❁ཻུ۪۪Capítulo 49~始まり
Seokjin se encontraba tomando té y galletas en compañía de Eunwoo cuando el sonido de la puerta abriéndose estrepitosamente rompió la atmósfera de paz que les rodeaba.
Ambos se incorporaron al mismo tiempo, sintiendo la preocupación invadir sus cuerpos cuando divisaron a Taehyung llorando de tal manera que parecía que podría quedarse sin aire, aun cuando eso era imposible.
¿Tuvo una discusión con Yeongho? Durante los años desde que se convirtieron en pareja era innegable que no tuvieran uno que otro desacuerdo, pero que llegaran a tal punto era inconcebible.
Ninguno soportaba estar peleado tanto tiempo con el otro. Jamás olvidaría que su récord apenas marcaba unas cuatro horas separados.
Eunwoo ayudó al peligris a ponerse de pie ya que se había derrumbado sobre sus rodillas ni bien ingresó a su confortable hogar. Ciertamente era poco el tiempo que conocía a la pareja del menor de los Kim, pero al igual que Seokjin no imaginaba una situación entre ellos que pudiera provocar ese llanto tan desolador.
El susodicho no conseguía formular palabra gracias a los sollozos e hipidos que se escapaban de su garganta, por lo que aceptó ser guiado hacia el comedor donde su hermano mayor le pasó un vaso de agua para que pudiera calmarse y explicarles lo acontecido, ya que su hyung exigía respuestas desde que sus ojos se cruzaron.
Unos minutos más tarde y con el corazón en la mano, Taehyung relató el crudo desenlace de la vida de su adorado Yeongie. Los mayores no creían lo que escuchaban, porque sonaba tan surrealista. ¿De verdad el joven de orbes brillantes había pasado a mejor vida? Morir por amor parecía ser algo que solo se encontraba en los libros, pero tristemente era la realidad que les tocó vivir a su hermano y al azabache que le profesó amor eterno desde que eran unos niños.
A Seokjin le dolía muchísimo, pero su pequeño estaba destrozado, por lo que se prometió internamente ser lo suficientemente fuerte como para que no decayera. Consolándolo por horas hasta que su menudo cuerpo cedió a un sueño pesado como si siguiera siendo humano. Mientras Eunwoo se lamentaba en silencio el futuro que le esperaría como un sobrenatural que perdió a su preciada pareja. Con posibilidades muy escasas para volver a amar con la misma intensidad como lo hizo con Yeongho.
Sin embargo, la preocupación por el acto violento fue el incentivo que necesitó para volverse mucho más sobreprotector con los hermanos a su cargo. Porque ahora estaba advertido de que el odio de los humanos por lo desconocido seguía tan fuerte como años atrás. Y a pesar de que tenía presente lo injusto juzgarlos a todos, no se arriesgaría a poner en peligro a los menores que se convirtieron en su responsabilidad por azares del destino.
Pero lo más triste de la situación sería lo que vivirían días después.
El peligris parecía muerto en vida, cuando no lloraba apenas hablaba y con suerte se alimentaba. Las ojeras marcaban sus bellos orbes escarlatas cubiertos por densas pestañas. Seokjin no sabía qué hacer para subirle los ánimos. Aunque a estas instancias no creía que existiera remedio para el dolor de su hermano, el cual empeoró cuando fue consciente de que no podría acercarse al lugar para recuperar el cuerpo con la idea de enterrarlo como merecía, ya que podía volverse una presa fácil si lo tomaban por sorpresa o con la guardia baja.
Ese era el detalle que más le pesaba en el alma. No tenía ni siquiera una tumba en la que pudiera visitar a su amado de vez en cuando. Sin contar con el resto de posibilidades que existían sobre lo que pudo suceder con el cuerpo de su chico dadas las terribles circunstancias que los envolvieron.
Por eso cuando el trío de vampiros siendo lo más sigilosos que podían, arribaron a la vivienda que Yeongho estuvo ocupando hasta el día de la desgracia, ninguno se imaginó encontrar todo en perfecto estado. Completamente intacto.
Lo que era muy alentador, dado que Taehyung se temía que pudieran ser tan malos como para meterse con las cosas que le pertenecieron a su pareja, como su ropa, cartas escritas con su puño y letra o los detalles que le regaló en sus aniversarios.
Cada uno eran recuerdos valiosos que quería atesorar como una manera de sentirlo cerca. Porque era una pena que la inmortalidad los separara, ¿o no?
Seokjin y Eunwoo estaban ayudándole a recoger algunas de esas cosas especiales cuando el joven de hombros anchos escuchó a su hermano sollozar con la misma intensidad del día en el que le comunicó la noticia de la partida de su amado.
—¿Qué sucede, Tae?
—Y-Yeongho lo sabía, hyung.
Eunwoo fue el primero en observar el sobre entre las manos del peligris. ¿Acaso le escribió una carta de despedida? ¿Ya sabía de antemano lo que le iba a pasar?
—¿Qué cosa?
—Algo que ni siquiera tú conocías—expresó con los ojos cristalizados y la voz temblorosa cuando se vio capaz de responderle—. En este sobre hay unos ahorros que nos ocultó a los dos.
—¿Ahorros? —Eunwoo no pudo evitar intervenir, totalmente curioso ya que de lo que tenía entendido, no existía razón para eso pues aparentemente los tres ganaban lo justo para mantener su antiguo hogar—. ¿Por qué Yeongho estaba guardando dinero sin que ustedes estuvieran al tanto?
—Porque...
—Espera, Tae, ¿no crees que ese dinero lo juntó después de que nosotros comenzáramos a vivir con Eunwoo hyung?
El susodicho negó repetidas veces. No era así.
—Este dinero solo pudo ser juntado por varios años. Y Yeongie me lo confirmó con esta carta que dejó...
Seokjin recibió el papel escrito con la caligrafía característica del azabache con la intención de leer en voz alta el contenido que tanto provocó en su dongsaeng, mientras el vampiro de varios siglos se ubicaba a su lado para ser partícipe de aquel invaluable y nostálgico momento.
"Hola cariño, si encuentras esto antes de que yo pudiera entregártelo personalmente es porque algo grave sucedió o simplemente eres demasiado curioso. Este dinero debes tomarlo como un regalo de aniversario aun si la fecha es demasiado lejana, pues para mí cada día a tu lado se siente como si lo fuera".
El primer párrafo lo conmovió tanto porque parecía una mala broma de la vida que Taehyung y Yeongho estuvieran a semanas de celebrar dicho acontecimiento.
No quería ni pensar lo que venía a continuación.
"Justo ahora podría imaginarme tu cara de sorpresa, pero eso no es tan importante como lo que quiero decirte. Tú mejor que nadie sabe lo observador que soy, así que me parece un poco irónico que creyeras que me podrías engañar. Siempre me la paso mirándote, por lo que fue cuestión de tiempo que descubriera que esos dibujos que hacías no eran solo eso. Sin contar el exceso de cariño que le pones a cada trabajo de costura que realizas.
Tu sueño es ser un famoso diseñador, pero tengo la suposición de que no lo expresaste por miedo a que Seokjin y yo nos sacrificáramos por ti, por tu anhelo. Un hecho que es más que obvio, porque ambos te amamos de aquí al infinito. Él como tu hermano y yo como tu pareja, así que tomando eso en cuenta, usa este dinero para llevar a cabo tu deseo. Lo que más quiero es tu felicidad completa y eso lo conseguirás con esto. Te amo, mi adorado Taehyungie."
Seokjin cerró la carta, apresurándose a tomar en brazos al peligris que se derrumbó cual casa de cartas una vez más desde que su amado partió al más allá, mientras Eunwoo los observaba con mucho pesar y tristeza. Esperando que el menor se recuperara para salir de ahí antes de que fuera peor. No era bueno que se siguiera hundiendo en ese abismo que parecía no tener fin. Urgentemente debían subirle los ánimos y un presentimiento le decía que ya sabía por dónde comenzar.
Así fuera un proceso lento, haría que valiera la pena.
Para el vampiro de hombros anchos era imposible no sentirse decepcionado consigo mismo por no haber notado el sueño que su hermano les ocultaba a los dos. Pero dejando eso de lado, le rompía más saber que el chico que amó como otro integrante de su familia se fuera sin poder entregar tan valioso regalo a su pareja.
Que destino tan cruel les tocó vivir a sus queridos niños.
Pobres ingenuos que desconocían la siguiente prueba que deberían enfrentar.
Dos meses se pasaron volando en un abrir y cerrar de ojos. El peligris continuaba desanimado, pero gracias a los esfuerzos de Seokjin y Eunwoo sonreía de vez en cuando. Sin embargo, la verdadera terapia había sido la sugerida por el vampiro mayor, quien al conocer más del carácter de Taehyung, imaginó lo bien que le sentaría interactuar con personas que no fueran ni él ni su hyung, consiguiendo despejarse poco a poco del dolor que seguía acompañándolo como una sombra.
Por lo que aprovechó el hecho de que todavía no conocían personalmente el mundo de abajo para que pudieran aventurarse a su lado. Los Kim parecieron un poco renuentes al inicio, pero terminaron cediendo al plan del sobrenatural que cambió sus vidas para siempre.
Los hermanos conocieron a varias personas del círculo social de Eunwoo, entre ellos estaban algunos vampiros y otros seres como hadas, cambiaformas, elfos y sirenas, todos eran muy amables y carismáticos como su mayor.
No obstante, Taehyung y Seokjin jamás negarían el apego que experimentaron por los hermanos Park. Una familia de hadas integrada por tres dulces féminas que respondían a los nombres de Somin, Jiwoo y Hyejin, además de un jovencito que se volvió el sobrenatural más inseparable del vampiro peligris, el encantador Jimin. Mientras en simultáneo, Seokjin desarrollaba una amistad especial con un huérfano cambiaformas de águila llamado Namjoon.
El tiempo que compartían junto a esos sobrenaturales era muy importante para ellos. Por eso cuando sucedió la última desgracia que los marcaría de por vida, los jóvenes vampiros tuvieron en quienes sostenerse para no acabar peor de lo que ya estaban.
Tres meses después, Eunwoo fue convocado por unos buenos amigos para que les prestara su ayuda para defender unas tierras ubicadas en un lugar muy lejano, ya que se trataban de las pertenencias más preciadas que poseían. Motivo por el cual, el honorable vampiro decidió acudir a su llamado, realizando un largo viaje, sin la mínima idea de lo difícil que sería volver a lado de los Kim.
Taehyung y Seokjin jamás olvidarían el día en que la noticia de la muerte del vampiro que los condenó y al mismo tiempo dio tanto por ellos, los alcanzó de la forma más inesperada.
Era una tarde nublada, pero muy animada al haber preparado una comida con los sobrenaturales que aparecieron en sus vidas para quedarse. Estaban terminando de alimentarse, mientras conversaban amenamente cuando un murciélago se coló por una de las ventanas del hogar de Eunwoo.
Aquel animal en realidad era una vampira que correspondía al nombre de Soyoon. La susodicha muy apenada les hizo saber que Eunwoo fue atacado por un humano de la manera más vil en medio del enfrentamiento, consiguiendo que su eterna vida se desvaneciera lentamente por el filo de su daga de plata.
Todos los sobrenaturales presentes tenían constancia de lo peligrosas que eran algunas armas humanas para ellos, pues contaban con debilidades como cualquier otro ser vivo a pesar de ser completamente inmortales.
Soyoon expresó sus condolencias, alegando que el sacrificio de su amigo no fue en vano, porque al final lograron hacerles frente a los crueles mortales. Pero que lastimosamente debía cumplir con el deber de informarles, ya que cuando un vampiro moría, el cuerpo se volvía cenizas.
Desapareciendo de la faz de la tierra como si nunca hubiera existido.
Aquella devastadora noticia afectó a todos, pero luego de que despidieran a Soyoon, el que se mostró claramente más afectado fue Taehyung.
¿La razón? Escuchar que Eunwoo había partido al más allá, fue el detonante para revivir el trauma que le dejó la muerte de Yeongho.
Al igual que con su pareja, no existiría un sitio en el que pudieran llorarle al vampiro.
En un ataque de ansiedad, el peligris huyó despavorido hacia su pequeña habitación con las peores intenciones posibles. Con su mente nublada era imposible la existencia de un poco de juicio que le hiciera entrar en razón sobre lo que estaba a punto de hacer.
Una terrible decisión que no tendría vuelta atrás.
Dicha actitud le dio un muy mal presentimiento a Jimin, quien no vaciló para ir detrás suyo, ignorando al hermano de su amigo que le dijo que lo mejor sería dejar que Taehyung se calmara en la privacidad de su cuarto.
—TaeTae, por favor, abre la puerta.
El hada rogó con desesperación al tocar la superficie de madera, mientras forzaba el pomo de la puerta con su otra mano.
—Hablemos, me tienes a mí para escucharte.
El menor de los Park desconocía la historia de Yeongho porque era un tema casi que prohibido para Taehyung. Además de que los tres vampiros acordaron no mencionar detalles sobre el pasado de los Kim. A veces Eunwoo y Seokjin tenían que presionarlo para desahogarse, pero dejaron de hacerlo con tanta insistencia desde que lo vieron actuar con más normalidad a partir de la llegada de sus nuevos amigos a su día a día.
Los mayores ingenuamente creyeron que la carga del peligris estaba volviéndose más liviana cuando era todo lo contrario. Una preciosa máscara ocultaba sus más oscuros pensamientos, a la par que sentía como su vida se volvía cada vez más monótona.
Ninguna respuesta fue escuchada por un asustado rubio que importándole muy poco, derribó la puerta para ver qué era lo que sucedía.
La imagen frente a sus ojos le erizó la piel de la peor manera.
Taehyung portaba una daga de plata en su mano derecha, apuntando a su cuello, mientras lloraba en silencio con su rostro sin ninguna expresión. Su cuerpo temblaba por los espasmos del llanto que parecía querer dejarlo sin el aire que no necesitaba.
—Baja eso, Tae, por favor.
—N-No lo haré. No quiero estar más aquí.
—No digas eso, Tae, no sé por lo que estés pasando, pero estoy para apoyarte. No solo yo, mis hermanas también y es más que obvio que tu hyung igual.
Realmente deseaba que sus palabras sinceras funcionaran como una manera de convencerlo para hacerlo desistir. Sin embargo, el hada tuvo que actuar rápidamente cuando vio la decisión brillando en los orbes escarlatas.
Lo siguiente que Jimin experimentó fue la sangre resbalar de una de sus manos al haberla interpuesto contra la piel de su amigo, para evitar que el susodicho se rajara el cuello de un solo movimiento. Dicha acción fue lo que logró que el peligris fuera consciente de que el daño que pensaba infringirse a sí mismo terminó siendo dirigido a otra persona que no lo merecía, porque se ganó un lugarcito muy importante en su corazón.
Taehyung soltó el arma, dejándola caer al suelo para por fin reaccionar, guiando a su amigo hacia el baño donde limpiaría sus heridas.
El peligris musitaba varias disculpas con rostro afligido, mientras el hada concentraba sus poderes para ayudar a que su herida cicatrizara más fácilmente. Era una bendición que la plata no le hiciera tanto daño. Pasaron diez minutos antes de que Jimin estuviera como si nada, acompañado de un Taehyung mucho más tranquilo, pero con un gran arrepentimiento que lo tenía de mal en peor. Sin embargo, que el hada lo resguardara entre sus brazos fue lo que su corazón necesitó para sentirse mejor.
—Si quieres contarme, estoy dispuesto a escucharte. Y si no, te abrazaré hasta cuando me digas que pare.
Esas palabras honestas fueron lo que Taehyung quiso escuchar para abrirse sin restricción alguna. Como pudo aclaró su voz y el relato dio inició, sin omitir detalles ni sentimientos que lo invadían desde que su cuerpo humano cambió por el de un vampiro.
Jimin escuchaba con suma atención, mientras todo se volvía más claro para él.
Sintiéndose un poco feliz por ser considerado de confianza como para que su nuevo amigo lo viera como un alguien digno de compartir tan triste pasado.
—Jamás imaginé que pudiera tratarse de algo así.
—Manejamos mucho secretismo, no te culpes por no imaginarlo. La historia que Eunwoo hyung les contó trataba sobre que éramos unos parientes muy lejanos. Jamás podrían sospecharlo, ni en un millón de años.
Jimin asintió con suavidad, acariciando los sedosos cabellos del menor.
—¿Sabes que es lo más patético de esta situación, Jiminnie?
El peligris sonrió sin ganas, limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano.
—¿Qué cosa, Tae?
—Que confié en unas palabras que ni siquiera sabía de qué trataban...
—¿Lo dices porque te prometió volver?
—Sí, pero nunca lo hizo. De todas formas, ¿cómo podría ser algo así posible?
El hada no encontraba un argumento lógico que pudiera debatir esa premisa.
—¿Ya lo ves? No hay respuesta. Nunca volvió, ni volverá. Nuestra promesa habrá quedado en nada. Y ahora que estoy solo, no creo poder soportar la eternidad sin él. Por eso quise hacer lo que viste. Quizá soy egoísta, pero sé que mi hermano no sufriría tanto mi perdida.
—¿Por qué asumes eso? Eres la adoración de Jin hyung.
—Es obvio que un romance está floreciendo entre Namjoon hyung y mi hermano. Se nota por la forma tan linda en la que se miran. Es igual a la que yo compartía con mi chico, pero me siento tranquilo al saber que por fin tendrá una persona especial en la que pueda apoyarse si le llego a faltar.
El rubio se alejó lo suficiente para poder tomar con sus manos el rostro de su amigo, obligándolo a crear contacto visual.
—Una pareja jamás podrá suplir a un hermano, TaeTae, así que elimina esa idea tan estúpida de tu cabeza.
—Pero no seré capaz de...
—Lo serás, todos estaremos a tu lado para apoyarte, aunque no sea el mismo sentimiento que compartiste con tu pareja. Mira, yo sé que no debería opinar porque nunca he perdido a alguien tan valioso, tampoco me he enamorado con tanta intensidad como tú, pero sé que, si hay trabajo en equipo, tu dolor será menos pesado.
—¿Crees que alguien roto como yo tiene esperanzas?
—La esperanza es lo último que se muere, mi buen amigo.
Apretó cariñosamente las mejillas de pan de Taehyung, consiguiendo que el susodicho le regalara una leve sonrisa. Tan ensimismados estaban en su propio mundo que solo el grito de sorpresa de Seokjin al ver la escena de la puerta rota, gotas de sangre y la daga tirada en el suelo de madera fue capaz de traerlos a la realidad.
Una donde Taehyung tuvo que confesar lo sucedido a los presentes que se vieron atraídos por el llanto del vampiro de hombros anchos que no paraba de abrazar a su hermana mientras le pedía perdón por no haberle ayuda de mejor manera.
Sin embargo, el peligris le aseguró que la única culpa era suya por guardar su sufrimiento para sí mismo, en lugar de compartirlo como debió hacer desde un inicio. Sin fingir que estaba cada vez mejor.
Con eso en mente, poco después de que los hermanos Kim guardaran el luto por Eunwoo, dieron rienda suelta el plan para continuar con su vida de la manera más digna. Y a pesar de que Taehyung seguía lamentándose el no poder vengar a su chico de alguna manera, pues desconocía las caras de los humanos que fueron los involucrados directos de su muerte, se decidió por enterrar esos malos sentimientos con la intención de honrarlo como hubiera querido desde un principio.
Utilizó el dinero que le dejó de regalo y que no quiso ocupar porque no creía que fuera justo llevar a cabo su sueño cuando seguía sintiéndose tan mal emocionalmente. También, el dinero y bienes que heredaron de Eunwoo nos les durarían para siempre, por lo que eran una excusa más por la que debían ponerse manos a la obra.
Fue así como en cuestión de una década, el nombre del famoso diseñador conocido como "V" se hizo eco por el mundo de abajo como un rumor del que todos los sobrenaturales debían estar al tanto.
Una gran fortuna comenzó a construirse a espaldas de Taehyung y Seokjin, quien veía métodos para ayudar a que su hermano siguiera cosechando los éxitos que siempre anheló gracias a su increíble talento dibujando bocetos de vestuarios que podían ser considerados como piezas de arte.
Por otro lado, la relación de Namjoon y su hyung ya era más que oficial, por lo el vampiro mayor decidió tomar una decisión de suma importancia junto a su hermanito. Y esta se resumía en buscar un nuevo hogar para los tres en el que pudieran iniciar de cero como una verdadera familia en la que dos de sus miembros finalmente estaban soltando su doloroso pasado.
Taehyung no se opuso en lo más mínimo, porque adoraba al cambiaformas de hoyuelos de la misma manera en la que Seokjin quiso a su amado Yeongho. La construcción de la conocida como "mansión Kim" en una zona protegida en medio del bosque dio inicio al poco tiempo de la conversación de hermanos, mientras el hogar que obtuvo los mejores siglos de Eunwoo pasaba a ser desocupado para ser demolido con el objetivo de evitar que cualquier rastro que pudiera llamar la atención de alguien indeseable quedara visible.
En cuestión de meses contaban con una vivienda de ensueño en la que podían entrar varias personas, por lo que Taehyung no pudo evitar extenderle la invitación de vivir con él a su querido amigo Jimin.
Uno de los pilares más importantes en su superación personal. La persona que logró que abriera sus ojos al mundo que esperaba darle una nueva oportunidad para seguir adelante, en lugar de recordar con tanta pena al amado que le quitaron.
El rubio no se lo pensó dos veces para aceptar la propuesta, ya que veía ese ofrecimiento como el camino más óptimo en el que volaría del nido construido por sus sobreprotectoras hermanas, sin mencionar que la insistencia por parte de Taehyung era imposible de ignorar.
Los cuatro tomaron su propia habitación en la mansión, viviendo el día a día, cuidando sus espaldas y aportando en lo que podían.
Bueno, eso siguió así hasta que Namjoon y Seokjin estrecharon mucho más su relación para compartir la misma recámara como la pareja casada que eran, mientras que los amigos se volvieron almas gemelas que nada ni nadie sería capaz de separar.
La felicidad había vuelto poco a poco a Taehyung, quien de vez en cuando tarareaba la única canción que inventó porque le recordaba a su amado como una forma de consuelo cuando más lo necesitaba. Así mismo, los guantes blancos que cubrían sus manos se volvieron indispensables a partir de los veinte años de muerte de Yeongho, pues ya no soportaba apreciar como algunas personas ajenas que pertenecían a su círculo social en el mundo de abajo le comentaban sobre la baja temperatura que estas poseían.
Además de volverse un método para no olvidar que nunca más volvería a sentir calor entre ellas, pues el humano que tantas veces dijo amarlas por lo delicadas que eran y por lo bien que se sentía entrelazarlas entre las suyas a pesar de contar con esa característica propia de su vampirismo, dejó de existir hace mucho tiempo ya.
A diferencia de su hermano que jamás tuvo intención de usarlos, porque su pareja estaba más que acostumbrado al frío que las impregnaba naturalmente, por lo que los comentarios ajenos siempre le resbalarían si contaba con una persona que le recordara lo mucho que le gustaban.
De esa manera, dos siglos y cuarenta y cuatro años fluyeron con normalidad, en las que cosas significativas como el invento de la pócima que reemplazaba a la sangre por parte de un brujo llamado Hoseok se llevaron a cabo, en conjunto al retiro inminente del apasionado diseñador "V" que creyó haber dado todo por su amor a la moda durante tantas décadas, necesitando un descanso en el que pudiera disfrutar en paz de las pequeñas cosas de la vida.
Con Taehyung volviendo de vez en cuando al recuerdo de su antiguo amor, sin imaginar que eventualmente contaría con la valiosa oportunidad de enamorarse de alguien más. Y aunque al principio se sintió culpable por dejarse envolver en ese hermoso sentimiento que Jungkook le brindaba con tanta sinceridad, el vampiro se dejó llevar con tal espontaneidad como el mismísimo destino quería que fuera.
Revelándole al par de enamorados que su romance logró superar la muerte y la eternidad al conseguir que ambos se reencontraran después de tanto tiempo.
Continuará...
El pasado de Tae termina aquí, pero todavía no conocemos la parte de Jungkook/Yeongho, así que espérenla con ansias. Pido perdón si les hice llorar, gracias por leer. Y de paso les aviso que publiqué un one-shot Jimsu llamado "A la medianoche", por si gustan darle una oportunidad. Les amo, nos leemos pronto.
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