2 Adiós, para siempre.
-Kai...lo siento.
-Esto era...lo último que queríamos para tí. Adiós Kaito.
Desperté de golpe en mi camarote con esas palabras en mi cabeza. Cuando me iba a levantar, una punzada de dolor me hizo volver a la cama. Todo mi cuerpo estaba vendado de pies a cabeza.
Me vestí y salí a pasear a la playa. Me daba igual estar vendado. Ahora tenía que desahogarme. La imagen de mi madre muriéndose delante de mis ojos me atormentaba. Sin pensarlo dos veces me empecé a dar cabezazos contra la pared del acantilado.
-Kai...lo siento.
-¡FUERA DE MI CABEZA!-grito fuera de mí.-¡Fuera, fuera, FUERA!
Alguien se acercaba. Era el tío Mihawk.
-La guerra ha...
-¡No digas nada! Ya sé que ha terminado. Pero, dime, ¿es cierto? ¡¿Mis padres han muerto?!
-Sí.-tardó en contestar.
-Dime que es una broma. ¡Dime que todo esto es una broma de mal gusto y que mis padres todavía siguen vivos!
-Eso quiero decirte, pero no es la verdad.
Eso era lo único que necesitaba oir para echarme a llorar. El tío Mihawk se acercó a mí y me abrazó para que me desahogara.
-Tío Mihawk. Lo acepto. Acepto el puesto de Shichibuckai.
-¿Estás seguro?
-Sí. Voy a dejar la banda.-dije serio y decidido.
-¿Sabes quién fue?-preguntó tras unos minutos en silencio.
-¡Si les tratas vivirán en unas condiciones espantosas! Es mejor que no sufran. Desconecta todo.
-No sé quién fue el marine que los hirió, pero sé quién los mató.
-¿A dónde vas?
-Al Sunny, a solucionar unos temas que tengo pendientes.
-¿Dónde estabas Kai? Tienes que reposar.
-Ni me hables Mugiwara.
-¿Qué te pasa Kaito?
-Tú...tú los has matado.
-¿Eh?
-Deja de fingir, sé lo que le dijiste a Chopper.
-No es lo que...
-¡Mentira!-le interrumpo.-¡No lo niegues ni lo intentes ocultar! ¡Has matado a mis padres!
-Kai baja la voz.
-¡No vuelvas a llamarme Kai Mugiwara!
-¿Qué está pasando aquí?-poco a poco todos iban saliendo al oír el escándalo que se estaba montando.
-Kai, tranquilízate.
-¡No quiero! ¡No te atreves a dar la cara y a decir que tú eres su asesino!
-¿Luffy? ¿De qué habla Kai-kun?
-¿K-kai?
-¡Qué nadie me vuelva a llamar de esa manera!
-Es verdad. Yo le dije a Chopper que no les tratase. Pero era para que no sufriesen.
-¡Más mentiras!-cada vez estaba más enfadado.-¡Lo que pasa es que no soportas que Ace no se pudiese salvar y mis padres y mi hermano sí! ¡ERES UN MALDITO EGOÍSTA!
Del golpe que me propinó Luffy acabé en la otra punta del barco. Las heridas se me habían vuelto a abrir y no me podía mover por el dolor. Lentamente se acercaba a mí. Mei se interpuso pero Luffy la apartó.
-Ni se te ocurra volver a mencionar a mi hermano.-decía mientras se acercaba lentamente.-¿Me oyes Roronoa?-decía con odio en cada palabra que pronunciaba.
-¡Papá no!
-Tócale un solo pelo a mi sobrino, y te rebano.-decía el tío Mihawk, tan sereno y frío como siempre, mientras sostenía su espada apuntando al cuello de Luffy.
-No te metas Mihawk.
-Si que me meto Mugiwara. Porque estás ante el nuevo Shichibuckai.
Todos se sorprendieron al escuchar eso. No me extraña. Les dije que no aceptaría el puesto. Pero todo esto me supera, y no puedo seguir con ellos, sobretodo cuando el capitán me ha traicionado, tanto a mí como a mis padres y a mi hermano.
-Kai...¿Es eso cierto?-me pregunta Mei dolida.
-No me vuelvas a llamar Kai. Ninguno de vosotros tiene derecho a llamarme así. Yo soy Roronoa Kaito, un Shichibuckai.-me incorporo.-A partir de ahora no soy un mugiwara. Tened cuidado, sobretodo tú, Mugiwara no Luffy.
-¿Es una amenaza?
-No. Es un aviso.
-K-kai...no te vayas.
-Lo siento Mei, pero no puedo seguir aquí. Ni se os ocurra aparecer por el entierro de mi familia, no estáis invitados. Y será mejor que os marcheis pronto a menos que queráis que la marina aparezca por aquí.
-¡Espera! Todavía tengo una pregunta más.
-¿Y es?
-Déjame a mi Mei-chan.-interrumpe Robin.-Has dicho que ha matado a tus padres y a tu hermano. ¿A qué hermano te refieres Kai-kun?
-Uno, he dicho que no me volváis a llamar Kai, no lo soporto, y dos, me madre estaba embarazada. ¿Algo más?-nadie contesta.-Bien, adiós.
Salté del barco con el tío Mihawk tras recoger todas mis cosas y las de mis padres. Esa sería la última vez que pisaría el Sunny.
-¡Kai! ¡Kaito! ¡Roronoa Kaito vuelve!
Me daba igual cuanto me suplicase Mei, porque nada iba a cambiar. A partir de ahora soy el Shichibuckai Roronoa Kaito, el asesino de marines.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top