Prólogo 6 de Noviembre

Justicia. Esa palabra que siempre dice la marina para dar seguridad a los civiles pero que no es más que un engaño para que confíen en ellos. Hace mucho tiempo que yo ya confirmé que el significado de esa palabra no existe, que es mentira, una patraña. Ya no creo en la justicia. ¿Por qué? Sencillo. Si los marines hubiesen sido justos, no habría habido una nueva guerra aun peor que la que se desencadenó en Marineford hace más de diez años y mis padres no habrían muerto.

Pero toda la culpa no es de la marina. Mis padres se podrían haber salvado gracias a los cuidados de mi antiguo tío Chopper. Así es, antiguo. En realidad, yo me crié con los mugiwara. Pasé casi toda mi vida en el mar navegando con ellos puesto que mis padres eran miembros de la tripulación. Será mejor que diga quienes son mis padres, ¿verdad?

Mi nombre es Roronoa Kaito. Soy el hijo de los difuntos mugiwara El Cazador de Piratas Roronoa Zoro y La Gata Ladrona Nami. Soy pelirrojo al igual que mi madre pero tengo un mechón de pelo de color verde heredado de mi padre. Mis ojos son iguales a los de mi padre y de color negro como la noche. Siempre me han dicho que soy clavado a mi padre pero que en carácter me parezco más a mi madre. Peleo con las espadas pero también sé pelear con los puños y los pies. También tengo a mi disposición el clima-tack de mi madre, pero todavía no lo he usado en ninguna ocasión. Ni siquiera sé cómo funciona. También otra virtud que he heredado por parte mi madre es la navegación y la orientación.

Actualmente soy un Shichibuckai con una recompensa de trescientos millones de beris, algo alta a decir verdad, ya que ni siquiera tengo todavía los veinticinco. El mismo año que estalló la guerra, me comí la Ope-Ope no mi. Law-san murió asesinado por un marine. Lo bueno de todo eso fue que ahora está con su familia y con Rocinante-san.

Vivo con mi tía Nojiko y mi tío Mihawk y con mi prima Naomi. Dejé el Sunny en cuanto mis padres murieron. Me trae muchos recuerdos. Allí, aparte de ser el lugar en donde murieron mis padres, fue donde yo nací. Una vez le pregunté a mi padre sobre el tema.

Flashback

-Venga papá, ya has terminado de entrenar. Ahora respóndeme a mi pregunta.-le suplico en el comedor.

-Voy voy. Eh...¿cuál era la pregunta?

-¡Sé que te acuerdas!

-Jajajaja. ¿Tanto se me nota cuando miento?

-Sí.-digo enfadado.

-Vale, vale. No te enfades. Tú naciste aquí, en el Sunny.

Flashback Pvo Zoro

Ya era de noche, muy de noche. La fiesta había terminado hace rato y todos se habían retirado a sus camarotes y dormían.

Yo desde hacía rato no podía dormir. Tenía un mal presentimiento. Minutos después volví a dormirme, pero algo me despertó.

-¡Zoro despiertaaaa!-me sobresalté.

-¿Nami? ¿Por qué me...

-Creo que va a nacer.-eso fue suficiente para que decidiese ir a por Chopper.

-Vuelvo enseguida.-fui corriendo al camarote de Chopper. Golpeé la puerta numerosas veces hasta que me abrió.-Chopper es urgente. Nami va a...

No tuve que decir nada más. Él me entendió perfectamente.

-¡ZOOROOO!-oímos al llegar.

-¿Qué pasa Nami?-llegué a su lado tan rápido como pude.

-¿Qué sientes Nami?

-Dolor, mucho dolor...cada vez va a más.

-Necesito que salgas Zoro. Trabajaré mejor a solas.

-No Chopper. Yo me quedó.-dije decidido.-Se lo prometí.

Miré a Nami. Tenía los ojos cerrados y su cara expresaba angustia y malestar. Apretó los dientes con fuerza y se agarró a la almohada. Echó la cabeza hacia atrás y volvió a gritar.

-Respira. La contracción ya pasó. Por favor Zoro, vete.

-¡Ya te he dicho que no me pienso mover!

-Zoro...-dijo casi sin voz.-Sal un momento. Cuando vaya a nacer...yo te aviso.-apoyó la mano sobre mi mejilla.-Lo prometo.

-No me puedes pedir que me vaya cuando te estoy viendo en este estado.

-Por favor Zoro.

Dudé por unos instantes pero al final acepté.

-Volveré pronto.-besé su frente y, prácticamente, Chopper me sacó, que digo sacar, ¡me expulsó del cuarto!

-¿A qué viene tanto ruido marimo?

No contesté. Simplemente me quedé de pie en frente de la puerta.

-Es navegante-san, ¿verdad?-en serio, ¿cómo es que siempre se entera de todo?

Yo, por mi parte, asentí con la cabeza.

-Nami es fuerte. No tienes que preocuparte.

-No solo me preocupo por Nami. También por el bebé.

-Voy a hacer café. ¿Quién quiere?

Casi todos levantamos la mano. Yo también la levanté. Creo que me ayudará a tranquilizarme.

En el comedor nadie decía ni una sola palabra.

-¿Hace cuánto que empezó?-rompió el silencio.

-¿Eh?

-Me refiero a navegante-san.

-Hace bastante poco. Apenas hace unos minutos he llamado a Chopper.

No tenía ganas de hablar. Al menos hasta conocer el estado de Nami.

Fin del Flashback

-Así que le estás contando eso.

-Creo que si no lo hacía no me iba a hablar en un tiempo.

-Se podrá parecer a tí, pero tiene mi carácter. Creo que seguiré yo.-se sentó sobre mis piernas y después sentó a Kaito sobre las suyas.

Flashback Pvo Nami

Estaba agotada. Los dolores eran cada vez más continuos y mayores.

Otra contracción provocó que me mordiese el labio para ahogar un grito.

-¿Cuánto queda...Chopper?

-Todavía no es el momento.

-Mierda...

-Intenta dormir.

-Es lo que llevo intentando toda la noche. Pero los dolores no me han dejado. Pensaba que no era nada hasta que he sentido un fuerte pinchazo.

-Te he puesto un poco de anestesia para que puedas descansar un poco.

-Gracias Chopper.

Pvo Zoro

Mierda mierda. ¿Qué está pasando ahí dentro? ¿Por qué tardan tanto? Ya es de día y todavía no sé nada del estado de Nami y de nuestro hijo.

-¿Cuánto llevan ya?-pregunta Franky.

-Cinco horas.-respondí al segundo de oír la pregunta.

-Ese niño va a salir vago.-comentó el ero-cook.

-¿Qué dijiste?-le agarré por el cuello de la camisa.

-No peleen en estos momentos. Ahora tenemos que estar atentos con Navegante-san y el bebé. Así que nada de peleas por un tiempo.

-Sí, es verdad.

-Como tú digas Robin-chwan.

-¡CHOPPEER!-la oí grirar desde fuera. Eso me preocupó todavía más.

-Tranquilízate Zoro.-me dijo Luffy mientras comía Tokayaki.

-¿Qué me tranquilice? ¡¿Qué me tranquilice?!-grité perdiendo los nervios.-¡¿Cómo quieres que me tranquilice tras haber oído a Nami gritar de ese modo?!

-Zoro...

-¿Qué pasa Chopper?-me calme.

-Es hora.

¿Ya iba a venir? ¿Ya era el momento?

-¿Zoro?

-Ah sí. Ya voy.

Entré al cuarto y me encontré a Nami tumbada en la cama. Estaba toda sudada y se podía notar que estaba cansada y no me extrañaría. Llevaba toda la noche así. Agarraba con fuerza la almohada en la que apoyaba la cabeza.

A diferencia de cuando yo estaba, ella ahora llevaba el pelo recogido en una coleta alta dejando escapar su característico mechón pelirrojo. Para ello había empleado el pañuelo que suelo llevar anudado en el brazo. Desde que cumplí mi sueño no lo he vuelto a usar y al final Nami le dio ese uso.

-Es hora Nami.-le cogí la mano.

-Lo sé. No te vayas.

-No me iré.

-Bien Nami. Sigue mis indicaciones y terminaremos enseguida.

Para Nami todo pasaba muy lento, como si no fuese a terminar nunca. En cambio para mí todo pasó muy rápido.

-Ya casi está. Espera a mi señal.

-Venga Nami. Tu puedes.

-Duele...no puedo.

-Si que puedes. Tranquilízate y respira.

-Solo quiero que esto acabe.-soltó alguna que otra lágrima.

-No llores. Todo va a estar bien, ¿me oyes?

-¡Aaaah! Arf, arf.

-Ahora hay que esperar a la siguiente.

-No puedo...

-Nami, escúchame. Puedes hacerlo. Va a salir ya mismo.

-Solo una vez más.

-Venga Nami.

Después de que Nami apretase por última vez mi mano con todas sus fuerzas y gritase se dejó caer en la cama mientras oíamos unos llantos.

-¿Ves Nami? Ya está aquí.

-Jeje, es un niño Nami.

-Mi pequeño...déjalo aquí.-señala su pecho.

Tanto Nami como yo soltamos alguna que otra lágrima. Chopper dejó al bebé sobre el pecho de Nami y lo tapó con unas mantas.

Cuando mi cuerpo reaccionó, aparté las mantas de la cara de nuestro pequeño mientras Chopper cubría a Nami y al bebé con la sábana de la cama.

De la noche a la mañana me había convertido en el padre de un niño pelirrojo de ojos negros.

-Es una monada.-dice exhausta. Con su mano peinaba los cuatro pelos que tenía.

-¿Algo tan pequeño puede tener vida?-mi pequeño agarró mi dedo.

-Ya ves que si. ¿Pensaste un nombre?

-No se me ocurre ninguno. ¿Y a tí?

-¿Qué te parece Kaito?

-Roronoa Kaito...¿por qué no?

-Decidido. El pequeño Kaito. Lo que he sufrido por este renacuajo.

-Yo estoy orgulloso.

-Yo también.-apoyó su mano en mi mejilla.-Te amo.

-Yo también te amo.-con una mano le aparté mechones sueltos que tenía por la cara y la besé como muchas veces había hecho.

Ella me correspondió y el beso se iba tornando apasionado.

Apoyé mi mano sobre la mano que Nami tenía sobre nuestro hijo, sobre nuestro pequeño.

-Esto...tengo que llevármelo para unas pruebas.

-Ah si si.-Le entregué a Kaito.-Bueno, ¿dónde estábamos?

-Ven aquí.-me volvió a besar.

-¿Se puede?-gruñí fastidiado. Nos habían estropeado el momento.

-Adelante Robin.

-Felicidades a los dos padres.

-¡Nami-swaaaaaan! ¡¿Te duele algo?!

-No Sanji-kun.-decía muy incómoda por esta situación.

-¿Dónde está?-entra Luffy.

-Chopper se lo ha llevado para unas pruebas.-respondo.

-Que no puedo hacer si no está dormido. Suele ser más cómodo.-Kaito lloraba en sus brazos.

-Déjalo aquí Chopper.-le dijo Nami y el pequeño reino hizo caso al instante.-Ya Kaito. No pasa nada. No llores.

-¡Un minimarimo!

-No grites. No quiero que se vuelva a despertar.

-Hay que bañarlo.

-Zoro, ve tú por favor. Yo quiero dormir un rato.

-Está bien.-lo cojo en brazos con cuidado.-Vuelvo en unos minutos.

-O mejor en unas horas.-bromea.

-Te dejamos descansar. Debes de estar agotada.

-No sabes cuánto Robin.-todos reímos.-Pero, mereció la pena.

Con Chopper me fui al baño y bañamos a Kaito tranquílamente. Después al ver que todavía era muy pronto para ir con Nami, Chopper empezó con las pruebas de Kaito.

-Bien, con esto terminamos.

-Ven Kaito.-lo coloqué contra mi pecho.-Ya ha terminado.

-Dentro de una semana tendré que hacerle unas pruebas.

-Está bien. Me voy con Nami.

-No estoy muy seguro de si estará despierta. Le he puesto algo de anestesia para que duerma bien.

-Tranquilo. Sino esperaré tranquilamente. No hay prisa.-me fui al camarote que compartía con Nami.

Todavía estaba durmiendo y no me apetecía despertarla. Me senté en una silla al lado de la cama y me quedé mirando por la ventana. De vez en cuando también me quedaba mirando a Kaito. Con él me sentía completo.

Sin saber como había empezado a nevar. Es posible que estemos cerca de Sakura. Noté que Nami me miraba.

-¿Ya te despertarte?

-Sí. Necesitaba dormir.

-¿Te duele algo?

-¿Ha llorado mucho mientras estaba dormida?

-Bueno. Con las pruebas...y el baño no es que le haya gustado demasiado.

Un ruido por parte de Kaito nos llamó la atención. Le destapé la cara y pude observar que seguía durmiendo. Solo había sido un suspiro.

-Shh. No pasa nada.-acaricié su espalda.-Kaito poco a poco iba abriendo los ojos, o eso intentaba, pero el cansancio podía con él. Ahora no paraba de estirarse.

-Déjalo aquí Zoro.-con la mano me señaló la cama. Yo sin dudarlo obedecí.- Mi pequeño...-acarició su mejilla. En ese momento abrió los ojos.

-¿Ya te has despertado Kaito?

Kaito se quedó mirando a Nami.

-¿Qué pasa Kaito?-le sonríe.-Soy tu mamá.

-Ya se ha vuelto a dormir.

-Es un recién nacido. No tiene nada de raro. ¿Sabes cuánto tendré que estar en cama?

-Chopper me dijo que dos días como mucho. Esos dos días Kaito tendrá que dormir contigo. Ordenes de Chopper.

-No me molesta. Zoro. ¿Qué día y hora es?

-Es...-miré el calendario.-6 de Noviembre y son las...-miré el reloj de pared.-5:30 a.m.

-Pronto es tu cumpleaños. No tengo ni idea de que regalarte.

-Ya lo has hecho Nami. Kai es mi regalo, es nuestro regalo.

Fin del Flashback Pvo Nami

-Espera. Sí nací siendo pelirrojo, ¿por qué tengo este mechón peliverde?

-Eso te salió al mes de nacido

Flashback

-Nami, ya llegamos a Alabasta.

-Ahora salgo.-fui hasta la cuna y cogí a Kaito en brazos.-Vamos Kai. Vas a conocer a tu tía Vivi.

Cuando pasamos por en frente del espejo que teníamos colgado de la pared, vi que en la cabeza de Kai había algo verde. Le aparté el gorro y no era nada que llevase pegado, sino que uno de sus mechones era peliverde.

-Ya verás como tu padre se va a poner contento cuando lo vea.-lo alcé para quedar frente a frente.

-¿Por qué tardas tanto Nami?-se percata del mechón.-Ah vale. Que Kai tiene algo en el pelo.-niego con la cabeza.-¿Entonces?

-Si que es algo relacionado con su pelo, pero no tiene nada en él. Es natural. Kai tiene algo de peliverde.

-¡¿Es en serio?!-lo coge y ve el mechón.-¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Un ojo de cada color?-le pregunta a Kai como si él supiese la respuesta.

Fin de los Flashback

Por suerte lo de tener doble color en los ojos no llegó a suceder. Volviendo a lo que estaba contando. Mis padres no fueron tratados debido a una orden que dio el capitán de la tripulación, Mugiwara no Luffy también conocido como Monkey.d.Luffy, el Rey de los Piratas. Pero mejor empezemos a contar todo desde el principio, pero no de mi vida, sino de la guerra, la Segunda Guerra de Marineford.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top