Jason Todd:

Malditos. Inmundicia. Escoria. Estos son los maleantes que gobernaban esta ciudad y que ahora la quieren retomar. Pero no por mucho. Yo soy Red Hood. Lo que mi "mentor" nunca entendió fue que no se puede detener el crimen. Quería gobernarlos por el miedo, pero... ¿qué hacía con los que no tenían miedo? Hice lo que él nunca haría (al menos no hasta el final de su vida), los mate.

La lluvia caía sobre el astillero de Gotham. Tenían una charla animada. Ni un poco de miedo. No hasta que se dieron cuenta de que estaba ahí. Planeé mi próximo movimiento y me arrastré por el astillero. Uno de los matones decidió fumar un cigarrillo. Mala idea. Me arrastré detrás de él, lo agarré del brazo, apagué el cigarrillo en su cara y rápidamente le rompí el cuello.

-Pobre imbécil – murmuré para mí mismo mientras trataba de pensar en una razón por la que no era respetuoso decir eso – No... – susurré – No merecen respeto.

Continué mi asalto implacable pero sigiloso, enorgulleciéndome de mi trabajo. Con cada movimiento, me aseguré de que no se desperdiciara impulso y que la misericordia fuera irrelevante. Solo quedaba un cabrón.

-Creo que le daré una gran despedida – dije en voz baja – que el cielo te ayude, porque yo no lo haré.

Caminé detrás de él y le di una palmada en el hombro, y como era de esperar, cometió el error de atacarme. Le rompí la muñeca y lo tiré al frío y duro suelo.

-Necesito algo de información – dije con una voz bastante tranquila – ¿Dónde está el Profesor Pyg?

-¡No te lo voy a decir! – dijo sin miedo – ¡Además, no me matarás!

Obviamente se olvidó de quién era yo. Obviamente, me había confundido con Batman. Un error de novato.

-¿Me parezco a Batman para ti? – respondí –

-Bueno, sí, algo así – dijo con seguridad – Tienes esa insignia en el pecho.

Tenía razón. Pero me recordó que yo no era Batman y que este tipo de interrogatorio estaba un poco pasado de moda. Así que hice lo que solo yo haría. Saqué mi arma y le di un golpe con el cañón en la cabeza.

-Te preguntaré una vez más – grité apuntándole – ¡¿Dónde está?!

-¡Está bien, está bien! – gritó – ¡Tiene su taller en un ático en Chinatown!

-Te lo agradezco.

Y luego apreté el gatillo.

No me juzguen por lo que hago. Hago lo que nadie más hará, libero a esta ciudad del crimen. Dick y Barbara les rompen los huesos, Selina seguramente les volverá a robar, pero ahora que el Régimen ya no está y la vida de picar y correr se acabó, no son capaces de quitar una vida, una vida de inmundicia.

Lanzas a un criminal a la cárcel y... ¿qué pasa? Ellos salen. Ya sea bajo fianza o cumpliendo su condena. Vuelven a salir para poder hacerlo de nuevo.

Recuerdo lo que le dije a Green Arrow cuando se negó a matar una vez:

"¿Asesinato? Déjame preguntarte algo... cuando matas a un animal rabioso, ¿eso es asesinato?"

Joker, Two Face, Penguin, Harley, Riddler... Bruce entendió eso tan tarde.

Solo Catwoman pudo reformarse, y eso quien sabe. Uno nunca olvida sus viejas mañas y lo digo por experiencia. Un caso entre un millón.

Tiene sentido, ¿no? Estoy recuperando esta ciudad. Un cuerpo a la vez.

Aunque tal vez ahora con Dick y las chicas de mi lado, espero que algún día todo termine, y mi guerra contra el crimen también.

***

Barbara Gordon:

-¿Alguna vez deseaste que pudiéramos volver? – me pregunto Dick. Las estrellas se extienden sobre nosotros mientras nos sentábamos sobre el borde de un edificio. De alguna manera, en nuestras locas vidas, este momento es silencioso y tranquilo –

Incline mi cabeza hacia la calidez de Dick, sintiendo su hombro sobre el mío, su brazo envuelto alrededor de mi espalda mientras yo trato de acomodarme mi capa de Batgirl. Mi cabello cae sobre mi hombro, rozando mis rodillas mientras veo hacia el cielo. Las estrellas nunca habían brillado así en Gotham.

Dick se movió a mi lado, acercándose.

-No lo sé – le respondo, volteando para ver las estrellas reflejadas en sus ojos también – A veces quizás. Todo lo que ha sucedido entre nosotros y el mundo en general se ha vuelto... realmente complicado – dejo escapar un suspiro porque lo sé. Invasiones extraterrestres, criminales con súper poderes – Todo esta tan patas arriba, el mundo está cambiando, pero Gotham sigue en pie, y en parte sigue igual.

-Pero ya sabes... – Dick continua después de un momento – No ha sido del todo malo.

-¿Ahh si? – le pregunte. Si alguna vez hubo alguien que pudiera darle un giro positivo a estos últimos años, ese era Dick Grayson –

-A pesar de que ha sido terrible en muchos sentidos... no creo que realmente sería mejor si no me pusiera el traje – contesto Dick, sonriendo suavemente – Lo mismo que nunca hubiera pasado si Bruce no me hubiera adoptado hace tantos años. Las cosas se han complicado, definitivamente. Pero... eso no significa que no hayamos crecido por eso.

-Lo sé – contesto yo, notando que la expresión de Dick se volvió triste – Parece que el multiverso nunca quiere dejar de arrojarnos cosas, ¿eh? – sonreí suavemente, inclinándome – Eso, amigo mío, es una historia muy real. No cambiaría muchas cosas de nuestro pasado. Pero cambiaría mi forma de reaccionar ante algunas situaciones. El tiempo pasa demasiado rápido para que lo desperdiciemos.

-Es agradable – el contesta al fin, acariciando mi cabello – Estar aquí contigo de nuevo... como en los viejos tiempos.

-Si – acepto sonriendo de nuevo mientras trazo con la vista las constelaciones arriba – ¿Si sabes que llegara el día en que me quite el arnés y vuelva a la silla de ruedas?

-Lo se... y el día en que lo hagas, yo seguiré aquí, a tu lado.

Ambos nos sentamos en silencio durante un largo rato y alzamos la vista hacia Gotham City. Hubo un movimiento lento y constante cuando la suave brisa del verano nos cubrió, y el sonido distante de los insectos nocturnos y el susurro de los árboles se desvaneció suavemente en la distancia.

Me hizo formularme la pregunta... ¿Qué es ser un vigilante?

¿Qué es ser Batgirl?

Mi nombre es Barbara Gordon... ¿soy un ángel protector? ¿Una chica convencida de que el destino la había puesto en una silla de ruedas solo para probar lo fuerte que era? ¿O tal vez solo era la hija de un policía que estaba decidido a hacer el bien? Me gusta pensar que solo soy lo último, ni más ni menos.

No había ninguna luz para nosotros en el cielo, nadie miraba en nuestra dirección, nadie nos llamaba. Tal vez nadie supiera que estábamos allí, tan solo unos vigilantes silenciosos que custodiaban la ciudad.

Veo a lo lejos y no veo más que un mar de luces, el corazón palpitante de Gotham, que se abría ante nosotros. No sabemos lo que nos depara el futuro, todavía no, pero sí que, fuese lo que fuese, nos quedaremos aquí. Juntos...

Parece un lugar digno de protección.

No la ciudad, si no el mundo entero.

Es nuestro hogar, y siempre pelearíamos por él, de la manera correcta.

Finalmente Dick se movió y yo mire hacia arriba para verlo sonriéndome.

-Tal vez... esto podría ser un nuevo comienzo – me dice el –

Independientemente de las nuevas aventuras que se avecinan... lo que venga. Siempre es mejor contigo.

Solo hace que me siente, con lágrimas en los ojos mientras lo veo.

-Me gustaría eso... Batman – le sonrió mientras se pone la capucha nueva – Realmente me gustaría.

El tiempo parecía detenerse mientras sonreíamos, y algo en mi pecho parecía desmoronarse.

Tal vez, solo tal vez ambos estábamos bien en este mundo tan complicado.

Después de todo, ambos habíamos mejorado por eso.

***

Dick Grayson:

A medida que pasaba mis años como Robín, hubo momentos en los que consideré colgar la máscara y formar mi propia familia, pero nunca pensé que podría, porque nunca podría quedarme lo suficientemente quieto como para asentarme en algún lado. Primero comencé con los Titans, luego me convertí en el defensor de Bludhaven y ahora aquí estoy, de vuelta en Gotham, como el nuevo Batman. Incluso si Bruce Wayne murió, Batman aún tiene que vivir...

Siempre se esperaba que yo usara la capucha cuando llegara este día, aun así recé para que nunca lo hiciera. Bruce y yo no podríamos haber sido más diferentes si lo hubiéramos intentado, nuestras historias pueden haber comenzado con la pérdida de nuestros padres, pero a diferencia de él, mi tragedia no es todo lo que soy. Bruce siempre abrazó las partes más oscuras de la vida casi hasta el punto en que nada más importaba, dejando poco tiempo para los amigos o incluso para la familia.

Yo debería saberlo, pues el me crió y todavía recuerdo cómo siempre terminaba eligiendo su cruzada por la justicia por encima del niño al que consideraba como su hijo. Incluso si tuviera que convertirme en Batman, no quiero terminar como Bruce, completamente solo, aislándome de las personas que me importan, las personas que eran en cierto sentido, mi familia.

Así que cuando me paro junto a Barbara y Jason, y ahora también Selina, me doy cuenta de que Bruce estaba equivocado. Y entonces veo las calles de Gotham.

Pero sin embargo, veo todo el legado que me dejo, todo lo que significa. Él es mi padre... él y Alfred. Y así como Alfred creyó en Bruce y en su cruzada, yo también creo, de aquí hasta el final de mis días.

Cuando Bruce y yo nos conocimos por primera vez, le pregunté por qué se vestía de murciélago. Me dio una respuesta bastante razonable: "Los delincuentes son un grupo cobarde y supersticioso. Tienes que darles algo de qué tener miedo".

Ahora, represento el legado del Caballero de la Noche. Yo soy el que infunde miedo en los corazones de los criminales. Pero... ¿Qué pasará cuando no tengan nada de qué asustarse? ¿Quién protegerá a Gotham cuando termine la leyenda del Caballero Oscuro?

Realmente no importa ahora. Es probable que no importe durante muchos años.

Desde la gárgola donde había estado parado, salté y extendí mi capa, deslizándome sobre Gotham City.

Soy el nuevo guardián de Gotham.

Aquel que infunde miedo en los criminales, pero que también le da a la gente un ideal por el que vale la pena luchar.

Aquel que tiene una familia, que no pelea solo.

Barbara, Jason, Selina, y los que vengan después. Sé que hay más vigilantes ahí afuera, y que el bien en ellos es inmenso. Todos dispuestos a hacer algo por su ciudad y por la gente que vive en ella.

Soy Richard Grayson, y ahora también soy Batman.