Bruce...

Nos conocimos en la calle. Tú estabas jugando al héroe. Tratando de salvarme, en realidad tratando de salvar a todos. Golpeando con poder, pero sin fineza. O gracia. Un murciélago en vuelo, gritando, esperando que el susto fuera suficiente. Sé que estás peleando una guerra. Sé que puedes ganar. Sin embargo, antes de que lo hagas, quería escribir. O mejor dicho, tenía que escribir. Para ti. Me refiero a ti, a ti de todas las personas, el gran y poderoso Batman. Bruce Wayne. Debes de saber por qué lo hice. Por qué los maté. Por qué maté a tantos de ellos.

Cuando era pequeña, estaba sola. Compartimos eso, Bruce. Lo cual es bueno. Pero, por supuesto, tus padres realmente no te dejaron como lo hicieron los míos. O no querían dejarte. Realmente no supe bien que paso con los míos. Mi mamá estaba bien un día y al otro ya no. Y mi papá... era un completo desgraciado. Todo lo que sé es que estuvieron allí y luego se fueron. Y me dejaron atrás junto con Maggie. Después de mis padres, fui a un orfanato. A partir de ahí, me colocaron en diferentes hogares de acogida. Colocada con gente cruel. Con ojos crueles. Mi mamá creo que tenía ojos amables. A veces puedo verlos. Solo los ojos. En la oscuridad. Como los ojos de un gato al final de un largo callejón.

Huí de los adoptivos. Era buena escabulléndome. O me volví buena. Con mucha práctica. De todos modos, corrí. Me gustó más el orfanato. El hogar de Thomas y Martha Wayne para los niños y niñas de Gotham. Me dijeron que habían donado el dinero para el edificio después del nacimiento de su hijo. Tenían una foto de ustedes, los tres, en el vestíbulo de entrada.

Los mejores días de mi vida los pasé en ese orfanato, mirando esa foto. Pensaba en ustedes tres, jugando, riendo. Me imaginaba que estaba contigo, que también jugaba y me reía. Aún recuerdo cuando tenía catorce años y todos decían que habías muerto, que habías desaparecido. Me imaginaba que estaba contigo, en cualquier lugar teniendo aventuras. Claro, quien se iba a imaginar que estabas entrenándote con los mejores artistas marciales del mundo para luego volver a Gotham e iniciar tú cruzada contra el crimen. Que tonta era.

Más tarde, dos años después del Día Omega, después del bombardeo, pensaría en esa imagen. De ella ardiendo como todos los niños que habitaban ahí. Pensaría en mí misma, si todavía estuviera allí, si fuera una de esos niños. Extendiendo la mano a través de las llamas. Ardiendo mientras te alcanzaba. Cayendo cuando tocara tu cara.

Como bien sabes, mataron a 57 huérfanos en el bombardeo. Y siete profesores. Y un conserje, JD, que recuerdo siempre me hacía bromas cuando me sentía mal. Siempre lograba sacarme una sonrisa. Fue Yorinobu Nakano, uno de los lacayos de Luthor, que gracias a su influencia con el Régimen pudo tener luz verde para destruir el orfanato, con todo y niños dentro. Aun no tenías a tu Resistencia, supe que para ese entonces Jim Gordon ya había sido asesinado y su guerrilla estaba en decadencia, por lo que no pudieron hacer nada. Y Yorinobu Nakano se salió con la suya.

Gracias a que los profesores del orfanato se rehusaron a entregar a los chicos para los centros de reeducación, Nakano decidió ponerlos como ejemplo. Así que los quemo... los mato. Por lo que se, ese fue el detonante para que regresaras a Gotham y dejar que el Régimen al fin te conociera... pero yo me adelante a ti. La mayor parte del tiempo, cuando me subí al tren de Nakano, simplemente los degollaba. Nunca supieron que estaba allí. Me deslicé detrás de ellos y arrastré una garra. Rápido. Fácil. Sin dolor.

Sin dolor... La mayor parte del tiempo, trabajé rápida y eficientemente.

Somos parecidos en muchos aspectos, tú y yo. La gata y el murciélago. Huérfanos destrozados vestidos de animales, saltando desde los tejados. Es por eso que, de alguna manera, funcionamos. Por qué funcionamos juntos, quiero decir. Por qué cuando nos besamos... Cuando nos besamos, el dolor desaparece. Tú también sientes eso, ¿verdad? Cómo solo por un segundo, solo ese segundo... el dolor se va.

Pero en algunos aspectos, tal vez en los buenos e importantes aspectos, no somos iguales en absoluto. Por eso el beso nunca dura. Realmente no. Cuando llegó tu momento, cuando destruyeron tu infancia... usaste toda esa voluntad, toda esa pérdida, para hacer un mundo mejor. Cuando llegó mi momento, cuando quemaron mi infancia. No quería hacer un mundo mejor. Solo quería matarlos a todos. El problema, creo, es que nunca tuve ese primer paraíso... a Alfred. Y luego a ese niño cirquero que te demostró lo que era ser padre, y que nunca te dejo caer. Pero yo no. Yo solo tengo ojos. Solo ojos de gato en la oscuridad. ¿Y qué puedes hacer con ojos de gato en la oscuridad?

Dejo que ellos vean mis ojos. Los desafío a verlos. Mientras los sorprendo, los pateo, les robo. Mientras les demuestro que soy su ama. Nadie es mi dueño. Quiero que me conozcan. Que miren a la gata que Gotham trató de derribar. Y que entiendan que ella continuara presente. Sin importar lo que hagan, ella siempre estará allí. Pero tú... todos esos años en todas esas azoteas. Nunca vi tus ojos.

Esas pequeñas aberturas blancas en tu casco les cuentan todo. Un hombre de pura ira. Un murciélago. Un animal. El Caballero Oscuro. El mejor detective del mundo. El líder de la Justice League. El hombre que pelea junto a los dioses. Un hombre cuyo poder es: ser lo mejor que puede ser en todo lo que cualquiera pueda ser. Él no es como nosotros. Él es mejor que nosotros. Eso los asusta, sí, pero también los reconforta. Y por el hecho de que es mejor que nosotros, él siempre estará allí. A medida que cada noche regresa, también lo hará el murciélago. Siempre. Y por siempre seremos salvados.

Ese es tu poder, Bruce. Más que cualquier otra cosa. Tú cuidas al mundo con los ojos de un niño.

Todavía eres un niño, Bruce. Un niño lastimado. Pero lo que tú haces con ese dolor... He visto al héroe en lo que eso te ha convertido. Eres un motor que convierte el dolor en esperanza.

Quiero ir contigo y decirte que lo siento, lo siento por ser como soy. Me gustaría cambiar mi vida... quiero cambiar mi vida, y sé que puedo hacerlo... pero este mundo tan cruel, este Régimen de horror que trajo Luthor solo hizo que la gente sacara el peor lado de si, incluyéndome. Así que no puedo hacer lo que quiero.

¿Cómo podría amarte tanto y mirarte a los ojos? Sabiendo... que yo no merezco que me salves. Que no merezco luchar por el mundo junto a ti.

Para salvar al mundo los héroes deben hacer sacrificios. Esa es la lección de cada historia. Desearía poder darte mi vida, pero no puedo, tengo que darte más. Mi sacrificio es mi amor. Eres tú.

Con todo mi amor, Selina.

***

Y justo en ese momento, la sortija de bodas cayo del sobre, dándole apenas el tiempo suficiente a Bruce para tomarla.

Término de leer la carta. Ahora sabía que Selina se encontraba bien, pero sus pensamientos no pudieron evitar el querer ir con ella y demostrarle que estaba equivocada, que la necesitaba ahora más que nunca... decirle que ella no tenía por que estar sola.

Bruce Wayne tuvo que reprimir sus sentimientos y aunque su corazón no lo soportara, tenía que dejarla ir.

-Bruce... el Suicide Squad ya llego – Dick entro a su habitación, pero vio a su amigo y mentor algo apagado, sumido en sus propios pensamientos – ¿Estas bien?

Él no le contesto, solo se paró de su catre y le dio la carta que estaba leyendo. Aun no era hora de verla, por lo que Dick solo la guardo.

Bruce y Dick Grayson se unieron a los demás en una sala privada de la Batcueva, donde Lois comenzó a mostrar imágenes de un proyector.

-Ahora con el Suicide Squad de nuestro lado, tenemos una fuerza de asalto considerable para el ataque de mañana. El objetivo es la torre LexCorp en Metropolis – Lois anunció, mientras se veía la torre en Metropolis custodiada por Parademons y soldados del Régimen –

-¿Vamos a enfrentarnos a todas esas cosas? – preguntó Harley –

-El Suicide Squad y la fuerza de asalto que yo y Batman lideraremos atacaremos por ahí en la Torre. Mientras ustedes se quedan con nuestros hombres en el vestíbulo, nosotros subiremos y atraparemos a Luthor – menciono Deathstroke fríamente. No volteo a ver a Harley Quinn, pues la sola presencia de la payasa lo enfermaba –

-Así que seremos la carne de cañón – menciono Floyd Lawton aka Deadshot, riendo de forma irónica – Sí que su plan es bueno.

-Es solo temporal... – de pronto, todos se callaron cuando vieron entrar a la habitación a Barbara Gordon, solo que ahora está caminaba como si no le hubiera pasado nada, y además traía puesto su antiguo traje de Batgirl. Parecía que para Barbara no había pasado el tiempo desde hacía cinco años que no lo usaba – Lois y yo entraremos por otro lado e introduciremos al sistema de LexCorp el software "Sistem Down" para acabar con todos los drones y sistemas del Régimen.

-Cuando hayamos instalado el virus, el ejercito de Luthor caerá al instante – añadió Lois, concluyendo el plan de Barbara –

-Oh... ¿eso es todo? – Digger Harkness, Capitán Boomerang rio sarcásticamente – Entonces es pan comido.

-No es tan simple – Batman hablo por primera vez desde que entraron todos – Después de que hayamos realizado con éxito esta misión, iremos a la Fortaleza de la Soledad de Superman y haremos salir a toda la armada de Apokolips. Así sacaremos a su ejército del planeta e iremos por Darkseid.

-¿Por qué no atacar a todos de una vez? – Floyd preguntó con curiosidad – Si están confundidos por los ataques, no sabrán a donde ir y tendremos el factor sorpresa de nuestro lado.

-Un paso a la vez Lawton... – Slade le contesto – Primero nos desharemos del ejercito de Luthor y de su Injustice League, pues necesitamos estar concentrados solo en un frente... solo así estaremos bien. Cúbranos las espaldas dentro de la torre y serán libres.

-Yo estaré cubriendo el perímetro por si algún Parademon o algún vehículo pesado quiere pasar y hacer más daño del previsto – Barry añadió – Yo tratare de cubrirlos a todos.

-Ahora me siento más tranquilo "Speedy" – Boomerang añadió, chocando los cinco con Barry –

-Extrañaba tu sarcasmo, mi antiguo y raro "amigo" – comento Barry –

-Me apunto para destrozar cerebros – Harley rió –

-King Shark es un tiburón – Nanaue aka King Shark, el tiburón con forma de humano estuvo de acuerdo –

-Amo el estúpido plan de Batman – Killer Krock rio y después de enseñarle sus dientes a Jason Todd (que todo el rato no le había quitado la vista de encima por su apariencia desagradable), se echó su capucha para atrás y alzo su pulgar, en señal de aprobación –

-¿No te estás olvidando de un problema? – Oliver Queen les recordó a todos – En todo su plan... ¿Por qué no incluyeron a Darkseid? Y si se aparece...

-Arrow tiene razón. Ese tipo está fuera de nuestra liga – Nightwing habló –

-Solo se aparecerá cuando consiga la Ecuación Anti-Vida – menciono Deathstroke – Y antes de que digan algo como "qué es eso", "como funciona" o "con que se come" la respuesta es no lo sé. Solo sabemos que es la cosa que Darkseid busca en la Tierra, es lo único que le importa.

-¿Cómo saben eso? ¿Leyeron su diario? – Harley gruñó, haciendo que los líderes de la Resistencia se incomodaran –

Al notar que Slade estaba a punto de perder el control, Bruce intervino y decidió hablar por él.

-Wonder Woman nos contó la historia. Darkseid ya había atacado la Tierra en el pasado. Tal vez la aparición de Superman haya hecho que volviera a tener interés en nosotros, y por eso invadió – concluyo Bruce –

-No es de extrañar que tú y Kent hayan sido mejores amigos – Boomerang se burló – Ambos son tontos y también Deathstroke. Darkseid está jugando con ustedes.

-Bruce y Slade son tan "tontos" que han llevado a la Resistencia a todas las victorias desde que regresaron – Batgirl protestó –

-Tiene razón. Sin ellos, no tendríamos ni siquiera un "estúpido plan" contra la ocupación – Dick Grayson también se metió – Sin ellos ninguno de ustedes estaría aquí con una oportunidad de libertad.

-Tienen un extraño concepto de victoria – Deadshot murmuró, viendo a todos los alrededores de la ya decadente Batcueva –

-Sé que parece estúpido y sin sentido, pero por primera vez en tres años tenemos la oportunidad de derribar al Régimen – Bruce les dijo a todos – Sé que este plan es increíblemente arriesgado, pero estamos fuera de tiempo. Les prometo que vendrán refuerzos... amazonas, atlanteanos... ¡Diablos, tenemos a un Green Lantern, a Hal Jordan! El momento de actuar es ahora.

Todos se quedarán quietos por un momento, hasta que Deadshot habló.

-¡Ah, a la mierda, vamos a destrozar a algunos extraterrestres!

Bruce y Slade caminaban desde la sala de reuniones a sus habitaciones. Acababan de concluir la reunión y sabían muy bien la peligrosa tarea que tenían ante ellos al día siguiente. Slade parecía molesto, como si una pregunta se cerniera en su mente. Bruce se dio cuenta de esto y preguntó.

-¿Te pasa algo?

-Sí – dijo Slade – les ocultaste información. Ambos sabemos que no tenemos a nuestra disposición a los atlanteanos y a las amazonas, al igual que Hal Jordan aun no es un Green Lantern. No sabemos si el anillo que le diste va a funcionar – Slade hizo una pausa, hizo que Bruce se detuviera y después lo encaro – ¿Qué más quieres, Wayne? La promesa que le hiciste a tu amigo Clark ya la cumpliste: reuniste un ejército, juntaste a los héroes que quedaban, por tres años armaste un plan... ¿Qué más quieres?

-Solo por esta única ocasión, solo por esta vez, después de muchos años me motiva solo la fe – Slade no creía en las palabras de Batman. Bruce puso una clase de mirada perdida, como si el aun no creyera en sus palabras, sin embargo, tenía un presentimiento de que las cosas eran diferentes y tenía que confiar en su instinto – Concéntrate en cumplir tus objetivos y listo – Bruce contesto, algo golpeado – No hay nada más que decir. Mantén tu cabeza fría y ayúdame a luchar.

-Más te vale tener la razón o todos estaremos perdidos – Slade concluyo –

Ambos hombres seguían teniendo sus inquietudes, por lo que ninguno de los dos puso descansar su mente. Aun así, continuaron el camino hacia sus habitaciones.

Antes de que pudiera decir algo, Bruce se sentó en su catre. Después de leer la carta de Selina, quería derrumbarse y al fin... dejarse caer. Pero un momento de debilidad en frente de toda la Resistencia solo haría que dudaran de la misión que tenían por delante. Así que decidió que lo haría en privado, sin nadie, ni siquiera Dick Grayson.

Pero ni así lograría llorar sus penas a gusto. Ese maldito payaso estaba de nuevo frente a el...

Te lo dije siempre, Bruce. Selina es tan vil y cruel... solo le importa ella, mientras que tú, el pobre e indefenso Bruce Wayne está aquí llorando por que su corazón está roto. Te dejo cuando más la necesitabas, muy al contrario de mí, claro.

Y otra vez esa estúpida risa. Esa estúpida y chillante risa...

Ya no aguantaba más los pensamientos con el Joker. Ya lo había aguantado por más de tres años y ya estaba harto. Solo lo atormentaba más siempre que podía.

Una vez te lo dije, yo siempre estaría aquí para ti. Lo único que tienes que hacer es dejarme salir para que podamos divertirnos juntos, con todo el mundo como nuestro parque de diversiones.

Solo déjame salir...

Apenas y vio claramente el reflejo del Joker en el espejo, Bruce lanzo su puño al vidrio y lo rompió en seis pedazos.

Su casco lo asfixiaba, atrapaba su cabello en un mar de sudor de ira, por lo que decidió al fin quitárselo. Apenas y analizo su rostro en los pedazos de vidrio, viendo ahora su cabello bien recortado pero canoso, su rostro con arrugas más visibles y sus cicatrices...

Tenía una ligera cicatriz que le atravesaba el ojo izquierdo, pero apenas muy visible. Había otra, que le atravesaba la parte inferior derecha de la frente y se detenía cerca de la mejilla izquierda, pasando por la nariz.

Y luego vio sus ojos. Selina se equivocaba. No tenía ojos de niño. No tenía ojos de justiciero. No tenía ojos de Murciélago. No tenía ojos de hombre.

Sus ojos eran ahora inexpresivos. Sus ojos estaban casi muertos.