Nuestra pequeña Rosie

Rosie hablaba de su día en la escuela mientras jugaba con sus muñecas, John y Sherlock estaban sentados en sus respectivos sillones, el rizado leía el periódico y el rubio tomaba un té relajándose, aunque los dos estuviesen exhaustos de resolver crímenes toda la mañana escuchaban a la pequeña con una sonrisa cansada.

- Papá Sherlock, ¿Quieres jugar conmigo?
Los dos adultos se vieron por un momento, Rosie lo había dicho con tanta naturalidad que John casi escupe el té.
John y Sherlock se habían quedado pasmados al escuchar a Rosie, John se acercó a ella, arrodillandose quedando a la altura de su pequeña de cinco años.
- Rosie... ¿Puedes repetir lo que dijiste?

Rosie vió a su padre sin entender muy bien, pero lo obedeció.
- Papá Sherlock, ¿Quieres jugar conmigo?...
John volteó a ver a Sherlock, quien veía a Rosie sin decir nada, cuando se quedaba sorprendido eso hacia, se quedaba estático y pensativo.
- Rosie- le dijo John haciendo que su hija lo viera- Sherlock esta cansado, ¿Te importa si no juega hoy contigo?

La pequeña negó con la cabeza con una sonrisa.
- ¿Puedo ir con la señora Hudson?
- Claro- dijo su padre acariciando el cabello de su hija
Rosie bajó las escaleras con sus muñecas dejandolos solos.

John se levantó y vió a su amigo, tenía sus manos entrelazadas y abajo de la barbilla, lo que significaba que estaba pensando, decidió volver a su sillón y terminar su té, sabía que en esos momentos Sherlock no hablaría hasta que despejará su mente.

Pasaron unas horas, John fue por Rosie abajo y subieron a la planta alta, al llegar vieron a Sherlock en su pijama recostado en el sofá aún sin decir palabra.
- Saldremos a cenar, ¿Quieres acompañarnos?- le preguntó John
Rosie vió a Sherlock y se preguntó que era lo que pensaba, aún no entendía porque a veces se la pasaba días sin hablar y otros estando más hablador que ella.

Soltó la mano de su padre y fue hasta el rizado, quien la vió de reojo por un momento.
- ¿Papá Sherlock?- John se tensó, no sabía como reaccionaría esta vez su amigo- ¿Puedes acompañarnos? Quiero platicarte de como descubrí como un compañero había escondido el lapicero de mi amiga

Sabía que a Sherlock le encantaban los misterios y a su corta edad había aprendido muchísimo de como atrapar al culpable gracias a él, y utilizaba esos métodos de deducción cuando había un misterio en su escuela.

Sherlock la vió y luego a John, dedujo que estaba tenso, sin saber que respondería, vió de nuevo a Rosie, tenía el mismo color de ojos de John, un azul más oscuro que los suyos, tenía una mirada que suplicaba que le dijera que si.

Suspiró y se levantó del sofá caminando a su habitación.
- Ire a cambiarme- dijo para después cerrar la puerta
John y Rosie esperaron unos minutos para que Sherlock saliera con un pantalón y zapatos negros y su camisa morada, tomó su familiar abrigo y los tres bajaron saliendo del 221B de Baker Street.

Fueron a un restaurante italiano que John había querido probar desde que lo vió.
Se sentaron en una mesa cerca de la ventana, la mesera que los atendía le había dejado una hoja blanca y unas cuantas crayolas a Rosie para que pintara y no se aburriera de esperar a la comida.

Mientras dibujaba le contaba a Sherlock sobre como había descubierto al ladrón del lapicero.
- Entonces me di cuenta que Jason veía a varios lados del salón sudando, y que veía su mochila con desesperación, entonces le dije a la maestra que él había sido, lloró un poco porque lo había delatado, pero mi amiga me agradeció

John la veía con sorpresa.
- Muy buenas observaciones Rosie- dijo Sherlock con una sonrisa- estas aprendiendo muy rápido
- Sí, no debería dejar que se juntara tanto contigo- dijo John tomando un poco del té que había pedido
Rosie vió a su padre con tristeza.
- ¡¡Pero me gusta pasar el rato con Papá Sherlock!!

Sherlock se quedo estático de nuevo y John lo vió de reojo y luego a su niña.
- No, no, Rosie, no lo decía en serio, es sola una expresión, puedes pasar todo el tiempo que quieras con Sherlock
Rosie se limpió el rostro ya que unas cuantas lágrimas habían logrado salir de sus ojos azules.
- Bueno, bueno, ¿Pero por qué esa cara?- había dicho la mesera al llegar con los alimentos
- Pensé que me separarian de mi Papá- dijo sorbandose la nariz
- Oh cariño- le dijo la mesera con una sonrisa dejándole la pasta que había pedido enfrente de ella- no creo que eso pase- dijo sirviendo los platos de los adultos- se ve que tus papás se quieren mucho- le mostró una sonrisa que Rosie correspondió

John quería decirle que no eran pareja, como siempre trataba de aclarar, pero esta vez creyó que no era necesario, no quería entristecer a su pequeña de nuevo.
- Es más, te traeré un helado de cortesía para que vuelvas a poner esa linda sonrisa, ¿Te parece?- preguntó viendo a Sherlock y a John un momento

El rubio le asintió con una sonrisa.
- Eso me gustaria- dijo ya mas feliz Rosie
- Muy bien, volveré después- dijo para ir a atender a las demás mesas
Comieron en silencio, bueno, por lo menos Sherlock y John ya que Rosie hablaba de más cosas que le habían pasado en la escuela mientras acababa su comida y su dibujo.

Después de que la mesera recogiera los platos, le trajo un helado de chocolate con crema batida a la rubia.
- Como se dice Rosie- le susurró John
- ¡Muchas gracias!- dijo con una sonrisa empezando a comer
- No hay de qué, me alegra que te guste- dijo retirándose

Cuando Rosie acabo su helado pagaron la cuenta y se dirigieron de nuevo al 221B.
Llegando saludaron a la Sra. Hudson subiendo a su departamento.
John acompañó a Rosie a su habitación arriba a cambiarse y lavarse los dientes.
Ya estando arropada en la cama, John le dió las buenas noches llendo a la puerta.
- ¡Papá!- lo llamó Rosie
- ¿Qué pasa querida?

La rubia sacó una hoja doblada del cajón de su mesa de noche, dandosela a John.
- ¿Podrías enseñarsela a Papá Sherlock? ¿Y colgarla en el refrigerador?
- Claro que sí- dijo guardando la hoja, aún doblada en su pantalón
- Me gustaría que la vieran juntos y me dijeran si les gusto
- Por supuesto que sí, pero mañana por la mañana, es hora de dormir
Rosie asintió acurrucandose cerrando los ojos, John cerró la puerta.

Antes de bajar, abrió la hoja y vió el dibujo que había hecho su hija, se quedó en shock un momento, tenía que hablar con Sherlock, de varios asuntos.
Bajó a la cocina donde estaba sentado Sherlock viendo algunos papeles concentrado.
- ¿Sherlock?- le llamó John
El rizado lo vió por un momento guardando los papeles.
- John... te estaba contando de este nuevo caso y me gustaría que le echarás un ojo
- Sherlock... no estaba aquí, estaba arriba arropando a Rosie

Sherlock se le quedo viendo un momento.
- Oh... lo hice otra vez- susurró
John asintió divertido, Sherlock volvió a su labor de hacer espacio en la cocina poniendo los papeles en la mesa que tenían en la sala.
- Sherlock tenemos que hablar- dijo ya que su amigo volvió a la cocina
- Que sea importante, debo ir a mi palacio mental para resolver este caso
- Oh... es importante- le dijo dándole la hoja

Holmes se le quedó viendo sin entender que era tan importante en esa hoja, que obviamente era papel muy barato lo que significa que era, probablemente, de un restaurante.

Abrió la hoja y todos sus sentidos deductores dejaron de funcionar por un segundo.
- Ohh...- dijo volviendo a doblar la hoja dejandola en la mesa
- ¿Es lo único que dirás?- le preguntó Watson tomando la hoja y llendo al refrigerador para ponerle un imán
- ¿Qué estas haciendo?- dijo Sherlock

John sacó una pequeña risa.
- Tranquilo Sherlock, tampoco es que vaya a explotar o algo así
- Lo sé John, no soy un idiota, la pregunta sería, ¿Por qué?
- Rosie me lo pidió, dijo que queria que viéramos el dibujo juntos y que lo colgará en el refrigerador
- Pero no lo vimos juntos...- dijo Sherlock poniendo sus manos abajo de su barbilla- tú solo me diste el dibujo para que lo viera, lo viste después de dejarla en su habitación, ¿Cierto?

John suspiró, a veces él podía ser un idiota.
- ¿Y qué si la vi primero? Tenia curiosidad, eso es todo
- No te culpo- dijo Sherlock- ha sido un día muy raro
El rubio se acercó a él- Y es por eso que debemos hablar, escucha, se que fue algo inesperado lo que paso en la tarde, pero debes aceptar que Rosie te ve, sorprendentemente, como una figura paterna
- Muy mala idea- susurró el rizado

John lo vió y suspiró.
- Sherlock...
- No John- dijo alejándose de su amigo- solo... debo pensar
- ¡No!- gritó, pero bajo la voz al recordar que Rosie dormía- escúchame Sherlock mi hija te considera como un padre, quieras o no, y debes aprender a aceptarlo
- Ese no es el problema...

El rubio lo vió confundido.
- ¿Entonces por qué has estado así?
Sherlock lo vió y se pasó sus manos por su cabello.
- No la quiero decepcionar...
John lo vió sin entender de lo que hablaba- ¿Qué?
- Ya me oíste John, no quiero decepcionar a Rosie
- Sherlock, ¿Cómo decepcionarias a una niña de cinco años?
- Solo imagínate esto John...- le dijo quedando frente a frente, haciendo que el rubio levantara la mirada un poco por la diferencia de altura- tú y Rosie entrando al departamento, ella contándote alguna historia, suben las escaleras abren la puerta de la sala y ella me ve drogado a más no poder, estando hiperactivo hablando hasta por los codos, solo imagínate eso... Que ella me vea en mi peor estado y deje de verme como un padre, que tenga que sentir la culpa todos los días por haberla decepcionado y a ti también...

No pudo terminar de hablar ya que John tomo su rostro y lo besó, callando a Sherlock quien lo veía sorprendido.
Aunque pareciera increíble de decir, JAMÁS hubiese pensando que John lo fuera a besar, pero tenía que admitir, que muy adentro de su palacio mental tenía una habitación con ese mismo momento de diferentes maneras.

John quito sus manos del rostro de Sherlock y lo vio serio.
- Tú jamás me decepcionarias Sherlock, y tampoco a Rosie, además, hace años que dejaste tu adicción
- ¿Pero que tal si vuelvo a caer en ella? Jamás me lo perdonaría...
Otro beso, -¡Dios! John debe de dejar de hacer eso- pensó Sherlock, hacía que su mente se nublara y no pudiese pensar con exactitud
- Pero no lo harás porque te importa Rosie y te importo yo

John volvió a besar a Sherlock, quien esta vez cerró sus ojos disfrutando del beso, puso sus manos en la mesa acortando más la distancia entre él y John.
Pararon y se vieron un momento.
- Sabes que los dos me importan...- empezó a hablar Sherlock, pero John le dió otro beso pequeño esta vez rodeando el cuello de Sherlock con sus brazos- prometi que los cuidaría...- otro beso- aunque fuese lo último...- otro beso- John por...- otro beso- John basta... no me dejas pensar

Pero John no le hizo caso dándole un beso aún más largo.
- Vaya... no puedo creer que pueda hacer que el Gran Sherlock Holmes deje de pensar por un momento
- ¿Por qué?- dijo antes de que John lo volviera a besar
John bajo sus manos para ponerlas en sus bolsillos, dando a entender a Sherlock que estaba pensando en como decirle lo siguiente
- Porque... al ver el dibujo de Rosie, no pude evitar pensar que tal vez podríamos ser una familia, se que suena muy cursi, pero es lo que siento, ¡Dios Sherlock! no sabes desde hace cuanto siento esto... Tal vez empezó desde que me volví a mudar contigo, para estar cerca de ti otra vez...

John poso su mano izquierda en la mano derecha de Sherlock tomándola y entrelazando sus dedos.
- Te quiero... no sabes cuanto- dijo para besarlo nuevamente
Eso hizo que la habitación mejor asegurada en el palacio mental de Sherlock se abriera y dejará de reprimir ese sentimiento.

El rizado separo sus labios y junto sus frentes haciendo que los dos se quedaran con los ojos cerrados disfrutando del momento.
- Sabes que no soy bueno con los sentimientos...
- Lo sé, y no debes de decir nada...
- Pero quiero...- dijo Sherlock abriendo los ojos- te quiero John

El rubio también abrió los ojos y se besaron esta vez haciendo que se movieran hacía el pasillo que dirigía a la habitación de Sherlock, pero este chocó con el refrigerador tirando el dibujo de Rosie.

John lo recogió y los dos lo vieron con una sonrisa, en el dibujo se observaba el típico Sol en la esquina con algunas nubes y abajo algunas líneas que se entendían que era el cesped estaban tres figuras.
A la izquierda estaba una figura con cabello rubio en el que Rosie había puesto arriba "Papá", en el medio una figura más pequeña, con cabello rubio, arriba decía "Yo" y por último a la derecha una figura con cabello negro que decía "Papá Sherlock", en el dibujo John y Sherlock tomaban de la mano a Rosie.

Los dos vieron el dibujo y John lo volvió a poner en el refrigerador.
- No puedo creer que todo esto haya pasado por Rosie
- Nuestra pequeña Rosie...- dijo Sherlock con una sonrisa que compartió John
Los dos se besaron con cariño agradeciendo en el interior de sus corazones a Rosie.



































































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Se que es un One-shot pequeño, pero me gusto mucho como quedo, se que llego MUY tarde al fandom de Sherlock, y que probablemente ya no haya gente que lea fanfics de la pareja, pero no me importa, me ENCANTA el Johnlock y al terminar la serie se me ocurrió esta idea que no pude evitar escribir.
Espero que les haya gustado <3

Sin más que decir
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