OO7; copos de nieve
La campanilla sobre la puerta de la tienda de conveniencia tintineó alegremente mientras Jungkook y Taehyung salían a carcajadas.
Los copos de nieve comenzaron a caer suavemente sobre ellos, formando una capa blanca y ligera en sus abrigos oscuros. El aire era frío, pero sus mejillas estaban cálidas y sonrojadas, no solo por la temperatura, sino por las risas que compartían.
—¿De verdad dijiste eso? —preguntó Taehyung entre risas, sus ojos brillando mientras lo miraba.
—¡Claro que sí! —respondió Jungkook, fingiendo indignación. Le dio un sorbo a su banana milk y continuó—. El tipo ni siquiera sabía cómo se llamaba el producto que estaba vendiendo. ¿Cómo no iba a corregirlo?
Taehyung negó con la cabeza, aún riendo.
—Eres terrible, pero… ¿no te dió pena? Yo me moriría si tuviera que corregir a alguien en público.
Jungkook lo miró con una ceja arqueada mientras pasaba un brazo alrededor de los hombros de su novio.
—¿Pena? ¿Por qué tendría pena si estaba ayudándolo? Además, tú eres demasiado bueno como para hacer algo así. Apuesto a que te disculparías aunque no fuera tu culpa.
—¡Eso no es cierto! —protestó Taehyung, dándole un leve golpe en el brazo. Luego le dio una mordida a su choco pie, haciendo una pausa dramática antes de admitir—. Bueno… tal vez sea solo un poco cierto.
Jungkook soltó una carcajada, su voz resonando en la tranquila acera cubierta de nieve. El invierno era su estación favorita, y caminar junto a Taehyung, compartiendo un momento tan simple pero significativo, lo hacía todo aún mejor.
—Sabes que eres adorable, ¿verdad? —dijo Jungkook de repente, entrelazando sus dedos con los de Taehyung. La mano de su novio estaba tibia dentro del guante, y esa conexión pequeña pero íntima le hacía sentir que todo estaba bien en el mundo.
Taehyung frunció los labios, intentando ocultar el rubor que comenzaba a subir por sus mejillas.
—No soy adorable. Y no comiences a decir cosas cursis en público.
—¿Público? —Jungkook miró alrededor, fingiendo buscar a alguien—. Aquí no hay nadie, amor. Y, aunque lo hubiera, ¿por qué me importaría? Tengo el derecho de decirle al mundo entero lo adorable que es mi novio.
—Eres insoportable —murmuró Taehyung, llevándose la mano libre al rostro para cubrir su vergüenza, pero no pudo evitar reír también.
—Y tú eres hermoso —añadió Jungkook con una sonrisa amplia y sincera, como si esas palabras fueran la verdad más simple del universo.
Continuaron caminando por la acera mientras compartían sus chucherías, dejando pequeñas huellas en la nieve fresca. A medida que avanzaban, sus conversaciones pasaban de un tema a otro, saltando de lo absurdo a lo profundo con la misma facilidad.
—¿Sabías que las primeras nevadas traen suerte? —dijo Jungkook de repente, mirando cómo los copos de nieve se acumulaban en los mechones oscuros del cabello de Taehyung.
—¿En serio? —preguntó Taehyung, con curiosidad genuina.
—Claro. Por eso pedí un deseo justo ahora. —Jungkook sonrió traviesamente.
—¿Qué deseaste? —insistió Taehyung con curiosidad, frunciendo el ceño mientras lo miraba fijamente.
Jungkook hizo una pausa, girándose para quedar frente a él y sujetarlo por los hombros. —Deseé que siempre seas así de feliz.
Taehyung lo miró, parpadeando varias veces antes de dejar escapar una risita nerviosa.
—¿Cómo puedes decir esas cosas tan fácilmente?
—Porque es verdad. Y porque te amo demasiado —Jungkook se inclinó ligeramente, dejando un beso suave sobre la punta de su nariz, ahora fría y roja por el clima.
Taehyung no pudo decir nada. Solo apretó la mano de Jungkook y continuaron caminando juntos por la acera, sus risas y murmullos mezclándose con el silencio del invierno.
En ese momento, no necesitaban nada más.
Jungkook bebió lo último de su banana milk mientras lanzaba una mirada fugaz a Taehyung, quien estaba absorto en su segundo choco pie. La nieve crujía bajo sus zapatos, pero algo seguía rondándole la mente, algo que había notado en la tienda hacía unos minutos.
—Oye… —dijo Jungkook, rompiendo el cómodo silencio.
Taehyung lo miró, todavía con el choco pie sobre sus labios.
—¿Mmm?
Jungkook ladeó la cabeza con una sonrisa divertida. —Nada, es solo que… no puedo creer cómo te miraba el chico de la tienda.
Taehyung parpadeó, claramente confundido.
—¿Qué chico?
—¿Cómo que “qué chico”? El que estaba en la caja —Jungkook se detuvo un momento, exagerando su expresión de incredulidad. Luego, con un tono teatral, añadió—. Literalmente no apartaba los ojos de ti.
—¡No es cierto! —protestó Taehyung, sintiendo el calor subir a sus mejillas incluso con el frío del invierno.
—Oh, claro que sí lo es —Jungkook se giró hacia él, cruzando los brazos sobre su pecho—. Hasta me atrevería a decir que te estaba devorando con la mirada.
—No digas tonterías. —Taehyung desvió la vista, incómodo, mientras jugaba con la envoltura del choco pie.
—¿Tonterías? —Jungkook dejó escapar una risa incrédula—. Amor, soy su cliente habitual, y te aseguro que nunca lo había visto actuar así. Literalmente sonrió como si le hubieras dado una razón para vivir.
Taehyung abrió los ojos de par en par, claramente horrorizado.
—¡No lo hizo! Estás exagerando.
—¿Exagerando? —repitió Jungkook, llevándose una mano al corazón como si estuviera profundamente ofendido—. Estuve a punto de preguntarle si quería tu número.
—¡Jeon Jungkook! —Taehyung lo empujó ligeramente, su tono a medio camino entre la vergüenza y la risa—. No bromees con esas cosas.
—¿Quién dijo que estaba bromeando? —replicó Jungkook, mostrando su típica sonrisa traviesa.
Taehyung lo fulminó con la mirada, pero el rubor en sus mejillas traicionaba cualquier intento de verse serio.
—No noté nada, y si algo así pasó, probablemente solo estaba siendo amable.
—¿Amable? —Jungkook rodó los ojos—. Amor, hay una gran diferencia entre ser amable y… bueno, lo que sea que él estaba haciendo.
Taehyung suspiró, resignado, mientras intentaba cambiar de tema.
—¿Y qué? ¿Te pusiste celoso?
—¿Yo? —Jungkook se señaló a sí mismo, fingiendo sorpresa—. Por supuesto que no. Estoy más que seguro de que soy el único que puede mirarte así.
—Entonces, ¿por qué lo mencionas? —Taehyung lo miró de reojo, curioso.
Jungkook se detuvo, girándose hacia él con una sonrisa más suave, casi tierna.
—Porque quiero que sepas que eres increíble, y que es imposible que la gente no lo note. Incluso un extraño puede ver lo especial que eres.
Taehyung bajó la mirada, mordiéndose el labio para intentar ocultar una sonrisa.
—Eres imposible.
—Y tú eres demasiado modesto —Jungkook volvió a entrelazar sus dedos con los de Taehyung y comenzó a caminar de nuevo—. Pero bueno, si vuelve a mirarte así, me aseguraré de que entienda que ya estás tomado.
—¿Cómo? ¿Dándole una mirada intimidante? —bromeó Taehyung, alzando una ceja.
—Por supuesto que no —Jungkook lo miró con fingida indignación antes de sonreír con picardía—. Lo haré besándote justo frente a él.
Taehyung soltó una risa nerviosa, aunque no podía negar que la idea le causaba un poco de gracia.
—Estás loco.
—Solo por ti —Jungkook apretó su mano y le guiñó un ojo.
Y así, entre bromas, risas y los copos de nieve cayendo a su alrededor, siguieron caminando, dejando que el invierno también fuera testigo de su amor.
holisss, aprovecho para actualizar
para despejarme un poco. la noticia
de que yeontan ahora es una
estrella en el cielo me dejó devastada,
estuve llorando todo el día... aún no
logro asimilarlo, estoy muy triste ㅠㅠ
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