Narra Kawaki

Ya ha pasado la mitad de mi asqueroso día, las clases son infernalmente aburridas, lo único que quiero es irme a mi casa y dormir lo que queda de día.

Como todos los días en los que me aburro y me vale madres los horarios de clases es cuando me voy a la azotea.

Me encanta ese lugar, es realmente tranquilo y agradable, quizás lo único mejor que este establecimiento tiene.

Una vez allí y a la hora de abrir la dichosa puerta que me daba el acceso al lugar al que quería llegar, esta fue abierta por alguien más, pero desde el otro lado.

Una chica se quedó viendo por unos segundos a lo que yo solo me hice a un lado caballerosamente para que pasara por mi costado.

Ella lo hizo pero antes de que cerrara la puerta me habló:

- Kawaki...

Yo volteé algo desconcertado

¿Sabe mi nombre?

- Si, ¿Que quieres?

Solté con desgano

- ¿No vas a entrar a clases?

Preguntó ajustando sus gafas, un gesto que me pareció un cliché para aquellos que usan gafas.

- No, ¿Algún problema?

Respondí volteando completamente para verla bien.

- Para nada

Dijo mirándome fijamente a los ojos mientras que entre sus manos sostenía un libro que parecía ser de poesía.

- Sólo, era una pregunta, hasta luego

Habló finalmente alejándose

- Hoy tenemos examen...

Fue como un balde de agua fría, si bajo una décima de mi promedio mi madre va a matarme.

- ¡¿QUE?!

Ella volteó a verme nuevamente

- ¿Tienes buena memoria?

Preguntó

- ¿Que tiene que ver eso?

- Sólo respode, si o no.

Exigió de manera estricta

- Si

Me limité a responder, está chica
da miedo

-Toma, ahí están mis apuntes del cuestionario que evaluará Shino sensei.
Si lo memorizas de seguro te va bien.

Avanzó hasta mi entregando un papel en cual estaban escritos en perfecta caligrafía una serie de respuestas que me resultaban conocidas de esas clases tan extensas y aburridas.

-Suerte, Kawaki.

Dijo para irse sin siquiera darme tiempo de agradecerle.

Ya recordé quién es esa chica.

Es Sarada Uchiha

En todos, absolutamente todos los salones siempre hay una cerebrito, y pues Sarada era la cerebrito de nuestro salón.

Es poco sociable, siempre está leyendo o simplemente escribiendo.

No es que la observe todo el tiempo es solo que siempre me la encuentro en los mismos lugares en los que me gusta estar.

No pensé que fuera tan, amable

Por lo menos no voy a sacar cero, estas respuestas están bien argumentadas y resumidas, claro le cambiaré algunas cosas para que no sean exactamente iguales o voy a meterla en problemas.

Una vez dentro del salón el profesor me regañó por llegar tarde, pero para mi sorpresa.

- Es mi culpa Shino sensei...

Habló Sarada en mi defensa

- Lo envié con el director Naruto y este salió a una reunión, lamento mi error.

Hizo una leve inclinación dejando a todos boquiabiertos.

Claro

¿Que hacía la niña perfecta defendiendo al pandillero del salón?

- No, no hace falta que te disculpes Sarada, pasa Kawaki, casi empieza el examen.

Habla Shino sensei algo nervioso, vaya esto es raro.

Una cosa es ayudarme en el examen pero otra muy distinta es salvarme de un regañó arriesgando su pellejo.

- Gracias Shino sensei...

O más bien

Gracias, Sarada

No pensé que podrías llegar a ser tan amable, conmigo