Onze
Después de varias noches, finalmente la esperada por todos –en especial por Jungkook– llegó.
Taehyung había dicho que debían esperar a la fase de la luna correcta según indicaba en el viejo libro. Así que después de casi dos semanas, la luna Cuarto Menguante Gibosa, o así creyó que Tae la nombró, aparecía radiante en el firmamento.
Había bebido la poción que el castaño había preparado días antes con ayuda de Yoongi y tres gotas de la sangre de Jungkook, entre otras cosas.
Se veía desagradable y su sabor no mejoró su imagen, pero se obligó a tragarla por completo debido a que Taehyung aseguró que era indispensable.
Ambos estaban ahora en la mansión del pelinegro mientras bebían una botella de vino sentados sobre la cama de su habitación, a una distancia prudencial el uno del otro pero sin llegar a estar tan alejados.
El invitado miraba el líquido dar vueltas mientras mecía su copa en busca de una distracción a sus nervios.
No visitaba la ciudad desde hace un buen tiempo, y ver sus luces a lo lejos a través del amplio ventanal de cristal le fascinó.
La casa del pelinegro era enorme, pero de alguna forma se sentía como un museo y no un hogar; sin retratos familiares, sin el mínimo desorden. Demasiado grande para una sola persona.
Jungkook debía de sentirse tan solo...
Se imaginó este momento tantas veces en las semanas anteriores tratando de mentalizarse. Pero una cosa era imaginárselo y otra distinta experimentarlo.
La mirada penetrante de su anfitrión sobre él tampoco ayudaba.
"Nunca me preguntaste qué fue lo que hice para ganarme tal maldición" comentó Jungkook vertiendo más vino en su copa.
"Supuse... que tú no querrías hablar de eso" murmuró mientras bebía, o hacía el intento de ello. "Aunque si te soy sincero, tengo curiosidad"
"Estábamos en la celebración anual que se realizaba cada año en el campus por el Festival de Invierno" comenzó un poco inseguro. A estas alturas, lo que pensaba Taehyung de él le importaba, y no quería ver la decepción en su rostro. "Y había una chica, no se decían cosas muy buenas de ella por el campus. Nunca se me había acercado, pero de repente decidió al parecer que besarme delante de todos y confesarse era una gran idea. Uno de mis amigos lo filmó con su celular y lo proyectaron en una de las pantallas del lugar para que todos lo viesen. A decir verdad, me gustó el beso. Pero creí que alguien como ella dañaría mi imagen y realmente le daba demasiado crédito en ese entonces a lo que los otros pensaran de mí. Me sentía el rey de esa universidad, porque todos me veían como si lo fuese." suspiró bajando su vista a la copa. "Cuando le correspondí el beso todos empezaron a reír creyendo que se trataba de una mala broma de mi parte, por lo que me vi obligado a seguir ese papel. Le dije cosas realmente hirientes y humillantes" Jungkook volvió su vista hasta Taehyung, pero la expresión en su rostro era indescifrable.
"Oh..." exhaló el menor.
"¿Oh?" repitió Jungkook escéptico. "¿Es lo único que vas a decir?"
"La verdad, no es la gran cosa" se encogió de hombros. "Pensé que le habías atropellado el gato o algo así" expresó haciendo reir al pelinegro. Ese chico realmente era algo.
"Entonces ¿No estás decepcionado de mí?"
Taehyung lo miró fijamente por unos segundos antes de dejar su copa sobre la mesita de noche y girar completamente en su dirección.
"¿Acaso crees que alguien como yo podría juzgarte, Jungkook?" sonrió triste. "Creo que lo que define a una persona no son sus errores sino más bien... la actitud q toman ante ellos. Tú maduraste, le pediste perdón. Te arrepentiste. No eres una mala persona, Jungkook" le recalcó.
El pelinegro sonrió, pero Taehyung se veía tan frágil.
"Tú tampoco eres una mala persona" aseveró. "Lo sabes ¿cierto?" acarició su mejilla por encima de la lágrima que cayó.
"Nadie querría estar con alguien como yo. Porque soy detestable y ruin" otras más brotaron de sus ojos. "Soy a-alguien que hace daño a las personas por dinero, Jungkook. Porque no puedo... No sé hacer otra cosa. N-no merezco ser amado"
Jungkook no lo escuchó un segundo más, no podía permitirle tener un pensamiento tan ignomioso de sí mismo. A cambio, lo silenció con sus propios labios.
Taehyung se tensó al instante abrumado por la sorpresa, le tomó unos segundos tímidamente seguirle el beso, en una danza sutil que le calmó un tanto el alma.
"No vuelvas a repetir eso, ¿me oyes?" susurró Jungkook sobre sus labios. "A mis ojos eres tan malditamente maravilloso como no tienes idea"
Con gentileza lo recostó sobre el colchón, mientras se acomodaba entre sus piernas, mirándolo desde arriba.
Taehyung se sentía temblar. Jungkook lo observaba como un leopardo a su presa.
"¿P-puedo hacerte una pregunta?" temía estropear el momento, pero si seguía con la duda se iba a volver loco. "Una vez que la maldición se haya roto... ¿buscarás a tu ex esposa?"
El mayor se mostró desconcertado por un momento hasta que soltó una risita ante la pregunta.
Taehyung se veía tan tierno como sensual, nunca creyó que ambos conceptos pudiesen ir juntos; sus ojos estaban brillosos por las lágrimas, sus mejillas de carmín y sus belfos que hacían un puchero en señal de protesta por burlarse de él.
Lindo.
"No tengo motivos para hacer tal cosa" le dijo en un semblante serio que nada tenía que ver con su tono de voz cálido mientras le acariciaba el cabello. "Ella es feliz en su nueva vida. Y yo también espero serlo" su mano comenzaba a descender lentamente mientras el menor se mantenía rígido en su lugar presa de los nervios. "Eres un poco irritante aveces, chillón, con mal genio y una personalidad bastante peculiar"
"Err... ¿Se supone que estos son cumplidos o..?" parpadeó confundido arqueando la ceja.
"Pero me gusta" declaró ignorando la queja del castaño. "Me gusta tu mal carácter tanto como la forma en la que sonríes, la expresión en tu rostro cuando te concentras en algo y el hecho de que pareces un pequeño bebé cuando comes. Creo que me gustas, Kim Taehyung"
También creía que con un poco de tiempo, podría llegar a amarlo realmente, simplemente lo sentía así.
Estaba cayendo rápido por el chico. Claro que eso Taehyung no tenía por qué saberlo.
"Dime, ¿Acaso me hiciste un embrujo o algo así?" entrecerró los párpados en señal de fingida sospecha.
"¿Qué?" el castaño abrió sus ojos tanto como le fue posible soltando de golpe el aire de sus pulmones. "¡N-no! nunca te haría eso. ¡Lo juro! Y-yo no... Por favor, creéme. No he hecho nada"
"Oye, tranquilo. Respira" se apresuró Jungkook antes de que al chico le diera un infarto del miocardio. "Era una broma. No pienso eso" rió.
"Pues no es divertido, tonto" farfulló propinándole un leve golpe en el hombro haciendo un puchero que él no se resistió a besar suavemente.
"Taehyung" llamó una vez que el beso cedió. "Lo que dije hace un rato iba en serio. En verdad me gustas. Nunca he salido con un chico antes, así que esto es nuevo para mí, pero quiero intentarlo. Quiero hacer que funcione" sinceró. "Solo si tú también lo quieres"
El aludido miró fijo los ojos contrarios, buscando una pizca de diversión o duda siquiera, pero no encontró nada de eso.
Únicamente había una honestidad tan acogedora que sintió su mundo dar vueltas en sentido contrario.
¿Que si lo quería? Muchos años atrás habría matado por escucharle decir eso, y ahora de vuelta al presente, sus actuales sentimientos no distaban mucho de aquellos.
Luego la realidad rompió sin delicadeza alguna su frágil burbuja.
No era tan sencillo.
"Jungkook, yo... No lo sé" exhaló un suspiro.
"No necesito una respuesta ahora. Tendrás tiempo para pensar con más calma" replicó. "Cuando pasen los siete días, te iré a buscar. Podemos tener como una especie de, uhm, cita. Podemos salir a dar un paseo, tomar algo o cenar fuera" sabía que quizás estaba insistiendo de más, pero no le importaba. Tenía la corazonada de que Taehyung no le era indiferente. "Si esta solución en verdad resulta, entonces dame tu respuesta. Y si por otro lado no quieres o... encontraste a otra persona, lo entenderé"
A pesar de la sosegada sonrisa que el pelinegro le brindó, Tae se sentía querer echar a llorar. Tenía miedo, de varias cosas en ese momento, la principal de ellas: lo que harían esa misma noche.
Aún si la poción la realizó él mismo y las especificaciones fueron claras en el antiguo grimorio, tenía miedo.
Esto debía de funcionar, su abuela nunca se equivocaba. Ya conocía las condiciones en que obraba la maldición, pero no se veía capaz de mirar a otra persona que no fuese Jungkook. No quería, y ese pensamiento le angustió.
Esto tenía que funcionar.
Mas su incipiente debate mental y ansiedad le dieron paso a sensaciones de otro tipo, pero igual de intensas, cuando Jungkook empezó a besar su cuello.
"J-jungkook, la hora..." jadeó orgulloso de poder formular tan siquiera tres palabras.
Casi se le escapa un vergonzoso gemido cuando el pelinegro deslizó su lengua por su nuez de Adán. No tenía idea que podía ser tan sensible ahí.
"2:55 am" masculló. Consideró que treintaicinco minutos de preliminares era tiempo más que suficiente.
Nunca creyó que las embarazosas anécdotas que Jimin le compartía sobre su vida sexual le sirvieran de ayuda en algún momento.
Bendito seas, Park Jimin.
Iba deslizando sin prisa su mano izquierda bajo la remera del castaño mientras dejaba pequeñas marcas rojizas en su clavícula.
Entre jadeos ahogados y algunos gemidos contenidos por parte de Taehyung, sus prendas fueron cediendo una a una. No fue hasta que se encontró completamente desnudo, con Jungkook en boxer arrodillado frente a él aplicando algo viscoso sobre sus dedos, que su nube de éxtasis se desintegró trayendo de vuelta el nerviosismo previo y pudor.
"Es lubricante" aclaró ante la mirada atenta del menor. "¿Puedes voltearte, bebé?"
¿Le había llamado bebé? ¿Acaso era porque le había dicho parecía uno mientras comía?
No lo sabía, lo único que tenía claro fue el tirón que provocó en su estómago la palabra.
O en su entrepierna, lo más probable.
Jungkook posó su mano sobre sus caderas colocándolas en posición mientras que su dedo anular tanteaba cautelosamente el anillo de músculos, arrancándole nuevos jadeos al castaño.
"Tae, esto va a sentirse un poco incómodo" advirtió mientras él chico le miraba con los ojos cristalizados por sobre el hombro y sus labios levemente separados. Mierda, podría correrse con sólo esa imagen. "Si necesitas que pare, sólo dímelo, ¿de acuerdo, bebé?"
Recibiendo al instante el asentimiento efusivo de Taehyung, adentró la primera falange logrando que siseara bajo ante la intromisión y la templada temperatura del lubricante.
Era molesto, pero nada que no pudiese soportar.
Cuando sintió un segundo dedo adentrarse, su primera impresión se fue por la borda; sí, era doloroso.
El pelinegro comenzó a mover sus dedos en forma de tijeras para dilatarlo con más facilidad. Jimin le había dicho que podría agregar un tercer dedo, aveces incluso un cuarto. Pero no iba a llevar a Taehyung al límite siendo esta su primera vez. De ambos, en cierto sentido.
Cuando Jungkook consideró que el menor estaba lo suficientemente dilatado para recibirle, volteó nuevamente al chico con delicadeza para luego desprenderse de su ropa interior.
Al ver al pelinegro en completa desnudez frente a él, sintió sus piernas temblar y caer en cualquier momento. Tanteó algo de lo que agarrarse hasta que recordó que ya estaba acostado.
Demonios, ese torso y los muslos de apariencia firmes le estaban haciendo divagar. Eso o su miembro erecto orgulloso de un tamaño más que aceptable para el resto de la población mundial.
Mas no para él. No va a encajar.
El mayor se irguió sobre Taehyung, quien se mantenía tan quieto como un pez muerto, sin saber qué hacer o qué debería decir.
Sintió como su mano derecha era tomada y colocada sobre el fibroso pecho de Jungkook.
"Puedes tocar" susurró el contrario sobre sus labios, sus narices se rozaban , mientras que su mano guiada por la del pelinegro, le recorría los pectorales sinuosamente y repasaba ese torso cincelado como tanto había querido hacerlo.
A su cabeza llegó el pensamiento de que si Jungkook fuera el Dios del Sexo -que, ciertamente, lo parecía-, él jodidamente le rezaría.
"Si es muy doloroso, sólo dímelo y me detendré" masculló mientras masturbaba lentamente su falo cubriéndolo de lubricante y posicionándolo en su pequeña entrada. "Seré gentil. Lo prometo"
"Lo sé" admitió confiado el castaño. "Siempre lo eres"
Apenas Jungkook comenzó a abrirse paso Taehyung ahogó un grito; esto no era nada parecido a los dedos anteriores, ni de lejos.
Un dolor punzante le recorrió toda la parte baja de su espalda en menos de un milisegundo.
"¿Te lastimé?" se preocupó el pelinegro al ver la nueva de dolor en su rostro. "Mierda. Creo que no te preparé bien. Voy a..."
"E-está bien" siseó. "Solo... solo sigue. Yo puedo" aseguró en un hilo de voz mientras se sostenía de los hombros de Jungkook.
No muy convencido, continuó adentrándose lentamente mientras llevó su mano izquierda hacia el pezón de Tae, jugando con el entre sus dedos con la esperanza de que eso lo distrajera un poco del dolor. Pareció funcionar a la perfección a juzgar por el arco que formó su espalda mientras apresaba su labio inferior entre sus dientes.
3:30 AM
Cuando estuvo adentro completamente, tomó unos minutos para que el castaño se acostumbrase a su tamaño, mientras lo besaba con parsimonia.
Incluso cuando Tae movió sus caderas como seña de estar listo, el beso no se rompió. Los jadeos y gemidos de ambos morían en las bocas contrarias.
Y Jungkook se preguntó seriamente qué nombre debería ponerle a este encuentro. Ellos no eran tan cercanos para considerarse que estaban haciendo el amor, apenas se conocían. Sin embargo, la etiqueta de "sólo sexo" tampoco era correcta; esto se sentía demasiado íntimo para catalogarse de esa manera. Iba más allá de lo físico.
Fue entonces que reparó en la existencia de otro tipo de conexión; una espiritual.
Nunca había sentido algo igual ni semejante.
Si bien estaba seguro amó a su ex mujer, nunca vibraron en una misma frecuencia, ni tuvo nunca el deseo de querer colarse bajo su piel, ni su alma se sintió tan plena junto a ella.
Como ahora.
Aceleró el ritmo de sus embestidas, haciendo que el contacto de sus bocas deseosas se rompiera, mientras una de sus manos sostenía firme la cadera del castaño, quien por inercia rodeó con sus piernas la cintura de Jungkook mientras sus uñas se enterraban en su espalda.
"Mierda. Estás tan apretado" gruñó. "Tan cálido..."
Taehyung gimió agudo cuando sintió como si algo dentro suyo fuese presionado, elevando ando aún más el placer de forma que no sabía era posible. Se sentía desfallecer y el mayor no le dio tregua a su sensibilidad.
Pero le gustaba.
"Ah... mhng, ahí" jadeó mientras lágrimas de placer recorrían sus mejillas. "Jus-justo ahí... Hazlo de nuevo"
Jungkook le sonrió ladino y acató la orden como si su vida dependiera de ello, intensificando aún más sus embestidas.
En unos pocos segundos, Taehyung no era más que jadeos y lágrimas.
"Jungkook, mhng" gimió.
"Eso es, bebé" murmuró cerca de su oído mientras masturbaba al castaño al mismo ritmo que sus embestidas. "Gime para mí. Grita mi nombre"
Y vaya que lo hizo.
Taehyung estaba avergonzado de sí, pero no tenía la lucidez como para mantener ese pensamiento por mucho tiempo. La lujuria era más fuerte.
"Jungkook... Por favor" pidió sintiendo su cuerpo hiperventilar casi.
Su próstata siendo cruelmente maltratada a la par de su pene sumado a las succiones de la boca contraria sobre su cuello, le harían perder la cabeza.
"¿Qué quieres, bebé?"
"No puedo más" gimoteó. "C-creo que... Me voy a..."
Antes de que terminara su frase, espesas tiras de semen cayeron sobre su abdomen y la mano del pelinegro, quien en unas cuantas embestidas más terminó corriéndose en el estrecho agujero del menor.
"No salgas..." agarró su brazo cuando Jungkook intentó levantarse. "N-no puedes"
"Oh, cierto. Iba a traer algo para limpiarnos" habló con la respiración agitada aún. "¿Estás bien? ¿No fui muy brusco?" sondeó con su mirada el cuerpo del castaño bajo él; se sintió un poco mal al ver la rojiza marca de su mano en la dorada piel de sus caderas.
Una de las tantas marcas que había dejado
"Hey, estoy bien. En serio" aseguró casi sin aire, con una sonrisa tomando la barbilla del contrario para que le mirase. "Nunca he estado mejor" sonrió armándose de valor para dejar un casto beso sobre la boca contraria.
"Vamos a ver si puedes decir lo mismo en un rato. Te advierto que soy un poco pesado" expresó estirando su brazo para apagar finalmente la tenue luz de la lámpara sobre la mesita de noche.
Taehyung rió.
"Tranquilo, sobreviviré"
Luego de un par de triviales palabras más, el mayor fue el primero en caer rendido en un profundo sueño producto del cansancio acumulado del día y la ronda reciente de sexo que habían tenido; Taehyung intentó no pensar en lo incómoda de su situación, pero la polla de Jungkook aún en su entrada y la respiración calmada contra su cuello del chico adormecido encima de él era algo que difícilmente podría ignorarse.
"Sobreviviré" había dicho, ahora ya no estaba tan seguro.
Intentaría conciliar el sueño lo mejor que pudiese hasta que los primeros rayos del alba iluminen la habitación. Sólo entonces podrían separarse.
"Ah, será una larga madrugada..."
Oigan discúlpenme este intento de smut tan cutre pero fue mi primera vez escribiendo algo así ಥ‿ಥ
Ténganme paciencia xd
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