Llevo meses persiguiéndolo. No recuerdo cuándo fué la última vez que Pythor, mi archienemigo, y yo, estuvimos cara a cara. La repugnante serpiente de escamas moradas me mira desde la oscuridad. Sus ojos color escarlata resaltan como lumbre ente las cenizas de un fogón.

Tengo que tomarme ésto con cautela. La última vez, mi imprudencia lo ayudó a escapar. Mis manos se cierran en firmes puños, de los cuales brotan hebras de plasma verde neón, iluminando a penas mi rango personal.

Un gruñido casi salvaje sale de mi boca, en el momento en que lanzo un rayo de mi energía directo hacia Pythor. Pongo toda la furia que he estado conteniendo. Quiero creer que es coraje lo que alimenta mi poder, y no dolor. Ya ha pasado un tiempo, se supone que ya lo debería haber superado...

—Haz estado practicando —reconoce mi enemigo de largo y retorcido cuello. Mi poder no tiene tiempo de llegar a él antes de que se desvanezca, frente a mis ojos. Aunque no puedo verlo, sé que está aquí—. Desafortunadamente, mi estimado Kesshō, sigue sin ser suficiente.

—¡Muestra la cara! —rujo, desesperado. Cierro los ojos con fuerza y aplastó mechones de mi cabello en las manos.

<<—No otra vez>>, pienso y siento como las lágrimas de desesperación quedan aplastadas contra mis pestañas.

Cuando Pythor usa su habilidad para hacerse invisible, puedes darlo por imposible de encontrar.

Me alarmo al escuchar las sirenas de la policía. Me doy la vuelta, de manera que las luces rojas y azules cambien de forma simultánea, en mí mismo. Rápidamente hago un esfuerzo por escalar los muros del callejón. Casi me resbalo en más de una ocasión. Los nervios no ayudan, en definitiva.

No tengo tiempo de llegar a la cima de uno de los edificios. Escucho a los policías debajo de donde me encuentro.

—Diablos... —mascullo, pegando mi pecho contra el muro y esperando que las sombras sean suficientes para ocultarme.

—Según nuestros medidores de radiación, Kesshō estuvo aquí, señor —dice una voz joven.

Escucho un sonido de inconformidad. Es un sonido grave y conocido.

<<—No, no el jefe de policía... de nuevo...>>

—Registren el lugar —ordena el hombre a quien tanto temo—. Quiero que reporten de inmediato si lo encuentran.

Pego mi frente contra el muro. Una de las cosas que más me irritan es que me busquen a mí en lugar de al verdadero culpable. Es imposible seguirle la pista a Pythor cuando ellos me rastrean a mí. Son tan molestos y, por desgracia, mis súper poderes no ayudan. La radiación emitida por mi plasma es fácil de detectar, de hecho, se suponía que no usara más mis poderes... pero pelear contra Pythor sin ellos...

Como los policías no se van a ir, continúo escalando el muro de a poco. Mi entrenamiento ayuda a que sea silencioso.

—¿Por qué sigue ocultándose?

Me detengo al escuchar al jefe hablar de nuevo, aunque pareciera que se dirige a si mismo.

—No puede huir por siempre...

Lanzo un suspiro.

Sólo quiero que dejen de tomarme como algo que no soy; un asesino.

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Qué tal chicos!

Estuve planeando este AU dese hace tres días, ya que hay una nueva mini serie en Disney llamada Marvel Rising y medio me inspiró xD

Ustedes pueden ir dándose cuenta de que no es el clásico AU de súper héroes, estoy tratando un tema oscuro.

Por cierto, les aviso que los capítulos serán cortos (así será más fácil para ustedes y para mí). En sí ya tengo toda la historia escrita en una libretisha, ahora sólo es cosa de traspasarlo aquí 😉

¡Se vienen más sorpresas así que... no pierdan la máscara!