran demasiado tentadoras como para prestarles mucha atención en ese momento en el que se suponía debía concentrar su atención en otras cosas.
Sin embargo, antes de que pudiera tomar la crema entre sus manos, la melodiosa voz de Jeon inundó sus oídos.
—¿Qué estás haciendo, Tae?
Le cuestionó, girando su cabeza para conectar miradas con el mayor.
—Y-Yo... Vine a ver esto.
El vampiro señaló el objeto que era de su interés, ganándose un asentimiento por parte de su novio.
—Ya veo, pero no entiendo la razón por la que entraste con tanto cuidado. ¿Acaso no querías que te descubriera, travieso?
Un sonrojo se adueñó de las mejillas del peligris, ¿cómo esta situación se dio la vuelta de esta manera? O peor aún, ¿por qué parecía que cada día Jungkook era más descarado?
Bueno, sí que sabía la respuesta, ya que en carne propia sintió como su chico se desinhibía con él cuando se enteró de la verdad. No obstante, por más que hubiera soñado tanto con esa posibilidad, continuaba acostumbrándose a la maravillosa idea.
—P-Para nada.
—¿Entonces por qué tartamudeas?
Taehyung optó por relajarse, mostrándose serio como si las palabras ajenas no le afectaran a tal punto de querer arrodillarse ante el alfa.
—Deja de intentar ponerme nervioso, Koo. No te saldrás con la tuya.
—Al menos dame el mérito por intentarlo, mi luna de rubí.
Abultó su labio inferior, eliminando su sonrisa ladina. Su mirada oscura de depredador siendo reemplazada por esos ojos de cachorro abandonado.
—De acuerdo, cuando salgas te recompensaré con un beso.
Era débil, muy débil. Nadie tenía el derecho de juzgarlo cuando se encontraba tan enamorado de ese sobrenatural con una increíble dualidad.
—¿Solo eso?
—¿Qué propones? —interrogó con auténtica duda—. Si suenas conveniente, quizá te haga caso, cachorrito.
—Primero ven acá—pidió, haciendo un ademán. El contrario alzó una ceja, indeciso. ¿Qué tan prudente era eso? Jungkook era un peligro para su cordura. De no tener autocontrol, poco le importaría no asistir a la ceremonia.
Lástima que fuera tan obediente con los caprichos de su lobito.
El susodicho se permitió sonreír, mostrando sus colmillos en el proceso cuando el peligris se acercaba lo suficiente como para quedarse a un costado de la bañera.
—Listo, ya estoy aquí.
—Entra conmigo.
—¿Qué? —la sorpresa se pintó en sus facciones cuando se sentó sobre sus propias piernas—. Debes estar jugando.
—No, me gustaría tener tu cuerpo contra el mío mientras esta espuma nos rodea.
—La idea es tentadora, pero ya me bañé, mi vida. Debiste proponerlo antes.
El vampiro no tardó en romper su burbuja.
—Voy a creer que no aceptaste porque quieres tomarte tu tiempo para ponerte más bonito de lo que ya eres, mi dulce vampiro.
—Justo esa es la razón, ni se te ocurra pensar otra cosa, ¿sí? —lo tranquilizó, acariciando su cabello hasta ganar un ronroneo de su novio—. Estoy seguro de que quieres que hagamos otras cosas, así se trate de algo rápido, porque no tenemos tiempo para eso, Jungkookie.
—Pero Tae...
—Nada de peros, cariño.
—Lo que quería decir es que no intentaba nada, solo quería disfrutarte un rato. Sabes lo mucho que amo cuando nos bañamos juntos, pero lo entiendo—admitió con una pequeña sonrisa—. Error mío por no pedírtelo con antelación.
—Por todos los murciélagos, no puedo contigo.
—¿Qué hice?
Ante el tono frustrado del mayor, Jeon creyó que dijo algo malo.
—No sabes lo débil que me vuelves cuando te comportas así. Eres muy lindo al querer que siempre haya consentimiento en cualquier cosa que hagamos a pesar de toda la historia que nos envuelve y que sabes que confío en ti ciegamente.
—Es que esto no es nada, mi luna de rubí. Tu bienestar es el mío, no lo olvides.
El vampiro le robó un corto beso en los labios, separándose al instante solo para acariciar el muslo del lobo que sobresalía de la espuma.
—¿Y eso?
—Te ganaste que te ayude a lavar el cabello, lobito. Lo demás puede esperar un poco.
—Que privilegio el mío.
—Tuyo, únicamente tuyo—aseguró, tomando un poco de jabón para darle una mano a su novio que sonreía como un tonto enamorado—. Disfrútalo.
—Lo haré como no tienes idea.
Unos cuantos minutos transcurrieron entre risas, coqueteos y miradas cómplices hasta que Taehyung dio por finalizado su trabajo, ganándose un poco de espuma en el rostro gracias al juguetón de Jungkook. Incorporándose del lugar en el que estuvo sentado, tomó la crema que estuvo buscando desde un principio y salió del cuarto tras escuchar un "gracias, mi luna de rubí".
Con una sonrisa enmarcando su etéreo rostro, el vampiro se dedicó a arreglarse con bastante esmero y rapidez. Porque sí, perdió tiempo valioso que pudo ocupar en ese objetivo específico, pero era lo de menos si recordaba que lo gastó en hacer feliz a su novio.
Y ese hecho era suficiente para contagiarle el buen humor.
Siempre sería así.
Poco después de reunirse con las hermanas del hada de cabellos rosados, el grupo de sobrenaturales se dirigió a la montaña en la que la entrada al mundo de abajo se encontraba. Jungkook observaba el lugar con impresión, pues nadie nunca se imaginaría que un sitio tan especial se hallara tan bien camuflado en medio de la naturaleza.
Se había estado perdiendo de mucho.
Sin embargo, un humano jamás podría ingresar ahí por el simple hecho de ser un mortal. A menos que un sobrenatural le ayudara con ese detalle, por esa razón es que nadie temía que descubrieran el paradero del hogar de los seres más extraordinarios que cualquiera pudiera imaginar.
Las decoraciones eran abundantes en medio del camino que les daba la bienvenida hacia la amplia plaza en la que podían observar que varios inmortales ya se encontraban reuniéndose para esperar que el evento iniciara.
—Wow, yo creí que debíamos caminar un poco más antes de llegar—el lobo no demoró en dar su sincera opinión—. No imaginaba que la plaza estaría justo a la entrada.
—Según lo que Eunwoo nos contó una vez, el consejo del mundo de abajo lo decidió así para que ninguna especie tuviera que invadir ningún territorio de cualquiera de las especies que habitan aquí.
Seokjin se tomó el atrevimiento de explicarle a su cuñado el motivo detrás de ese hecho, siendo apoyado por Somin.
—Exacto. Yo también recuerdo que una de las razones que dieron fue que por mucho que la paz abundará entre los sobrenaturales que residen aquí, lo mejor es mantener una sana distancia cuando de espacios ocupados se trata.
—Lo que garantizaría que nadie cuente con la oportunidad de meterse en algún problema que pudiera escalar a niveles impensables—informó Hyejin con tranquilidad—. Y esa propuesta les ha servido mucho.
—Sí, en lo personal creo que fue la mejor decisión, pues también hay algunos sobrenaturales que mantienen perfil bajo y no se juntan con otros sin importar la alianza que se hizo entre todos.
Ante el comentario de Jiwoo, Jungkook dio un asentimiento con su cabeza. Pero antes de contar con la oportunidad de decir algo más, una joven de orbes rosados, cabellos platinados, y piel nívea se acercó a ellos. La susodicha portada un precioso vestido color rojo vibrante que hacía destacar las pocas escamas en sus brazos, las cuales fácilmente podrían ser confundidas por la más bonita pedrería.
Ese detalle delataba que era una sirena.
—¡Hola! Soy Soyeon. Sean bienvenidos a la celebración en anticipación a la magnífica luna púrpura—saludó con cordialidad, haciendo una corta reverencia—. Espero disfruten de la velada preparada para esta noche. Cuando sea el momento indicado, deben pasar por el portón de allá.
—Claro que sí, ya lo sabíamos—por si acaso el peligris le mostró el sobre a la chica, pues era obvio que era una de las personas encargadas para estar al pendiente de detales como esos—. Muchas gracias Soyeon-ssi.
Taehyung le dedicó una pequeña sonrisa mientras sentía como el lobo le abrazaba por los hombros. Su querido lobo ya estaba marcando territorio sutilmente.
La sirena le devolvió el gesto, abriéndoles paso para que siguieran avanzando.
Sin embargo, la voz de Jimin sacó del trance a sus amigos evitando que avanzaran más.
—Oigan chicos, mis hermanas y yo queremos ir a saludar a Byulyi y Yongsun aprovechando que son las que más cerca están, ¿nos acompañan?
—Oh, son las cambiaformas de leopardos de las que nos ha contado tantas anécdotas, ¿no?—inquirió Hoseok, recibiendo una respuesta afirmativa del pelirosa—. Yo los sigo donde ustedes digan, igual falta una hora antes de que el evento de inicio.
—Yo estaré donde mi pareja quiera—admitió el brujo pelinegro, mirando con ternura a su chico bonito—. Estoy a tus órdenes, Jiminnie.
—Gracias, Yoon.
—También me gusta el plan, hace mucho que no las veo—expresó Seokjin, siendo secundado por Namjoon—. ¿Qué piensan hacer ustedes, Tae y Kook?
—¿Les parece si ustedes se adelantan? Le prometí a Jungkookie que recorreríamos un poco los alrededores.
—Sí, yo se lo pedí. Lamentamos no sumarnos al plan, hyung.
El azabache se alejó de su novio para juntar sus manos a moda de disculpa.
—No se preocupen, cuando sea hora nos topamos aquí—exteriorizó Jimin, restándole importancia al asunto—. Deséennos suerte para convencer a las chicas que vengan a bailar un poco.
—Ojalá que acepten la propuesta, nuestras amigas apenas asisten a la luna púrpura.
—Sí eso es cierto, espero las convenzan—respondió el vampiro, entrelazando su mano con la del lobo—. Nos vemos en un rato.
El grupo se despidió entre ellos y cada quien tomó caminos distintos. El peligris se dispuso a pasear con su chico, mientras se mostraba muy cariñoso con él. No obstante, cuando Jungkook quiso robarle un beso, Taehyung lo detuvo.
En ese preciso instante, el rostro contento de Kim cambió a uno más serio que llamó la atención del licántropo. ¿Qué fue lo que vio?
—¿Tae?
—¿Estás con un lobo? Que bajo has caído, Taehyungie.
Una vampira que conocía muy bien fue la persona que se burló de su pareja en su cara. Una ofensa que el peligris no dejaría pasar, ni tampoco se permitiría tolerar. Con gente como ella no se podía ser amable.
—Aprende a respetar a mi pareja, Seo Yeji.
Los orbes de Kim parecían encendidos en fuego, lo más seguro era que por el olor de Jungkook notara que un lobo, pues a los vampiros puros se les hacía más fácil detectar a sus némesis a pesar de que no tuvieran ninguna característica física a la vista. No se lo pensó dos veces antes de poner su cuerpo frente al de Jeon, como si fuera su escudo. El azabache se quedó sin palabras cuando volteó a ver a la mujer que desbordaba ira por cada uno de sus poros, la cual estaba acompañada por dos vampiras más de exuberante belleza y de aromas florales.
—¿Por qué deberíamos respetar a un perro pulgoso? Ya decía yo que no tenías buenas preferencias, pero ahora lo compruebo con más ganas.
—Ni siquiera le conoces. Ya quisieras tener mis excelentes gustos, no fue culpa mía que muchos amaran mis simples diseños tiempo atrás.
La fémina le torció los ojos, hastiada por su actitud. Él también sabía que puntos podían dañarla con facilidad. Era obvio que no superaba que la hubiera destronado como una de las mejores diseñadoras del mundo de abajo.
—Maldito... —murmuró, dispuesta a acercarse para darle una cachetada. Sin embargo, sus dos amigas le detuvieron—. ¡Sunmi, Jieun, suéltenme para poder ubicar de una vez por todas a este igualado!
—Cálmate Yeji, no lo vale—murmuró Sunmi con seriedad—. No pierdas los estribos.
—Sí, nos están viendo—Jieun alertó a la mayor en un susurro—. No olvides que muchos aquí aprecian a Taehyung.
—¡Me vale! —exclamó, forcejeando para que la soltaran—. ¡No soporto a este estúpido! ¡Tampoco debería mostrar su horrible cara después de lo que hizo la última vez!
Desde que los insultos dedicados al peligris se hicieron presentes, Jungkook comenzó a sentirse muy enojado. Quería mostrar sus colmillos y hacer crecer sus uñas hasta que se convirtieran en garras.
La idea de desgarrar gargantas por primera vez le pareció tentadora. Su instinto protector anhelaba surgir siendo apoyada por su lobo interno.
—¡Es una vergüenza para los vampiros, Eunwoo cometió un grave error al morder a un inútil como este!
Yeji hubiera continuado despotricando contra Taehyung de no ser porque un fuerte gruñido lo opacó todo. En cuestión de segundos, el azabache había dejado a la vista sus características lobunas a la superficie, demostrando lo mucho que quería defender a su luna de rubí. El destello púrpura que se apreció en sus ojos azules de forma fugaz fue difícil de ignorar para alguien que veía el problema de lejos, aprovechando que se encontraban al aire libre y que el sitio todavía no estaba tan concurrido.
—¡Atrévete a decir una palabra más y no la vas a contar!
La amenaza del lobo impactó a los presentes, incluyendo a los curiosos que se acercaron para presenciar de mejor manera el conflicto.
—Quieto, cachorrito—le calmó, no deseando que la situación se saliera de sus manos. A fin de cuentas, los comentarios de Yeji le importaban menos que nada—. Puedo defenderme solo de frustradas como esta.
—¿De verdad? Me alegra escuchar eso, ese lobo no debería meterse en asuntos que no le conciernen—musitó con altanería, sintiendo más fuerte el agarre de las manos de sus amigas—. Deja que me suelten para que saldemos deudas.
—Aquí nadie va a saldar ninguna deuda mucho menos dañar lo que se ha preparado para esta ocasión tan especial.
El peligris se quedó sin palabras cuando vio como Lee Soohyuk hacia acto de presencia en medio de la tormenta que se desató de un momento a otro.
—Soohyuk-ssi...
—¿Qué dijimos de las formalidades? Si la memoria no me falla, te permití que pudieras llamarme hyung, TaeTae.
Ante la confianza del desconocido, Jungkook se sintió muy extrañado, pero tampoco quería dejarse llevar por la molestia que la vampira que olía a rosas marchitas por el enojo provocó con sus variados insultos. Además, todo indicaba que no era alguien malo, pues su luna de rubí parecía no estar tan tenso como segundos atrás.
Aquel joven vale aclarar que también era un vampiro, porque sus colmillos filosos resaltaban en medio de su amable sonrisa. Taehyung le dio la razón con un movimiento de cabeza, pero no pudo oportunidad de decir algo más porque el recién llegado le interrumpió.
—Por favor, sigan su camino. Yo me encargo de la señorita Yeji.
El vampiro acató la orden, agarrando del brazo a su pareja para alejarse lo más rápido que pudiera ahí, queriendo volver al punto de encuentro que acordaron con sus amigos y familia. Tampoco tenía ganas de seguir viendo la cara de la fémina que lo odiaba desde que lo conoció.
Cuando estuvieron cerca de un árbol, Taehyung se separó de Jungkook, apoyándose en el tronco con la mirada gacha. El lobo supuso que se encontraba avergonzado y un poco agitado por lo rápido que se movieron.
—Ya pasó lo peor, Tae...
Al no obtener contestación, se inclinó lo suficiente para encararlo y tratar de que Taehyung hallara soporte en su cuerpo, pero antes de conseguir su cometido, su pareja se desvaneció en el proceso. El lobo consiguió atraparle entre sus brazos, preocupándose al instante.
—¡¿Tae?!
Continuará...
Les dejó en suspenso, espero hayan disfrutado esta actu porque fue una odisea poder terminarla. No olviden contarme que les pareció el capítulo, les amo mucho.
Estos son los vestuarios de Tae y Koo. Gracias por leer, mis amores.
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