❁ཻུ۪۪Capítulo 43~誠実な会話
—¡TaeTae!
—Estoy acá, Jiminnie.
La voz del vampiro condujo al hada de cabellera dorada hacia la parte trasera de la biblioteca de la mansión en la que Taehyung hace una semana atrás organizó un pequeño espacio en el que se la pasaba dibujando varios diseños de ropa, los cuales serían adquiridos por sus hermanas gracias al magnífico resultado que consiguieron con los conjuntos de Jungkook.
—Aquí estás. Te estuve buscando por todos lados—informó agitado, pero manteniendo una radiante sonrisa en el rostro—. ¿Acaso estás adelantando un poco de trabajo?
—Exactamente—confirmó, acomodando sus anteojos sin despegar la vista del papel en el que su lápiz trazaba varias líneas que armónicamente traían a la vida un boceto de un elegante vestido con diseño floral—. Estoy inspirado, así que debo aprovecharlo al máximo.
—Ay, el amor.
Jimin soltó un suspiro, cargado de ese dramatismo que le caracterizaba. Porque era obvio que todo ese ánimo y buen humor de su mejor amigo se debía al lobo de ojos chocolate.
—Sí, el amor es de las cosas más bonitas que hay, pero también se siente bien tener una excusa para volver a dibujar todo lo que mi mente imagina con tanta lucidez.
—Ya lo creo, es genial que las chicas te propusieran este trabajo.
Sin duda fe la mejor idea que a las féminas se les pudo ocurrir.
—Para mí es un placer. Me encanta.
—Se nota, por eso lo estás haciendo gratis, ¿no?
—Jamás cobraría un dinero que no necesito.
—Cierto, que a veces se me olvida que los hermanos Kim están forrados en dinero.
El hada rio suavecito, como siempre se olvidaba de ese detalla tan importante.
—Ajá, pero antes no era así. No lo olvides, Jiminnie.
—Jamás, puedo ser despistado, pero ese hecho en particular lo tengo muy presente—el mencionado concordó con calma, acercándose cada vez más al peligris que seguía concentrado todas sus energías en diseñar preciosos vestuarios de distintos tipos—. Ellas son las verdaderas afortunadas por contar con alguien tan talentoso como tú.
—Ya te digo que no es nada, por mucho tiempo estuve acostumbrado a hacerlo—el joven de ojos escarlatas murmuró mientras detallaba con cuidado el resultado que tenía enfrente—. Aunque en esa época no tuviera la dicha de conseguir que mis diseños fueran tan parecidos a mis dibujos...
—A fin de cuentas, eran otros tiempos y circunstancias, Tae.
—No pudiste describirlo mejor—respondió con cierto toque de nostalgia—. Luego te mostraré lo que he preparado durante estas dos horas, Jiminnie.
Y con esa afirmación, Taehyung por fin levantó su rostro para encarar a su buen amigo, dejando un lápiz a un lado.
—¿Estás de acuerdo?
—Muy de acuerdo, siempre sabes cómo sorprenderme. Quizá hasta compre algunas de las prendas diseñadas por ti a mis hermanas.
—Lo apreciaría mucho—aseguró, sonriendo levemente y siendo correspondido al instante por el rubio—. Pero, mejor cuéntame, ¿qué traes detrás de la espalda?
—Gracias por notarlo, Tae. Ya se me están cansando los brazos.
El hada no perdió más tiempo y le enseñó a Kim lo que ocultaba con tanto cuidado.
—¡Mira a mi nueva bebé!
—Por todos los murciélagos, es hermosa.
El joven de ojos escarlatas se levantó de su lugar solo para ver más de cerca la maceta que contenía una orquídea de color morado. En el lenguaje de las flores, dejando de lado su tonalidad, aquellas plantas representan la belleza, la perfección, pero, también, el más puro amor.
Aquel sentimiento que estaba tocando a la puerta del más bajito.
—Lo es, me ha quedado preciosa, ¿verdad?
—Espera... —el peligris abrió la boca con sorpresa al escuchar aquello—. ¿Tú la creaste?
—Sí, Yoongi hyung me incentivó a que practicara algunos hechizos de naturaleza que ya no recordaba. Por lo que entre tanto intentar, volví a despertar mi poder de creación.
—Estoy gratamente sorprendido y orgulloso de ti, Minnie. Tanto que quiero darle un fuerte abrazo a Yoongi hyung por animarte a que lo hicieras. Sigue así y seguramente podrás volver a usar tu capacidad para volverte pequeño.
El peligris hizo un ademán para que su amigo entendiera su punto.
—Ojalá, Tae, me gustaría mucho poder hacerlo.
Para el peligris no pudo pasar desapercibida la manera en la que los orbes ajenos se iluminaron con la intensidad del sol y tampoco desaprovecharía la oportunidad para picar un poquito a su amigo. Esta era su dulce venganza por todo lo que le dijo cuándo no aclaraba su enamoramiento por su cachorro alfa.
—Sin duda es muy buena influencia para ti, ¿eh? —lo molestó totalmente divertido por la situación—. Ya decía yo que pasar tanto tiempo juntos daría frutos.
—¿E-Eh? P-Pero qué cosas dices, Kim Taehyung—Jimin lo regañó, desviando la mirada a su plantita para que no percibiera su visible sonrojo—. Yo no paso tanto tiempo junto a Yoon.
—¿Yoon? Esas confianzas.
El vampiro levantó una ceja sugestivamente, provocando el pánico en el rubio.
—¡Yoongi! ¡Quise decir Yoongi! —exclamó casi gritando, por lo que el peligris cubrió sus sensibles oídos—. ¡Y no acepto que digas más!
—Ya, cálmate, Jiminnie. No diré más porque no deseo que mis tímpanos se rompan.
—Gracias...
El joven de labios rellenos dejó la maceta que traía entre sus manos en la superficie más cercana, porque no se arriesgaría a que se le cayera.
—No hay de qué. Llámame intenso o lo que sea, pero Yoongi hyung te gusta.
—¿Y?
Park abultó sus labios en un puchero, recargándose sobre la pared más cercana, mientras su amigo imitaba su acción.
—No lo negaste. Eso es un milagro.
—Ningún milagro, es terrible.
Park masajeó el puente de su nariz, sin querer ver al peligris a los ojos. O descubriría todo lo que pensaba.
—Se veía venir, no lo niegues.
—¿Cómo tú con Jungkook-ah?
—Como yo con Jungkook-ah—concluyó muy seguro de sus palabras—. No tengo razón para mentir.
—Bien, solo porque no lo negaste lo dejaré pasar.
—Gracias, pero ni eso te servirá para cambiar el tema—Taehyung se giró, queriendo que el otro sobrenatural correspondiera el contacto visual que quería establecer—. Y no acepto quejas después de que tú fueras tan intenso con el tema de mi cachorro.
—Eran situaciones completamente distintas. Ustedes se corresponden sinceramente y a día de hoy parece que el mismo destino intervino para que estuvieran juntos.
—No sé si fue tan así, pero... ¿crees que Yoongi no es sincero?
—No es eso, pero sabes de sobra que nunca fui alguien de compromisos.
—Siempre hay una primera vez para todo.
—Tampoco creo que si me doy la oportunidad duremos mucho.
—¿Por qué crees semejante estupidez?
—No lo sabes. Además, tú mismo viste que lo trataba con cierta indiferencia cuando nos conocimos.
Al intentar justificarse, Jimin solo terminó causando una risa incrédula en el vampiro.
—Fue una reacción por lo que provocó en ti, no lo niegues. Y confío en que hyung piensa igual que yo.
—Mierda, es horroroso que me conozcas como la palma de tu mano.
—Ventajas de ser almas gemelas.
El más bajito rodó los ojos, pero el peligris aprovechó a abrazarlo por los hombros con ese cariño de hermanos que le profesaba.
—Ya, no te enojes. No sé cuántas veces hemos tocado el tema, pero creo que ya es hora de que lo analices con más cuidado.
—No lo estoy. Yo también te conozco como eres, y ya me esperaba que me molestarás de esta forma.
—Entonces... ¿qué esperas para arriesgarte Minnie? —inquirió, recargando su cabeza sobre la ajena con suavidad—. Con todos los momentos que han compartido juntos siento que ya solo deben hablarlo como los dos adultos maduros y responsables que son.
—Quizá, pero el miedo es más grande.
—¿Quieres hablar sobre ello para finalmente entenderte?
—No me queda más, tal vez debí decírtelo más antes.
—Todo es a su tiempo, Jiminnie. Podías contármelo en el pasado o justo ahora, pero siendo honesto es lo que menos importa. Tú tampoco me presionaste con mi pasado, así que lo respeto. Soy todo oídos.
El hada tomó una bocanada de aire antes de comenzar a relatar la historia que sin querer generó un trauma lo suficientemente fuerte como para que la idea de tener un sobrenatural como pareja se descartara de inmediato.
Muchos años atrás, Jimin tenía una mejor amiga de su misma especie que se enamoró de un brujo. Como cualquier buen amigo se sintió sumamente feliz por ella, anhelando que fuera eternamente dichosa con quien creyó era su otra mitad.
Sin embargo, el rubio jamás estuvo preparado para la noticia que le dio una de sus hermanas en esa noche oscura y gélida.
"Está muerta. Ese desgraciado la asesinó y le robó las alas para venderlas al mercado negro. Por eso estaba tan desaparecida".
Luego de esa revelación, todo se aclaró para él. No quería ser traicionado por la persona que le jurará amor eterno. Repudiaba la idea de dejarse envolver por alguien. De caer en un romance que lo hiciera perderse así mismo a tal punto de cegarse.
Después de que le dieran el último adiós a la fémina que era tan dulce como la miel, el rubio se deprimió en demasía. Y solo pudo afirmar que ese sentimiento desapareció cuando le informaron que las hadas de su comunidad lograron darle caza al brujo.
Porque hace siglos atrás, una vida se cobraba por otra. Esa era la mayor justicia para los sobrenaturales.
Entonces cuando el rubio tuvo certeza de que su amiga había sido vengada, finalmente pudo estar tranquilo, aunque muy dentro suyo el temor se sembrará en su corazón, perdurando hasta la actualidad.
—Y eso fue lo que pasó.
—Lo lamento mucho, Jiminnie.
—Gracias, Tae—el rubio no se quejó al ser abrazado con más fuerza con su amigo, porque lo disfrutó con esa familiaridad que los rodeaba—. Supongo que eso también le enseñó a mi gente a no ser tan ingenua.
—Me imagino, pero lo que más te asusta es que tú eres un hada y él un brujo, ¿cierto?
—Acertaste. Patético, ¿no?
—No, lo entiendo. Pero Ni Hobi ni Yoongi son como ese brujo.
—Sí, por eso es que he aprendido a quererlos mucho. Más a Yoongi.
—Bien, entonces creo que deberías confesarle tus razones para alargar esto.
—¿Pero estás seguro que es recíproco?
Taehyung se separó de golpe, indignado por lo que su amigo le decía.
—¿Acaso te está fallando la vista? Te mira con ojos de gatito enamorado y ni que decir de la manera tan linda en la que te trata. A veces puede ser muy sarcástico o de pocas palabras, pero contigo es una masita.
Jimin analizó dichas palabras y no le fue difícil darle razón al más bajito.
—Tienes razón, Tae. Te prometo que pronto lo conversaré con Yoongi hyung.
—Ese es mi amigo—el vampiro finalmente se separó y dijo—. Y ahora como recompensa antes de poneros a conversar de algo de suma importancia, procederé a mostrarte mis nuevos bocetos de vestidos como te prometí, ¿sí?
—Estoy más que de acuerdo con esa idea, TaeTae. Exceptuando lo curioso que me encuentro por el tema que quieres tratar conmigo.
—Solo espera y verás Mimi.
El hada asintió suavemente al estar conforme con ese trato y sin más, los mejores amigos se dispusieron a revisar los dibujos de Taehyung por una hora completa.
Aprovechando del tiempo juntos que tenían disponible antes de que cierto lobo y brujo llegaran de un cansado día de trabajo.
—Listo, cuéntame para que soy bueno, Taehyungie.
Jimin tomó asiento en el sofá que tenía a su disposición, invitando al vampiro a que se sentara a su lado. El susodicho no demoró en hacer lo que su amigo quería, buscando u poco de confianza para hablar de la idea que le estaba rondando en la cabeza desde hace algunos días atrás.
—Como recordarás, Jungkookie y yo estamos a nada de cumplir nuestro tercer mes como novios y...
—¿Y?
—Quiero terminar lo que inicié ese día.
—Para, te refieres a...
El rubio llevó una de sus manos a su boca, totalmente impresionado por lo que estaba escuchando. ¿De verdad el vampiro quería hacerlo?
—Sí, es justo lo que estás pensando—admitió con una expresión avergonzada—. Desde su celo las cosas se han estado poniendo muy calientes entre los dos y no creo poder resistir más.
—Por la madre naturaleza, ¿estás muy seguro? —indagó curioso al peligris de ojos escarlatas—. Creí que deseabas esperar un poco más hasta que le contaras sobre tu pasado.
—Te juro que esa era la idea, pero me he sentido tan desesperado por su tacto. Y ni para que contarte las experiencias que hemos tenido desde ese entonces...
A la mente del joven de ojos escarlatas llegó el momento más relevante a diferencia del resto en el que no pasaban de inocentes toqueteos, pues con este casi terminan teniendo relaciones luego de haber estado muy mimosos entre ellos.
Jungkook había llegado de trabajar con sus hyungs, rogando por sus mimos. El azabache dejó salir su par de orejitas y colita peluda, permitiendo que su animal interno tuviera mayor facilidad para comunicarse con Taehyung y de paso, que el susodicho pudiera mimarlo con más facilidad.
—¿Ya te sientes mejor cariño?
—Con tus caricias es imposible no hacerlo, gracias mi luna de rubí.
—No sabes la ternura que me causa que me llames así. Espero que Jungkookie pueda decirlo pronto.
—Lo hará cuando menos te lo esperes. Siente que es demasiado cursi y que no te gustará.
—Eso es muy tonto, me encanta y se lo haré saber—expresó, pasando sus largos dedos por el rostro ajeno—. Si supiera que me llamas de esa manera cada que hablo contigo seguramente colapsará.
—No hay duda de eso, pero no le digas nada, por favor.
—De mi boca no saldrá nada, te lo juro.
El lobo asintió suavemente, enterrando su rostro en la curvatura del cuello ajeno con total facilidad, agradeciendo poder tener al peligris acomodado en su regazo, con sus piernas a cada lado, mientras le abrazaba posesivamente sin intenciones de soltarlo.
—Me haces cosquillas.
—Esa no es la reacción que quería—respondió en voz baja, deleitándose con el aroma a romero del mayor—. Quiero hacerte suspirar.
—Entonces... ¿Qué estás esperando?
El licántropo sonrió ladino, todavía escondido en su lugar favorito, pero con sus orbes resplandeciendo en ese azul cielo tan bonito que poseía. Amaba que el vampiro lo retará de esa forma. Además, para él era un placer cumplir cada uno de sus deseos.
El peligris no tardó en sentir varios besos húmedos a lo largo de su piel ahora expuesta, gracias a la mano habilidosa del azabache que en un abrir y cerrar de ojos liberó tres de los botones de su camisa blanca.
Más que suspiros, lo que brotó de los labios del vampiro fueron unos gemidos ahogados al notar como la juguetona boca del menor que iba bajando de a poco a su pecho, atrapando uno de sus despiertos pezones.
—Cariño, ahí no.
—¿Cómo qué no? —el lobo preguntó coqueto, sin la mínima intención de detener su intenso accionar—. Estoy muy contento con tus reacciones, pero, ¿sabes quién lo estaría más?
—Jungkookie, ahhh...
Taehyung susurró, mordiendo sus labios cuando sintió una traviesa mordida que le provocó una corriente eléctrica por toda la columna vertebral, gracias a esos colmillos que le rozaron de una manera tan exquisita. Y mientras eso sucedía, los ojos zafiro se tornaron de color chocolate, denotando que el control había pasado nuevamente a Jungkook, quien observaba embelesado la escena frente suyo.
Sus orejitas se movieron por inercia y su colita no podía disimular la euforia que lo inundaba por ser el encargado en complacer a su mayor. Por lo que sin querer bajar la marcha al trabajo que había estado haciendo su contraparte lobuna, trasladó su boca a la otra protuberancia para repetir el proceso. Con la diferencia de que esta vez dejaría una marca que no desaparecería en días, tomándose el tiempo de delinear la delicada carne con su lengua.
El vampiro se retorció sobre el regazo impropio, provocando que su miembro semierecto friccionará con el de su pareja que se encontraba en igualdad de condiciones. Sus grandes manos se afianzaron en los brazos ajenos para encontrar un poco de estabilidad después de ser tan satisfactoriamente estimulado.
Un último gemido se escapó sin pudor de su boca, pasando a ser callado por los dóciles labios del azabache.
Un beso demandante fue lo que ambos compartieron, antes de que los toqueteos entre el par de enamorados se volvieran una constante en aquel encuentro que surgió con total naturalidad y espontaneidad.
Por lo que queriendo no emocionarse más de la cuenta y temiendo no poder parar, Jungkook fue el que prefirió detener la situación para evitar que el vampiro se agobiará cuando se suponía que llevarían las cosas con calma.
Él le juró esperarle una eternidad de ser necesario. Y su palabra era una ley inquebrantable.
—Perdóname, Tae, sé que quedamos en algo y no quiero que pienses que quise aprovecharme de la situación.
—No te preocupes, Jungkookie. Si me hubiera sentido incómodo créeme que yo te hubiera detenido—lo calmó, acariciando las mejillas de su novio con parsimonia—. No te culpes por esto, ¿mmm?
—Está bien.
El peligris le sonrió apaciblemente, abandonando cualquier tipo de excitación para dejarse llevar por la ternura que el joven de piel nívea le provocaba con su dulce comportamiento.
—Entonces sigamos con los mimos, ¿te parece?
El lobo asintió repetidas veces, permitiéndole al vampiro que volviera a acomodar su camisa para finalmente dedicarse a acariciarle las orejitas con auténtico mimo como había estado haciendo en un principio cuando su animal interno estuvo al mando.
Mientras el peligris se dejaba encantar con los ronroneos de su lindo azabache consentido.
El hada hizo un ademán que frenó el habla de su mejor amigo.
—No digas más, no quiero imaginarlos a ustedes dos en esa situación.
—Lo entiendo, tampoco quería que lo hicieras, Jiminnie. Esos detalles me los reservo para mí solito.
—De acuerdo, entonces por esa razón es que deseas usar a tu favor esta fecha, ya que Jungkook también quería que fuera especial, ¿verdad?
—No pudiste decirlo mejor. Tú sabes que no tengo problema cuando se trata del rol debo ocupar en esa situación—comentó, jugando con los anillos de oro que reposaban en uno de sus dedos—. Sin embargo, justo ahora lo que más quiero que me domine, pero siendo yo quien lo guíe en el proceso.
—Parece que ya lo tienes todo visualizado, travieso.
—Un poco—aceptó, sonrojándose en el proceso por las ansias—. A ti no te puedo mentir.
—Entonces mucha suerte con eso, TaeTae. Me siento tranquilo al saber que tú quieres tomar la iniciativa y no quieras limitarte—confesó con una sonrisa decorando sus labios rellenos—. Te ayudaré a conseguir lo que necesites, y podría pedirle a alguna de mis hermanas que nos ayuden a montar en el bosque una tienda de campaña decente para que ambos creen un recuerdo inolvidable.
—Esa es una idea genial, Jiminnie, sabía que podía confiar en ti. Me parece muy romántico el plan de llevarlo a cabo en nuestro lugar secreto en el bosque, porque obviamente no daré ese paso si ustedes están en la mansión.
El hada soltó una suave risa y luego comentó—. Aprecio que pienses en nuestra inocencia, Tae. Y que bien que me lo dijiste, porque me importa tu privacidad, pues estoy seguro que ninguno de los dos se sentiría totalmente cómodo haciéndolo en la intemperie.
El vampiro contuvo la risa al hacerse una imagen mental, pero solo porque quería ser serio con el tema no se dejó llevar.
—Gracias por velar por nuestra intimidad, eres el mejor.
—Un placer, mañana que voy a conseguir comida para nuestra despensa le pediré el favor a Somin, sin darle tantos detalles, porque ya la conoces lo chismosa que es.
—Ay, y ¿tú crees que no lo van a notar?
—Quién sabe.
—Ya que, si le tengo confianza. Igual todos lo deben intuir, porque planeo que no volvamos hasta el día siguiente. Por lo que debo empacar mucha comida en mi canasta mágica para poder estar tranquilos.
—Tanto que preparar, lo bueno es que tenemos una semana hasta entonces, Tae.
—Tú lo has dicho Mimi. Así que, ¡manos a la obra desde ya!
Continuará...
Gracias por leer, lo prometido es deuda y estoy cumpliendo. De aquí ya entramos a la mejor parte del fic, así que disfrútenlo. Y por si les interesa, publiqué un one-shot llamado country luv por si quieren leer un romance entre un chico de ciudad y uno de campo.
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