Extra 3: No te amo.

[MINA]

Haruka me observó durante mucho tiempo, parecía querer decir algo más, pero se limitó a callarse porque parecía ser la mejor opción, sus ojos azules recorrieron el lugar y después miró directamente al pasillo donde Cameron había desaparecido, suspiró de forma pesada y se sentó frente a mí en el sofá oscuro.

Sus manos dejaron la taza sobre la mesa del centro, temblaban un poco, fui consciente del anillo de plata que tenía en su mano izquierda, tragué con fuerza.

Una parte de mi corazón se destrozó al verlo, la otra sintió rabia por dejarlo escapar tan pronto de mis manos.

—No estás feliz de verme, ¿no es así? — pregunté de forma sencilla.

Crucé mis piernas bajo la tela suave y corta de mi falda, él desvió un poco la mirada de vuelta a la cocina, se veía un poco ansioso.

Quise gritarle que no me importaba que Cameron fuera ahora la persona de su vida, sencillamente lo quería de vuelta al precio que fuera, incluso si tuviera que humillarme a mí misma para verlo de nuevo a mi lado, lo haría sin pensarlo.

—Creí que habíamos llegado a un acuerdo la última vez que nos vimos, Mina — su voz sonaba ligera y tensa, se pasó una mano por sus cabellos oscuros, sus ojos azules por fin se clavaron en los míos.

—Sí, lo hicimos.

—Entonces, ¿Qué estás haciendo aquí? — su tono se volvió afilado, casi como si quisiera que todo aquello fuera una ridícula broma.

Tan idiota como siempre.

Pero no estaba esperando algo diferente de su parte, sabía que él y Cameron vivían sus vidas tranquilos y felices, pero yo también quería sentirme necesitada y amada por él, ahora sabía que había sido el peor error de mi vida el dejarlo marcharse.

—Supongo que no puedo mentirte.

—Por favor, no lo hagas, Mina. Solo sé clara y dime qué es lo que quieres.

—Bueno, sinceramente tuve que pensar mucho esto — sonreí a medias, una de sus cejas se levantó en ese momento, su mirada dura y fría se clavó en mí, no dijo nada, yo continúe.

—Quiero que vuelvas conmigo — murmuré despacio, sus labios se apretaron con fuerza, esperé en silencio a que dijera algo, pero el azul de sus ojos se veía molesto de una forma diferente, más bien parecía herido y golpeado.

Volvió la mirada cuando Cameron apareció por el pasillo con una bandeja donde había una tetera y una taza, la dejó en la mesa del centro y me sirvió un poco de té de jazmín.

Agradecí con una sonrisa, pero Cameron ya me ignoraba, su atención estaba puesta en la postura rígida de Haruka.

Me tragué los insultos que quería gritarle en la cara, ¿Quién diablos creería que era para sencillamente pasarme por alto?

— Cariño… — comenzó, pero él negó con la cabeza, parecieron llegar a un acuerdo mutuo sin decir palabras, me encogí de hombros.

Ah, sí, justo así se sentían los malditos celos, como una hoja afilada entrando en tu piel con fuerza.

—Los dejaré hablar tranquilamente, traeré rápidamente el desayuno, cariño — dijo Cameron, se inclinó y besó la mejilla de Haruka suavemente, ambos sonrieron con cierto pesar.

—Señorita Sincler — inclinó ligeramente su cabeza en forma de saludo, tomó su abrigo del perchero junto a la puerta, se puso los zapatos y salió en silencio.

Guardamos silencio.

Él me observaba con enojo, algo a lo que ya estaba acostumbrada, me daba lo mismo si me odiaba o no, solo quería recuperarlo sin importar qué o quién.

—¿Qué mierda es lo que te sucede, Mina? — su tono era grosero, me mordí el labio y después sonreí mientras tomaba un par de sorbos de té.

—Nada. Pero estoy harta de que estés jugando a la casita con ese tipo.

—¿Es en serio? La última vez que nos vimos, dejé en claro que no volveríamos a vernos más. Incluso estabas de acuerdo con mi relación con Cameron, ¿Qué diablos pasó ahora? No voy a tolerar estupideces de tu parte, te aprecio mucho Mina y me has ayudado lo suficiente, pero no tengo ganas ni fuerzas para seguir lidiando con todo esto. Ni contigo — dijo, su hermoso rostro parecía decir la verdad, algo que odiaba. Sin embargo, no podía darme por vencida tan fácil.

—Lo que dije lo sé bien, cariño, es verdad que apoyaba todo esto con ese tipo, pero ya no más. Vuelve de nuevo conmigo.

—No. No sé lo que te haya ocurrido, pero no voy a volver, no tengo nada más que decirte Mina, pierdes tu tiempo y haces que pierda el mío.

— ¿Por qué no puedes volver? ¿Por qué prefieres estar con él? — las lágrimas se acumularon en mis ojos de golpe, el nudo en mi garganta se volvió más grande. No quería ser rechazada de nuevo por alguien como él, ya no.

—Mina, sabes perfectamente que he decido hacer mi vida con Cameron, no hay nada más que quiera ahora.

—Haruka, te he dado demasiado como para que ahora actúes de esta manera conmigo, ¿no crees?

—Lo siento, Mina, pero no entiendo que estás haciendo, realmente no lo comprendo del todo. Me dijiste que querías que fuera feliz, dijiste que por todos los años juntos deseabas que hiciera mi vida aunque no te incluyera en ella. ¿Qué mierda ha pasado como para que ahora quieras que vuelva?

—Ya te lo dije, estoy cansada de verte con él.

—Eso es una estupidez, Mina. Perdón, pero no voy a dejar a Cameron por caprichos o por algo más y estoy harto de tener que lidiar con esta mierda por parte de todo mundo, muy harto. Así que, por favor, solo vete de aquí y haré de cuenta que esto nunca pasó — dijo tranquilamente.

Lo observé durante algún tiempo, su semblante seguía siendo el mismo, su rostro tan hermoso como lo recordaba y su lengua afilada cada vez que trataba de herirme, deseé no haberlo orillado a irse y buscar a Cameron.

Deseé haberme quedado con él y jugar un poco más. Si estaba equivocada o no lo descubriría con el tiempo, pero ahora escucharlo decir que solo quería vivir su vida con ese estúpido tipo, hizo que mi corazón se rompiera en pedazos y quedará como una estúpida.

¿En qué momento de locura había apoyado a que tuviera una vida tranquila?

Me daba asco solo verlo feliz mientras yo tenía que tragarme mi propia miseria viviendo con alguien que no amaba y mucho menos consideraba cercano o familia como Ahn, no podía soportar como sencillamente estaba ahí viviendo una vida tan tranquila mientras yo me ahogaba en su maldito recuerdo.

—Maldito perro — susurré, sus ojos se encontraron con los míos, la línea en sus labios se apretó aún más y sus manos temblaron por un segundo casi imperceptible.

—Llámame como quieras, Mina, no me importa. Solo déjame tranquilo y busca a alguien más que deseé jugar contigo por las noches. Después de mucho tiempo estoy feliz, ¿lo entiendes?

—¡Tu felicidad no tiene nada que ver conmigo! — grité, las lágrimas cayeron por mis mejillas mojándolas con amargura.

Haruka era un capricho, solo quería que volviera y fuera como antes, solo quería sentir que alguien dependía de mí y sentirme bien por eso… Solo quería que… Quería que él pudiera llegar a amarme sinceramente.

❁❁❁❁❁❁❁❁❁

Las gotas de lluvia cayeron rápidamente sobre mí, me quedé un momento de pie fuera de aquel edificio, la lluvia mojó mi ropa y mi cuerpo entero tembló en respuesta.

Vi a Taeyang correr hasta mí con un rostro preocupado, dijo algo y abrió un paraguas para protegerme de la lluvia, ya nada me importaba, nada.

Miré de nuevo el edificio, un zumbido en mis oídos bloqueaba todos los sonidos, me clavé las uñas en las palmas de mis manos hasta que sangraron, la lluvia se encargó de limpiar aquello.

Ese maldito idiota, ese maldito idiota.

El sonido de su voz aún podía escucharlo, todavía estaba ahí conmigo, el olor de su cuerpo, la poca calidez que había en su mirada para mí ahora.

No podía arrepentirme de intentarlo, pero si por fallar.

Ya no tenía nada, absolutamente nada.

Él era todo en mi vida, no había nada más que deseara con tanta intensidad que tenerlo y verlo depender de mí.

Había sido tan tonta pensando que él se quedaría por tanto tiempo, maldición.

No era amor, eso lo sabía, yo no lo amaba de la forma que merecía, mi forma de amarlo era miserable y caótica, mi forma de amarlo era un capricho muy grande.

No te amo Haruka, pero ojalá tú me amaras lo suficiente cómo para sufrir por mí.

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