EL DIA MÁS BRILLANTE PARTE 1
Padre... madre... Alfred... ¿fui un buen hombre?
Padre... ¿ame lo suficiente a Selina como tú amaste a mi madre?
Madre... ¿pude darles el cariño suficiente a mis hijos como tú me lo diste a mí?
¿Influí tan bien en la vida de los demás, los encamine bien Alfred... como tú lo hiciste conmigo?
No sé si me están escuchando, no sé si están en el cielo del "Dios" en el que ustedes creían... pero si están ahí quiero que me presten sus alas.
Hoy voy a necesitarlas más que nunca.
***
-¡Batman! – grito Wonder Woman a través del comunicador, sacando a Bruce de su trance – ¡Las fuerzas de Apokolips tienen en su poder la Ecuación Anti-vida!¡La enviaron por un portal!
-¡Entonces es momento de actuar! – respondió Batman, terminando de alistar su equipo – Yo y Clark nos adelantaremos... espero que podamos ser suficientes – y luego se escuchó una fuerte explosión y las comunicaciones se cortaron – Diana...
-También mi comunicador se murió – anoto Clark, que estaba al lado de Bruce – Es hora... ¿seguro de que podrás?
-Yo siempre puedo – respondió Bruce, dándole a Clark una risa nerviosa – Vamos.
Los siguientes minutos pasaron rápidamente para ellos. Bruce se recuperó, antes de dirigirse al área de vehículos. Ahí estaba la carga Havoc que nunca se usó, por lo que Batman la adjuntó a la parte inferior de su cinturón, lista para ser usada cuando destruyera a Darkseid. Clark se puso en posición para alzarse en vuelo y Bruce puso los motores del Batwing en línea, subiendo al interior sin demorarse un momento.
La nave en sí era pequeña, aproximadamente la mitad del tamaño de un Flying Fox, pero era rápida y efectiva, diseñada para un combate intenso. Así que ambos superhéroes despegaron, listos para enfrentarse a su destino.
-Bruce... vimos que despegaste – la voz de Dick Grayson se hacía presente en el radio de Batman – ¿Qué es lo que estás haciendo?
-Vamos a acabar con Darkseid de una vez por todas. Esto ya tiene que terminar – le dijo el, sin perder la vista en los controles –
-¿Cómo sabes que va a funcionar tu plan? – le reprocho el joven –
Bruce solo se limitó a poner una ligera sonrisa en su rostro. Ya habían llegado hasta aquí, habían reunido a todos los héroes más grandes del mundo, los Lantern Corps del universo habían acudido en su ayuda y habían derribado al Régimen de Luthor. Sabía que podrían lograr derribar a Darkseid, pues su coraje y su valor los hacia fuertes, y ahora, con Clark de su lado, tenía todo a su favor.
Vio a través de la ventana del Batwing y lo que vio hizo que sonriera: Selina estaba al lado de Dick en la playa. Ahora sabía que ella estaba bien y había llegado a ayudar. Las dos personas que más le importaban en el mundo estaban a salvo. Estaban peleando por lo correcto.
-Solo ten fe, Dick Grayson – respondió Bruce – Ten fe.
Bruce silencio ese canal de comunicaciones, mientras Superman le informó que el portal hacia Apokolips estaba justo en frente de ellos en el cielo. Él también aceleró en la dirección que Clark le había dicho. Batman acelero hacia el portal, mientras su tamaño crecía a medida que se acercaban más y más.
-Doscientos kilómetros del objetivo – Superman le informó – Una vez que hayamos cruzado, estaremos en espacio aéreo apokoliptiano.
Batman asintió con la cabeza, sin dejar de acelerar hacia el portal. Apareció un repentino brillo azul y negro, que se convirtió en una enorme lágrima en el deslizamiento espacial. Habían llegado ahí justo a tiempo.
Mientras que Clark no tuvo ninguna dificultad al pasar el portal, Batman noto que los sistemas del Batwing comenzaron a sobrecalentarse. Bruce revisó los sistemas rápidamente, notando que todo estaba estable. Maniobró la nave a través de la densidad del portal, para luego descender a lo que sería el planeta de Darkseid.
Lo que vio era terrorífico. Solo era un mundo lleno de lava que estaba sobrepoblado de estructuras piramidales y torres que asemejaban a las de los castillos medievales con tintes góticos. Un paisaje de puro terror y desolación. Clark daba gracias de que no vio todo esto mientras estaba cautivo, ya que en si el propio paisaje ere de dolor y desolación. Solo una criatura como Darkseid podría vivir ahí. Ambos entraron a un canal que estaba cubierto por varias antenas, satélites y varias máquinas de guerra..
-Estaremos a salvo mientras permanezcamos por debajo de los escudos del palacio – Superman le dijo –
-¿Dónde está Darkseid? – preguntó Batman –
-En su palacio. Este canal debería poder guiarnos hasta allí – concluyo Clark –
Batman notó que actualmente estaban cerca del palacio de Darkseid, que tenía una proporción extraña y estirada. Continuó esquivando el campo minado de equipos desparpajados por el canal, teniendo cuidado de permanecer lo más cerca posible de Clark.
Una voz repentina y terrorífica sobresaltó a ambos héroes en vuelo.
-No se han rendido. Así que su valor puede más que su razón, incluso con la Ecuación Anti-vida en mí poder – Bruce y Clark se miraron, pensando en la misma persona: Darkseid – Todo lo que hagan será inútil.
-Aún tiene que descifrar esa cosa – anoto Bruce, tratando de calmar a Clark – Tenemos tiempo.
Batman hizo todo lo posible por ignorar las palabras de Darkseid, aunque el mero hecho de que las dijera significaba que sabía que estaban allí. Habían perdido el elemento sorpresa, aunque Batman no encontró esto tan impactante como pensaba. Por supuesto que sabía que estaban allí, lo más probable es que su planeta tuviera sensores muy avanzados. Sin embargo, no dejó que eso lo detuviera, ya que siguió adelante y condujo el Batwing más abajo.
-Estoy tratando de ver en donde se encuentra – dijo Clark. Usando su súper vista, apunto hacia el palacio, tratando de fijar al tirano de Apokolips. Finalmente lo logro – ¡está con la Ecuación! – Superman exclamó – ¡Podemos eliminarlos a los dos a la vez!
Ambos notaron que varios objetos se materializaban delante de ellos. Parecían pequeñas torretas, de color naranja brillante y apuntando en su dirección. Pronto abrieron fuego contra ellos al pasar. Trataron de esquivar todos los disparos, pero eran numerosas torretas, y no pudieron esquivarlos a todos.
Volaron hacia una abertura para escapar del fuego de las torretas. En el interior, las paredes se movieron y cambiaron, haciendo que Batman virara su nave en todas direcciones para evitar estrellarse. Salieron por el otro lado para enfrentarse a más torretas, aunque esta sección del canal estaba menos abarrotada, lo que significa que ambos tenían espacio para maniobrar. Batman devolvió el fuego, unos pocos disparos de la ametralladora del caza destruyeron cualquier torreta en la que puso la mira. Para Clark fue más fácil, ya que activo su visión laser y simplemente la paso por donde volaba, destruyendo a la mayoría de las armas enemigas.
-¡Ponte a la cabeza y ábreme camino Clark! – ordeno Bruce mientras maniobraba y disparaba al mismo tiempo –
-Como ordenes, jefe – Superman respondió, poniendo una sonrisa sarcástica en sus labios –
Batman y Superman volaron hacia un túnel enorme, lleno de grandes láseres que disparaban desde los enchufes de la pared. Clark supuso que se trataba de algún tipo de descarga de energía, pero no tuvo tiempo de adivinarlo ni de disparar. El Batwing siguió a Superman acelerando y zigzagueando a través de los rayos láser.
Siguieron volando por el túnel, donde casi al final la vista del palacio era cada vez más clara. También vieron varias hordas de Parademons que se aproximaban a atacarlos.
-Esto es el último tramo del recorrido – anoto Clark – ¡Prepárate para... Batman, detrás de nosotros! – Superman grito –
Batman logró evadirse hacia un lado justo a tiempo, cuando una enorme horda de Parademons pasó a su lado. Batman vio alas brillantes y dientes afilados.
-Tenemos que movernos a un espacio abierto – ordeno Bruce –
Empujó al Batwing hasta sus límites, saliendo disparado al aire libre, todavía volando hacia el centro del palacio de Darkseid. La horda de Parademons los persiguió, logrando de alguna manera seguirles el ritmo a velocidades sónicas. Los Parademons comenzaron a dispararles con sus rifles de energía, rápidos y precisos. Batman hizo todo lo posible para evitar el ataque, pero efectivamente, estaba abrumado.
Entonces un manchón rojo paso volando frente a él, dirigiéndose directamente hacia los monstruos. Justo antes de que lo alcanzaran, Batman se lanzó en picado, volando hacia el palacio. Los Parademons no tuvieron tiempo de reaccionar y fueron alcanzados por la visión laser de Superman, que calcino a la mayoría de monstruos.
-No me agradezcas Bruce – Clark rio –
-Gracias – le contesto Batman –
-Esto de veras que es el fin del mundo... ¿Batman agradeciendo? – Clark rio mientras rebasaba al Batwing –
-Hoy fue un día de comienzos – concluyo Batman, también sonriendo –
A medida que se acercaban, la abertura comenzó a cerrarse, grandes placas se movieron para sellar la abertura entre ellos. Batman maldijo, acelerando, pero no pudo llegar a la abertura lo suficientemente rápido. Se cerró justo cuando Superman empujo al caza de Bruce para que pudiera salir de ahí.
Batman retrocedió, alejándose del fuego constante de numerosas torretas que rodeaban al gran palacio de Darkseid, hacia la seguridad de unos pilares gigantescos en las orillas. Batman activo los misiles del Batwing y Clark uso su visión laser. Dispararon sobre las placas que protegían al palacio, pero los ataques no hicieron ni un rasguño.
-Cerraron nuestra entrada al palacio – indico Bruce –
-Podríamos intentar hacer un agujero pero... – Clark cortó y pensó mejor las cosas – Maldita sea.
-¿Clark?
Batman vio como Superman volteaba hacia el palacio, y observo como los ojos de su amigo se encendieron como si fueran bengalas. Los láseres gemelos de sus ojos se dispararon, estallaron en una pequeña sección del palacio, cerca de la abertura principal. Batman vio que se había hecho una abertura, lo suficientemente grande para pasar los dos.
-Golpe limpio. Vamos ahí – Batman informó. Acelero el Batwing y voló directamente hacia la abertura.
-Estoy ansiando que Darkseid te conozca – concluyo Clark –
Batman cayó en picada a través de la abertura, su visión fue tomada por la oscuridad cercana cuando entraron en las entrañas del palacio. Mientras volaban más profundo, las paredes se cerraron. De hecho, parecía como si realmente se estuvieran cerrando, moviéndose para cerrar la brecha creada. Un fuerte chillido resonó cuando el Batwing chocó contra una pared, pero a Batman no le quedaba espacio para maniobrar. Las paredes por encima y por debajo de Clark y de él se cerraron, acercándose peligrosamente a aplastarlos.
-¡No creo que esto vaya a terminar bien! – Superman gritó –
Justo cuando las paredes finalmente se cerraron, ambos pudieron entrar a una parte del palacio. Los sonidos del metal rasgándose chillaron en el oído mientras era arrojado dentro de su asiento. La mitad delantera del Batwing se estrelló contra el suelo y se detuvo mientras el resto llovía desde arriba. Clark se paro junto a la cabina y quito el cristal de inmediato. Antes de salir, Batman se aseguró de que su cuerpo estuviera bien.
Superman le tendió la mano y ayudo a Batman a salir del Batwing destrozado. Bruce aterrizó de pie, con un rifle laser en alto mientras revisaba el pasillo en busca de signos de problemas.
El gran pasillo estaba en silencio, excepto por los restos en llamas detrás de ellos. Bruce agarró la carga Havoc, alejándola de los restos. El arma de destrucción masiva era real, aunque encajaba en su palma. La colocó en la ranura para armas de repuesto en su espalda y alistó su rifle.
-¿Ahora qué hacemos? – preguntó Superman –
-Plan B – Respondió Bruce, caminando por el pasillo – Necesito que retes a Darkseid. Así me darás tiempo para que él no pueda acceder a la Ecuación Anti-vida y tenga su atención en ti.
-Vas a sacrificarte... ¿verdad? – pregunto Clark. De una u otra manera, ya sabía que Bruce tenía planeado esto –
-No consigues la victoria si no hay sacrificio – le contesto Batman, alistando sus cosas – Cuando active la carga, te avisare para que te retires.
Sin decir más, Bruce y Clark se tendieron sus manos, y en un saludo largo, se despidieron.
Ambos compartían una relación de respeto mutuo y compañerismo. Ambos habían sido los primeros súper héroes en mostrarse al mundo en sus respectivas áreas, ambos habían luchado por lo correcto y habían salido adelante a su manera.
No podían estar más orgullosos de estar juntos.
Simplemente, ambos eran los mejores del mundo.
-Buena suerte, Bruce – concluyo Clark mientras se echaba a volar en busca de Darkseid –
-Adiós amigo... fue un honor luchar junto a ti – y sin decir más, Bruce también se echó a andar, listo para enfrentar a su destino –
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