OO1; sus bonitos ojos
El sol se había escondido más allá del horizonte, dejando que la noche se desplegara con su manto de estrellas.
Jungkook iba llegando al departamento luego de un día súper agotador en el trabajo.
Añadió el código en la pequeña pantalla inteligente de la entrada y en un pitido agudo la puerta se desbloqueó. Atravesó el umbral, dejando sus zapatos en la entrada para colocarse las pantuflas de conejo que habían comprado ya hace unos meses con su novio.
Sonrió con añoranza al recordar cómo Taehyung había insistido en comprar dos pares de pantuflas. Una de conejo y otra de oso.
Dejó su saco negro sobre el sofá de cuero oscuro junto con su maletín y se dirigió a la habitación que compartía con su pareja. En medio de su recorrido movió la cabeza de un lado a otro en un intento de eliminar las zonas tensas de su cuello y espalda.
Con una ligera mueca abrió la puerta de la habitación. Se le hacía sumamente raro que el departamento estuviera sumido en un silencio absoluto.
Normalmente, cuando llegaba, el bullicio dentro de casa lo recibía casi la mayoría del tiempo. Taehyung era bastante energético, si no lo encontraba escuchando música a todo volumen mientras acomodaba algunas cosas en el departamento, lo encontraba viendo alguna película o serie, o simplemente probando alguna nueva receta.
Taehyung era bastante energético y eso era una de las muchas cosas que más le gustan de su novio.
Sus labios formaron una pequeña línea para poco después convertirse en una sonrisa.
Su novio se encontraba en la cama, con su laptop, varias hojas y algunos cuadernos y lapiceros a su alrededor mientras él dormía visiblemente agotado. Las cortinas no estaban hechas por lo que la luz de la luna y la cuidad se asomaba por el ventanal del balcón haciendo que Taehyung se viera etéreo y muy bonito bajo ellas.
Carcajeó ligeramente negando con la cabeza mientras se acercaba a la cama en donde el castaño dormía.
—Cariño... —dijo, dejándose caer sobre el chico sin apartarlo. Taehyung estaba boca arriba por lo que Jungkook colocó sus manos a cada lado de su cabeza admirando la tranquilidad en su rostro—. Cariño, ya estoy en casa —volvió a decir nuevamente.
Pero Taehyung parecía no tener intención de abrir los ojos.
Jungkook sonrió nuevamente, esta vez inclinándose más sobre su novio para depositar un suave y cálido beso en su frente. —Taehyungie, despierta... —su voz salió casi en un murmullo.
El castaño se removió ligeramente bajo el pelinegro y este le dio más espacio para que se estire y poco a poco fue abriendo los ojos.
—U-Uhm, ¿qué? —se queja el castaño tratando de acostumbrarse a la iluminación de la habitación.
Jungkook observa con una ligera sonrisa cómo Taehyung despierta, sus ojos de un bonito color marrón encontrándose con los suyos en poco tiempo.
Siente un cosquilleo de ternura y admiración cada vez que se topa con esa mirada cálida y sincera. Sin poder contener su emoción, Jungkook amplia su sonrisa y empieza a repartir suaves besos por todo el rostro de Taehyung.
—¿Jungkook? —Taehyung comienza a reír al sentir los besos de su pareja bajar a su cuello, en donde se encargó de cubrir toda la zona con sus besos—. Jungkook, me haces cosquillas —dijo en medio de suaves risas.
Jungkook ignoró al castaño y continuó con sus besos recorriendo nuevamente las mejillas, la frente y finalmente los labios de Taehyung con una delicadeza que denota el profundo amor que siente por él.
Cada beso parecía ser una forma de admirar la belleza que tanto adora, como si intentara inmortalizar el momento.
Taehyung, aún medio dormido, sonríe con una satisfacción que ilumina su rostro, mientras sus ojos marrones siguen reflejando hermosamente la luz del anochecer que se cuela a travez de la ventana y el inmenso amor que Jungkook siente por él.
—Jungkook... —se queja entonces pataleando sobre la cama.
El pelinegro se endereza de nuevo, utilizando sus manos de apoyo. No tardó mucho en darle un rápido recorrido al rostro bajo suyo. Observó su cabello desordenado sobre el colchón, sus hermosos lunares, el puchero en su labio y se detuvo en sus ojos.
Aquellos ojos parecían transmitir tanto...
—¿Alguna vez te he dicho lo mucho que me gustan tus ojos? —dijo el pelinegro, mirándolo fijamente. Taehyung negó con la cabeza aún con un pronunciado puchero en sus labios—. ¿No? Error mío. Tus ojos son tan hermosos, cariño —se agachó para dejar un beso en cada párpado.
Taehyung cerró los ojos y pronto sintió los suaves labios de Jungkook sobre ellos y cuando el contrario se separó los volvió a abrir.
—¿De verdad lo crees?
—Sí —dijo con firmeza—. Son los ojos más bonitos que he visto jamás.
El castaño hizo una mueca, no muy de acuerdo con las palabras de su novio. —Pero... —vaciló por un momento—, yo no creo que sea la gran cosa, quiero decir, mis ojos son muy comunes, no hay nada especial en ellos.
—Son más especiales de lo que crees —sus ojos nunca abandonaron los de Taehyung, mirándolo con total admiración y cariño—. Son especiales porque se trata de ti —dijo, enfatizando la última palabra—. Porque tú eres especial.
Rápidamente el rostro de Taehyung fue tomando un adorable color rojo que se extendió hasta sus orejas. Avergonzado se cubrió el rostro con ambas manos.
La risa de Jungkook pronto llegó a sus oídos.
—¡No digas esas cosas! —se quejó el castaño con el rostro cubierto aún, su voz saliendo amortiguada por sus manos. La risa de Jungkook volvió a resonar en la habitación—. ¡Oye! —pataleó—. ¡Deja de reirte! ¡No es gracioso!
Jungkook, sonriendo ampliamente, se inclina hacia él. Con un gesto tierno, aparta suavemente las manos de Taehyung que seguían cubriendo su rostro.
—Ya, ya... lo siento —dice Jungkook, tratando de contener la risa. Observa entonces el rostro enrojecido ahora descubierto del castaño—. Te ves demasiado adorable ahora mismo. Me dan ganas de comerte a besos.
Taehyung lo mira con una mezcla de vergüenza y cariño, su rostro aún más sonrojado.
—¡Deja de decir cosas así! —responde Taehyung con una sonrisa tímida.
Jungkook, aún sonriendo, se inclina más sobre él y le dice con voz baja: —En serio, eres adorable. No puedo evitarlo.
En un movimiento rápido y desprevenido Taehyung empujó al pelinegro con fuerza quitándolo de encima suyo para ponerse luego de pie rápidamente con la intención de alejarse del contrario pero en cuanto el castaño estuvo por salir de la habitación unos brazos se lo impidieron.
Jungkook, con un rápido gesto decidido, envolvió la pequeña cintura de su novio con sus fuertes brazos, impidiendo que se alejara. Giró a Taehyung suavemente, colocándolo de frente a él.
—¡Déjame! ¡Si quieres sigue burlándote pero yo... —Taehyung, aún sonrojado por la situación, tenía todas la intenciones de quejarse nuevamente. Sin embargo, Jungkook no le dio la oportunidad de protestar.
Jungkook lo interrumpió con un beso suave en los labios, sellando el momento con ternura.
Aquel beso detuvo cualquier queja en su mente, se sintió débil repentinamente y ambos se quedaron en silencio, atrapados en la intimidad del gesto.
Jungkook atrapó el labio inferior de su novio mientras sentía los delegados brazos de este rodear su cuello. Taehyung estaba más que entregado y Jungkook no pudo contenerse a tener las manos quietas por lo que recorrió el cuerpo de su chico sin restricciones.
—Te amo, Taehyung —dijo Jungkook separándose un momento del beso—. Te amo demasiado, no tienes idea cuánto.
—Cállate y bésame.
Jungkook acató la orden más que gustoso y ambos entonces se sumieron en una velada llena de besos y del inmenso amor que sentían mutuamente.
Algo más que habitual entre ellos.
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