OO2; revoltoso pero hermoso

Jungkook estaba sentado en el sofá de cuero negro, su figura era cómoda y relajada mientras disfrutaba de un desayuno tranquilo frente a la enorme smart tv del living. El programa que se transmitía no capturaba su atención, ya que el aroma del café recién hecho y los croissants lo mantenían ocupado.

Eran las nueve de la mañana de un domingo, y aunque la mayoría de las personas dormían hasta tarde, Jungkook había desarrollado la costumbre de levantarse temprano incluso en su día libre, debido a su rutina de trabajo.

Mientras absorbía los detalles de la pantalla frente a él, escuchó el suave crujido de la puerta de la habitación que compartía con Taehyung.

Con una sonrisa en los labios, levantó la vista y en pocos segundos, Taehyung apareció en su campo visual. La luz matutina que se filtraba a través de las ventanas del living le daba un brillo cálido a su rostro, y su aspecto desaliñado a causa del recién despertar revelaba un encanto especial que hacía que Jungkook se sintiera aún más enamorado.

El suave sonido de los pies descalzos de Taehyung resonando sobre el piso de mármol, seguido por su presencia, crearon una escena más que adorable para el pelinegro.

Jungkook observó atentamente, con una sonrisa enamorada en los labios, la vista que tenía frente a él.

Taehyung, con el cabello completamente desordenado y apuntando en todas direcciones, se veía irresistiblemente adorable. Sus ojos, aún somnolientos, se entrecerraban frente a la intensa luz del departamento, revelando un destello de ternura en su rostro. Llevaba puesta la remera de Jungkook, que le quedaba exageradamente grande, y unos pantalones cortos que apenas llegaban un poco más arriba de sus rodillas.

Mientras es castaño caminaba despacio hacia él, Jungkook se dio cuenta de que estaba observando a su novio con una intensidad inconsciente, admirando cada detalle de su figura sin vergüenza alguna.

—Buenos días, cariño —dijo entonces el pelinegro mientras depositaba su taza de café negro sobre la mesita de cristal frente a él—. Parece que has dormido bastante bien.

—Mhh —ronroneó el castaño.

El castaño se acercó a Jungkook y se sentó suavemente sobre sus piernas, acomodándose con un suspiro contento. Jungkook, sin dudarlo, posó sus manos con ternura en la cintura de su novio, sintiendo la calidez de su cuerpo.

Taehyung escondió su rostro en el cuello de Jungkook, cerrando los ojos con un gesto de plena comodidad. Su respiración era un suave susurro sobre la piel de Jungkook, quien se sintió inundado por un profundo sentimiento de amor y protección hacia el menor. En ese momento, el mundo exterior se desvaneció, dejando solo la dulce intimidad entre ellos.

—¿Descansaste lo suficiente? —preguntó Jungkook, dejando suaves caricias sobre las espalda de Taehyung quien estaba más que a gusto con aquel gesto.

—Sí —respondió el castaño casi en un susurro.

—¿Y qué hay de tu presentación? ¿Lo pudiste terminar o aún no? —volvió a preguntar sin detener en ningún momento sus caricias. El programa en la televisión al igual que el café y el croissants pasaron a segundo plano para Jungkook—. Si quieres puedo ayudarte —ofreció.

Taehyung se removió un poco en su lugar, esta vez pasando sus brazos por el cuello del mayor, rodeándolo, como si fuera un koala.

—Sí —respondió—. Ayer hice algunos avances con Jimin y Namjoon, y ya en la noche estuve haciendo los últimos puntos que faltaban —dijo, su voz impactando directamente con la piel del pelinegro—. Me dejó exhausto pero lo terminé.

—Me alegra oír eso —una sonrisa tiró de la comisura de sus labios—. ¿No tienes hambre?

Taehyung no dijo nada, simplemente movió la cabeza de un lado a otro en negativa. Jungkook entrecerró los ojos levemente, tratando de apartar al menor de su cuello para poder verlo.

—¿No? ¿Cómo es eso, amor? —cuestionó consiguiendo finalmente que Taehyung saliera de su escondite—. Debes desayunar, sabes que es importante. Vamos, levántate. Te haré algo —dijo, pero Taehyung no tenía intenciones de hacerle caso.

Taehyung, con los labios fruncidos negó nuevamente—. No quiero, Jungkook.

—No era pregunta. Levántate —insistió de nuevo.

Taehyung permanecía sobre él, inmóvil, como si el peso de su cansancio lo hubiera anclado al lugar.

El mayor entonces con una sonrisa traviesa  y, sin previo aviso, le dio un leve golpe en el trasero. El contacto sorpresivo hizo que Taehyung se sobresaltara y su cuerpo se tensara momentáneamente, antes de que una pequeña sonrisa asomara en sus labios.

—No estés jugando conmigo Kim Taehyung —dijo a modo de advertencia, su mano reposando aún sobre el trasero de su novio—. ¿No piensas levantarte?

—No —negó, más que decidido.

—Está bien...

Jungkook se levantó del sofá con repentina decisión, llevando a su novio aún sobre él.

Taehyung, sorprendido pero divertido con la situación, se aferró a Jungkook con brazos y piernas, adaptándose a su posición de manera natural.

Sin separarse ni un momento, Jungkook avanzó hacia la cocina, con su novio colgando de él como un koala. Mientras caminaba, sus movimientos eran cuidadosos para no derribar a Taehyung.

—¿De verdad no piensas bajar? —preguntó. Se dirigió a la nevera en donde sacó un par de huevos. Taehyung acomodó sus brazos, reajustando su agarre—. Veo que no —sonrió ligeramente—. ¿Acaso ahora eres un koala?

Taehyung sonrió ante aquel comentarios. —Ojalá ser uno.

Jungkook rodó los ojos con una ligera sonrisa por la negativa de Taehyung a bajar de su cuerpo, por lo que lo dejó suavemente sobre la encimera de la cocina.

A pesar de las quejas de Taehyung que no se hicieron esperar, Jungkook decidió distraerse y prepararle el desayuno.

Con movimientos decididos, comenzó a batir los huevos, mientras el aroma de la comida empezaba a llenar la cocina de a poco. Sabía que a Taehyung no le gustaba el café, así que optó por preparar una bebida alternativa para acompañar la comida.

Una vez que terminó de preparar el desayuno para su novio con cuidado, colocó el plato sobre la mesa, que contenía una porción de tocino crujiente, un huevo revuelto y un vaso de jugo natural de naranja. Luego, se dirigió nuevamente a donde Taehyung todavía estaba sentado sobre la encimera.

El pelinegro se acomodó entre las piernas de su novio, quien lo recibió con una sonrisa cálida. Taehyung rodeó su cuello con los brazos y, con ternura, le dio un suave beso en los labios.

—Gracias por el desayuno —dijo sobre sus labios. Jungkook sujetó la cintura de Taehyung con firmeza, acercándose a sus labios para robarle un corto pero intenso beso.

—Todo para mi revoltoso pero hermoso novio.

Taehyung sonrió y se apartó del mayor cuando este trató de robarle otro beso. Bajó de la encimera de un salto y se dirigió a la mesa para comenzar a degustar de su desayuno.

El pelinegro sonrió y se acercó a él para hacerle compañia. Ya tendría luego si oportunidad de vengarse.

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