❁ཻུ۪۪Capítulo 20~保護
—Es tan simple como que se disculpe con él—masculló enojado Yoongi, tomando a Choi del cuello de su camisa—. Aguantamos sus malos tratos, pero una agresión física no la dejaremos pasar.
—Me importa una mierda, mocosos. El que merece respeto aquí soy yo. Porque tengo más edad que ustedes.
Hoseok chasqueó la lengua, y susurró—. Si hablamos de edad, le ganamos por mucho.
Jungkook observó suplicante al brujo castaño, y este optó por no decir nada más. No era conveniente que aquel problema siguiera haciéndose más grande.
—Hyung. Detente, por favor. Solo vámonos de aquí.
—Claro que no, Jungkook. Este idiota debe soltar un perdón antes de que yo me mueva un solo centímetro—aseguró, con los ojos más oscuros de lo normal. Sus manos picaban por lanzarse algún hechizo que lo hiciera sufrir lentamente, porque con su familia nadie se metía—. O juro que me va a conocer.
—¿Me estás amenazando, paliducho? —su tono fue despectivo y desafiante, logrando que la sangre hirviera en Yoongi, quien ahora se mordía el labio para no perder la compostura y mandarlo a volar—. Pues continúa que no conseguirás nada.
Yoongi soltó un gruñido, como si el lobo fuera él y no Jungkook. Pero antes de usar su fuerza para levantarlo del suelo, mientras era observado por las personas que se amontonaron el lugar, pero que no hacían nada por querer admirar como aquellos jovencitos tan particulares ponían en su lugar al hombre, una fría mano en su muñeca detuvo su accionar.
—Tae.
—¿Se puede saber qué rayos está sucediendo aquí?
El vampiro mostró sus colmillos. No estaba enojado con sus amigos, pero si con el hombre que de seguro fue el encargado de provocarles por el ambiente pesado que rodeaba a los sobrenaturales. Choi era conocido por ser un total desgraciado. Y aunque Taehyung no se dejaba llevar por lo que decían el resto de personas, mucho menos si no había tenido el gusto de tratar con el susodicho anteriormente; la cólera no pudo evitar consumirlo al ver el rostro triste de su cachorrito.
Podría apostar a que ese desgraciado le hizo algo a Jungkook en específico, por lo que no se lo dejaría pasar. No en su guardia, a su lobo nadie le ponía una mano encima o lo hería con palabras.
—Joven Taehyung.
El hombre sintió que la cara se le caería de la vergüenza, pues todo indicaba que aquel joven de cabellos grisáceos que era tan célebre en su pueblo, conocía a esos mocosos irrespetuosos.
—Te pregunté una cosa, Choi. Y no pienso repetirlo dos veces—le mostró los colmillos, y sus ojos se volvieron de un rojo tan intenso que el dueño de la posada sintió sus piernas temblar como gelatina.
El lobo de Jungkook no tardó en saltar de la emoción en su interior al ver esa faceta tan dominante en su precioso vampiro. Era simplemente encantador. Sus mejillas se colorearon por un fuerte sonrojo, y su corazón comenzó a latir desbocado.
Lo estaba defendiendo, y aunque no fuera necesario, le gustaba mucho que lo hiciera. Solo Taehyung podría tratarle así, y el azabache jamás se molestaría con eso. Y a pesar de que su animal interno fuera tan fuerte para luchar o ponerse en el papel de defensor de cualquier persona que le importara, se sentía tan feliz por la protección del mayor hacia él.
En definitiva, era su cachorrito mimado.
Yoongi retrocedió sin rechistar, cuando en una orden silenciosa el vampiro le pidió que soltara al viejo gruñón, porque él se encargaría de forma personal del problema.
—Que no les engañe su apariencia, TaeTae puede ser muy intimidante—comentó Jimin, acomodándose cerca de Hoseok—. Y nunca se queda callado cuando algo no le gusta o le parece injusto—puntualizó, orgulloso de la actitud de su alma gemela—. Hasta a mí me da miedo a veces.
—Si te creo, no lo recordaba tan así—respondió Hoseok impresionado por la dualidad del mencionado—. Pero nos cayó como anillo al dedo.
Yoongi asintió despacito, todavía en silencio. Justo ahora cada una de las miradas se dirigían al vampiro con cara de pocos amigos, y al hombre que un poco más y chillaba del miedo.
—¿No vas a responder, Choi? ¿O acaso quieres que les pregunte a ellos? —cuestionó con verdadera dureza—. Te estoy dando una oportunidad para que me des una jodida excusa que me convenza.
—E-Esto no es v-válido si los defiendes porque los conoces—tartamudeo.
—Tampoco es válido que me hables como lo harías con cualquiera. Porque si no te obligaré a que aprendas modales y etiqueta, no me importa si por la fuerza.
El hombre bufó, no quería doblegarse de esa forma, pero en serio temía por su vida, y por su dignidad que quedaría por los suelos si esto continuaba así. Sin querer estaba siendo humillado, y parecía que a nadie le importaba lo que el sobrenatural hiciera con él.
Los detestaba a todos.
—¿Y? ¿Qué esperas?
—Ellos iniciaron todo—musitó con cinismo, y eso bastó para que Hoseok explotara.
—¡No seas mentiroso! Tú empujaste a Jungkook.
—¿Es eso cierto? ¿Te atreviste a empujarlo?—interrogó con un tono de voz gélido.
Choi tragó saliva con pesar, el vampiro cada vez se veía más amenazante, y se estaba planteando la idea de hacerse el desmayado para escapar de dicha situación. Sin embargo, su ego podía más, mucho más. No se doblegaría con tanta facilidad.
—Sí, porque rasgó una de mis cortinas. Y les reclamé para que me la pagaran.
—¡No fue su culpa!—defendió—. ¡Esa jodida cortina ya estaba a punto de romperse!
—Cuéntame todos los detalles, por favor, Hobi— Taehyung suspiró, soltando al hombre que no tardó en caer al suelo. Kim vio de reojo a Jungkook con su cabeza gacha. Seguramente sintiéndose mal por lo sucedido—. Solo así sabremos si fue la mejor manera de proceder de parte tuya, Choi.
—De acuerdo.
El hombre bufó derrotado. Y el brujo castaño no tardó en tomar la palabra.
—Todo inició cuando nos dejó ingresar a la posada.
—Jungkook, ¿ya guardaste todas tus cosas en la maleta?—inquirió el pelinegro, ganándose un asentimiento de parte del menor.
—Sí, Yoongi hyung, ya tengo todo listo. ¿Ustedes también?
—Así es, Jungkookie—Hoseok le sonrió, señalando su equipaje—. Todo muy bien empacado y la habitación queda en completo orden. Vamos, no hagamos esperar más a Taehyungie y Jiminnie.
El lobo y su mejor amigo estuvieron de acuerdo, y luego de comprobar por segunda vez que no se les quedaba nada, salieron de la habitación, cerrando con la llave que debían entregarle al hombre de mal carácter.
Bajaron las escaleras con sumo cuidado de no caerse gracias a sus equipajes, hasta que los brujos fueron los primeros en visualizar a Choi en la pequeña recepción, por lo que, acelerando el paso, sin querer dejaron un poco más atrás a Jungkook.
Grave error, porque antes de que terminaran de cruzar el amplio pasillo, escucharon cómo algo se desgarró.
—¡Mis cortinas! —exclamó, observando como la tela se abría por el medio—. ¿Qué mierda hiciste, mocoso idiota?
—¡Lo siento!—se disculpó con una reverencia, dejando la maleta a su costado—. Perdón Señor Choi, no me fijé...
Y recién ahí fue consciente de que, por estar llevando la maleta sobre su hombro, aprovechando la increíble fuerza que tenía, un pedazo de cortina se enganchó en la parte inferior. Terminando por romper la desgastada tela cuando iba pasando por ahí. Jungkook se estaba lamentando de todo corazón, no haberse fijado de lo pegado que se encontraba al fino cortinaje.
Cualquier persona podría esperarse una reacción enojada cuando un bien material era dañado, pero los brujos jamás se imaginaron ver como el hombre se levantaba colérico e iba hasta donde se encontraba el azabache, con el único objetivo de empujarlo.
Aquel acto había sido tan fuerte, que logró desestabilizar a Jungkook, quien no tardó en caer al piso por el duro golpe.
—¡Jungkook!
Los brujos exclamaron al unísono, yendo a levantar al lobo mientras este se incorporaba adolorido. Jamás se lo vio venir. Ni mucho menos imaginó que Choi sería capaz de algo así.
—¿Cómo pudo hacer algo así?—reclamó Yoongi con el ceño fruncido, mientras el hombre le regresaba a ver igual o más enojado, tocando la tela que yacía despedazada.
—¿Cómo este mocoso pudo ser capaz de romper mi cortina? ¿Eh? Les abro las puertas de mi posada, buena comida, un lugar para dormir y dejar sus cosas, ¿y así me pagan?
—Fue un accidente idiota, a cualquiera le puede pasar—farfulló, sabiendo que su paciencia se agotaría en un abrir y cerrar de ojos—. Tampoco es para que lo trate así, no lo hizo apropósito.
Hoseok tomó el equipaje de Jungkook en un movimiento rápido, y con su mano lo jaló para ponerlo a su lado. El menor se encontraba apenado de que su hyung lo estuviera defendiendo de esa forma.
— Yo lo trato como a mí se me da la gana—respondió altanero, llamando la atención de personas que se asomaban gracias a que la puerta principal yacía abierta de par en par—. Provocó un jodido desastre. Les cobraré dinero extra o se las verán conmigo, tengo mucha influencia en el pueblo—declaró moviéndose hasta la recepción—. Tómenlo o déjenlo.
—Sin duda lo tomamos.
Hoseok respondió determinado, con Jungkook y Yoongi muy cerca de él. El menor aprovechó a dejar apiladas todas las maletas fuera del lugar, con la idea de irse lo más rápido posible de ahí.
—Lo haremos, pero antes de eso discúlpese con él—insistió el joven de ojos gatunos, pero el hombre chasqueó la lengua, acercándose lo suficiente para que quedaran frente a frente.
—No haré ninguna de esas mierdas, porque él que cometió el error dañando propiedad ajena fue otro.
Choi lo señaló con el dedo, dándole una mala mirada, y Jungkook se contuvo lo mejor que pudo. Su lobo se mantuvo completamente tranquilo durante el altercado, pero si aquel hombre seguía con esos aires de grandeza, no tardaría en despertar su ira.
Sin embargo, él que ya no pudo no cruzar la línea fue su hyung, quien sin importarle nada, tomó de la camisa al hombre, tratando de hacerlo entrar en razón por si inapropiado comportamiento.
Algo que nunca sucedió, y por eso, seguían discutiendo, con la única diferencia de que más gente se había sumado a ver el chisme en primera fila, y el par de mejores amigos sobrenaturales más conocido de esos lares, que aparecieron antes de que la situación se descontrolara en su totalidad.
—¿Tanto lío por esas horrorosas cortinas? —Kim se encontraba incrédulo—. Mira Choi, yo te las pago y si quieres te doy un extra aparte para que compres algo que no sea tan pasado de moda, ¿mmm? —propuso, sacando del bolsillo de su pantalón su monedero favorito para extraer algunas monedas—. Esto es un crimen para la decoración de interiores, Jungkookie te hizo un favor al romperlas, porque si yo las hubiera visto más antes, las hubiera despedazado con mis propias manos.
Después de esa declaración dejó una cantidad generosa de dinero sobre la superficie de madera más cercana.
—Pero a pesar de estarte dando este dinero, espero que al menos por respeto a mi persona te disculpes con él. Mi cachorri-
Taehyung se corrigió, y prosiguió, aprovechando que ese apodo lo dijo en voz baja—. Mi dongsaeng no merece ser tratado de esa forma.
La gente que miraba el espectáculo que se montó de un momento a otro esperaba atento por su respuesta, sin embargo, Choi se sentía reacio a hacerlo. Nunca nadie tuvo la osadía de darle la contra de esa manera, y por más que lo hubiera puesto nervioso, ahora se sentía más seguro, porque sabía que el vampiro no podía hacerle nada. Aquel sobrenatural tenía mucho más que perder que él.
—Vaya, te lo estás pensando mucho. Supongo que entonces deberé contarle al jefe del pueblo las tonterías que estás haciendo, y tal vez, solo tal vez te ganes una buena amonestación que perjudique a tu posada.
El joven de ojos escarlatas sonrió orgulloso, cruzándose de brazos.
—No te atreverías.
—¿Quieres probarme? —lo retó, con la misma soberbia que el hombre había estado empleando en contra de los brujos y el lobo—. Por una vez en la vida podría usar mis influencias, pero tú decides.
—Mierda, está bien.
Taehyung asintió, y espero a que Choi se pusiera delante de Jungkook para hacerle una reverencia. Sintiéndose tan humillado.
—Lo lamento, no debí reaccionar de esa forma.
—E-Está bien, todo perdonado—declaró el azabache, con su lobo ronroneando feliz por el resultado obtenido por su vampiro—. Vámonos hyungs, por favor.
—Claro que sí, Jungkook, ya nos vamos—expresó el castaño—. Hasta nunca, Señor Choi, gracias por todo.
Los tres jóvenes que habían estado hospedándose en aquel acogedor establecimiento le dedicaron una reverencia, porque ser cortés no quita lo valiente. Tomaron sus cosas, comenzando a caminar en dirección al bosque mientras la gente los analizaba impresionados.
—Bien, esto ha quedado más que solucionado—opinó Taehyung—. Espero cambies tu genio de mierda Choi, o más temprano que tarde te quedarás sin clientes.
El susodicho no esperó por una respuesta, por lo que no demoró en tomar del brazo de Jimin y seguir a los brujos y al lobo que parecían no querer mirar atrás.
—Gracias por traernos hasta aquí—el hada le sonrió al par de féminas que seguían con la boca abierta por lo anteriormente presenciado. Estas chicas le dieron la razón, abriendo el camino para que pudieran pasar.
Cuando se habían alejado lo suficiente, una vez más los pueblerinos se le quedaron viendo al hombre que apretaba el puño de la rabia.
—¿Ustedes qué mierda miran? —les reclamó—. Lárguense de aquí, ni siquiera me ayudaron en nada.
—Con esa manera de tratar, ¿quién lo ayudaría? —opinó una mujer mayor—. Pero sí, nosotros también retirémonos que tenemos mejores cosas que hacer que contemplar a un amargado como usted.
—Me vengaré, juró que lo haré, desgraciados.
Continuará...
Espero les haya gustado ver a Tae en otra faceta que no fuera la de consentidor jsjsj. No olviden recomendar este fic, y nunca se queden cerca de cortinas que estén a punto de romperse, no me pasó a mí, pero si a alguien cercano y pasó la vergüenza de su vida. Gracias a todos los que me desearon que me recupere, ya estoy mucho mejor.
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