BLACK ADAM

El mercado bullía de clientes mientras las calles empezaban a cobrar actividad con peatones y vehículos por igual.

Si bien era solo otro día en Kahndaq, algunos ciudadanos estaban nerviosos debido a las noticias que estaban escuchando.

Comenzó con los grupos guerrilleros que estaban causando estragos en las fuerzas del Régimen del Canciller Luthor, diezmando a sus soldados en tiroteos y en ataques con bombas en todo el mundo.

Por supuesto, la otra noticia importante fue la revelación de la Resistencia de Batman, quienes eran los que estaban detrás de estos ataques alrededor del mundo. Mientras que la gente se alzaba para derrocar al Régimen que tanto los oprimió por tres años, la realidad era que todo se volcó a una anarquía total. La apariencia de sociedad que Occidente había tratado de construir se estaba desmoronando rápidamente y, sin el respaldo de nadie, la región de Kahndaq pronto se destruiría a sí misma. La escritura estaba en la pared y no muchas personas, militares o civiles, querían quedarse en la región.

Divagando de ese punto...

Los ciudadanos de Kahndaq se ocupaban de su vida cotidiana sin saber lo que harían al día siguiente. Las fuerzas del Régimen les había otorgado un gran estado de paz, lejos de las décadas de derramamiento de sangre que plagaron las tierras que protegían a Europa, África y el este de Asia. Sin embargo, sometieron al país como antaño, cuando los grandes reyes obligaron a su pueblo a construir sus palacios y morir para su entretenimiento.

En los tiempos del Régimen de Luthor, sus soldados mercenarios habían abierto pozos de luchas clandestinas, violaban a las mujeres que querían, amenazaban a la gente para que fueran sus sirvientes personales y mantenían un estado militar total en su centro recreativo al que los ciudadanos le llamaban hogar.

Algo similar ya había pasado hacía mucho tiempo, antes del tiempo del nacimiento del Dios judeocristiano. Antes de Babilonia y de las Pirámides de Giza, Kahndaq ya era el primer pueblo con un gobierno autónomo; era un centro de poder y conocimiento y habían florecido por siglos.

Pero luego, llego el rey Akthon, que uso el ejército para tomar el poder y se volvió en un tirano. Y también tenía ambiciones más tenebrosas; obsesionado con la magia negra, la verdadera meta de Akthon era forjar la Corona de Sabbak. Si esta corona era impregnada con los poderes de los seis demonios del mundo antiguo, volvería a Akthon invencible.

Para forjarla necesitaba Eternium, un mineral raro con propiedades mágicas que solo se encuentra en Kahndaq. Así que esclavizo a su pueblo, y los obligo a excavar.

Kahndaq estaba al borde del caos, y lo que necesitaba era un héroe.

Alguien que uniera la esperanza del pueblo, aunque pareciera perdida.

Había un hombre, un esclavo con deseos de libertad que se rebeló contra el gobierno tiránico de Akthon e inspiro a los esclavos para que se levantaran en armas contra el opresor.

Akthon ordeno que capturaran al esclavo rebelde, y cuando sus fuerzas lo hicieron, lo ordeno ejecutar en público para aplastar el espíritu de lucha de la gente esclavizada. Pero justo en ese momento, cuando el esclavo ya tenía el arak en el cuello... ocurrió un milagro.

El mago Shazam, el guardián de la Tierra y protector de la humanidad, salvo al esclavo de una muerte segura y lo llevo hasta un lugar místico conocido como La Roca de la Eternidad.

Vio la bondad y el espíritu de lucha en el hombre, y entonces lo doto con el poder de los seis dioses antiguos, convirtiéndolo en su campeón.

Pero la corona ya había sido forjada, y cuando el campeón llego a desafiarlo, el rey Akthon ya había liberado su poder demoniaco. Aunque el campeón de Kahndaq no le puso las cosas fáciles, por lo que libraron una batalla digna de los dioses mismos. Un poder demoniaco contra uno del bien. Una fuerza de la oscuridad contra una de la luz.

En la pelea que siguió, el campeón de Kahndaq uso su poder del rayo al atravesar el corazón del tirano, logrando matar al rey Akthon convertido en demonio. Fue entonces que el mago Shazam destruyo la corona para que nadie más lograra utilizar su poder demoniaco.

Sin embargo, el campeón de Kahndaq desapareció, y nadie lo volvió a ver jamás.

En esta época, Kahndaq está ocupada por las fuerzas invasoras del Régimen de Lex Luthor en apoyo con las hordas de Parademons y máquinas de guerra del planeta Apokolips.

Pero la leyenda dice, que algún día el campeón regresara y le devolverá la libertad a su pueblo.

El nombre del esclavo que el mago Shazam había elegido era Teth Adam de Kahndaq.

***

Al ver pasar el tiempo, Selina y Tatsu se desesperaron y decidieron entrar a las ruinas dentro de la montaña. Pasada una media hora en estar revisando entre las cavernas inhóspitas del nicho, encontraron una cámara en particular que al parecer estaba bien elaborada con estatuas y jeroglíficos antiguos. Selina y Tatsu miraron alrededor de la cámara antes de que sus miradas captaran algo. Ahí era la tumba más grande conocida en toda la caverna, y no sabían el por qué.

A la derecha, Selina vio un jeroglífico en forma de escarabajo que era bastante grande. Con Katana inmediatamente a su lado, Selina dejó que sus manos se arrastraran a lo largo de la pared.

Selina logró encontrar un mecanismo escondido en la pared y luego aplico un poco de presión. Al escuchar un clic audible, tanto Tatsu como Selina retrocedieron justo cuando la puerta se abrió. Alertas, ambas mujeres se miraron un momento antes de cruzar el umbral.

Mientras avanzaban con cuidado, ambas se aseguraron de que sus linternas apuntaran hacia adelante. Era un pasadizo angosto, una de cuyas paredes estaban llenas de jeroglíficos aún no vistos. Con la boca entreabierta, ambas miraron a su alrededor con los ojos muy abiertos y asombradas. En cuestión de minutos, la pareja había pasado de los pasillos de una típica tumba egipcia... a algo completamente diferente. La arquitectura había cambiado, recordándoles a los cuadros de la Antigua Roma o incluso de la Antigua Grecia. Ya no había jeroglíficos. Tallas intrincadas tomaron su lugar.

Palabras, formas, personas... y un rayo.

***

Sentado en su biblioteca, un poderoso mago de una época perdida hace mucho tiempo se acaricia la barba con contemplación. La humanidad había evolucionado de manera diferente a lo que se predijo originalmente. No solo ellos, sino también los panteones. Viajando por el mundo y viendo los lugares de interés, el gran mago experimentó mucho en sus varios miles de años de vida.

Una pena que los espartanos o incluso los atenienses no pudieran presentarme un campeón adecuado.

Suspirando, el mago estaba a punto de registrar nueva información que recogió...

Entonces escucho un zumbido en su cabeza.

Con los sentidos en llamas, los ojos del mago se abrieron como platos y su cabeza giró bruscamente en dirección a la cámara principal. Extendiendo su mano, el bastón voló hacia el agarre del mago sin esfuerzo. Apresurándose, el mago salió de la biblioteca con un gran sentido de urgencia.

Mi viejo amigo... tu tumba ha sido perturbada. ¿Pero por qué? ¿Quién podría ser? ¿Saqueadores? ¿Científicos? ¿Eruditos? ¡Debo saberlo!

Invocando una bola de cristal, el mago agitó su mano libre y pudo evocar imágenes a la vista. Entrecerrando los ojos, el mago sintió que apretaba más su bastón. Habían pasado muchos años desde la última vez que visitó a su antiguo amigo y alumno. Había hecho la promesa de mantenerlo en la realidad aun en su híper sueño y no dejarse empantanar por el trabajo.

Vio a una ladrona y a una asesina.

Era una joven de pelo negro que vestía un traje negro ajustado a su cuerpo, y a su lado venia una guerrera asiática que portaba una máscara con el Sol Naciente de Japón en la frente, e igualmente la japonesa traía en su cinturón una espada mágica bastante peculiar.

Suspirando, el mago Shazam se concentró en la pareja que ahora estaba en un aprieto por dos razones.

¿La primera razón? Estaban pisando los terrenos sagrados del campeón más poderoso que el mundo había visto en la antigüedad. No solo eso, estaban peligrosamente cerca de despertarlo y abrirlo por accidente.

En cuanto a la segunda razón...

***

-Mierda – pronunció Tatsu –

Selina solo se rió. Cuando llegaron a la cámara, Selina miró a su alrededor por un momento antes de encontrar una estela justo delante. Caminando hacia adelante, Selina y Tatsu vieron seis estatuas, bien detalladas e igualmente espaciadas en la cámara. Sus ojos se iluminaron ya que reconocieron a las identidades de cada estatua.

El primero fue Shu, dios de la paz, los leones, el aire y el viento.

El segundo era Horus, dios de la realeza y el cielo.

El tercero fue Amón, la deidad patrona de Tebas.

El cuarto era Zehuti, dios de la luna, la sabiduría, la escritura, los jeroglíficos, la ciencia, la magia, el arte y el juicio.

El quinto era Atón, dios del sol y avatar de Ra.

Y el sexto, Mehen, conocido como el dios serpiente.

Mientras Selina observaba el momento y su entorno, sus pasos adornaron un relámpago que estaba en el suelo. Se encontraba en el mismo camino que la estela ubicada en la parte posterior de la cámara.

-Esto... esto no puede ser obra de los habitantes de Khandaq – dijo la joven de ojos verdes – ¿Los romanos alguna vez pisaron este valle?

-Que yo sepa nunca. Los ejércitos del Cesar jamás pisaron esta parte de Medio Oriente – le contesto Katana –

Lamiéndose los labios, Selina se frotó el cuello mientras continuaba observando los detalles de las estatuas y las paredes de la cámara. Gran parte de lo que vio contrarrestó ciertos conocimientos que poseía. Tomando un momento para recomponerse, Selina se acercó a la estela. Antes de decidirse a leer, le indicó a Tatsu que se uniera a ella.

Caminando con ardiente curiosidad, Katana enfocó su luz en la estela. Selina dirigió su mirada a la parte superior de la estela y comenzó a bajar. Mientras leía, su entusiasmo se desvaneció y se convirtió en perplejidad. Este nuevo descubrimiento fue bastante... extraño en cierto sentido.

-¿Qué dice? – preguntó la japonesa –

Sacudiendo la cabeza, las cejas de Selina se fruncieron.

-No lo sé... pero al parecer, estos jeroglíficos hablan de un hombre. Aparentemente esta arrodillado ante una especie de soldados – y para ese punto, Selina vio como la figura del hombre tallada en la piedra se levantaba se su posición y de alguna forma se rebelaba contra los soldados y contra el rey. Parecía que el esclavo echaba rayos de sus manos – Sin embargo, lo que viene después no tiene ningún sentido...

Selina miró a Tatsu y pudo ver la confusión escrita en todo su rostro. Suspirando, la guerrera oriental volvió a mirar la estela, ocasionalmente mirando a Selina quien estaba visiblemente incómoda mientras examinaba los símbolos. Y como no estarlo, pues escucharon pisadas fuertes y voces de soldados que se acumulaban por todas las cavernas alrededor.

El mal día de Katana solo empeoraba.

Tenemos que salir de aquí. ¿Pero cómo? Nuestras opciones son limitadas y dudo que mi espada sea inútil ante una fuerza militar mayor, Tatsu se lamentó a si misma.

Resoplando, Katana decidió distraerse mirando alrededor de la cámara. Ahora que tenía un momento para pensar, ¿cuál era el significado de las seis estatuas que representaban divinidades del saber egipcio? Mejor aún, ¿por qué estaban todas las estatuas mirando hacia la cámara al unísono?

Selina mencionó que un esclavo fue enterrado aquí. Pero... ¿Qué hacía tan especial a este esclavo?

Tatsu tenía aún más curiosidad por saber cómo la cámara misma capeó los siglos de aislamiento. Dado su estilo arquitectónico, Tatsu habría apostado por el hecho de que habría envejecido como las casas y los templos de la época de la antigua Grecia y el Imperio Romano.

Dada la falta de iluminación, Katana finalmente notó la iluminación artificial de los paneles a lo largo de las paredes.

Katana se humedeció los labios antes de mirar hacia abajo. Fue entonces cuando notó una inscripción ubicada en la parte inferior del rayo. Como casi obligada, Tatsu quiso probar suerte y ver que decía la inscripción. Con el rostro relajado, los ojos de gacela de Tatsu recorrieron la primera parte de la inscripción.

Ella no entendía aquel lenguaje, apenas podía darse a entender en inglés, pero algo que ella no pudo describir muy bien, algo mágico dentro de esos jeroglíficos... la comenzó a llamar.

-Aquí yace el campeón de la tierra. Forjado por las arenas del tiempo y las dificultades de la vida, caminó con un gran propósito...

Varios de los soldados del Régimen escucharon murmullos y susurros. Cuando encontraron a las culpables, estaban confundidos y un poco sospechosos. ¿Por qué las mujeres a las que debían de capturar hablarían la lengua local pero no hablaría directamente con ellos?

-Jinete del Caballo Oscuro...

-¿Qué diablos está haciendo? – preguntó un soldado sin bajar su M4 –

-Estará loca – su compañero sugirió con un gesto desdeñoso –

-Compañero del Águila...

Selina, por otro lado, observaba con los ojos muy abiertos y una atención absorta hacia los soldados del Régimen y alzo las manos en señal de rendición. Mirando hacia el suelo a Tatsu, la ladrona de Gotham noto que su compañera se comportaba de manera muy... inusual. Era casi como si la mujer estuviera en trance.

-Poderes bendecidos con él por lo Divino...

Una contratista femenina se burló, caminando hacia un operador de Polonia.

-Ella tiene que cerrar la puta boca o la obligaré – ella amenazó –

El contratista polaco puso los ojos en blanco antes de mirar a su contraparte femenina.

-El jefe tiene órdenes estrictas – dijo el soldado apuntando a Catwoman – Dile a tu amiga que cierre la boca y que ponga las manos en la cabeza.

-Vamos, Katana... ¿Qué tienes? – le pregunto Selina al momento que trataba de despertarla – Párate o nos mataran...

-Resistencia de Shu... Rapidez de Horus... Fuerza de Amón... Sabiduría de Zehuti... Poder de Aton... Coraje de Mehen... di la palabra y dame tu nombre.

Tatsu levantó lentamente la mirada del suelo. Casi en trance, una palabra pareció venir a su mente mientras miraba fijamente al frente. Los contratistas agarraron sus armas con ambas manos mientras la mujer susurraba una palabra. Una palabra que pareció tener un eco en toda la cámara...

¡SHAZAM!

***

Por un momento, el cielo se oscureció en todo el valle. Las nubes se acumularon a través del paisaje y se escuchó audiblemente un estruendo distante.

Los soldados que aún estaban afuera de la montaña miraron hacia arriba desconcertados. Hacia un segundo aún estaba mayormente soleado con alguna nube ocasional. Pero entonces se nublo.

Este tipo de fenómeno les hizo pensar que estaban en esos videos que mostraban cómo la naturaleza podía cambiar en un segundo. Pero pasar de tiempo despejado a tormentoso era algo que generalmente sucedía en horas y minutos, no en segundos.

Las nubes oscuras continuaron reuniéndose y mezclándose, los destellos eran visibles a través de ellas e iluminaban el espacio aéreo. Más estruendos iban y venían, las velocidades del viento eran como las de un tornado, tormentas de arena barrieron el área, casi derribando a muchos de los combatientes.

Esta serie de eventos particulares luego se detuvo hasta que descendió uno de los rayos más grandes jamás vistos o presenciados. Golpeó la ubicación de La Montaña del Destino y fue directamente hacia la cámara donde los soldados del Régimen habían desplegado a su contingente.

***

Una explosión estalló en la cámara; la onda de choque hizo caer a todos los ocupantes. Un zumbido sordo resonó en los oídos de Katana y cuando recuperó la compostura, trató de pensar en lo que acababa de suceder.

Tenía curiosidad, como todos los demás. Tatsu había leído la inscripción debajo del rayo en el suelo de la cámara. Pero cuando lo hizo, se sintió casi como una experiencia fuera del cuerpo. La asustó un poco ya que no tenía idea de quién o qué la poseyó para hacer eso.

Tatsu se incorporó lentamente, mirando por encima para ver a Selina haciendo lo mismo. Catwoman tosió antes de encontrar su mochila y colocársela en la espalda. Fue solo entonces que ambas se dieron cuenta de un rayo había caído ahí de alguna manera. Confundidas, ambas compartieron una mirada antes de mirar alrededor de la cámara. Una gran nube de polvo se había asentado en el centro mientras los soldados se ponían de pie lentamente.

-¡¿Qué diablos fue?! – grito el soldado nativo de Polonia –

-¡Creo que esa perra hizo esto! – le contesto su compañera de China –

Haciendo una mueca, Katana se sentó sobre sus codos y miró hacia arriba. Había un agujero en el techo; la luz comenzaba a filtrarse después de unos momentos de oscuridad.

Extraño... no había nubes antes. Y no hemos estado aquí tanto tiempo.

Tomando el control de su respiración, Katana hizo otra exploración de la habitación. Fue esta vez que sus ojos captaron algo. Cuando la nube de polvo comenzó a asentarse, apareció una mancha oscura en el centro de la cámara. Resulta que Tatsu no fue la única que notó esto.

-Tatsu... querida... ¿qué hiciste? – le preguntó Selina –

Tatsu solo pudo negar con la cabeza.

Mientras tanto, los soldados del Régimen centraron su atención en el centro de la sala.

Fue en este momento que todos contuvieron la respiración colectiva.

La mancha no era un objeto inanimado o parte de la cámara. Era una persona

Poniéndose de pie, la figura vestía de negro y estaba cubierta por una capa andrajosa. Era un hombre por lo que parecía, evidente por su constitución similar a la de un fisicoculturista de alto novel. Alrededor de su cintura había una faja de oro, cubriendo sus pies había botas de oro y alrededor de sus brazos había brazales del mismo material. ¿Y en su pecho?

Había un relámpago dorado envalentonado.

Esta misteriosa figura miró alrededor de la cámara por un momento antes de mirar sus manos.

Selina juró que podría haber visto una cara de confusión y sorpresa debajo de la capucha. ¿Quién era este hombre? ¿De dónde vino? ¿Tuvo algo que ver con lo que acababa de ocurrir?

A medida que más preguntas se arremolinaban en la mente de Catwoman, su rostro se contrajo con absoluto horror cuando la operadora militar de antes se acercó al hombre. Temiendo por su vida y la de Tatsu, Selina rezó en silencio para que el hombre de negro no las lastimara.

Si tan solo supiera a quién había liberado Katana, Selina se habría dado cuenta de que su oración era innecesaria.

Esto es extraño... ¿Me han liberado?

Fue muy repentino para él. Su vida fue una vez más trastornada por el destino; paso rápidamente por su cabeza.

Recordó cuando fue aprisionado, pidiéndole al sabio mago que cuidara del mundo y que ojala no se arrepintiera de su decisión. Tuvieron su más grande enfrentamiento en los cielos de Kahndaq, pero el mago alguna vez fue un mentor y un amigo. Demonios, bien podría haber sido considerado familia.

Una vez sellado, su cuerpo físico permaneció en La Montaña del Destino, para permanecer intacto hasta el final de los tiempos. Sin embargo, su cuerpo espiritual ascendería directamente a Aaru. Se reuniría con su padre y su madre. Se reuniría con sus hermanos y hermanas. Y por fin vería a su esposa e hijos.

Lo acompañaban sus compañeros divinos, su aviar de confianza Senu y el firme corcel Eternal Maw.

Mientras pasaban los siglos en la Tierra, el no sentía que pasara tanto tiempo en Aaru. El Campo de Juncos estuvo a la altura de su nombre y algo más. Sus días estaban llenos de paz y felicidad. El cielo se dividía uniformemente entre el día y la noche dependiendo de dónde estuviera. Era un paisaje hermoso, especialmente viendo cómo todo lo que hacía era disfrutar de la compañía de sus seres queridos. Sus últimos pensamientos antes de tomar una pequeña siesta fueron con su esposa y su hijo. Uruth estaba jugando junto al lago con sus primos, su caballo Eternal Maw descansando en la arena con Senu sobre su espalda. Sus hermanos y hermanas estaban dispersos, permitiendo que sus propios hijos también se divirtieran.

Shiruta (Ra y Hathor la bendigan) dejo que Teth Adam acariciara su cabello corto mientras ambos se sentaban y miraban a los niños. Ella le había prometido que estaría allí cuando despertara de nuevo. Cada vez que se quedaba dormido en Aaru, le preocupaba extrañar a Shiruta y a su hijo Uruth. Era todo lo que podía esperar ahora que estaba libre de sus ataduras terrenales.

Pero eso fue entonces. Esto era ahora.

Lentamente abrió los ojos para encontrarse arrodillado. Estaba una vez más en la cámara secreta, oculta durante muchos siglos del mundo exterior. La última vez que estuvo aquí, el mago lo había sellado.

Pero no es la última vez que veré estas paredes...

Levantándose de su posición arrodillada, el hombre hizo un balance de las personas que sentía. También se aseguró de inspeccionar la cámara en busca de daños.

Entonces, ¿el poder divino de los dioses solo rompió el techo? Qué suerte...

Un zumbido silencioso hizo que el hombre mirara hacia abajo. Inspeccionó ambas manos, ocasionalmente apretándolas en puños solo para probar una teoría. Resulto que había regresado con éxito a su forma de campeón y no a su forma mortal.

La diferencia era como la noche y el día.

La forma de campeón del hombre le dio el poder de enfrentarse cara a cara con los miembros de los diferentes infiernos. Para todos los efectos, era un semidiós que podía correr rápido, golpear fuerte y estaba muy cerca de la divinidad real. Demonios, estaba mucho más cerca de la divinidad que la mayoría de los semidioses que existieron.

La forma normal del hombre le permitía caminar, hablar y actuar como lo hacía antes de que sus dioses y el mago sabio le otorgaran los poderes. Era un libertador y guerrero. Su forma mortal, aunque no estaba bendecida con la fuerza de los dioses, todavía contenía una destreza de combate sin igual para la mayoría de los mortales.

Fueron Set, Shu y Tefnut quienes guiaron mi viaje a veces. Tal vez sea hora de una nueva aventura.

Fue entonces allí que Teth Adam decidió que usaría esta oportunidad sabiamente.

Con el ceño fruncido, miró hacia arriba para ver a una mujer demasiado agresiva acercándose a él. En su mano había un bastón de algún tipo que le recordó a Teth Adam la ballesta. Se preguntó hasta dónde había evolucionado la guerra desde el final de la dinastía de Akthon.

Teth Adam luego se molestó porque el constante aleteo de las encías de la mujer continuaba molestándolo. Se enorgullecía de la paciencia. Teth Adam fue una vez un cazador de hombres malvados cuando intento liberar a su pueblo de la tiranía. Además, Teth Adam también era un cazador de bestias y la paciencia era algo que un cazador necesitaba con urgencia.

Pero por este único caso, Teth Adam podría renunciar a la paciencia y mostrarle a esta mujer el error de sus caminos.

¿Amenazarlo? ¿Reprenderlo? No.

Aprendería el poder divino por el elegido del mago Shazam.

-¿Quién diablos te crees que eres? ¡¿Eh?! – la mercenaria le ladró –

El hombre de negro la ignoró por un momento, aun observando su entorno. A juzgar por su postura y cualquier expresión que vio en su rostro, todavía procesaba sus pensamientos.

-¡Estoy hablando contigo! ¡Respóndeme!

La expresión facial del hombre cambió una vez más y finalmente se volvió para mirar a la mujer. Brevemente sorprendida, la mercenaria se sacudió los nervios que tenía y apuntó su arma a la cabeza del hombre.

-Muy bien, chico duro, así es como va a ir esto. Te pondrás de rodillas como una buena hormiguita o te volaré la cabeza con un 5,56. Y no hago sugerencias ni pedidos – Ella lo amenazó –

Detrás de ella, los otros soldados apuntaron con sus armas al hombre o las mantuvieron listas. El hombre de negro alzó la ceja derecha y se cruzó de brazos. Prácticamente estaba desafiando a la mujer a actuar según sus palabras. Si bien la mayoría de los soldados habrían dudado inicialmente, la mujer al frente ni siquiera lo pensó dos veces.

¡BOOM!

Pero esto fue un error fatal.

Como una cobra del desierto enroscada, el brazo del hombre de negro se volvió borroso. Mientras el humo salía del cañón del rifle, el hombre de negro sostuvo el extremo con firmeza.

Asombrados y desconcertados, todos los soldados dieron un paso atrás ante la vista.

Esto no podía ser real.

La mercenaria polaca, a pesar de toda su histeria y bravuconería, era una persona muy, muy mala. Se regocijaba en la miseria de los demás. Después del tipo de educación que soportó, estaba más que feliz de devolvérselo a completos extraños. Hombres, mujeres, niños, ancianos... a ella no le importaba nada. Ren (como se llamaba) estaba en una profesión en la que podía llevarla a los malos por un salario más alto. ¿Cuánto valía realmente la moral en los tiempos del Régimen?

Pero aquí estaba ella. Enfrentando a un hombre con fuerza y ​​velocidad que no podía comprender. Un hombre que había sido instruido por un mago y bendecido por los dioses.

Y este hombre no le mostraría piedad.

Parpadeando, Ren miró lentamente su arma. Luego miró al hombre de negro. Debajo de la capucha, arcos de relámpagos y electricidad bailaban alrededor de sus ojos. Su rostro era de molestia y aburrimiento, pero sus ojos contemplaban una ira latente.

Con los pelos de punta en la nuca, Ren se dio cuenta del error que había cometido. Tragando saliva, se movió para dar un paso atrás.

-Tranquilo grandullón. ¡No quise decir...!

Demasiado rápido para que alguien lo siguiera con la vista, el hombre de negro soltó el rifle y solo agarró a Ren por el cuello. Levantándola en alto, el hombre se burló mientras la miraba. Al darse cuenta de la amenaza, todos los soldados comenzaron a gritar, apuntando con las armas a esta nueva amenaza que aparentemente tenía superpoderes.

Una vez más negaron la realidad ante su percepción.

Esto no podía ser real. Simplemente tenía que ser falso.

Pero (para su creciente horror) los soldados sabían que lo que veían era una realidad a la que no querían enfrentarse. El hombre de negro, Teth Adam en carne viva, sujetaba a uno de los suyos por el cuello como si fuera un pisapapeles.

Ren dejó caer su arma, las manos volaron directamente al antebrazo de Teth Adam mientras lo arañaba con la esperanza de que él la soltara. En cambio, Teth Adam no solo apretó su garganta con más fuerza, sino que también comenzó a aprovechar su poder. Relámpagos y arcos de electricidad comenzaron a recorrer partes aleatorias de su cuerpo. Varios más aparecieron en el brazo de Adam solo en un volumen más grande. ¿Su objetivo?

La mujer que lo molestaba.

Teth Adam canalizó lentamente su rayo divino en el cuerpo de la mujer, sintiendo una sombría satisfacción por el hecho de que esta plaga sería eliminada de la existencia. Ren por su parte sintió las violentas contracciones de sus músculos y tendones. Fue como si un calambre masivo se apoderara de todo su cuerpo después de un feroz entrenamiento. A continuación, sintió una sensación de ardor. Comenzó en sus brazos, la piel ardía y la carne se astillaba en negro. El relámpago de Adam continuó cocinando a la mujer hasta dejarla crujiente; la ropa se convirtió en cenizas y los órganos se cocinaron.

En los últimos momentos de tener algo de vista, Ren no podía gritar, pero solo miraba mientras su visión se volvía más brillante. Aunque sabía que probablemente sería juzgada severamente en el más allá, Ren aún vio la luz. Esa luz duró un momento hasta que su visión se volvió negra. Sus ojos se habían cocinado tan mal que se le reventaron y estallaron en el cráneo.

Todos los compañeros soldados de Ren vieron cómo la mujer era electrocutada y reducida a cenizas. En cuestión de momentos, solo quedó un esqueleto. Inclinando la cabeza, Adam entrecerró los ojos antes de aplicar solo una gota de su fuerza divina.

¡CRACK!

Sin dudarlo, Adam aplastó la estructura esquelética que formaba el cuello de la difunta. El hueso se convirtió en polvo fino y el cráneo de la difunta Ren cayó al suelo. Adam luego bajó el brazo antes de mirar hacia el resto de la cámara. Con una sonrisa, Adam esperó en silencio que los soldados lo provocaran a la acción.

-¡Abran fuego! – ordeno uno de los soldados –

Una sinfonía de disparos de rifles M4 y rifles M14 resonó por toda la cámara. Tatsu y Selina, sabiendo que sus captores se distraerían, inmediatamente corrieron hacia la salida de la cámara para tratar de buscar a Diana.

Mientras tanto, Adam observaba en cámara lenta cómo los proyectiles de las armas de hombres y mujeres se acercaban a él. Su interés despertó, Adam arrancó uno de los proyectiles que venían hacia su cabeza. Sujetándolo con dos dedos, Adam inspeccionó el objeto y supuso que era mucho más letal que una flecha.

Estas armas son capaces de disparar estas piezas de metal a tales velocidades. La guerra realmente ha evolucionado. Debo investigar esto... junto con otros temas que me interesan.

Tarareando para sí mismo, Adam dejó caer la ronda antes de que todo volviera a la velocidad normal. Las balas rebotaron en su persona, pero los soldados no cesaron en su fuego durante casi 30 segundos. Cuando lo hicieron, algunos se detuvieron para recargar mientras que otros permanecieron incrédulos.

Lanzando un profundo suspiro, la mirada de Adam se mantuvo igual mientras ocultaba su aburrimiento. Ya nada era un gran desafío para él. Para estos objetos de metal... simplemente era demasiado poderoso.

Basta de esta farsa. Es hora de mostrarles lo superados que están.

Si bien los soldados lo habían escuchado hablar, estaban listos para reaccionar como habían sido entrenados sobre cómo hacerlo. Ante la inutilidad absoluta, recargaron sus armas y pusieron su mirada en el hombre de negro.

Teth Adam tenía otras ideas.

Dirigiendo su atención a una militar femenina, Adam se puso borroso... literalmente borroso en movimiento y agarró a la contratista por su garganta. Luego le hizo un agujero en el pecho, matándola instantáneamente antes de arrojarla a un lado.

En pánico, los soldados abrieron fuego nuevamente. Adam se movió con gran precisión, procediendo a golpear o dar un revés a seis soldados más. De los seis, dos perdieron la cabeza, uno perdió el torso y los otros simplemente no pudieron soportar el traumatismo contundente en sus cuerpos. Esos otros morirían lentamente ante los gritos de sus camaradas.

Un soldado arrojó su rifle antes de sacar su cuchillo. Mientras sus camaradas recargaban, corrió hacia Adam con la intención de apuñalarlo o al menos desconcertarlo. Adam lo vio venir a millas de distancia. Dándose la vuelta en un instante, Adam agarró al soldado por su equipo, lo arrojó al aire... luego voló para agarrarlo una vez más. Agarrando el brazo con el cuchillo del hombre, Adam inclinó la cabeza de una manera que cuestionaba el sentido común y/o la cordura del hombre.

Adam luego golpeó al hombre para alejarlo... su brazo seguía en su propia mano y entonces supo que otra muerte fue agregada a la lista. Adam inspeccionó la extremidad amputada antes de tirarla a un lado. Flotando en el aire, Adam noto que este brazo tenía el símbolo Omega. Los soldados del rey Akthon también portaban símbolos en sus percheras, pero estos eran símbolos diferentes.

Teth Adam sabía que cuando los soldados portaban esta especie de símbolos, significaba que estos querían demostrar una unidad y una fuerza superior a la de las personas promedio. Eran un símbolo de tiranía y opresión.

Catwoman y Katana salieron corriendo del túnel, haciendo una rápida salida en el proceso. Por suerte o fortuna, ambas habían logrado apoderarse de sus pertenencias al salir. Cuando se fueron, pudieron escuchar los ecos moribundos de sus captores. Tanto la ladrona como la asesina se habían dado cuenta de lo fuera de control que se habían puesto las cosas, pero la pesadilla aún no había terminado para ella, pues en tan solo un momento, King Grod salió de las sombras con bastantes soldados del Régimen y golpeo a ambas con sus puños.

El sí sabía dónde se encontraba Diana Prince, y usaría a sus compañeras para conseguir su trofeo.


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