LA MAREA SUBE

Superman estaba lanzando láseres desde sus ojos, haciendo retroceder a las hordas de Apokolips e impidiendo que más Parademons y decenas de Doom Hawks atacaran a las fuerzas terrestres desde el aire. A su lado, Batman y Wonder Woman y los chicos se estaban concentrando en salvaguardar los flancos del escuadrón mientras los horribles Parademons continuaban saliendo del Boom Tube proyectado desde el cielo en grandes cantidades. El avance de los Hell Hounds y Draco Tanks de Darkseid se estaba desacelerando a medida que sus fuerzas de Parademons demostraban ser más eficientes, pero la Justice League y sus aliados los estaban derrotando lentamente en todo el lugar.

Batman esquivó las vibro-picas y las garras de seis Parademons antes de atacar con la lanza de kryptonita, atravesándolos uno a la vez en la cabeza o el pecho, aunque después vinieron más por él. Después de golpearlos con sus nudillos de bronce y patearlos con fuerza en sus puntos débiles, Batman los roció con unas bolas negras que estallaron en llamas y quemaron a los monstruos extraterrestres. Se agachó y rodó para evitar más vibro-picas, luego lanzó batarangs electrificados que sorprendieron a varios Parademons más y los sometieron. Luego, sacó de nuevo la lanza, y así los mato a todos.

A pesar de tener casi cincuenta años, Bruce Wayne se sentía como si de nuevo tuviera veintiséis años, cuando empezó su carrera como vigilante. Se reagrupó con Nightwing, Red Hood y Batgirl, que habían tomado rifles de pulso y disparaban contra los invasores. Los repelieron juntos.

Superman golpeó a miles de Parademons cuando llegaron y envió a las criaturas volando de regreso a velocidades que separaron sus alas de murciélago. Atacó a más de ellos con su visión de calor, los hizo volar con su súper aliento, los congeló con su aliento congelado y ocasionalmente los pateó con la misma fuerza. Luego, cuando vio a Starfire y Detective Marciano moviéndose hacia la carga, Superman se unió a ellos y juntos destruyeron las filas de los Parademons de Darkseid tan fácilmente como una cortadora de césped a través del jardín.

Mientras tanto, Green Lantern llevó a sus compañeros Lanterns a la batalla contra la invasión de Darkseid, ahora más fuerte de lo que habían sido gracias a la llegada de los Blue Lanterns. Cuando él y los otros Lanterns aterrizaron para hacer retroceder a otro regimiento de Parademons, las criaturas apokoliptianas establecieron un escudo protector. Sin embargo, Hal simplemente disparó su anillo de poder y el rayo de energía verde astilló el escudo en pedazos, lo que obligó a los Parademons atacantes a dispersarse. Cuando los que estaban armados con rifles de pulso intentaron someter a los Linternas con explosiones de energía, las llamas de energía del escudo que los Linternas pusieron, hicieron que los rayos rebotaran. En respuesta, los Lanterns construyeron torretas de energía y respondieron, destruyendo a varios de los monstruos y obligando a más Parademons a retroceder.

Sin embargo, la atención de la Justice League se desvió cuando una nave más pequeña aterrizo en medio de la entrada de la Fortaleza, y Granny Goodness emergió de ella.

-¡Mátenlos a todos! – ordeno Granny Goddnes a los Parademons a sus alrededores. Estos tomaron la defensiva al ver a su líder y se lanzaron al ataque contra sus defensores –

Granny alzo su gran maza de guerra y mato a cuanto guerrero humano, atlanteano o amazona se le pusiera en frente. Pero mientras lo hacía, Wonder Woman y su madre Hippolyta la sorprendieron de repente, listas para enfrentarla.

-No vas a ir a ninguna parte, monstruo, espera volver a donde perteneces – gruño Hippolyta –

-Qué amable de tu parte, Amazona, al ofrecerte como la primera reina de la Tierra en morir – contesto Granny, lanzándose al combate –

Cargó e intentó tirar a Hippolyta al suelo, pero esta vez, ella estaba lista para Granny. Ella bloqueó con su escudo cada uno de sus golpes, luego la agarró por el cuello y la arrojó a un lado como un saco de patatas. Aunque aterrizó en un montón de escombros aparentemente arrasado todo, Granny Goddnes se levantó y rugió como un león antes de volver a atacar a Wonder Woman y a su madre. Esta vez, agarró a Diana por su cabello largo y oscuro cuando ella trató de esquivarla, pero cuando Granny Goddnes la arrastró por el suelo, un cable salió disparado desde atrás y se envolvió alrededor de su mano libre. Y sosteniendo la pistola de agarre que disparó el cable estaba Batman.

-¡¿Tu?! – aulló Granny Goddnes –

-Lo siento abuela, pero el plan de tu maestro ya se está desmoronando – dijo Batman con frialdad –

-¡Nunca! – Granny Goddnes grito – ¡Este mundo pertenece a Darkseid! ¡Inclínate ante el o muere!

-No me interesa – respondió el Caballero Oscuro –

Granny Goddnes arrojó a Wonder Woman a un lado e hizo que se estrellara contra su madre. Luego rompió el cable de Batman y cargó contra él. Pero Bruce apenas y fue lo suficientemente rápido como para esquivar el golpe y lanzarle a la cara un batarang explosivo. Al ver que Granny se desorientaba, Batman llamó a Clark través de su comunicador.

-Superman, el momento llego... ¡tenemos que ir tras Darkseid nosotros mismos! – ordeno Bruce –

-Entendidoconfirmó el Hombre de Acero – Superman fuera.

Superman llegó a Batman tan rápido como pudo, y antes de que alguien pudiera detenerlos, los dos superhéroes entraron en el Boom Tube y se transportaron a bordo de la nave de Darkseid. Era hora de acabar con la amenaza de conquista aquí y ahora.

Granny Goodness los dejo ir, pues estaba más que segura de que Darkseid mataría tanto a Superman como a Batman, pero Granny Goddnes estaba fuera de sí por rabia. Se volteo hacia Wonder Woman, que estaba de nuevo en pie, pero su primer golpe salió mal cuando la princesa amazona la agarró del brazo y lo arrojó sobre su hombro con facilidad. Granny Goddnes se levantó, pero Hippolyta estaba lista para eso. Simplemente giró su cuerpo en el aire y golpeó a Granny Goddnes en el suelo con el escudo. Se las arregló para hacerla tropezar, logrando así que Wonder Woman se pudiera lanzar al ataque. Ella golpeó a Granny Goddnes por detrás para después cortarle una de sus manos, antes de atarle las muñecas con su lazo mágico.

-¡Sométete, bestia! – exigió Diana –

-Los apokoliptianos no se rinden. Cualquiera que sea el mundo al que vallamos, ya pertenece a Darkseid – respondió Granny, casi gruñendo. Se liberó de un tirón del lazo de la amazona y la golpeo en la cabeza –

Granny Goodness tomo su mazo y quería aprovechar que Diana estaba tirada en el suelo, aturdida. Iba a matarla. Pero nunca tuvo la oportunidad de atacar, ya que aparentemente de la nada, Hippolyta vio la amenaza Apokoliptiana y la golpeo, enviándola volando por diez metros. Wonder Woman saludó a Hippolyta, quien sonrió y luego voló para enfrentarse a Granny Goodness.

La aturdida Granny Goodness se levantó de los restos humeantes de un Hell Hound y vio a Hippolyta caminando hacia ella con un rostro bastante enojado. Si bien Granny quería más que nada a someter a las amazonas por orden de Darkseid, parte de ella quería romper el espíritu de la reina que alguna vez también comando las defensas de la Tierra miles de años atrás.

-Reina... ¿por qué me resistes tanto? – La abuela le dijo a Hippolyta con una voz falsamente dulce – Todo lo que hacemos es por el bien del universo.

-¡Estás mintiendo! – Hippolyta respondió enojada –

-No seas tonta – respondió Granny Goodness con una risa – Todos los niños en Apokolips saben que la vida no tiene sentido a menos que estén al servicio de Darkseid y el amor es una herramienta que los débiles usan para atraer a los ingenuos. Si supieras que la voluntad de Darkseid es todo lo que importa, me agradecerías.

-Tu Darkseid no tomó la Tierra antes y no lo hará esta vez – gruño la reina de las amazonas, tomando una posición de combate con la espada en alto y el escudo de frente –

Granny hizo un gesto con las manos y entonces una bandada completa de Parademons cargaron contra Hippolyta, pero al igual que antes, ella corto y destruyo con su espada a todos los monstruos que se le pusieron en frente, logrando así destruir la primera línea de Parademons que se lanzaron contra ella. Ella atacó a más de ellos con su espada, decapitándolos y cortándolos por la mitad, irrumpiendo su ataque sobre ella con facilidad.

-¡Pagarás caro por esto, escoria amazona! – Granny Goodness chilló con una ira incalculable –

Cargó contra Hippolyta, quien simplemente le dio una patada en la espalda y envió a Granny Goodness volando hacia las puertas de entrada de la Fortaleza. Sin embargo, la abuela se puso de pie y corrió hacia ella de nuevo. Esquivó el ataque con la espada de Hippolyta, y comenzó a correr a través de la Fortaleza para encontrar la Ecuación Anti-vida.

Como si la propia Ecuación la llamara, Granny mato a todos los soldados que se le pusieron en frente. Le dispararon, le lanzaron granadas y la apuñalaron, pero como si una furia incontrolable se hubiera apoderado de esta, la teniente principal de Darkseid alzo su mazo y de unos golpes brutales mato a todos los que se le opusieron.

Hippolyta apenas y tuvo tiempo de correr hasta la cámara principal para detener a Granny Goddnes, pero fue demasiado tarde. La teniente de Darkseid había asesinado al soldado que protegía a la Ecuación Anti-vida rompiéndole en cuello. Tomo la Ecuación solidificada en su forma piramidal y abrió un Boom Tube pequeño directo hacia Apokolips.

Hippolyta salió volando debido a la fuerza del Boom Tube y Granny lanzo la Ecuación hacia el portal. Ella misma también iba a cruzar, pero al ver a la Reina Amazona en el suelo tratando de incorporarse, sonrió y decidió que la mataría de una vez por todas.

Finalmente, Granny Goodness se lanzó hacia Hippolyta y comenzó a golpearla en la cara, pero la reina dobló la pierna y la pateó con fuerza en el estómago.

Ahora Granny Goodness estaba loca. Volvió a incorporarse y saltó hacia Hippolyta y le soltó unos cuantos puñetazos, fallando cuatro veces, pero su siguiente ataque fue más exitoso: agarró el largo cabello rubio de Hippolyta y trató de arrastrarla al suelo, solo para que Hippolyta se zafara de su agarre y aterrizara de lado. La reina tomo su espada y se la clavó en la pierna.

Para este punto, Granny Goddnes tenía el rostro enrojecido y sus ojos brillaban de calor.

-Así que quieres pelear sucio, ¿verdad? – Hippolyta gruñó mientras agarraba a Granny Goodness por su capa – ¡Está bien! ¡Te matare, vieja bruja!

Una sombra. El aleteo de una capa. E Hippolyta supo al fin que iba a estar frente a frente con la odiada enemiga. Diana corrió rápidamente hacia la Fortaleza, pero estaba vencida por el cansancio y no vio el movimiento de su madre, que se plantaba en el último tramo de los escalones que llevaban a los techos. Su enérgico grito, al tiempo que desenvainaba su espada, hizo reaccionar a la muchacha con sobresalto.

-¡Hoy es el día en que mueres, Apokoliptiana!

Dos metros abajo, deteniendo su ascenso, Granny Goodness enfrentó con ojos chispeantes de furia a aquella amazona que le cerraba el paso. La actitud de ésta la desconcertaba. Captó que era mayor. Sin embargo, había algo en ella que imponía respeto.

Miró la larga espada que sostenía con decisión en su mano derecha. Y comprendió que esa era un arma letal.

Pero no podía perder el tiempo con aquella reina de antaño que la desafiaba a ella, a la mejor teniente de Darkseid, a la vencedora de mil batallas. Rugió de furia y decididamente se abalanzó sobre ella.

La espada de Hippolyta se le incrustó en un costado. Lanzó un grito de dolor y sintió los brutales efectos de la espada. Pero era tanta su furia y su decisión de pasar que aquello no le importó. Soportando aquel dolor de pesadilla, apresó a la reina de las amazonas con ferocidad.

Diana dio un grito y avanzó con su espada lista para atacar a la Apokoliptiana, pero el cuerpo de Hippolyta, que había soltado la espada que atravesaba la carne de Granny, se lo impedía. La reina amazona trataba inútilmente de presentar resistencia contra la descomunal fuerza de la teniente de Darkseid. Wonder Woman se aproximó corriendo para irse sobre Granny Goodness, pero de un brutal manotazo ésta la aventó unos metros hacia atrás, haciéndola caer aturdida y provocando que soltara su espada.

Diana miró desde el suelo, entre una nube de lágrimas de impotencia que nublaba su mirada, cómo la monstruosa teniente de Darkseid levantaba a Hippolyta y la lanzaba por uno de los arcos de la Fortaleza al vacío. La muchacha lanzó un desgarrador grito de angustia e impotencia, para ver cómo acto seguido Granny Goddnes, aferraba aquel metal que quemaba sus manos, se lo arrancaba y lo arrojaba también al vacío, para luego girar y, sin perder un instante, dar un salto descomunal.

Diana se levantó titubeante. Le temblaban las piernas. Poco le importó que aquella bestia se perdiera en la batalla. Su preocupación ahora era otra. Se asomó y miró hacia abajo.

Allá, en el piso, yacía Hippolyta, de espaldas, inmóvil.

Diana salto hacia donde estaba su madre y se arrodillo junto a ella, acunándola en sus brazos.

-Hija mía... lo lamento tanto – dijo la reina, apenas audible para su hija – Lo siento tanto...

-No te preocupes mamá, ya llegue a cuidarte – contesto Diana con lágrimas en los ojos – Nunca debí irme... no debí dejarte.

-No Diana... tu eres lo mejor de nosotras – Hippolyta le paso la mano por el rostro, tratando de reconfortar a su hija – Tuviste que cumplir con tu deber y en el camino encontraste la felicidad – ahora le costaba más trabajo hablar. Diana sabía que el momento se acercaba – Quería decirte que estoy tan orgullosa de ti...

Y solo así, la reina Hippolyta de las amazonas encontró la paz en los brazos de su hija.

En un instante, Diana salió corriendo y busco a Granny Goodness. La encontró herida por los techos de la Fortaleza de la Soledad, casi arrastrándose. La golpeo, y de un solo golpe la mando a volar hacia la costa a gran velocidad, y Diana no se detuvo hasta que arrojó a la vieja desgraciada contra un Draco Tank caído y luego la golpeó de un lado a otro hasta que Granny se desplomó al suelo en un desmayo. Pensando rápidamente, Diana le clavo su espada a la anciana en el estómago, haciendo que esta soltara un grito de dolor. Estaba a punto de dar el golpe de gracia, cuando...

-Déjame a mí a esa maldita.

Diana volteo, y lo primero que vio fue a un herido Slade Wilson que se aproximaba hacia donde estaban. Rengueaba de un pie, una gran mancha de sangre brotaba en su pecho y traía sus espadas de kryptonita en ambas manos. Ella se apartó del camino de Slade, a lo que este posiciono las espadas en el cuello de la anciana Apokoliptiana.

-¿Te acuerdas de Grant Wilson? – gruño Slade, con furia – ¡Pues él era mi hijo!

Y entonces, Deathstroke hizo un movimiento lateral con ambas manos y la cabeza de Granny Goddnes se separó de su cuerpo. Cayo a los pies de Diana, que solo pudo ver que los ojos de la difunta tenían una expresión de terror y confusión en su ser.

Ahora ambos tenían a la asesina de sus seres queridos donde querían... en el suelo, derrotada y muerta.

Con Granny Goddnes fuera del camino, Wonder Woman aviso a Batman de que las fuerzas de Apokolips tenían la Ecuación Anti-vida y reanudo su defensa de La Fortaleza de la Soledad. Pero mientras las batallas continuaban en tierra, Superman y Batman se preparan para enfrentar la mayor amenaza.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top