❁ཻུ۪۪Capítulo 15~欲望
—Bueno, ¿ahora sí podemos saber que hacían ustedes a estas horas en el bosque?
La pregunta de Hoseok llamó la atención del hada y el vampiro que iban caminando delante de ellos.
—Se podría decir que los humanos de este pueblo nos tienen la suficiente confianza como para pedirnos protección cuando se siente amenazados por algo, o por alguien.
Jimin ni corto ni perezoso, respondió a la interrogante del brujo.
—¿En serio? —en su voz era notoria la sorpresa que le había causado dicha contestación—. Eso no me lo esperaba.
El vampiro se aclaró la voz antes de relatar—. Una vez los salvamos de un grave aprieto con otros humanos, desde ahí se sienten agradecidos con nosotros y nuestras especies. Aunque seguimos manteniendo distancia por si acaso. No hay que ser muy confiados, los humanos pueden ser traicioneros.
Y él mejor que nadie fue testigo de eso.
—Exacto y para esta ocasión el favor tenía que ver con una criatura gigante que ha estado merodeando este territorio por varias noches.
Jimin le dio una mirada al azabache que escuchaba con completa atención, manteniéndose en completo silencio, mientras apreciaba con cada uno de sus sentidos el hecho de que Taehyung no hubiera soltado su mano por nada del mundo.
Jungkook estaba sintiendo una vez más ese gentil tacto que tanto había extrañado y que le daba una calidez inmensurable en su ser. Especialmente a su lobo que ronroneaba gustoso, moviendo su cola con emoción en su interior.
—Ya veo, entonces esto fue por Jungkook—el pelinegro decidió hacer su intervención en la conversación, luego de aquella declaración—. Nosotros siempre que viajamos nos mantenemos encubiertos para evitar cualquier tipo de problemas. Aunque les puedo asegurar que cuando estuvimos establecidos en el oeste, algunos humanos no tenían tantos problemas con los brujos.
—Comprendo, y es mejor así, porque la mayoría de gente sigue teniendo miedo a lo diferente como en este caso—el vampiro hizo referencia a lo que contó sobre la temible criatura que rondaba la zona—. Pero supongo que hay algún motivo en particular con respecto a las personas del pueblo del oeste, ¿no es así?
Yoongi dio un corto asentimiento ante la duda del vampiro y respondió—. Podría decirse que están acostumbrados a ver a los de nuestra especie en esa zona, por lo que ofrecíamos ayuda cada vez que lo necesitaban. En síntesis, se trataba de una relación cordial.
—Oh, entonces ahí se encontraba su paradero—concluyó el peligris con una pequeña sonrisa en sus labios de corazón—. Es mucho tiempo en el que desconocía tu ubicación, Hobi. Prácticamente, no te veo desde hace unas cuantas décadas.
—Sí, pero bueno, eso es lo de menos. Por algo los astros se alinearon e hicieron posible este encuentro, ¿no lo crees? —el brujo mencionó aquello con una de sus brillantes sonrisas que podían opacar todo a su alrededor. Logrando molestar al lobo, poniéndolo ansioso, pues se sintió como si estuviera en una encrucijada.
En realidad, apreciaba al castaño como un hermano mayor, pero que su comportamiento fuera tan confianzudo con el vampiro, quien tampoco parecía nada incómodo con su actitud, provocaba que su sangre hirviera en sus venas.
Tanta era la intensidad de las emociones de Jungkook, que quería gruñirle en la cara y mostrarle sus filosos colmillos para que mantuviera las distancias con el susodicho.
Porque a pesar de no haber visto a Taehyung por varios años, el lobo que habitaba en su interior y que con el tiempo se volvió mucho más territorial, proclamó a ese sobrenatural como suyo desde el primer momento. Sin embargo, Jungkook no era muy consciente de ese hecho, porque lo hizo cuando era un niño. Pero quizá más temprano que tarde, descubriría cuáles eran sus límites al respecto.
Aunque ni siquiera se hiciera una idea de que, para el otro involucrado en esta situación, sería mucho más difícil notar lo obvio.
Después de un rato, la conversación se tornó más trivial y amena, donde todos participaban con gusto de aportar algún comentario interesante. Un hecho que tranquilizó en demasía a Taehyung, quien se preocupó bastante por no escuchar la voz del licántropo en medio de la charla que se llevó con anterioridad.
Sin imaginar que el mencionado se encontraba en un debate mental, en el cual trataba de ignorar los impulsos de su animal interior, que le exigía hacer algunas cosas que no debía porque se ganaría un regaño digno por parte de Yoongi.
Sin embargo, cuando por fin vio cómo hablaba sin preocupación alguna, Taehyung guardaba en su mente su preciosa y suave voz, mientras analizaba su rostro como si fuera lo más bonito que vio en toda su vida.
No cabía duda de que su perfil era demasiado encantador bajo la luz de la luna. Su cabello azabache largo y brillante se movía con elegancia gracias a la brisa nocturna, mientras sus ojitos que encerraban galaxias lo embelesaban. Y cuando sus labios se quedaban entreabiertos cada vez que daba su opinión, se curvaban en una suave sonrisa que denotaba lo contento que se encontraba a pesar de todo.
El joven de piel canela quería justificar cada uno de sus pensamientos con la emoción de volverle a ver otra vez, por fin siendo un adulto y no un niño. Usar esa excusa tan patética sería mentir en grande, porque no serviría para nada con cierta hada que le estuvo escudriñando de reojo desde el inicio de la charla, y que le conocía como la palma de su mano.
Pues solo en una ocasión vio esa mirada desbordante de anhelo en el vampiro y sabía de sobra cuál era el motivo.
Cuando por fin llegaron a la mansión, Taehyung les dejó ingresar con total amabilidad. El grupo le siguió sin pensárselo dos veces. El vampiro les dio un tour por su hogar con el objetivo de que se acostumbraran lo más pronto posible.
Mientras tanto, con cada paso que daba, el lobo no podía evitar sentir como la nostalgia se colaba bajo su piel, volviendo muy pequeñito a su corazón abarrotado de recuerdos.
Porque pudo no haber sido mucho tiempo el que vivió ahí, pero podría asegurar que la experiencia fue increíble, considerándola como su verdadera casa sin pensárselo dos veces.
—Pueden ocupar esta habitación.
Kim abrió la puerta de par en par, enseñándoles la pieza que se encontraba al final del pasillo. Los brujos y el lobo detallaron el lugar con curiosidad, donde se apreciaba un sillón que parecía ser muy cómodo, una cama de una plaza, una mesa de noche, un mueble pequeño y una estantería en una esquina, sin embargo, estos yacían tapados con una sábana blanca.
—Como les había comentado, esto está un poco lleno de polvo, pero no es nada que no se pueda arreglar. Eso lo pueden hacer mañana sin problema—aseguró con una sonrisa, después señaló el mueble de caoba—. Y aquí, podrán encontrar todo lo que necesitan para no pasar frío durante la noche.
—Entendido. Muchas gracias, Tae—el castaño agradeció con una brillante sonrisa al vampiro, regalándole una corta reverencia—. Aquí ya vemos como nos acomodamos—lo tranquilizó, refiriéndose al espacio que cada uno tendría que ocupar en la sencilla habitación.
No obstante, Taehyung intervino con rapidez, otra idea se había colado en su mente y no le harían cambian de opinión—. Con respecto a eso, quería ofrecerle a Jungkookie mi habitación para que ustedes dos estuvieran mucho más cómodos.
El susodicho se quedó paralizado al escuchar eso. ¿De verdad contaba con el derecho de aceptar algo así?
—Tae, no es necesario, Mis hyungs y yo podemos arreglarnos sin problema.
—Vamos, Jungkookie, no seas modesto—dio un suave apretón en la mano del azabache que se puso tenso por la oferta—. Sabes de sobra que yo no duermo, solamente descanso y es de vez en cuando. No es ninguna molestia para mí quedarme en la sala o en la biblioteca.
—¿Estás seguro? —inquirió todavía dudoso de su propuesta, sin embargo, el vampiro asentía de acuerdo con lo que le había ofrecido.
—Lo estoy, tranquilo.
Ambos se encontraban tan perdidos en esa conversación, uno tratando de negarse y el otro dispuesto a que su acompañante aceptara su idea sin importar nada. Olvidando que existían tres individuos presentes en el lugar, los cuales los miraban como si vinieran de otro planeta.
Ya solo tenían que prestarles los violines y podrían tocarles una pieza, mientras la peculiar parejita se decidía.
—Di que sí, cachorro. Por favor.
—No lo sé, Tae...
—Será como en los viejos tiempos, acepta por favor.
Después de esa afirmación, el lobo se quedó analizándola por una fracción de segundo que le supo a eternidad.
Ah, justo como en los viejos tiempos.
Los preciosos recuerdos de esos días en los que se embriagaba con el exquisito aroma del vampiro que yacía impregnado en las almohadas, las sábanas impolutas y en la suave cobija que cubría la amplia cama, aparecieron en su mente. Provocando que experimentara esa comodidad única entre los brazos del vampiro, junto a esa calidez reconfortante que no cambiaría por nada del mundo.
Aunque era una verdadera lástima, ya no ser un niño que necesitara y pidiera esos mimos antes de dormir. No obstante, Jungkook podría conformarse con volver a sentirse en paz con ese exquisito olor a romero, rodeándole por completo, como si de un delicado manto de protección se tratara.
Ya que por más sutil que fuera, seguía estando ahí presente. Como tantas veces recreó en sus sueños para poder descansar en absoluta calma.
—De acuerdo...
—¡Qué bien! —exclamó, todavía sin soltar esa mano que encajaba tan bien con la suya, y que a estas instancias se sentía calentita por la temperatura que el lobo le compartió en ese dulce tacto.
—Ahora sí, les dejaremos descansar chicos—el vampiro se dirigió a los dos brujos que seguían un tanto estupefactos por lo acontecido segundos atrás, apenas logrando afirmar con un movimiento de cabeza.
—Está bien, Tae. Dejamos en tus manos a Kook—el brujo respondió y el susodicho asintió con una sonrisa cuadrada—. Ya mañana conversaremos más a gusto, ¿te parece?
—Claro que sí, yo me encargo de él.
—Bien, entonces yo me despido.
Jimin llamó la atención de los presentes, pues por un momento, todos parecieron olvidarse de él por lo silencioso que se mantuvo desde que llegaron a la mansión. - Como Tae les dijo hace un rato, mi habitación queda por allá. - la señaló con el dedo índice, haciendo un ofrecimiento muy cortes. - Si necesitan o se desean algo, me pueden avisar con toda la confianza.
—Así es, pero de todas formas yo estaré al pendiente, Jiminnie. Son mis invitados también.
—De acuerdo, TaeTae.
—Una vez más gracias a ambos—esta vez Yoongi fue el que agradeció con una reverencia, a lo que Jimin y Taehyung respondieron de igual forma—. Hasta mañana, descansen.
—Hasta pronto.
Todos se despidieron y se retiraron por completo del lugar.
Los brujos cerraron la puerta de la habitación detrás de ellos, mientras Jimin se iba a la suya, a la par de que Taehyung llevaba de la mano al azabache hasta la pieza que consideró como de su propiedad hace tiempo atrás.
—Bueno, aquí estamos.
Taehyung mencionó, por fin separándose del azabache—. Puedes descansar todo lo que quieras, seguramente estás cansado, cachorro.
—Gracias, Tae. ¿En serio está bien que lo acepte? —cuestionó, tirando de su labio con sus dientes en un gesto de nerviosismo—. Si quieres puedo dormir en el suelo.
—Que no Jungkookie, para con eso o te juro que me enojaré contigo—lo retó con seriedad, porque no tenía el mínimo problema con ello. No obstante, el azabache parecía no poder tomarlo en serio cuando poseía un puchero en sus labios—. Duerme tranquilo y no te preocupes tanto por mí.
El susodicho movió su cabeza, rendido. Con su lobo interno suplicando porque no dejara ir al vampiro, ya que, si no podía dormir con él por obvias razones, al menos quería que intentara persuadirlo para que se mantuviera en la misma recámara. Sin embargo, Jungkook no poseía el valor suficiente para exteriorizar lo que sentía, por el miedo de incomodarlo.
—Pero...
—Nada cachorro, si tanto te preocupa que no pueda estar cómodo o algo por ese estilo, más tarde me colaré en la habitación de Jiminnie para descansar con él, ¿mmm?
Su lobo quiso gruñir en negación, porque eso era mil veces peor a que no durmiera a su lado. Por eso no le quedó de otra más que dejar de insistir, pues si seguían con ese debate, lo más probable era que se le complicara mantener a raya a su jodido animal territorial, quien parecía no querer ceder en nada, mucho menos ahora que el peligris estaba cerca de él.
Y desconocía si aquello era bueno o malo, pues había pasado tanto tiempo.
—Solo decía, pero... ¿al menos puedo saber dónde estarás? —el azabache inquirió y Taehyung le observó con los ojos muy abiertos, luego puso una mano en su mentón y se la pensó un poco para responder.
—Mmm, supongo que iré a la biblioteca. Es un lugar que siempre me ha dado paz dentro de esta mansión. Por no decir que es mi favorito.
—Bien...
El menor se quitó la mochila que ahora estaba vacía, dejándola en el suelo, cuando escuchó una vez más como esa profunda y aterciopelada voz lo ocupaba todo.
—Cachorro, ¿se puede saber por qué quieres estar al tanto de eso, si se supone que te vas a quedar a descansar aquí?
"Demonios, lobo idiota que quiere ser la sombra del vampiro y saber dónde estará en cada momento".
Ese fue el pensamiento de Jungkook. Más obvio no podía ser su animal.
O tal vez no solo el animal era el que rogaba por estar al tanto de esa información.
—Solo era curiosidad—desvió la mirada, un poco sonrojado, moviéndose por la habitación como si estuviera analizándola, pero igual quiso argumentar algo más para que Taehyung no le tomara mucha importancia a su actitud—. De todas formas, espero que sea solo por hoy, no quiero que te quedes sin habitación por mucho tiempo, Tae.
—¡Awww! Mi cachorrito es tan considerado—expresó con orgullo y ternura en la voz, sin siquiera notar como esas palabras estaban afectando más de la cuenta al chico frente suyo—. Ya arreglaremos eso luego, pero por hoy tómame la palabra, ¿sí?
—Ya veo...
—Ahora si a dormir, Jungkookie—se despidió con un ademán y el chico imitó su acción volviendo a establecer un profundo contacto visual, deleitándose al apreciar esos ojos escarlatas tan preciosos—. Nos vemos mañana.
—Sí Tae, adiós. Buenas noches.
El vampiro le dedicó una mirada profunda, con sus iris rojizos brillando en torno a su oscura pupila, como si estuviera mostrando alivio. Acción que también tranquilizó en demasía al chico, quien podía quedarse una eternidad observando esos hermosos orbes.
Saliendo de la habitación hasta dejar en completa soledad al licántropo.
El lobo se quitó la chaqueta y los zapatos, apagó la luz de la habitación y sin demora se lanzó en la suave cama del vampiro. Hundiendo el rostro en la mullida almohada, con el objetivo de que sus fosas nasales captaran de mejor manera ese aroma que lo llenaba de nostalgia y que causaba unas cuantas otras cosas más en él.
Luego de un rato se ubicó de lado, detallando esa ventana por la que, en medio de la abertura de esas oscuras cortinas, se filtraba la luz de la luna.
—Me llamó su cachorrito...
Habló para sí mismo, dejando soltar un largo suspiro.
—Pero, ¿De verdad lo sigo siendo o puedo volver a serlo? ¿En serio todos esos años pueden no ser contados?
El lobo se cuestionó con curiosidad. Por lógica general, cualquiera le diría que nada volvería a ser igual, porque los años jamás pasarían en vano, pero dentro de su inocente anhelo, deseaba que no fuera de esa manera.
—De verdad quisiera volver al pasado. A esos días en los que, después de esa terrible desgracia que me tocó vivir, pude ser feliz a tu lado y recuperar mi sonrisa poco a poco. Sin duda quisiera hacerlo, porque te extrañé tanto y mi lobo no me dejará mentir. Verte una vez más era mi mayor anhelo, aun cuando creí que eso sería imposible, pero si se dio fue por algo y lo aprovecharé al máximo.
Y con ese ferviente deseo en su corazón, el azabache cerró sus ojos, dejándose llevar directo a los brazos de Morfeo.
Esperando que esos sentimientos que todavía trataba de asimilar, los cuales creyó que por la distancia podría mantenerlos como una simple ilusión infantil, tarde o temprano fueran correspondidos por el vampiro de cabellos grises y sonrisa cuadrada.
Continuará...
Primer capitulo del año, espero les haya gustado tanto como a mí. Este par son mi sobredosis de azúcar. Déjenme sus comentarios, estrellitas, y si les gusta mucho, no olviden recomendar el fic para que seamos más personitas que colapsen con esta historia.
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